Versos:
"Hermas, Patrobas y Gayo los tres apóstoles, juntos murieron, una triada de amigos queridos".
"Cada hilo divino del conocimiento de Jesús, te revive Lino y transfiere tu vida".
"Filólogos tiene como amigo a Dios el Logos, llenando tus palabras, y un asistente en tu muerte".
Después de que los Apóstoles se reunieron en Pentecostés y comenzaron a enseñar al mundo sobre el Santo Evangelio de Jesucristo, se dieron cuenta de que este mensaje vital requería de muchas más voces si es que querían que la Buena Nueva del Cristianismo llegase a todos los que se encuentran con necesidad de escucharla. Por consiguiente escogieron de entre los más fervientes discípulos a un grupo de setenta evangelizadores y los enviaron a lugares cercanos y lejanos.
Su misión, propagar el Evangelio en todo lugar, sin importar su propia seguridad.
Esta primera gran oleada de maestros -la historia se refiere a ellos como "Los Setenta"- incluyeron muchos santos y obispos y muchos héroes mártires. Su valiente trabajo fue esencial pues sentaron las bases de la Iglesia primitiva en Tierra Santa y más allá de ella. Entre los más famosos de Los Setenta se encuentran:
San Patrobas
Fue obispo de Nápoles y Puteoli, en la región Mediterránea conocida en la actualidad como Italia. Sus años de fiel servicio ayudaron a establecer a la Santa Iglesia en esta región, y sus esfuerzos se vieron reconocidos por San Pablo en las Sagradas Escrituras, quien lo saluda en la Epístola a los Romanos (16,14).
"Hermas, Patrobas y Gayo los tres apóstoles, juntos murieron, una triada de amigos queridos".
"Cada hilo divino del conocimiento de Jesús, te revive Lino y transfiere tu vida".
"Filólogos tiene como amigo a Dios el Logos, llenando tus palabras, y un asistente en tu muerte".
Después de que los Apóstoles se reunieron en Pentecostés y comenzaron a enseñar al mundo sobre el Santo Evangelio de Jesucristo, se dieron cuenta de que este mensaje vital requería de muchas más voces si es que querían que la Buena Nueva del Cristianismo llegase a todos los que se encuentran con necesidad de escucharla. Por consiguiente escogieron de entre los más fervientes discípulos a un grupo de setenta evangelizadores y los enviaron a lugares cercanos y lejanos.
Su misión, propagar el Evangelio en todo lugar, sin importar su propia seguridad.
Esta primera gran oleada de maestros -la historia se refiere a ellos como "Los Setenta"- incluyeron muchos santos y obispos y muchos héroes mártires. Su valiente trabajo fue esencial pues sentaron las bases de la Iglesia primitiva en Tierra Santa y más allá de ella. Entre los más famosos de Los Setenta se encuentran:
San Patrobas
Fue obispo de Nápoles y Puteoli, en la región Mediterránea conocida en la actualidad como Italia. Sus años de fiel servicio ayudaron a establecer a la Santa Iglesia en esta región, y sus esfuerzos se vieron reconocidos por San Pablo en las Sagradas Escrituras, quien lo saluda en la Epístola a los Romanos (16,14).
En aquellos días remotos, Nápoles fue la gran ciudad capital entre las pequeñas instituciones de cambio y de sistemas de transporte regionales, que en algún momento se incorporaría a Sicilia y posteriormente se transformaría en la modera nación de Italia.
Debilitados por las guerras constantes y los conflictos tribales acontecidos durante el siglo primero, estas embriónicas ciudades-estado eran lugares muy peligrosos para aquellos que abrazaban el Evangelio de Jesucristo. Sin embargo Patrobas no dudó en llevar la Buena Nueva del Cristianismo a estos reinos, llegando a ser fuente de inspiración para muchos de los primeros evangelizadores.
San Hermas
Sirvió como obispo en Felipeopolis y murió como mártir para Cristo después de que los habitantes paganos de la región de Tracia lo atacaron por desafiar su fe en los ídolos. En la actualidad aún es venerado por el martirio que recibió con gozo.
También mencionado en la Epístola a los Romanos (16,14),* San Hermas fue asesinado, tras haberse atrevido a desafiar el culto de las antiguas deidades griegas (como Afrodita y Hera) por los residentes de esta histórica ciudad de Tracia.
Tal como todos los otros miembros de Los Setenta, San Hermas había hecho un voto de fe por el cual se comprometía al martirio, si es que le era requerido.
Tal como todos los otros miembros de Los Setenta, San Hermas había hecho un voto de fe por el cual se comprometía al martirio, si es que le era requerido.
De acuerdo con los historiadores de la época más de la mitad de Los Setenta darían, eventualmente, su vida por el Evangelio -y ninguno fue mas valiente y dedicado que este fiel obispo de de la antigua ciudad de Felipeopolis.
San Lino
Es un famoso discípulo de San Pablo. Fue uno de los primeros obispos en acceder a la Santa Sede en Roma, en donde sucedió de acuerdo a algunos historiadores de la época, al gran Apóstol Pedro.**
Es un famoso discípulo de San Pablo. Fue uno de los primeros obispos en acceder a la Santa Sede en Roma, en donde sucedió de acuerdo a algunos historiadores de la época, al gran Apóstol Pedro.**
San Pablo lo menciona junto con otros fieles colaboradores en la segunda carta a Timoteo 4,21: "Te saludan Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos". Las enseñanzas y las conversiones realizadas por San Lino en Roma jugaron un papel muy importante en el establecimiento de la Iglesia dentro del Imperio Romano.
Algunos siglos después sería este mismo Imperio Romano el que vendría a ser un factor inmensamente importante en la propagación del Santo Evangelio a través del entonces mundo conocido.
San Gayo
Fue obispo de Éfeso, en donde fue el sucesor de San Timoteo. También es mencionado en un conocido pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos (16, 21-23), tal como se lee:
"Os saluda Timoteo, mi colaborador, lo mismo que Lucio, Jasós y Sosipatro, mis parientes. Os saludo en el Señor yo, Tercio, que he escrito esta carta. Os saluda Gayo, huésped mío y de toda la Iglesia".
Éfeso en aquellos tiempos era una ciudad griega situada en la sección de Anatolia en Asia Menor, que en la actualidad forma parte de Turquía. La mayor parte de esa región se convirtió al Cristianismo por la obra de San Pablo y sus compañeros discípulos, quienes viajaron frecuentemente a lo largo de esta parte del mundo antiguo. San Gayo realizó un servicio de vital importancia para la Iglesia primitiva en la consolidación de las obras realizadas en la región de Éfeso.
San Filólogo
Fue consagrado obispo por el Santo Apóstol Andrés, el primero en haber sido llamado (del gr. "Ο Πρωτόκλητος", [O Protóklitos]).
Sirvió por muchos años como jerarca de Sinope, una gran ciudad portuaria ubicada cerca del Mar Negro (en la actual Turquía). San Filólogo es saludado por San Pablo en su Epístola a los Romanos (16,14-15):
"Saludad a Asíncrito y Flegonta, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, lo mismo que a Olimpas y a todos los santos que están con ellos."
Como
obispo capaz de atreverse a cualquier cosa por Jesucristo, San Filólogo
fue utilísimo en la extremadamente importante tarea de llevar el
Evangelio hacia el Asia Menor.
Tal como algunos otros miembros de Los Setenta, pasó la mayor parte de su vida trabajando sin miedo alguno entre las tribus violentas de esa región pagana - y de esa manera ayudó a sentar las bases de la Iglesia primitiva en esa parte del mundo conocido de aquel entonces.
NOTAS (por mystagogyresourcecenter.com):
* Este Hermas debe distinguirse del Apóstol Hermes, que se celebra el 8 de abril y también se menciona en Romanos 16:14. Hermas fue autor de tres libros espiritualmente beneficiosos: el primero fue "La Iglesia", el segundo fue "El Pastor" y el tercero "Las Diez Parábolas". Su fiesta principal se celebra el 8 de marzo.
** El primer testigo de la condición de obispo de Linus fue San Ireneo, quien alrededor del año 180 escribió: "Los benditos apóstoles , después de haber fundado y construido la Iglesia, encomendaron el oficio del episcopado a Lino" (Contra las herejías 3: 3.3 ). San Jerónimo presenta a Linus como "el primero después de Pedro en estar a cargo de la Iglesia romana" ("Post Petrum primus Ecclesiam Romanam tenuit Linus" -Chronicon; 14g) y Eusebio como "el primero en recibir el episcopado de la iglesia en Roma, después del martirio de Pablo y Pedro "(Historia de la Iglesia 3.2).
San Juan Crisóstomo escribió: "Este Lino, algunos dicen, fue el segundo obispo de la Iglesia de Roma después de Pedro" (Homilía 10 sobre Segundo Timoteo). Las Constituciones Apostólicas denotan que Linus, quien fue consagrado por Pablo, fue el primer obispo de Roma y fue sucedido por Clemente, quien fue ordenado y consagrado por San Pedro (Constituciones Apostólicas 7.4). Cletus es considerado el sucesor de Linus por Irineo, y los otros citados anteriormente, quienes presentan a Lino como el primer obispo de Roma o, si le dan a Pedro como el primero, como el segundo.
El Catálogo de Liberia y el Liber Pontificalis datan el episcopado de Linus entre el 56 y el 67 d.C., durante el reinado de Nerón, pero Jerónimo lo fecha entre el 67 y el 78, y Eusebio termina su episcopado en el segundo año del reinado de Tito (80). En 2 Timoteo 4:29, muestra que Linus estaba con Pablo en Roma cerca del final de la vida de Pablo. Ireneo declaró que este es el mismo Lino el que se convirtió en obispo de Roma, una opinión que generalmente aún se acepta.
Apolitiquion tono 3º
Oh santos Apóstoles Patrobas, Hermas, Lino, Gayo y Filólogo, intercedan ante Dios misericordioso para que conceda a nuestras almas el perdón de nuestras ofensas.
Condaquio tono 4º
Oh sabios Apóstoles, ustedes nos han mostrado cómo ser sarmientos en la viña de Cristo, dando frutos de virtud, los cuales se derraman como vino de salvación y por cuya participación nos llenamos de gozo. Rogad al Señor para que, a quienes celebramos su Memoria, se nos conceda el perdón de los pecados y una gran misericordia.
Fuentes consultadas: * Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. * saint.gr