domingo, 5 de noviembre de 2023

Santos Mártires Domnino, Timoteo, Teófilo, Teótimo, Presbítero Doroteo, Eupsiquio, Carterio, Silvano, Pámfilos y las Tres Vírgenes de Cesaréa

Versos:
"Domnino (lat. Domninus) examinó bien los fuegos de la gehena, de modo que este fuego no lo asustó por completo". 
A Timoteo, Teófilo y Teótimo (lat. Theotimus):"Timoteo y sus dos compañeros atletas, fueron asesinados con puñetazos. Y Dios honra al Logos."

"Doroteo fue ofrecido a las bestias salvajes, traído como un regalo para ser recibido por Dios". 
"A Carterio (lat. Carterius) le cortaron los genitales, con Eupsiquio (lat. Eupsychios) con un alma valiente".
"En las minas de cobre es arrojado Silvano, abandonando el cobre por una vida alternativa".
"Fuiste sometido por guardias antes de ser raspado por guardias, recibiendo adecuadamente una doble corona, Pámfilos".


Estos Santos Mártires vivieron durante el reinado de Maximiano, cuando Urbano era el gobernador de Palestina, alrededor del año 298 d.C. El primero en ser martirizado fue San Domninos, quien sufrió muchas torturas y luego fue quemado vivo. Timoteo, Teófilos y Teótimos eran agraciados jóvenes en la floración de la fuerza física, que fueron condenados a morir al ser golpeados hasta la muerte.

Doroteo era un presbítero venerado y sagrado, que fue dado como alimento a las bestias salvajes. A  Eupsychios y Carterios, que eran maduros, les cortaron los genitales y les convirtieron en eunucos. Silvano fue condenado a trabajos forzados en las minas de cobre de Phaeno en Palestina. Pámfilos, quien estaba adornado con sabiduría y todas las virtudes, fue encarcelado con otros confesores de la fe. 

Se entregaron tres vírgenes a propietarios de burdeles desenfrenados, y otras doncellas fueron encarceladas. El tirano pecaminoso logró todas estas cosas en una hora, y de esta manera los atletas mencionados fueron perfeccionados por el martirio.
 


Santo Mártir Domnino

Cuando llevaban hacia la hoguera a este indomable Cristiano, él no lloró ni de miedo ni de dolor. En vez de eso levantó su voz en oración hacia el Cielo – una oración que cantaba las alabanzas al Hijo de Dios, por quien este valiente mártir estaba a punto de morir. 
El Mártir Domninus murió en una guerra pagana alrededor del año 307 luego de haber sido enviado desde Tierra Santa a Tesalónica durante los primeros años del Siglo Cuarto.
Como muchos otros líderes de la Iglesia primitiva, el infatigable Domninus no solo estaba preparado para morir como mártir, sino que de hecho él aceptó con gusto la oportunidad de dar su vida por el Santo Evangelio. De acuerdo a varios historiadores de la Iglesia de esa época, él se dirigió jubiloso a la gran pira en donde su cuerpo sería incinerado por la causa de Jesucristo. Sin embargo él no se encontraba sólo en su entrega. Ciertamente el bondadoso Domninus es uno de los once mártires a los cuales la Iglesia venera en este día tan especial. Entre los otros están: 



Timoteo, Teófilo y Teótimo

Estos fieles creyentes, todos ellos miembros de la milicia de Domninus, se negaron a desobedecer el Evangelio que el Salvador nos había traído a toda la humanidad a través de su propio sufrimiento y muerte en la Cruz. 
Este trío de leales Cristianos fue castigado muy pronto por su fidelidad; estos verdaderos creyentes fueron golpeados hasta la muerte por los puños de sus perseguidores paganos. Aunque los registros históricos de sus orígenes e historias varían ampliamente, no hay duda de que ellos murieron durante la misma persecución salvaje que tomó la vida de su líder espiritual, Domninus.

Estos tres valientes evangelizadores, durante los primeros años del Siglo Cuarto, habían llegado a la Antigua ciudad Griega de Tesalónica –localizada en la región montañosa y salvaje de la actual Macedonia- luego de haber sido adoctrinados por los líderes de la Iglesia en Jerusalén y sus alrededores, tal como lo hacen notar algunos historiadores de la Iglesia de ese período.
Extremadamente atrevidos y dispuestos a arriesgar todo por la causa del Evangelio, ellos estuvieron dispuestos a desafiar a los ídolos paganos del antiguo mundo Griego –y pagaron su disposición con sus vidas, mientras celebraban juntos su destino compartido como santos de Dios.
 







 
El Presbítero Doroteo. 

También de la milicia de Domninus, soportó un martirio particularmente horrible. Cuando este valeroso santo de Tierra Santa se negó a retractarse en su fe fue despedazado por animales salvajes. Aún así se rehusó firmemente a mostrar cualquier tipo de temor enfrentando con una oración sonriente a las bestias salvajes que lo atacarían. Tal como Domninus, Teófilo, Timoteo y Theotimus, el valiente Presbítero Doroteo consideró el martirio como un privilegio.  



Eupsiquio y Carterio. 

También fueron miembros de la milicia de Domninus y antes de su martirio fueron objetos de una brutalidad inimaginable, todo esto bajo el gobierno del Emperador Romano Maximianus (250-311), en tiempo de Urbanous como Gobernador de Palestina. Luego de haber sido castrados y quedar como eunucos, fueron sentenciados a trabajar de por vida como esclavos en las minas de cobre de Phaeno en Palestina. Muy pronto murieron en las minas por el excesivo trabajo y los constantes azotes que recibían. 
Las famosas minas de Phaeno consistían en infernales pasajes subterráneos en los cuales los desdichados esclavos –muchos de ellos Cristianos que habían sido castigados por su fe- trabajaban, para sus jefes Romanos y paganos, hasta la muerte. Tan pronto como un minero se enfermaba o estaba demasiado débil como para seguir excavando para obtener más cobre (y la mina nunca se detenía) era ejecutado instantáneamente. Durante los primeros siglos, junto con Eupsychius y Carterius, muchos otros Cristianos de Tierra Santa alcanzaron el martirio en esas oscuras minas subterráneas. 
 


Silvano 

Un Obispo ya mayor de Siria, también fue sentenciado a llevar una horrible vida de esclavitud perpetua en las minas de cobre. A pesar de eso se mantuvo alegre y negándose a caer en la desesperación urgiendo a los otros mineros a que acepten su lugar y gloria en el Señor Jesucristo. Cuando se puso demasiado débil para trabajar debido a su avanzada edad fue ejecutado rápidamente. 
Los historiadores de la Iglesia primitiva nos han dejado un vívido retrato de cómo Silvano alentó y defendió incesantemente, sin considerar su propia seguridad, a los jóvenes mineros (muchos de los cuales llegaron a ser mártires cristianos) que se encontraba a su alrededor.  
 








 
 
Santo Mártir Pámfilos

San Pámfilos vivió en los años del rey Maximiano cuando el gobernador de Palestina era Urbano (298 d.C.). Este Santo Mártir estaba condecorado con muchas virtudes, y murió tras haber recibido muchas torturas en la cárcel, entre ellas el haber sido desgarrados sus costados dos veces, y luego fue encarcelado con otros confesores de la fe cristiana. 
 


Las Tres Vírgenes de Cesaréa en Palestina.  

Fueron juzgadas en menos de una hora –y fueron condenadas de manera sumaria por el atroz crimen de haber declarado su fe en Jesús, el Hijo del Hombre. Fueron encarceladas rápidamente en prostíbulos y forzadas a satisfacer las demandas de sus perseguidores. Pero los sufrimientos de estas valerosas mujeres, Cristianas-Palestinas, no duró mucho. Fueron asesinadas prontamente por sus perseguidores y pasaron a formar parte de las filas de los mártires inmortales. Según algunos de los historiadores de ese período estas tres valientes mujeres murieron rodeadas de una luz brillante, al tiempo en que eran atravesadas y golpeadas por sus torturadores… y su legendario martirio en Cesaréa continua inspirando a los historiadores de la Iglesia primitiva.
 
 



Ubicación de Cesarea de Palestina (s.I)





Apolitiquio en el Cuarto Tono

Tus Mártires, Oh Señor, lucharon valerosamente por recibir como premio la corona de la vida incorruptible, Dios nuestro e inmortal. Ya que ellos poseían Tú fortaleza fueron capaces de enfrentarse a los tiranos y destruir completamente la débil presunción de los demonios. Oh Cristo Dios, por sus oraciones, salva nuestras almas ya que Tú eres misericordioso.

Contaquio en el Octavo Tono

Oh mártires divinos, ellos probaron ser lámparas brillantes iluminando toda la creación con la luz de tus Milagros. Tú sanas a los enfermos y disipas toda oscuridad y tristeza de espíritu, recen Oh santos mártires a Cristo nuestro Dios de parte de todos nosotros. 





Fuentes consultadas: *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury, * saint.gr, synaxarion.gr

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