domingo, 17 de diciembre de 2023

Domingo de los Antepasados de Cristo.

El Domingo anterior al Nacimiento de Cristo* es conocido como el “Domingo de los Antepasados o Santos Padres” en el que se conmemora a todas aquellas figuras patriarcales
–desde Adán, el primer padre, hasta San José el Prometido, compañero y protector de la Bienaventurada Theotokos–quienes durante generaciones han respondido fielmente a la llamada a servir al Dios Todopoderoso.
Por el hecho de que su fe nunca vaciló, los Santos Padres han llegado a ser reverenciados líderes espirituales cuyo ejemplo ha servido y ayudado a los Cristianos a través de los siglos, tanto para glorificar como para obedecer al Señor.
Adán, el primer padre de la humanidad, fue creado en el Jardín del Edén “del polvo del suelo” (tal como lo describe el Libro del Génesis) sin pecado. Pero el pecado entró en el mundo a través suyo y de Eva, su esposa, quienes desobedecieron a Dios ante la tentación de la serpiente. Por haber desobedecido a Dios ambos fueron expulsados del paraíso y condenados a sufrir en el mundo el miedo a la muerte, cuya trasgresión había provocado.
 





 Expulsión de Adán y Eva del Paraíso



Aunque terrible, el pecado de Adán realizó una tarea de valor infinito: Inspiró a que los hombres rueguen a Dios para que envíe un Redentor santo que pudiera remediar el pecado del primer hombre con su propio sufrimiento y muerte en la Cruz.  Aunque toda la humanidad cayó en pecado por la trasgresión de un solo hombre, un segundo hombre y más grande Hombre habría de nacer un día para levantar nuevamente a la raza humana.
La promesa de Dios, de la eventual salvación de la humanidad pecadora, fue predicha y confirmada en la Alianza que hizo con el Patriarca Abraham veinte siglos antes de la llegada del Salvador. El fiel Abraham llegó a este importante acuerdo con Dios luego de una serie de encuentros inspiradores –durante uno de los cuales el patriarca dio posada en su tienda a tres ángeles disfrazados de hombres durante un amargo y caluroso día de verano.





"Η ΦΙΛΟΞΕΝΊΑ ΤΟΥ ΑΒΡΑΗΑΜ ΚΑΙ Η ΦΑΝΈΡΩΣΙΣ ΤΗΣ ΑΓΊΑΣ ΤΡΙΆΔΟΣ"
[I Filoxenía tu Abraham ke i Fanérosis tis Ayías Triádos]
LA HOSPITALIDAD DE ABRAHAM Y LA MANIFESTACIÓN DE LA SANTA TRINIDAD 





Mientras atendía al Padre de la Humanidad en aquella hora, el gentil Abraham hablaba por cada uno de nosotros mientras ofrecía ayuda vital a esos tres mensajeros del Señor: “Ea, que traigan un poco de agua y lavaos los pies y recostaos bajo este árbol, que yo iré a traer un bocado de pan, y repondréis fuerzas. Luego pasaréis adelante, que para eso habéis acertado a pasar a la vera de este servidor vuestro” (Génesis 18, 4-5)
La Hospitalidad de Abraham, que luego sería objeto de muchísimos bellos íconos Cristianos, simboliza de manera poderosa la relación amorosa que se desarrollaría continuamente entre el hombre y Dios.
Reconociendo el significado clave de la Alianza entre ellos, la Iglesia hace una
conmemoración especial para el Patriarca Abraham en este Domingo de los Santos Padres. Abraham fue el primer hombre en recibir la promesa del Señor de una relación salvífica entre Dios mismo y la humanidad. 





"ΟΙ ΑΓΙΟΙ ΠΡΟΠΑΤΌΡΕΣ",
[I Áyii Propatóres]
LOS SANTOS ANTEPASADOS






El Patriarca vivió y se esforzó por vivir con Dios 2.000 años antes del nacimiento del Salvador Jesucristo… y su papel especial en la humanidad se inició en el instante en que recibió la orden de dejar la gran ciudad de Ur en Mesopotamia hacia un nuevo reino localizado en Palestina. Cuando finalmente el Patriarca llegó a esa “Tierra prometida”, que en ese momento estaba ocupada por los Cananeos, el Todopoderoso selló su Alianza declarando: «A tu descendencia he de dar esta tierra.» (Génesis 12, 7)
Con este acontecimiento histórico se pusieron las bases para el eventual nacimiento del Santo redentor, Jesucristo, quien salvaría a la humanidad del pecado y la muerte.
En este Domingo de Diciembre, la Santa Iglesia Ortodoxa conmemora a todos los antepasados, en carne y sangre, de Jesús. De entre todos aquellos antepasados ninguno sobrepasa en santidad al primero –el bienaventurado Abraham, cuya fidelidad inspiraría a múltiples generaciones de Cristianos.
 
 




Santos Patriarcas Abraham, Jacob e Isaac.





Tal como el siempre fiel Abraham, quien preparó el sacrificio de su propio hijo si el Señor así lo requería, los Cristianos a través de las generaciones han descubierto una y otra vez cuan generosamente premia Dios Todopoderoso a quienes se niegan a renunciar a su fe en Su Providencia.
En el caso de Abraham, esa Infinita Generosidad resultó en un milagro increíble –la concepción y el posterior nacimiento de su hijo bendito, Isaac, procedente de un esposo y una esposa de edades extremadamente avanzadas. Aunque parezca increíble Abraham tenía 100 años de edad y su esposa Sara 90 al momento en que llegó Isaac inundando de gozo sus corazones.

Reverenciado hasta nuestros días como el Patriarca fundador, tanto por los Cristianos, Judíos y las tradiciones Islámicas, Abraham, (cuyo nombre significa “Padre Exaltado”) fue el hijo de Terah, y nativo de la parte norte de Mesopotamia (actualmente parte de Turquía.) 
 




"ΑΓΙΑ ΜΑΡΙΑ ΠΡΟΜΗΤΩΡ, ΑΓΙΑ ΑΝΝΑ ΜΗΤΗΡ ,ΠΑΝΑΓΙΑ ΚΑΙ Ο ΧΡΙΣΤΟΣ",
SANTA MARÍA ABUELA, SANTA ANA MADRE, PANAYÍA Y CRISTO




Aunque había crecido en un pequeño mundo agrícola de pequeñas villas en la cual sus habitantes se encontraban fuertemente enraizados con su tierra, Abraham obedeció instantáneamente al llamado del Todopoderoso en el momento en que se le indicó que se dirigiese “la tierra que yo te mostraré.”

Esa tierra fue Hebrón, hoy parte de Palestina, y fue ahí donde Abraham y sus seguidores construirían el primer altar al Dios Todopoderoso de los Israelitas. Lo que siguió a ese momento épico fue, por supuesto, una serie de terribles problemas, luego de que el Patriarca y su esposa Sara tuvieran que huir de una gran hambruna en su nueva patria –ser apresados como prisioneros virtuales del Faraón Egipcio, quien forzó por un tiempo a que su bella esposa sirviese a su numeroso harén. Pero cuando el Todopoderoso respondió a esto enviando “numerosas plagas” sobre el Faraón, se les fue permitido a Abraham y Sara abandonar el mundo de los Egipcios y proseguir con su existencia en Palestina.

Luego de haber recibido la alianza de la Circuncisión del Dios de los Israelitas, le fue prometido al Patriarca que sería el padre de muchas generaciones. Pero, él se preguntaba, ¿cómo habría de suceder esto… dada la dificultad de hecho de que su esposa Sara había sido “infértil” por tantos años? La respuesta, tal como se dio, fue bastante simple: si Abraham mantenía la nueva Alianza, les sería concedido un hijo así como la tierra que él y sus seguidores necesitaran para continuar con sus vidas.




Raíz de ‎Isaí o Jesé (padre del Rey y Profeta David)





Abraham y Sara se maravillaron por el milagro del nacimiento de Isaac, pero sus problemas aún no habían terminado. Solamente algunos años después se le ordenaría al Patriarca que sacrificara a su joven hijo en la cima del Monte Moriah. Lleno de angustia, el adolorido padre se dispuso a obedecer… sólo para ser detenido en el intento de sacrificar a su hijo por la daga, gracias a la intervención de un ángel. En vez de sacrificar a Isaac al Patriarca se le permitió sacrificar un carnero que se encontraba enredado en unas ramas cercanas. Una vez más el padre de la humanidad sería recompensado por su fidelidad al tiempo que el Señor le prometía que sus descendientes serían numerosísimos –y que ellos continuarían habitando las ricas tierras de Palestina por muchísimo tiempo en el futuro.
Abraham murió no mucho tiempo después de que le fuera salvada la vida a Isaac. Fue enterrado con su amada Sara en la Cueva de Machpelah ubicada cerca de Hebrón.
 





Santos Patriarcas Abraham, Jacob e Isaac. Menologio de Basilio II.




Ya que en el Libro del Génesis se le describe como el padre de Isaac y de Ismael, a Abraham se le reconoce como el Patriarca de los pueblos Hebreos y Árabes. Y aunque vivió veinte siglos antes de Cristo es reconocido por el Apóstol San Pablo como un maravilloso ejemplo de lo que significa “la salvación por la fe” al tiempo que es uno de los progenitores del Jesucristo histórico. Abraham fue un hombre de fe y de acción. Cuando Dios le dijo qué hacer, él nunca dijo: “¡Mira Dios, no estoy seguro acerca de esto –nunca he estado ahí o nunca he hecho eso!” En vez de ello tomó acción inmediata. Dio un paso hacia adelante en fe y en obediencia para hacer lo que Dios le había pedido.

NOTA: 

* Se celebra cada año en el Domingo que cae entre el 11 y el 17 Diciembre


Película: "Abraham el primer patriarca y padre de la fe". 1/3  2/3  3/3

Apolitiquio tono 2º

Grandes son los logros de la fe. En la fuente de las llamas, así como en las aguas del descanso, se regocijan los Tres Jóvenes Santos. Y el Profeta Daniel se mostró como un pastor de leones como si fuera ovejas. Por sus oraciones, Oh Cristo Dios, salva nuestras almas.

Contaquio tono plagal del 2º 

No debía adorarse ninguna imagen hecha por el hombre, Oh Tres veces bendecido; pero hecho de una Esencia Indescriptible fuiste glorificado en la prueba rigurosa del fuego. Parados en el medio de las llamas irresistibles invocaron a Dios: Apresúrate Oh Dios, Tú que eres compasivo, y apresúrate ya que Tú eres misericordioso, para venir en nuestra ayuda, pues Tú lo puedes hacer si esa es Tú Voluntad.






Fuente: *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. *saint.gr *youtube.com  *users.uoa.gr

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