San Jacobo era un sacerdote que vivía, cerca de la mitad del siglo XIII, en el famoso monasterio de la Madre de Dios de Hamatoura,
monasterio de difícil acceso, que se encuentra en la montaña de Kadisha en el
norte del Líbano.
Dio por sus virtudes un nuevo empuje espiritual a este monasterio, después de su destrucción por los Mamelucos, pero la irradiación de su testimonio no complacía para nada a los ocupantes, quienes empezaron a perseguir al santo con la intención de que cambiase su fe.
Mientras vivía en
reclusión, en la cima de la montaña, en una dependencia del monasterio dedicada
a San Jorge, detuvieron al santo hombre y lo condujeron a Trípoli para
presentarlo delante del gobernador musulmán. Dio por sus virtudes un nuevo empuje espiritual a este monasterio, después de su destrucción por los Mamelucos, pero la irradiación de su testimonio no complacía para nada a los ocupantes, quienes empezaron a perseguir al santo con la intención de que cambiase su fe.
Ni las promesas ni los suplicios pudieron persuadir a San Jacobo para que renegara su fe. Por ello, fue
decapitado el 13 de octubre, junto a otros monjes y laicos que habían sufrido
abusos durante más de un año. Fue decapitado, y su cuerpo fue quemado y luego arrojado al mar
para impedir a los cristianos honrarlo.
A continuación, debido a que las persecuciones jamás cesaron y que el monasterio había sido abandonado varias veces durante la época otomana, la memoria de San Jacobo cayó en el olvido.
Sin embargo, los
visitantes y peregrinos del monasterio han sido testigos de su presencia
gracias a varias apariciones y milagros. A veces, se les aparecía sensiblemente
y les decía que se llamaba el Padre Jacobo, aunque los peregrinos creían que
se trataba de un sacerdote que moraba en la zona y que estaba a cargo del
cuidado del monasterio. Fue durante el verano de 2002, al analizar un manuscrito
del Santoral que se encuentra hoy en el Monasterio de nuestra Señora de
Balamand, que se encontró el día de su conmemoración.
Reliquias de los Neomártires en el Monasterio de la Madre de Dios de Hamatoura |
La Iglesia habiendo
decidido el reestablecimiento de la memoria de este glorioso mártir, este año,
el 13 de octubre, una gran muchedumbre se congregó junto a un gran número de
clérigos, en este monasterio de difícil acceso. Su ícono ha sido pintado de
acuerdo a las descripciones dadas por aquellos que lo han visto y a quienes él
había revelado su identidad.
Fuentes consultadas: saint.gr, mystagogyresourcecenter.com