sábado, 31 de agosto de 2024

Traslado del Venerado Cinto de la Madre de Dios

El traslado del Venerado Cinto (del gr. "ζώνη", [dsóni]), unos dicen que fue llevado a cabo por el rey Arcadio y otros que por el hijo de Teodosio II.


El traslado se hizo de Jerusalén a Constantinopla y fue colocado en un relicario de oro, que se denominó Santa Sorós ("Αγία Σωρός", [Ayía Sorós]). Cuando pasaron 410 años, el rey León el Sabio abrió la Santa Sorós para su esposa la reina Ζωή (Dsoí), que era poseída por un espíritu impuro.
Cuando  abrió la Santa Sorós, vió que el Venerado Cinto de la Theotokos brillaba de un modo sobrenatural. Y tenía un sello de oro que mostraba la fecha en que fue trasladado a Constantinopla. Tras reverenciarla, el Patriarca extendió el Venerado Cinto sobre la reina y enseguida ésta fue liberada del demonio. 




Αγία Σωρός, Santa Sorós


 
 
Entonces todos glorificaron al Cristo Salvador y agradecieron a Su Purísima Madre, la cual es para los creyentes vigilante, guardia, protección, refugio y asistencia, en cada momento y en cada lugar, día y noche.
A continuación el Venerado Cinto fue dividido en partes, las cuales se llevaron a distintos templos de Constantinopla. Después de la invasión de "la Ciudad" (así llamada en griego "η Πόλης", [i Pólis], la ciudad) por los cruzados ("Σταυροφόρους", stavrofórus, lit. portadores de la Cruz) en 1204 d.C., algunos fragmentos los cogieron los bárbaros y otros conquistadores incivilizados y lo llevaron a occidente.
Una parte sin embargo fue salvada y se quedó en Constantinopla durante la liberación de la Ciudad a cabo de Miguel VIII Paleólogo (Μιχαήλ Η' Παλαιολόγο). Se guardaban en el sagrado templo de Santa María de las Blaquernas ("Θεοτόκου των Βλαχερνών", [Thetoku ton Blajerón] ). 
 
 
 
 

 
 
 
La última referencia a la santa reliquia es de un peregrino anónimo ruso en Constantinopla entre los años 1424 y 1453 d.C. )
Tras la liberación de los turcos en Constantinopla en 1453 d.C., se desconoce qué pasó con el resto de las partes del Venerado Cinto. El único fragmento salvado se conserva en el Sagrado Monasterio de Vatopedi. De un modo excepcionalmente anecdótico llegó allí.
San Constantino construyó una cruz de oro para protegerlo ante las invasiones. En medio de la cruz colocó una pieza de la Venerada Cruz de Jesucristo. La cruz también tenía santas reliquias de Mártires, y una pieza del Venerado Cinto.




Cruz construída por Constantino el Grande




Todos los emperadores bizantinos portaban esta cruz en sus campañas. El emperador Isaac II Angel ("Ισαάκιος Β Ἄγγελος", [Isaákios B´ Ágkelos], 1185-1195) hizo lo mismo en una campaña contra el dirigente de los búlgaros Asán. Sin embargo venció este último, y en medio del pánico un sacerdote arrojó la cruz al río, para que no la robasen los enemigos. Pasados unos días los búlgaros la encontraron, pasando así a las manos de Asán. Los dirigentes búlgaros, imitando a los emperadores bizantinos, llevaron con ellos en las campañas la cruz. Pero en una batalla contra los serbios, el ejército búlgaro fue vencido por el gobernante Lázaro (1371-1389). Éste, más tarde, regaló la cruz de San Constantino al Sagrado Monasterio de Vatopedi, junto con el fragmento del Venerado Cinto de la Santísima Madre del Dios.
 
 



Santo Monasterio de Vatopedi, en el Monte Atos




Los Santos Padres del Sagrado Monasterio conservan una tradición según la cual el Venerado Cinto fue entregado al Sagrado Monasterio de Vatopedi por el emperador Juan VI Kantakusinós ( "Ιωάννης ΣΤ Καντακουζηνός"), (1341-1354), el cual a continuación dimitió de su cargo, fue tonsurado monje con el nombre de Ioasaf y ejerció en el Santo Monasterio de Vatopedi.

Los milagros que han sido y que son hechos por en Venerado Cinto son muchos. Ayuda especialmente a las mujeres estériles a tener hijos. Si piden con devoción la ayuda de la Panayía ( Παναγία, Todasanta). Si tienen creencia, se las da un fragmento de de la cuerda que ha sido bendecida en el relicario del Venerado cinto. Si tienen creencia, se quedan embarazadas.
 
 
 
 

 
 
 
 
El Santo Cinto de la Theotokos y la epidemia de cólera de 1864 en Constantinopla

En 1864, el Santo Cinto de la Madre de Dios fue llevado a Constantinopla por monjes del Monasterio de Vatopaidi en la Montaña Sagrada, debido a una epidemia de cólera que asoló a sus habitantes. Tan pronto como el barco llegó al puerto, el cólera cesó y ya no hubo informes de muerte, ni siquiera de los infectados.

Este extraño milagro asombró al sultán, y pidió que el Venerado Cinto fuera llevado al palacio para que ser venerado.

Mientras el Venerado Cinto estaba en Constantinopla, un residente griego de Galata pidió que se lo trajeran a su casa, porque su hijo estaba muy enfermo. Cuando llegó el Venerado Cinto, había muerto. Los monjes, sin embargo, no perdieron la esperanza. En cambio, pidieron que se los trajeran. Tan pronto como le colocaron el Venerado Cinto, el niño muerto resucitó.

Del libro Milagros del Santo Zoni publicado por el Monasterio Vatopaidi. 
 
 
 
 
 
 

 

 





Fuentes consltadas:saint.gr, mystagogyresourcecenter.com

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