viernes, 8 de diciembre de 2023

Venerable Patapio (+463)

Versos: 
"Dejaste esta tierra perecedera en la que caminaste Patapio, ahora caminas donde caminan los pies del manso".
En el octavo Patapio caminó sobre pastos verdes.

El ocho de este mes [diciembre], conmemoramos a nuestro Venerable Padre Patapio.

Osio o Venerable Patapio nació en el año 380 d.C. en la ciudad de Tebas en Egipto. Su padre era el gobernador de una región y descendiente de una reconocida familia. Él y su mujer eran devotos cristianos y educaron a Patapio según las Santas Escrituras.
Desde niño adquirió "espíritu de poder, de amor y de dominio propio " (II Tim. 1,7). Es decir, gobernarse a sí mismo de modo correcto evitando cada desviación moral, conservando la pureza, pero al mismo momento dando ejemplo a los demás.
Esto lo demostró todavía más cuando creció. Cuando Patapio llegó a una edad madura, trajeron tutores conocidos de Alejandría para instruirlo en ciencias, matemáticas, filosofía y retórica. A través de esta educación, se dio cuenta de cuán transitorio es este mundo y se sintió atraído por un modo de vida ascético. Fue particularmente inspirado por Clemente, Orígenes y Atanasio. Su padre también le llevó a la renombrada escuela de Alejandría, donde Patapio quedó bajo la influencia de un maestro ciego llamado Didimo. Éste le inspiró aún más para desear el camino ascético que había elegido. 
 
 




"Ό ΆΓΙΟΣ ΠΑΤΆΠΙΟΣ", [Ó Áyios Patápios],
SAN PATAPIO




 
Cuando terminó sus estudios, regresó a Tebas para descubrir que su padre había fallecido. Tras repartir su herencia entre los pobres, y deseando vivir una vida ascética, se retiró al desierto. Allí se ocupó de la oración, del estudio y de las buenas obras. A cada cansado caminante que pasaba por su celda, le ofrecía hospitalidad y descanso. Y aprovechando cada ocasión, les ofrecía valiosos consejos espirituales  para la salvación de sus almas. De este modo la fama de Patapio se extendió muy rápido y cada día muchos llegaban a su celda para escuchar sus palabras de enseñanza tan beneficiosas.  
Mediante sus luchas allí contra las pasiones y el logro de todas las virtudes, recibió desde lo alto su iluminación, lo que atrajo a numerosos monjes y personas a buscar su guía. Cuanta más gente venía, más trataba de ocultarse. Sin embargo, dado que la luz no puede ocultarse en la oscuridad, donde quiera que fuese, era descubierto. 

 




"ΌΣΙΟΣ ΠΑΤΆΠΙΟΣ", [Ósios Patápios],
OSIO PATAPIO




 
Ya que ya no podía encontrar paz en el desierto, partió hacia Constantinopla en el año 428. Durante su viaje, se encontró con su discípulo Sechnuti, que era un remero egipcio. 
Durante este viaje, su barco pasó cerca de Corinto, donde permanecieron durante siete años en una cueva.
Pasado este tiempo, en el año 435, Patapio dejó su bosquejo en las montañas geranianas para reanudar su viaje a Constantinopla llevando consigo al monje Sechnuti. 
En Constantinopla, fueron secretamente al hesicastirio (tipo de monasterio) en Blaquernaen Xiró Óros ("Ξιρό Όρος", Monte Seco), donde obtuvo una celda en la muralla de la ciudad. Patapios mantuvo su identidad en secreto y reanudó una vida de estricto ayuno, vigilia y oración. 
 
 




Sepulcro del Santo, Monasterio Lutráki Korinthías 





Allí, quiso permanecer desconocido y pobre, en contemplación espiritual,bajo la apariencia de un simple monje, como en el desierto. Conoció a otros dos ascetas, a Bara y a Rabulá, los cuales después fueron nombrados también santos. El primero de ellos construyó el monasterio de San Juan Pródromo en Petra. El segundo se hizo asceta, cerca de la "puerta de Romanos".
Sin embargo, debido a su vida limpia y humilde, Dios le hizo digno de realizar milagros, haciéndose de este modo de nuevo conocido, porque como dicen la Santa Escritura, "Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende un candil y se pone debajo del almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 
 
 
 
 
 
Iconografía bizantina de San Patapio encontrada en su cueva de Loutraki, realizada por un iconógrafo desconocido y fechada hace siglos, probablemente en el siglo XV d.C.

 
 
 
 
 
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo." (Mt. 5, 14-16). 
Allí realizó muchos milagros de curación. Un niño, ciego de nacimiento, fue guiado por la providencia de Dios a San Patapio. Le rogó al Santo que orara a Dios para que se le diera la vista y pudiera ver la creación de Dios, lo que le permitiría alabar a Dios aún más. Patapio sintiendo compasión por el niño que sufría, oró a Dios, y la vista del niño fue restaurada. Este milagro reveló al elegido de Dios en toda la ciudad, y la gente acudió a él en busca de sanidad, consuelo e instrucción.
 
 





El Santo en su sepulcro, con partes de su cuerpo incorruptas,
despidiendo una fuerte fragancia.






Patapios curó a un hombre eminente de hidropesía trazando el signo de la Cruz sobre él y ungiéndolo con aceite. También liberó a un joven de un espíritu inmundo que lo había atormentado cruelmente. Al hacer la señal de la Cruz en el aire con su mano, el espíritu maligno, con un fuerte grito, salió de la criatura de Dios como humo. Sobre una mujer que tenía una llaga en el pecho llena de gusanos, hizo la señal de la Cruz y se puso bien. Muchos otros milagros hizo San Patapio, todos a través de la oración en el nombre de Cristo y por la señal de la Cruz.
Muchos hombres siguieron a Patapio. Construyó el Monasterio de los Egipcios,  ("Μονή των Εγυπτίων", [Moní ton Eyiptíon] ), donde predicaba, corregía a muchos espiritualmente y continuaba sanando enfermos. Allí, durmió en el Señor. Tras una vida adornada con la virtud y los milagros, durmió en el Señor a la gran edad de ochenta y tres años en el año 463 y fue sepultado por sus discípulos en la Iglesia de San Juan el precursor en Constantinopla. 
 
 
 



Su mano izquierda a día de hoy, después de más de 1550 años.






Después de su dormición y de la destrucción del Monasterio de los Egipcios, su hermano espiritual Bara recogió sus reliquias y las llevó a su monasterio San Juan Pródromo en Petra, el cual estaba bajo la protección de la familia real de Constantinopla los "Paleologos", y especialmente de la reina Augusta Eleni Paleologu, quien después sería Santa "Ipomoní" ("Αγία Ηπομονή", traducido Santa Paciencia). Eleni era la madre del último emperador de Bizancio, Constantino Paleologo. Fue emperatriz de Bizancio como esposa de Emanuel II Paleologo.  
Mil años después del reposo del Santo, cuando los turcos capturaron Constantinopla en 1453, sus reliquias fueron retiradas y llevadas a la pequeña cueva en Corinto (como él lo había solicitado durante su vida). El cuerpo del Santo estaba escondido detrás de un muro occidental en la cueva frente al iconostasio y la capilla que construyeron.
 
 




Hallazgo y traslado de las reliquias de San Patapio,
 en 1904, en el Monasterio Lutráki Korinthías.



 
 
 
En 1904, un sacerdote local, el padre Constantino Sosanis, estaba sirviendo la capilla en esta cueva. Era un sacerdote alto que servía regularmente en esta pequeña capilla y debido a su altura encargó realizar algunos cambios en la capilla. La noche antes de que comenzaran las obras del muro occidental, el Padre Constantino tuvo un sueño en el que un monje le advirtió: "ten cuidado cuando rompas el muro porque estoy al otro lado. Soy Patapio de Egipto". Fue encontrado al día siguiente debajo de unas baldosas, sosteniendo una gran cruz de madera en su pecho, un pergamino con su nombre, monedas romanas y hojas grandes que cubrían sus reliquias tan frescas como las habían recogido en ese momento. Un olor dulce también era despedido de sus reliquias, las cuales se encuentran desde el año 536 d.C. en estado incorrupto. Están ubicadas en una estructura de madera especial en la parte posterior de la cueva del Monasterio con su nombre, en Lutraki Korinthías ("Λουτρακίου Κορινθίας"), en las montañas de la región de Corinto en Grecia.
 
 




Venerable Patapio. Menologio Basilio II, s.X.



 
 
Dentro de la cueva también hay pinturas murales romanas del siglo XIII, con tres figuras prominentes de San Patapio, Santa Ypomoní y San Nikon. La iglesia del monasterio está dedicada a la Virgen María y contiene en su centro a la Madre de Dios para su veneración. La iglesia también tiene el cráneo de la reliquia de la Santa  Ypomoní (del gr. "Υπομονή", [Ipomoní], Emperatriz Elena Paleologou) y parte del hueso de la cadera de San Nikon.

Monasterio del Venerable Patapio en Lutraki, Grecia: vídeo I, vídeo II.
 
 
 
 
 

 


 
 
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος γ’. Θείας πίστεως.
 
Θείας κλήσεως, ἰχνηλατήσας, ἐκ νεότητος, τᾶς ἐπιδόσεις, δι' ἀσκήσεως τῷ κόσμῳ ἐξέλαμψας, καὶ δοξασθεῖς ἀπαθείας ταὶς χάρισι, πάθη ποικίλα ἴασαι Πατάπιε, Πάτερ Ὅσιε, Χριστὸν τὸν Θεὸν ἱκέτευε, δωρήσασθαι ἠμὶν τὸ μέγα ἔλεος.

 
 
Apolitiquio tono 3º

Seguiste el llamado divino desde tu juventud e iluminaste el mundo con los dones de tus santas labores. Fuiste glorificado con la gracia del desapasionamiento, y sanaste varias pasiones. Oh Patapio, venerable Padre, ruega a Cristo nuestro Dios para que nos conceda su gran misericordia.
 
 
 
 
Έτερον  Ἀπολυτίκιον Ἦχος πλ. δ’.
 
Ἔν σοι Πάτερ ἀκριβῶς, διεσώθη τὸ κατ᾽ εἰκόνα· λαβὼν γὰρ τὸν σταυρόν, ἠκολούθησας τῷ Χριστῷ, καὶ πράττων ἐδίδασκες, ὑπερορᾷν μὲν σαρκός, παρέρχεται γὰρ ἐπιμελεῖσθαι δὲ ψυχῆς, πράγματος ἀθανάτου· διὸ καὶ μετὰ Ἀγγέλων συναγάλλεται, Ὅσιε Πατάπιε τὸ πνεῦμά σου.


Otro apolitiquio tono plagal del 4º 

La imagen de Dios fue fielmente preservada en ti, oh Padre. Porque tomaste la Cruz y seguiste a Cristo. Por tus acciones nos enseñaste a mirar más allá de la carne para que pase, preocupándonos por el alma que es inmortal. Por lo tanto, oh santo Patapio, tu alma se regocija con los ángeles.


 
 
Κοντάκιον Ἦχος γ’ 
 
Τὸν ναόν σου Ἅγιε, πνευματικὸν ἰατρεῖον, οἱ λαοὶ εὑράμενοι, μετὰ σπουδῆς προσιόντες, ἴασιν τῶν νοσημάτων λαβεῖν αἰτοῦνται, λύσιν τε, τῶν ἐν τῷ βίῳ πλημμελημάτων· σὺ γὰρ πάντων τῶν ἐν ἀνάγκαις, προστάτης ὤφθης, Πατάπιε Ὅσιε.
 
Condaquio tono 3º

Habiendo encontrado que tu iglesia es un lugar de curación espiritual, todas las personas se apresuran hacia ella, oh Santo, y te piden que concedas la curación inmediata de sus enfermedades y el perdón de los pecados que cometieron en su vida; Oh Patapio, el más justo, en cada necesidad, eres el protector de todos.
 
 




Fuentes consultadas: saint.gr, optiko.net, monastiria.gr, synaxaristis.gr

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