A Hipólito: "Hipólito soportó ser entregado al mar, como un caballo con grilletes lisos en el casco".
A Censorino: "Censorino estiró su cuello hacia la espada, como una navaja afilada con sus compañeros atletas".
A Sabino: "Tus partes interiores fueron quemadas Sabino con antorchas, por los hijos de la misericordia completamente depravados".
A Jrisí: "Jrisí fue arrojada a las profundidades de la cámara nupcial en el cielo, entrando como una novia recién bañada".
Memoria del Santo Hieromártir Hipólito (del gr. ῾Ιππολύτου) y los que con él estaban, Censorino (Κενσουρίνου, Kensuríno), Sabino ( Σαβαΐνου, Sabaíno), Jrisí ( Χρυσῆς, Jrísis), Félix (Φήλικος, Fílikos), Máximo( Μαξίμου, Maxímu), Herculiano (῾Ερκουλίου, Erkulíou), Venerio (Βενερίου, Beneríu), Stiracius (Στυρακίου, Stirakíu), Mennas (Μηνᾶ, Miná), Commodus ( Κομόδου, Komódu), Hermes( ῾Ερμῆ, Érmí), Maurus ( Μαύρου, Máuru), Eusebious (Εὐσεβίου, Eusebíu), Rusticus (Ρουστικίου, Rustikíu), Monagrius ( Μοναγρίου, Monagríu), Amandinus (Αμανδίνου, Amandinu), Olimpius (᾿Ολυμπίνου, Olimpinu), Cyprus/Chipre (Κύπρου, Kípru), Teodoro el Tribuno (Θεοδώρου τοῦ τριβουνίου, Zeodóru tu Tribuníu), Máximo el Presbítero (Μαξίμου πρεσβυτέρου, Maxímu prebitéru), Archelaus el Diácono (᾿Αρχελάου διακόνου, Arjélau Diakónu), Ciriaco el Obispo (Κυριάκου ἐπισκόπου) y otro Máximo también Presbítero.
Escribió también muchos comentarios sobre la Sagrada Escritura, de los LIbros Bíblicos: Génesis, Éxodo, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de Cantares, y sobre el Evangelio de San Mateo, San LUcas y San Juan, y sobre los Profetas Isaías, Ezequiel, Daniel, Zacarías, sobre los Salmos de David y sobre el Apocálipsis. De una parte de sus trabajo se conservan solo fragmentos. Sus discursos, dedicados a la Teofania y al Profeta Daniel, se conservan completos.Sus discursos mostraban su estilo magistral de predicar. Fue uno de los últimos Padres Occidentales en escribir en griego.
Y el Señor nos lo dijo esto de la siguiente manera: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; cuando venga el otro en su propio nombre, a ése recibiréis” (Jn 5,41). Y ése otro es el Anticristo.
¿Pero por qué se refiere a la tribu de Dan? Vamos a ver la historia de la tribu de Dan en pocas palabras.
La tribu de Dan –desde la época de los Jueces- cuando se instalaron todas las tribus en la tierra prometida, apostató. Si queréis, podéis leer en el libro de los Jueces los capítulos 17º y 18º. ¡Para ver cómo pidieron y finalmente recibieron los Danitas una escultura y la deificaron, y ya no subían a Jerusalén para venerar, sino que veneraban esta escultura! Es la única tribu que apostató de esta manera y no aceptó la religión de sus padres. En consecuencia la tribu de Dan es el símbolo de la apostasía. El Anticristo es el rostro, persona que quedará en las antípodas de Cristo. De todas formas esto es seguro, que el Anticristo provendrá de los hebreos. Por consiguiente, ya que de la tribu de Dan provendrá el Anticristo, no es posible que sea escogida y enumerada esta tribu con las doce tribus de Israel, o sea del Israel ya de la jaris (gracia energía increada) que es la Iglesia y el laós-pueblo de Dios. Es imposible.
Así que, la tribu de Dan, pues, es el símbolo de la apostasía, y no entra en el catálogo de los fieles que se salvarán. Esto significa que el que apostata de la Iglesia -¡y tenemos tantos apóstatas!- permanecerá a la tribu de Dan, que es el símbolo de la apostasía, independientemente si el Anticristo provendrá de los hebreos.
Unidad 25 Apocalipsis 7,1-8 El primer diápsalmo del sexto Sello. La protección de los fieles durante la hora de la gran tribulación.
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Hipólito, obispo de Roma nos dice que cuando “los hombres de los pueblos y de las naciones vean tanta virtud, dirán todos qué hombre tan importante, extraordinario, bueno y justo, no existe en nuestra generación otro que podría reinar a todos nosotros”
NOTA:
* Este Santo Hipólito ha sido fuente de mucha confusión entre los hagiógrafos. Se cree que en este día, 30 de enero, se celebró originalmente un mártir llamado Hipólito de Antioquía, que era un presbítero novatiano arrepentido. Sin embargo, tal mártir no parece haber existido nunca, y no se menciona en ningun santoral. En el Sinaxario (santoral) de Constantinopla, san Hipólito se llama el Papa de Roma, sin embargo, tal Papa no existió. Más bien, podría haber sido el obispo de Portus, que era un antiguo puerto de Roma. Muchos también asocian a este obispo con Hipólito, el presbítero de Roma (170–235), que fue el teólogo más importante del siglo III de la Iglesia cristiana en Roma. Este Hipólito abogó por un rigorismo excesivo, y parece haberse permitido ser elegido obispo rival de Roma, y continuó atacando al Papa Urbano I (222–230) y al Papa Pontiano (230–235). G. Salmon sugiere que Hipólito era el líder de los cristianos de habla griega de Roma. Se desconoce cómo se relacionan estos otros Obispos con el Hipólito conmemorado hoy. Quizás fue el obispo de Portus y no tuvo ninguna asociación entre Hipólito, el presbítero de Roma, o quizás fue el obispo rival de Roma, que también se dice que murió mártir después de haber sido reconciliado con el Papa de Roma, y es más conocido hoy en día. Por sus escritos teológicos (por John Sanidopoulos).
Ἀπολυτίκιον Ἦχος δ’.
Ὡς τῶν Ἀποστόλων ὁμότροποι, καὶ τῆς οἰκουμένης Διδάσκαλοι, τῷ Δεσπότῃ τῶν ὅλων πρεσβεύσατε, εἰρήνην τῇ οἰκουμένῃ δωρήσασθαι, καὶ ταῖς ψυχαῖς ἡμῶν τὸ μέγα ἔλεος.