Santo Mártir Focas el Hortelano (+ s.III)

Versos:
"Focas el Mártir se deleitó en tu gracia, oh Logos,
Y en tu gracia murió encontrando su fin a través de la espada".

Al igual que el Hieromártir San Focas Obispo de Sinope, unos siglos antes que él, también este Santo Focas era de Sinope en la región de Papflagonia. Probablemente vivió durante el reinado de Diocleciano (284-305 d.C.) y su oficio era el trabajo de la tierra. Tenía un pequeño huerto y fuera lo que fuera lo que producía, lo compartía con los pobres. El santo no sólo cultivaba el jardín sensible, sino también el jardín de su corazón, para que las diversas flores de las santas virtudes  florecieran allí.
Estudiaba con placer los libros sagrados. Incluso les dijo a aquellos que le veían estudiar que nuestro alma es también un jardín que necesita ser arreglado para que no tenga espinas y malas hierbas. Pero él deseaba que todas las almas fueran jardines espirituales.

 

 

 

Es por eso que, siempre que podía, ayudó a purificarlos y cultivarlos. Y mientras ofrecía verduras y frutas, al mismo tiempo daba gran beneficio espiritual. Por lo tanto, no solo benefició a los cristianos, sino que muchas veces ayudó a los infieles.
Se declaró entonces una persecución a los cristianos. Sin ocultar su pureza como fiel servidor de Cristo, fue denunciado ante el gobernador pagano de Sinope. Éste envió soldados para que lo arrestaran. Entonces llegaron a la casa del santo, la cual estaba cerca de la puerta del castillo que comunicaba con el puerto y que a menudo tenía invitados, a veces viajeros extranjeros, a veces pobres. Entonces él no conocía a los soldados y les recibió y les dio hospitalidad. Focas preguntó a los soldados que quiénes eran y por qué habían venido a Sinope.

 

 

Cuando le dijeron a quién buscaban y que pretendían decapitarle, Focas les dijo que les ayudaría a encontrar al hombre que buscaban por la mañana. Mientras tanto, permitió que los soldados descansaran en su casa esa noche.
Durante la noche, mientras dormían los soldados, Focas salió y cavó su propia tumba. Rezó e hizo arreglos para que todas sus posesiones se distribuyeran a los pobres después de su muerte. Por la mañana, cuando los soldados se despertaron, Focas reveló su identidad a los soldados.  
Los soldados estaban asombrados y consternados porque San Focas los había hospedado tan amorosamente. El Santo entendió su dificultad y les dijo que no vacilaran y que ejecutaran las órdenes que tenían, porque ellos no eran responsables del asesinato, sino quienes los enviaban. En tales palabras, convenció a los soldados para que lo decapitaran. 

 

Los soldados apenados se ofrecieron a informar a su comandante de que su búsqueda había sido infructuosa. Pero Focas rechazó esta oferta y humildemente desnudó su cuello. Luego fue decapitado y enterrado en la tumba que él mismo había cavado.

Poco después de esto, unos cristianos construyeron una iglesia sobre la tumba del Santo, y se produjeron tantos milagros, que llegó a ser universalmente reconocido.
Cuando su tierra natal estaba en peligro, Sinope, por hambre, gracias a la protección del santo, se encontró trigo. Se manifestó varias veces a marineros que corrían peligro de ahogarse en el mar y los salvó de ahogarse. A veces se aparecía de noche y despertaba al timonel diciéndole que estuviera listo, porque habría una tormenta. 

Otras veces, los marineros en alta mar recibían ayuda ante peligros o, a veces, para proteger el barco, para no caer en arrecifes o remolinos.

 

 

Martirio del Santo Focas el Hortelano

San Asterios, obispo de Amasea, pronunció un panegírico para este mártir alrededor del 400 d.C., del cual sabemos todo sobre él, en su festival, en una iglesia, probablemente cerca de Amasea, que poseía una pequeña parte de sus reliquias.
Sinope también fue una base para la armada romana. Sus milagros para marineros y marineros en el mar se atestiguan desde el siglo IV. No fue hasta al menos unos siglos más tarde que fue reemplazado por San Nicolás de Mira como el patrón de los marineros, que también tenían una iglesia costera en Mira. 
Aunque uno encuentra a menudo en Grecia hoy iglesias dedicadas a San Nicolás a lo largo de las costas y en los puertos, hoy todavía hay capillas dedicadas a San Focas en lugares similares (aunque pocos, son siempre costeros).

 

 

Iglesia de San Focas en la isla griega de Paros

Se pueden encontrar en Tinos, Lesvos, Kos, Paros y otros lugares.
El arqueólogo de la Universidad de Warwick, Dr. Stephen Hill, descubrió en lo que ahora es un acantilado la iglesia de San Focas en Sinope. Descubrió que fue destruido por dos terremotos, una inundación y un deslizamiento de tierra, todo lo cual sucedió mientras aún se estaba construyendo. En la Edad Media, probablemente se convirtió en una guarida de opio y después de su eventual abandono terminó siendo arrastrado por el mar. 

El sitio fue descubierto cuando el museo Sinope de Turquía encontró piezas del mosaico romano tardío que lavaba la costa turca del Mar Negro, a mediados de la década de 1990. 

 

 

 

 

 

 

Iglesia de San Focas en Sinope

 

 

 

 

El museo le pidió al arqueólogo de la Universidad de Warwick, Dr. Stephen Hill, que investigara. Encontró, no solo un mosaico, sino el lugar con una iglesia grande, antes desconocida, del siglo IV. Se creía que el lugar era el lugar de la tumba original de San Focas. En el momento en que se construyó, el sitio estaba en el fondo de un valle, sujeto a depósitos de derretimiento invernal y deslizamientos de tierra, donde quizás no era prudente construir nada.

El Dr. Hill y su equipo lograron colocar barreras costeras para evitar que el mosaico del sitio cayese más mar, pero recientemente han aparecido grandes grietas en el sitio que sugieren que el área aún es inestable, lo que significa que la iglesia puede no sobrevivir mucho por mucho tiempo más.





Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, Sinaxario de los doce meses del año de de San Nicodemo el Athonita.