Versos:Para Efrén: "No habiendo inclinado las cabezas a las estatuas, Efrén se regocija, inclinando su cabeza a decapitar".
Para Basilio: "Basilio fue arrastrado de sus manos por el supersticioso, manos que destrozaron el error del supersticioso".
Para Eugenio, Agatodoro y Elpidio: "Tres atletas disputaron juntos según el Profeta, que dijo: -Le di la espalda a las flagelaciones- ".
Para Eterio: "A través del río avanzaste hacia Dios Padre, Quien en el río fue lavado de la carne".
Para Caritón: "Caritón puso sus manos a rezar, y poco después partió al Señor".
El séptimo los siete padres fueron llevados a la muerte.
El séptimo de este mes [marzo], conmemoramos a los Siete Santos Hieromártires de Quersoneso, los Obispos Efrén, Basilio, Elpidio, Eugenio, Agatodoro, Caritón y Eterio.
El séptimo de este mes [marzo], conmemoramos a los Siete Santos Hieromártires de Quersoneso, los Obispos Efrén, Basilio, Elpidio, Eugenio, Agatodoro, Caritón y Eterio.
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Durante el reinado del emperador Diocleciano (284-305), en el decimosexto año de su reinado, Hermón, el bendito Patriarca de Jerusalén (300-314), envió obispos a varias naciones para predicar la palabra apostólica de Dios y proclamar la fe de Cristo. Fue en este momento cuando estos nuestros siete Padres fueron enviados a la región de Tauroscythae (Tauros).
San Efrén fue enviado a Escitia, y San Basilio fue enviado a Quersoneso, que está al lado de Crimea, y al llegar allí predicó a los idólatras para cambiar de impiedad y maldad, a piedad y virtud propias del cristianismo. Cuando los idólatras escucharon estas cosas, pensaron que el Santo estaba proclamando una nueva vida cívica y era un corruptor de la religión ancestral a la que estaban acostumbrados. Por eso lo golpearon y lo expulsaron de su ciudad.
El Santo se fue y se instaló en una cueva conocida como Partenón, y por un lado se regocijó y se alegró de haber sido deshonrado por el nombre de Cristo, mientras que por el otro estaba afligido por la ceguera y el engaño de los incrédulos. Al estar en esa disposición, el Santo suplicó a Dios por su corrección y salvación. Dio la casualidad de que el hijo de uno de los oficiales del Quersoneso murió y fue enterrado por sus padres. Entonces se apareció en un sueño a sus parientes y les dijo: "Si quieres que vuelva a vivir, llamad al extraño al que golpeasteis y expulsasteis, y después de que hayais llegado a creer en sus enseñanzas, suplicadle que ore en mi nombre."
Por lo tanto, hicieron lo que se les dijo, y vieron al hijo resucitar a través de las oraciones del Santo, y lo santificaron con el Santo Bautismo. Así creyeron en Cristo con todos sus conocidos y su familia, y todos fueron bautizados. Mientras que aquellos que permanecían incrédulos, instigados por los judíos que estaban allí, se enojaron contra el Santo, lo ataron con cuerdas y lo arrastraron por las calles y los mercados. Después de haber sido arrastrado por una larga distancia, entregó su alma a Dios y recibió la corona del martirio.
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| Santos Hieromártires Efrén, Basilio, Elpidio, Eugenio, Agatodoro, Caritón y Eterio. |
Mientras tanto, el bendito Efrén también predicó a Cristo en el lugar donde fue enviado. Después de ser capturado por los idólatras, quienes no pudieron persuadirlo para que venerara a los ídolos, le arrancaron la cabeza y ascendiendo así con una corona a los Cielos.
Eugenio, Agatodoro y Elpidio luego fueron a Quersoneso, después de que San Basilio fue martirizado, y allí proclamaron a Cristo. Allí los idólatras se sublevaron y cayeron sobre ellos, y después de golpearlos, los arrastraron por las calles, y fueron ejecutados el sexto día del mes de marzo, un año después de haber matado a San Basilio.
Después de varios años, el Patriarca de Jerusalén envió un obispo a Quersoneso, San Eterio, quien al ver el salvajismo y la anarquía de la gente de allí, regresó a Bizancio, para pedirle al emperador que castigara a los anárquicos. El emperador era Constantino el Grande, en el año 330. Habiendo tenido éxito en su pedido, con la mano del emperador, los impíos e incrédulos de la ciudad de Quersoneso fueron desterrados, y en su lugar fueron colocados hombres piadosos. Por esta razón, San Eterio regresó a Bizancio para agradecer a Constantino el Grande por esta benefacción. Pero al regresar de Bizancio, fue atrapado por los incrédulos y ahogado en el río Danubio, también el seis de marzo.
Entonces, los cristianos de Quersoneso no tenían pastor, por lo que enviaron embajadores a Constantino el Grande, pidiéndole que les enviara otro Jerarca, por lo que el bendito Capitón fue enviado allí para ser su Obispo. Esto hizo que los piadosos se regocijaran y se alegraran, mientras que los impíos y los incrédulos estaban afligidos. Entonces, pidieron de él una señal y un milagro, para que supieran a través de esto cuál es la verdadera fe, por lo que decidieron que quienquiera que entrara en un horno encendido y saliera ileso, para ellos pertenecía a la verdadera fe.
Por esta razón, el sagrado Capitón, vestido con sus vestimentas jerárquicas, con su estola alrededor del cuello, después de persignarse con el signo de la honorable Cruz, entró en el horno y, después de permanecer dentro durante un tiempo suficiente, salió ileso, con sus vestimentas carbonizadas. Por lo tanto, con este milagro, el Santo asombró a los incrédulos y los bautizó. Después de que la gente de Quersoneso llegara a creer, el divino Caritón partió hacia el Señor, el 22 de diciembre.
De este modo los siete Hieromártires recibieron del Señor las coronas del concurso.
Eugenio, Agatodoro y Elpidio luego fueron a Quersoneso, después de que San Basilio fue martirizado, y allí proclamaron a Cristo. Allí los idólatras se sublevaron y cayeron sobre ellos, y después de golpearlos, los arrastraron por las calles, y fueron ejecutados el sexto día del mes de marzo, un año después de haber matado a San Basilio.
Después de varios años, el Patriarca de Jerusalén envió un obispo a Quersoneso, San Eterio, quien al ver el salvajismo y la anarquía de la gente de allí, regresó a Bizancio, para pedirle al emperador que castigara a los anárquicos. El emperador era Constantino el Grande, en el año 330. Habiendo tenido éxito en su pedido, con la mano del emperador, los impíos e incrédulos de la ciudad de Quersoneso fueron desterrados, y en su lugar fueron colocados hombres piadosos. Por esta razón, San Eterio regresó a Bizancio para agradecer a Constantino el Grande por esta benefacción. Pero al regresar de Bizancio, fue atrapado por los incrédulos y ahogado en el río Danubio, también el seis de marzo.
Entonces, los cristianos de Quersoneso no tenían pastor, por lo que enviaron embajadores a Constantino el Grande, pidiéndole que les enviara otro Jerarca, por lo que el bendito Capitón fue enviado allí para ser su Obispo. Esto hizo que los piadosos se regocijaran y se alegraran, mientras que los impíos y los incrédulos estaban afligidos. Entonces, pidieron de él una señal y un milagro, para que supieran a través de esto cuál es la verdadera fe, por lo que decidieron que quienquiera que entrara en un horno encendido y saliera ileso, para ellos pertenecía a la verdadera fe.
Por esta razón, el sagrado Capitón, vestido con sus vestimentas jerárquicas, con su estola alrededor del cuello, después de persignarse con el signo de la honorable Cruz, entró en el horno y, después de permanecer dentro durante un tiempo suficiente, salió ileso, con sus vestimentas carbonizadas. Por lo tanto, con este milagro, el Santo asombró a los incrédulos y los bautizó. Después de que la gente de Quersoneso llegara a creer, el divino Caritón partió hacia el Señor, el 22 de diciembre.
De este modo los siete Hieromártires recibieron del Señor las coronas del concurso.
Ἐπτάριθμος σύλλογος, Ἱεραρχῶν ἱερῶν, ἀγώσιν ἀθλήσεως, τὴν Ἐκκλησίαν Χριστοῦ, ἐνθέως ἐφαίδρυναν, Εὐγένιος Βασιλεὺς τε, σὺν Ἐφραὶμ Αἰθερίω, Ἐλπίδιος καὶ Καπίτων, Ἀγαθόδωρος ἅμα. Αὐτῶν Χριστὲ ἰκεσίαις, πάντας ἐλέησαν
Apolitiquio tono 4º
La compañía séptuple de los santos Jerarcas, Efrén, Basilio, Elpidio, Eugenio, Agatodoro, Caritón y Eterio, ha iluminado a la Iglesia de Cristo con sus luchas inspiradas en el concurso. Por sus intercesiones, oh Cristo nuestro Dios, ten piedad de todos nosotros.
Κοντάκιον Ἦχος πλ. δ’. Ὡς ἀπαρχάς τῆς φύσεως.
Ὥσπερ
ἀστέρες ἄδυτοι, τῆς νοητῆς ἐλλάμψεως, τούς ἐν νυκτί τῆς ἀπάτης
καθεύδοντας, υἱούς φωτός ἐδείξατε, Εὐγένιε καί Καπίτων, Ἀγαθόδωρε
Βασιλεῦ καί Αἰθέριε, Ἐφραίμ σύν Ἐλπιδίῳ, ἀθλήσαντες ὡς ἀήττητοι.
Condaquio tono plagal del 4º
Como estrellas de la Luz de las mentes, en la noche del error, ustedes han convertido a los durmientes en hijos de la Luz, Oh Efrén, Basilio, Elpidio, Eugenio, Agatodoro, Caritón y Eterio, invencibles en la lucha.
