Setenta días después de la Pascua, tres semanas después de
Pentecostés, y dos semanas después del Domingo de Todos los Santos, es decir el
Domingo III de Mateo, honramos a los Santos Neomártires que fueron martirizados
tras la invasión de Constantinopla en 1453 d.C.San Nicodemo del Monte Athos, el autor del Nuevo Martirologuio (la primera antología griega de las vidas de los Nuevos Mártires Ortodoxos que sufrieron por Cristo bajo el yugo turco), compuso un servicio en alabanza de todos los Neomártires para ser conmemorado en el Tercera Domingo siguiente a Pentecostés.
Las siguientes son dos citas de un sermón de San Nicodemo alabando a los Neomártires:
“¿Cómo puede uno no sentir la necesidad de agradecer a Dios, al ver que bajo su pesado yugo y esclavitud se mantuvieron tantos campeones?
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Para preservar la libertad y la gente de nuestra fe cristiana, rechazaron las riquezas, la gloria, los placeres y bienestar corporal, y se entregaron a la muerte ante todo. ¿Cómo no es digno glorificar a Dios, al ver el temor del juicio venidero entregarse a tantos valientes mártires? ¿El deseo por las cosas buenas del cielo para conquistarlas? ¿La fe para fortalecer sus almas tan grandemente? ¿Teniendo cautivas (de agapi) sus mentes? ¿Y que el fuego del amor divino sea encendido tan grandemente en sus corazones? ¿Cómo corrieron estos bienaventurados hacia el martirio, como ovejas a la matanza?
Y cómo contaron sus torturas como una fantasía, y sus prisiones como palacios y sus ataduras como adornos dorados, y sus indignidades como lujos, sus disturbios como descanso, la llama de fuego como rocío y reposo, las espadas como juguetes y, en última instancia, la muerte más difícil por la vida eterna...".
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"Algunos contemplan esto y preguntan, ¿por qué motivo se complació Dios para lograr nuevos mártires en estos tiempos? Anotamos las siguientes cinco cosas: A. que haya una renovación de toda la fe Ortodoxa. B. que los de otras confesiones sean sin defensa en el Día del Juicio. C. para que puedan ser la gloria y la jactancia de la Iglesia del Este, y el reproche y desprecio de los heterodoxos.
D. que puedan ser un ejemplo de paciencia para todos los cristianos ortodoxos que están tiranizados bajo el pesado yugo de la esclavitud. E. y finalmente, que valientemente se imponen a través de la obra mística hasta la muerte, todos los cristianos que en algún momento son llamados al martirio, especialmente aquellos que anteriormente habían negado la fe ortodoxa ".
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Estos Nuevos Mártires vinieron de todos los ámbitos de la vida, todas las edades y todas las profesiones. Algunos eran clérigos y monásticos, otros eran hombres y mujeres laicos. Algunos eran cristianos fieles, otros habían negado a Cristo pero habían regresado a Él, y otros se habían convertido a la Ortodoxia desde el islam y venían a sufrir por Cristo.
Muchos de los santos ortodoxos más queridos ayudan a formar parte de esta gloriosa banda de Neomártires (por ejemplo, San Cosme Aitolos, Santos Rafael, Nicolás e Irene, San Efrem de Nea Makri, San Jorge de Ioannina, San Constantino de Hidra, San Polidoros, San Teodoro Bizantino, San Eutemios, Acacio e Ignacio, San Gregorio V Patriarca de Constantinopla, Santa Filotea de Atenas, San Serafin Arzobispo de Fanarion, y muchos, muchos mas).
Según el Profesor Demetrio Tsami, “el termino Neo mártir (Nuevo Mártir) fue utilizado por primera vez durante el periodo de la Iconoclasia, para contrastar los Mártires de este periodo con los Mártires de los primeros siglos. Hoy sin embargo se atribuye a todos los que fueron martirizados por Cristo desde la caída de Bizancio hasta nuestra época.” (Dem. Tsami, “Agiología de la Iglesia Ortodoxa”, p.108)
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El primer biógrafo de los Santo Neo mártires San Nicodemo el Athonita, establece su aparición después de la Invasión de Constantinopla (1453).
“Neomártires, -escribe el Profesor Jr.Krikonis- desde hace 200 años o más, se estableció llamar a aquellos que fueron martirizados por los turcos, debido a que confesaron su fe por Cristo y no aceptaron cambiar su fe” (Jr. Krikoni, “El carácter Cristocéntrico del martirio de los Neomártires, p. 69)
Los Santos Neomártires pueden ser clasificados en cuatro grupos básicos:
- Musulmanes que aceptaron el Cristianismo y según la ley Islámica fueron condenados a muerte ( Como los 23 Otomanos que se hicieron cristianos en Tiatira y fueron asesinados en 1682 en Constantinopla y los Neomartires Juan de Konitsa, Ajmet el Kalfas y Constantino de los Agarinos
- El segundo incluye a aquellos que fueron asesinados por una guerra de liberación política o una insurrección (por ejemplo, el Hieromártir los Serafín Arzobispo de Fanar, que fue martirizados en la revolucióndel Metropolita de Larisa, Dionisio Philosophos y San Gregorio V Patriarca de Constantinopla durante su Revolución 1821).
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- Finalmente, el cuarto grupo incluye a Nuevos Mártires que, por diversas razones, rechazaron a Cristo y luego predicaron en testimonio público la fe cristiana para su restauración, con resultado su muerte.
Los Nuevos Mártires pisotearon el antiguo error, levantaron la fe de los ortodoxos y lucharon valientemente. La fe de los impíos despreciaron, y proclamaron a Cristo con audacia como el Dios perfecto. Y ellos siempre interceden incesantemente para que se nos conceda una gran misericordia.
Condaquio tono 1º
Alégrate místicamente, oh Iglesia de Cristo, viendo a tus hijos, los Nuevos Mártires, rodeando tu mesa y tu altar como olivos, dispuestos como estrellas recién iluminadas, y al Creador claman: Tú eres la fuerza de los Mártires, oh Cristo.
Fuentes consultadas: ektimotheou.blogspot.com, full-of-grace-and-truth.blogspot.com