sábado, 18 de noviembre de 2023

Santos Mártires Zaqueo el Diácono y Alfeo (+302)

Versos:
"Anteriormente, Zaqueo distribuía la mitad de sus riquezas, ahora Salvador derrama toda su sangre por la espada".
"Alfeo perseveró en el corte de su cabeza, y se le asigna poseer la Trinidad indivisible".


Sufrió grandes agonías por el Santo Evangelio bajo el gobierno del Emperador Romano Diocleciano (284-305) y a pesar de ello nunca vaciló en su lealtad a Jesucristo, el Santo Redentor.
Como diácono en la Iglesia Cristiana de Cesarea en Palestina, el Santo Mártir Zaqueo fue arrestado durante una de las grandes persecuciones que convulsionaron Tierra Santa durante los últimos años del Siglo Tercero.
Sometido a terribles torturas este valiente guerrero de Cristo se encontró muy pronto engrilletado junto a otro reverenciado mártir Cristiano –San Alfeo- y arrojado en prisión en una celda. Ambos pasaron la noche en oración constante en preparación para las torturas que habrían de venir. 
 
 



Santos Mártires Zaqueo el Diácono y Alfeo




Zaqueo, un humilde diácono quien había trabajado larga y duramente para la comunidad Cristiana de la antigua ciudad portuaria de Cesaréa, había nacido ahí alrededor del año 270, según los historiadores de la Iglesia. Este valiente mártir siempre supo que sería llamado a morir por su fe.
Esto ocurrió el año 302 de Nuestro Señor –cuando él y el valeroso San Alfeo fueron arrastrados fuera de su prisión y decapitados. Hasta su último suspiro, este gran mártir, continuó alabando a Dios – y rezando por sus  verdugos.
 
 

Apolitiquio tono 4º 

Tus Mártires, Oh Señor, lucharon valerosamente por recibir  como premio la corona de la vida incorruptible, Dios nuestro e inmortal. Ya que ellos poseían Tú fortaleza  fueron capaces de enfrentarse a los tiranos y destruir completamente la débil presunción de los demonios. Oh Cristo Dios, por sus oraciones, salva nuestras almas ya que Tú eres misericordioso.

Condaquio tono plagal del 4º 

Probaron ser lámparas luminosas que iluminan toda la creación con el resplandor de sus milagros, Oh mártires divinos. Han sanado enfermedades y disipado las tinieblas y la oscuridad del espíritu, recen siempre por nosotros ante Cristo nuestro Dios.





Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. Foto: saint.gr, johnsanidopoulos.com

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