sábado, 2 de diciembre de 2023

El Profeta Habacuc (s.VII a.C.)

Cuando el Angel del Señor se le apareció repentinamente, el sorprendido profeta se encontraba preparando la comida del mediodía para los segadores que trabajaban en sus campos:

"Lleva esta comida que tienes a Babilonia, a Daniel que está en el foso de los leones" (Daniel 14, 34), le ordenó el Angel de rostro severo.
Asombrado, el Santo profeta Habacuc miró por encima de la sopa y el pan que había preparado para sus trabajadores que trabajaban en la cosecha. " Señor, nunca he estado en Babilonia, y tampoco sé dónde se encuentra el foso..."
Pero el Angel no quiso escuchar ninguna excusa. Moviéndose con la rapidez de un rayo, el emisario del Todopoderoso tomó por los cabellos al aterrorizado Profeta y lo transportó 1300 millas (unos 2000 kilómetros) en menos tiempo del que requiere el corazón para producir un solo latido.

De un momento a otro el gran profeta se encontró parado a la entrada del foso de los leones rugientes. De alguna manera, después de ese viaje supersónico, la comida que había estado preparando se encontraba intacta. "Daniel, Daniel", llamó al Profeta, quien había sido llamado a realizar esta asombrosa tarea desde sus campos de cultivo en la región palestina de Judea. "Toma la comida que Dios te ha enviado". 

Daniel, igualmente conmovido por este misterioso acontecimiento, se las arregló para superar su confusión y con gran agradecimiento ingirió  los alimentos que le habían sido enviados con el Profeta. Ciertamente que la comida llegó justo al tiempo, ya que Daniel, quien había sido encarcelado por el Rey Ciro, se encontraba en inminente peligro de muerte a causa de la inanición.







Agradeciendo al Buen Señor antes de ingerir la comida, el hambriento Daniel pronunció una oración que sirve hasta nuestros tiempos como una bendición maravillosa sobre los alimentos que estamos a punto de consumir. "Te has acordado de mi, Dios mio, y no has abandonado a los que te aman". 

Para Habacuc, cuyo viaje a la velocidad de la luz a Babilonia (actual Irak) ocurrió unos 600 años antes de nacimiento de Jesús Cristo, este extraordinario evento fue solo el ultimo de una larga serie de acontecimientos espectaculares que serian desencadenados por su vida entera dedicada a servicio del Unico Dios Verdadero de los Israelitas.

Habacuc (cuyo nombre significa abrazo amoroso) fue hijo de Asaf de la Tribu de Simeón, profetizó durante el reinado del Rey Manasés, en el periodo que precedió al cautiverio de los Israelitas en Babilonia (alrededor del 599 a.C.).* 

Habacuc predijo la inminente destrucción de Jerusalén por el Rey Babilonio Nabucodonosor. El profeta huyó hacia el reino de los Israelitas (actual Arabia Saudita) hasta que la brutalidad de los Caldeos terminó con la ocupación de la Ciudad Santa y subpartida.   








Fue en ese momento, después de que el Santo Profeta hubiese retomado su vida como un agricultor ordinario, que se le apareció el Ángel con esa extraña solicitud de proveer alimentación para el prisionero el el foso de los leones. El Profeta obedeció instantáneamente  y la Voluntad de Dios fue llevada a cabo sin demora.

Las Predicciones de Habacuc sobre la destrucción de Jerusalén fueron 
alarmantes, por decir lo mínimo.  Pero junto con estas terribles y precisas predicciones (fue el octavo de los Doce Profetas  Menores de la Biblia) también hizo algunas profecías esperanzadoras sobre el futuro de su pueblo. Por ejemplo anunció la eventual liberación de Jerusalén así como el nacimiento del  Mesías, quien ofrecerá de manera gratuita a todos la salvación eterna. 

El Libro de las Profecias de Habacuc esta dividido en tres capítulos, el primero de los cuales también aparece en la Cuarta Oda del Salterio (Oh Señor, escuché lo que anunciabas y tuve miedo...).









Después de una larga y memorable vida, Habacuc murió finalmente a una edad avanzada en Palestina siendo enterado cerca de Kela, su villa natal. Sus reliquias fueron descubiertas durante el reinado del Emperador Bizantino, Teodosio el Joven, alrededor del 430 a.C. Segun muchos historiadores de la epoca sus reliquias fueron encontradas gracias a una revelación que tuvo el Obispo Zebennus de Eleuterópolis. 

La vida de Habacuc estuvo llena  de maravillosos acontecimientos y Milagros que fluyeron de un Dios Amoroso. Su tarea repentina, venida desde lo alto -de llevarle la comida necesaria a Daniel en el foso de los leones en Babilonia- nos muestra cómo podemos ser llamados en cualquier momento de nuestras vidas para un servicio inmediato e incuestionable al Dios Todopoderoso. Esperemos que cuando llege este momento en nuestras vidas, nuestra obediencia sea semejante a la del fiel Profesta Habacuc.
 

NOTA:

* El tiempo en que actuó se sitúa entre el 650 y el 672 a. C. (saint.gr)







 
Ἀπολυτίκιον Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
 
Ὡς ὄρος προέγραψας τὴν Θεοτόκον ἁγνήν, ἐξ ἧς ἡμῖν ἐλάμψεν ὁ τῶν ἁπάντων Θεός, σαρκὸς ὁμοιώματι. Ὅθεν σὲ ὡς προφήτην θεηγόρον τιμῶντες, χάριτος οὐρανίου μετασχεῖν δυσωποῦμεν, πρεσβείαις σου θεοδέκτοις, Ἀββακοὺμ ἔνδοξε.



 
Ἀπολυτίκιον Ἦχος β’.
 
Τοῦ Προφήτου σου Ἀββακοὺμ τὴν μνὴμην, Κύριε ἑορτάζοντες, δι᾽ αὐτοῦ σε δυσωποῦμεν· Σῶσον τὰς ψυχὰς ἡμῶν.
 
Apolitiquio tono 2

Celebrando la memoria de tu Profeta, Hababuc, Señor, por él te imploramos que salves nuestras almas.

 
Κοντάκιον Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
 
Ὡς ἵππους ἑώρακας τοὺς ἱεροὺς Μαθητάς, θαλάσσας ταράσσοντας, τῆς ἀγνωσίας σαφῶς, καὶ πλάνην βυθίζοντας, δόγμασιν εὐσεβείας, Ἀββακοὺμ θεηγόρε· ὅθεν σε ὡς Προφήτην, ἀληθῆ εὐφημοῦμεν, αἰτούμενοι τοῦ πρεσβεύειν ἐλεηθῆναι ἡμᾶς.

Contaquio tono 4

Purificado por el Espíritu, tu corazón puro se hizo vasija de la profecía mas clara, pues veías como presentes las cosas lejanas; por eso, te honramos, bienaventurado Profeta Habacuc, glorioso.





Fuentes consultadas: *saint.gr *synaxarion.gr *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. *fatheralexander.org