
1. El sexto día de este mes conmemoramos la Divina Transfiguración de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo.*
Versos:
Tabor fue glorificado sobre todas las regiones de la tierra, cuando contempló la naturaleza de Dios brillando en gloria.
Cristo cambió Su forma humana el día seis.
Cristo cambió Su forma humana el día seis.
Del Sinaxario para la Fiesta de la Transfiguración
El sexto día del mes de agosto, la Santa Iglesia celebra con suma alegría la conmemoración de la Divina Transfiguración de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo. Esto es lo que ocurrió. Puesto que Cristo había hablado mucho con sus discípulos sobre los peligros y la muerte, y sobre su propio sufrimiento, y sobre la matanza de sus discípulos, y los primeros estaban en la vida presente y cerca, mientras que los bienes eran una cuestión de esperanza, queriendo, para asegurarles la vista y para mostrar la clase de gloria con la que había de venir, los llevó aparte a un monte alto y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandecía como el sol, y su vestido era blanco como la luz; y se les aparecieron Moisés y Elías hablando con Él.
Se llevó a esos tres solos, porque eran superiores al resto. Porque Pedro mostró su superioridad amándolo muchísimo; pero Juan por ser sumamente amado por él; y Santiago porque pudo beber la copa de la cual habló el Señor. Presentó a Moisés y a Elías para corregir las conjeturas incorrectas que las multitudes hacían sobre él. Porque como algunos decían que era Elías, pero otros que era Jeremías, trajo a los principales discípulos para que vieran la diferencia entre los siervos y el Maestro; y para que aprendieran que Él era Quien tenía todo poder tanto en la muerte como en la vida.
A Él sea la gloria y el poder por los siglos. Amén.
Se llevó a esos tres solos, porque eran superiores al resto. Porque Pedro mostró su superioridad amándolo muchísimo; pero Juan por ser sumamente amado por él; y Santiago porque pudo beber la copa de la cual habló el Señor. Presentó a Moisés y a Elías para corregir las conjeturas incorrectas que las multitudes hacían sobre él. Porque como algunos decían que era Elías, pero otros que era Jeremías, trajo a los principales discípulos para que vieran la diferencia entre los siervos y el Maestro; y para que aprendieran que Él era Quien tenía todo poder tanto en la muerte como en la vida.
A Él sea la gloria y el poder por los siglos. Amén.
2. La Transfiguración de Cristo
Del libro "Una Nube de Testigos", por su Santidad Obispo de Jableh, Siria,
+ Demetri Khoury
El llevó consigo tres de los Doce Apóstoles; esos tres
serían testigos de uno de los espectáculos más conmovedores y dramáticos en
toda la historia de la humanidad.
El los llevó a la cima una montaña, a una poderosa cima localizada a 1842 pies (unos 560 metros) por encima del Mar de Galilea –y ahí se mostró de manera breve, con un vistazo parcial de la extraordinaria gloria del Dios Todopoderoso.
El Señor hablaba muy frecuentemente sobre el Reino de Dios y toda su enseñanza concluía allí. Sin embargo un poco antes de sus padecimientos quiso mostrar su Realeza increada*, afirmando la verdad de su predicación, pero también preparando a sus discípulos para sus inminentes padecimientos. «Les mostró su Realeza increada antes de sus padecimientos, y su poder antes de su muerte, y su gloria antes de su deshonra y humillación, de modo que, cuando fuese prendido y crucificado, supiesen que no fue crucificado por debilidad, sino por benevolencia» (San Efrén de Siria,”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 16)
El Señor había predicho que algunos antes de morir verían la Realeza increada venir con fuerza. Y efectivamente, después de seis días, se hizo realidad lo que había dicho en el Monte Tabor, frente a sus tres discípulos. Vieron sorprendidos al Señor transfigurarse, su rostro brillar como el sol y sus vestimentas blancas como la luz; y hablar con los dos profetas Moisés y Elías.
En la transfiguración tenemos la revelación de las tres personas de la Santísima Trinidad Por segunda vez después del Bautismo (del Señor Jesucristo). Al Hijo transfigurado le cubre una nube luminosa, lo cual muestra la presencia del Espíritu Santo; y desde la nube se escuchó la voz del Padre diciendo: «Este es mi Hijo amado. A Él obedeced» (Mc. 9,7)
Enseñó el mismo Padre que finalizó el periodo de preparación de la Ley y que en lugar de a Moisés, ahora han de obedecer al Hijo. «El Padre revela al Hijo» (San Efrén de Siria,”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 22) y pide la obediencia de todos a Su Hijo. Durante la Transfiguración «se regocijaron los Profetas, cuando vieron Su naturaleza humana, que no conocían. Se regocijaron también los Apóstoles, cuando vieron la gloria de Su Divinidad, que no la conocían, y oyeron la voz del Padre dando testimonio del Hijo; y con esta voz conocieron (los Profetas) Su encarnación, la cual era desconocida para ellos, y les confirmó, junto con la voz del Padre, la gloria de Su cuerpo que fue revelada y que procedía de Su Divinidad, la cual se unió a Él sin sufrir cambio y sin ser sometida a confusión» (San Efrén de Siria, ”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 18).
El Monte Tabor recuerda al Monte Sinaí. El mismo Señor que habló entonces a Moisés, el mismo ahora transfigurado habla con Moisés. "Entonces el Monte, cuando descendió Dios, fue cubierto de oscuridad, para que no se viese. Ahora sin embrago una nube de luz cubrió el Monte."
Μετεμορφώθης ἐν τῷ ὄρει Χριστὲ ὁ Θεός, δείξας τοῖς Μαθηταῖς σου τὴν δόξαν σου, καθὼς ἠδυναντο. Λάμψον καὶ ἡμῖν τοῖς ἁμαρτωλοῖς, τὸ φῶς σου τὸ ἀΐδιον, πρεσβείαις τῆς Θεοτόκου, φωτοδότα δόξα σοι.
Κοντάκιον Ἦχος βαρύς. Αὐτόμελον.
Ἐπὶ τοῦ ὄρους μετεμορφώθης, καὶ ὡς ἐχώρουν οἱ Μαθηταί σου τὴν δόξαν σου, Χριστὲ ὁ Θεὸς ἐθεάσαντο, ἵνα ὅταν σε ἴδωσι σταυρούμενον, τὸ μὲν πάθος νοήσωσιν ἑκούσιον, τῷ δὲ κόσμῳ κηρύξωσιν, ὅτι σὺ ὑπάρχεις ἀληθῶς, τοῦ Πατρὸς τὸ ἀπαύγασμα.
El los llevó a la cima una montaña, a una poderosa cima localizada a 1842 pies (unos 560 metros) por encima del Mar de Galilea –y ahí se mostró de manera breve, con un vistazo parcial de la extraordinaria gloria del Dios Todopoderoso.
“Transfigurándose” brevemente El mismo permitió que seres humanos
ordinarios experimentasen por un momento lo que sería el Cielo, de acuerdo al pensar
de muchos historiadores de la Santa Iglesia.
Para los tres Apóstoles que
acompañaron a Jesús a la cima del Monte Tabor (sólo a algunos kilómetros del
pueblo de Nazaret), presenciar la Transfiguración del Hijo de Hombre sería un
acontecimiento inolvidable. Parados juntos bajo las estrellas titilantes a
estos tres discípulos se les permitiría ser testigos de una visión momentánea
de la Santísima Trinidad, que manifiesta la Infinita y Eterna Presencia del
Dios Viviente.
Aconteció en el tercer año de la predicación de Cristo entre las escarpadas colinas de la antigua Palestina. Fue ese el lugar que el Señor escogió para darle a la humanidad un símbolo permanente de esperanza, así como una emocionante manifestación de la inefable majestad del Infinito.
Sabiendo que su Pasión se encontraba cerca –Su muerte agonizante en la Cruz de la redención– y que rompería el corazón de Sus discípulos, el Santo Redentor aparentemente optó por proveerles con un brillante vistazo de la gloria que lo rodearía a El para siempre, una vez que haya sucedido su Resurrección y se haya reunido con su Padre en el Cielo.
Sabiendo que su Pasión se encontraba cerca –Su muerte agonizante en la Cruz de la redención– y que rompería el corazón de Sus discípulos, el Santo Redentor aparentemente optó por proveerles con un brillante vistazo de la gloria que lo rodearía a El para siempre, una vez que haya sucedido su Resurrección y se haya reunido con su Padre en el Cielo.
Para los atónitos apóstoles, ellos tres habían sido unos
sencillos pescadores antes de tomar su vida como discípulos de Cristo, los
electrizantes acontecimientos en la cima del Monte Tabor deben de haber sido,
al mismo tiempo inspiradores y aterradores. Igualmente descorazonadores, sin
lugar a dudas, fue el enorme sentido de responsabilidad que deben de haber
sentido... sabiendo que el Santo redentor los había escogido para ser los
únicos seres humanos testigos de Su Gloria Eterna e Infinita.
Pero Jesús, según escritos posteriores de los Padres de la
Iglesia, había escogido a Sus testigos cuidadosamente –quienes frecuentemente
habían sido señalados como los tres favoritos y más cercanos del Señor durante
Su tiempo de predicación y de curaciones en Palestina. Entre los tres
discípulos en el Monte Tabor estaba Pedro, quien había sido nombrado así por
Cristo (la palabra de raíz Griega que forma su nombre significa “La Piedra”), y
también los dos hermanos pescadores, Santiago y Juan, a quienes el Santo
Redentor había puesto -de manera afectuosa- el sobrenombre de “Boanerges”, lo
que se traduce del Arameo, lenguaje que Jesús hablaba, como “Los Hijos del
Trueno.”
Jesús amaba a los tres profundamente, según los Padres de la
Iglesia, y cuando los guió a la cima del gran promontorio, se detuvo inmóvil
ante ellos por algunos momentos. Atónitos ellos observaron como tomaba lugar
una extraordinaria transfiguración... como el ser humano en que ellos habían
llegado a confiar y amar se transformaba en un vaso de luz brillante.
Posiblemente la descripción más vívida de este momento supremamente importante sería la que nos provee posteriormente San Mateo (17, 2) en el Nuevo Testamento:
“Su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.” Pasmados, los tres Apóstoles difícilmente podían creer lo que sus ojos veían. Pero las extraordinarias apariciones recién habían comenzado; algunos momentos después presenciaron al Señor entablar una animada conversación con los Profetas del Antiguo Testamento Moisés y Elías.Profundamente afectados por el miedo y el asombro, San Pedro finalmente se las arregló para hablar en voz alta:
“«Señor, bueno es estarnos aquí. Si quieres, haré aquí tres
tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»” (San Mateo 17,
4).
Ni bien hubo hecho su pedido el Gran Apóstol, desaparecieron
los ancianos profetas para ser reemplazados por una profunda Voz que venía del
cielo:
«Este es mi Hijo amado, en quien me complazco;
escuchadle.»” (Mateo 17, 5)
Atónitos y aterrados, los tres Apóstoles se derrumbaron y
con el rostro en tierra hasta que el Señor se acercó a ellos y los consoló:
“«Levantaos, no tengáis miedo.»” (Mateo 17, 7). Posteriormente los cuatro
descendieron lentamente de la montaña, mientras Jesús tomaba las precauciones
debidas asegurándose que ellos no hablasen sobre estos eventos milagrosos sino
hasta después de Su muerte y resurrección.
La bella historia de lo que sucedió en el Monte Tabor esa
noche ha sido muy bien contada por San Mateo en algunas líneas muy cortas del
Capítulo 17:
Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y
a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. Y se transfiguró
delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol y sus vestidos se
volvieron blancos como la luz. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías que
conversaban con él. Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: «Señor, bueno es estarnos
aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra
para Elías.»
Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió
con su sombra y de la nube salía una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en
quien me complazco; escuchadle.» Al oír esto los discípulos cayeron rostro en
tierra llenos de miedo. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo:
«Levantaos, no tengáis miedo.» Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie
más que a Jesús solo.
Y cuando bajaban del
monte, Jesús les ordenó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del
hombre haya resucitado de entre los muertos.»
(Mateo 17, 1-9)
Por más de 20 siglos los Cristianos alrededor del mundo han
recibido un gran consuelo y esperanza de esta brillante historia de la
Transfiguración. En ese momento de Amor Supremo, Cristo le promete a toda la
humanidad que la Vida Eterna y la Visión Beatífica de la Grandeza y la Majestad de
Dios Todopoderoso son, de lejos, más poderosas que la muerte.
3. LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR DIOS Y SALVADOR
JESUCRISTO
a) Según San Nicolás Velimirovich
En el tercer año de su predicación, el Señor Jesús Cristo a
menudo hablaba a sus discípulos acerca de Su pasión inminente, pero al mismo
tiempo de Su gloria después de su sufrimiento en la Cruz. Para que su pasión
inminente no debilitara totalmente a sus discípulos y que nadie se alejara de
Él, Él, el Todo-Sabio, quería mostrarles parcialmente su gloria divina ante su
pasión. Por esa razón, se llevó a Pedro, Santiago y Juan con él y, con ellos,
salió de noche al Monte Tabor y allí se transfiguró delante de ellos: "Y
su rostro resplandeció como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como
la nieve" (Mateo 17: 2). Aparecieron junto a Él, Moisés y Elías, los
grandes profetas del Antiguo Testamento. Y al ver esto, sus discípulos quedaron
asombrados. Pedro dijo: "Señor, es bueno para nosotros estar aquí: si
quieres, haremos aquí tres tabernáculos; uno para ti, uno para Moisés y otro
para Elías" (Mateo 17: 4).
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Mientras Pedro todavía hablaba, Moisés y Elías
se marcharon y una nube brillante cubrió al Señor y a sus discípulos y llegó
una voz desde la nube que decía: "Este es mi Hijo amado en quien tengo
complacencia; escuchadle" (Mateo 17: 5). Al escuchar la voz, los
discípulos cayeron al suelo sobre sus caras como si estuvieran muertos y
permanecieron así, temerosos, hasta que el Señor se acercó a ellos y les dijo:
"Levantaos, no tengáis miedo." (Mateo 17: 7).
¿Por qué el Señor llevó solo a tres discípulos al Tabor y no
a todos? Debido a que Judas no era digno de contemplar la gloria divina del
Maestro, a quien traicionaría, y el Señor no quería dejarlo a él (Judas) solo
al pie de la montaña para que el traidor no justificara su traición. . ¿Por qué
nuestro Señor se transfiguró en una montaña y no en un valle? Para enseñarnos
dos virtudes: el amor al trabajo y los pensamientos divinos. Porque subir a las
alturas requiere trabajo y altura representa las alturas de nuestros
pensamientos, es decir, los pensamientos divinos.
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¿Por qué nuestro Señor se transfiguró en la noche? Porque la
noche, en lugar del día, es más adecuada para la oración y los pensamientos
santos y porque la noche, por su oscuridad, oculta toda la belleza de la tierra
y revela la belleza de los cielos estrellados.
¿Por qué aparecieron Moisés y Elías? Para destruir el error
de los judíos, que creían que Cristo fuera uno de los profetas; Elías o
Jeremías o algún otro, y es por eso que aparece como un Rey por encima de los
profetas y es por eso que Moisés y Elías aparecen como sus siervos. Hasta
entonces, nuestro Señor manifestó su poder divino muchas veces a los
discípulos, pero en el monte Tabor manifestó su naturaleza divina. Esta visión
de Su Divinidad y la escucha del testimonio celestial acerca de Él como el Hijo
de Dios, debía servir a los discípulos en los días de la pasión del Señor, para
el fortalecimiento de una fe inquebrantable en Él y su victoria final.
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Reflexión
¿Por qué nuestro Señor no manifestó su gloria divina en
Tabor ante todos los discípulos en lugar de ante tres de ellos? Primero, porque
Él mismo dio la Ley por boca de Moisés: "En boca de dos testigos o en boca
de tres testigos, se establecerá el asunto" (Deuteronomio 19:15). Por lo
tanto, tres testigos son suficientes. Estos tres testigos representan tres
virtudes principales: Pedro la fe, porque fue el primero en confesar su fe en
Cristo como el Hijo de Dios; Santiago la esperanza, porque, con esperanza en la
promesa de Cristo, fue el primero que dio su vida por el Señor, siendo el
primero en ser asesinado por los judíos; Juan la agapi (amor cristiano desinteresado),
porque se reclinó en el seno del Señor y permaneció debajo de la Cruz del Señor
hasta el final. Dios no es llamado el Dios de muchos, sino el Dios de los
elegidos. "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob" (Éxodo 3: 6).
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Dios a menudo valoraba a un hombre fiel más que a una
nación entera. Por lo tanto, en muchas ocasiones, quiso destruir a toda la
nación judía, pero debido a las oraciones del justo Moisés, salvó a esa nación
para que viviese. Dios escuchó más al fiel Profeta Elías que a todo el
incrédulo reino de Acab. Debido a las oraciones de un hombre, Dios salva
pueblos y personas. Así, la ciudad pecaminosa de Ustiug debía ser destruida por
Así, la ciudad pecaminosa de Ustiug sería destruida por el fuego y el granizo
si no hubiera sido salvada por las oraciones del único y justo hombre en ella,
San Procopio, el "loco en Cristo" (8 de julio).
B) La Transfiguración, por el Gérontas Hieromonje Euthymios Kapsalas del M. Atos
El Señor hablaba muy frecuentemente sobre el Reino de Dios y toda su enseñanza concluía allí. Sin embargo un poco antes de sus padecimientos quiso mostrar su Realeza increada*, afirmando la verdad de su predicación, pero también preparando a sus discípulos para sus inminentes padecimientos. «Les mostró su Realeza increada antes de sus padecimientos, y su poder antes de su muerte, y su gloria antes de su deshonra y humillación, de modo que, cuando fuese prendido y crucificado, supiesen que no fue crucificado por debilidad, sino por benevolencia» (San Efrén de Siria,”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 16)
El Señor había predicho que algunos antes de morir verían la Realeza increada venir con fuerza. Y efectivamente, después de seis días, se hizo realidad lo que había dicho en el Monte Tabor, frente a sus tres discípulos. Vieron sorprendidos al Señor transfigurarse, su rostro brillar como el sol y sus vestimentas blancas como la luz; y hablar con los dos profetas Moisés y Elías.
En la transfiguración tenemos la revelación de las tres personas de la Santísima Trinidad Por segunda vez después del Bautismo (del Señor Jesucristo). Al Hijo transfigurado le cubre una nube luminosa, lo cual muestra la presencia del Espíritu Santo; y desde la nube se escuchó la voz del Padre diciendo: «Este es mi Hijo amado. A Él obedeced» (Mc. 9,7)
Después de la voz del Padre, Moisés
regresó a su lugar, y Elías a su puesto, mientras que los apóstoles
cayeron con el rostro sobre la tierra; y Jesús estaba él sólo porque la
voz aquella sólo se cumplía en Él. Como la voz del Padre les hizo caer
abajo, así también la voz del Hijo con el poder de Su Divinidad, les
levantó» (San Efrén de Siria,”Logos sobre la Transfiguración del Señor,
Tomo 7, pág. 21-22).
Enseñó el mismo Padre que finalizó el periodo de preparación de la Ley y que en lugar de a Moisés, ahora han de obedecer al Hijo. «El Padre revela al Hijo» (San Efrén de Siria,”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 22) y pide la obediencia de todos a Su Hijo. Durante la Transfiguración «se regocijaron los Profetas, cuando vieron Su naturaleza humana, que no conocían. Se regocijaron también los Apóstoles, cuando vieron la gloria de Su Divinidad, que no la conocían, y oyeron la voz del Padre dando testimonio del Hijo; y con esta voz conocieron (los Profetas) Su encarnación, la cual era desconocida para ellos, y les confirmó, junto con la voz del Padre, la gloria de Su cuerpo que fue revelada y que procedía de Su Divinidad, la cual se unió a Él sin sufrir cambio y sin ser sometida a confusión» (San Efrén de Siria, ”Logos sobre la Transfiguración del Señor, Tomo 7, pág. 18).
Cristo,
como nos dice el Evangelista Juan, como Dios es Luz, siempre es
luminoso y emite luz, pero la debilidad humana no puede verla como
realmente es. Cristo se transfiguró, no tomando lo que no tenía, ni
transformándose a algo que no era, sino que se reveló a sus discípulos
como realmente era.
Reveló
a los Apóstoles “la gloria de Su Divinidad” que era desconocida y
estaba oculta en su naturaleza humana”. Cristo mostró sólo un rayo de su
gloria y sus discípulos cayeron a tierra. No mostró toda la grandeza de
Su gloria, sino lo que podían aguantar los ojos de sus discípulos, para
que no perdiesen junto con la vista también la vida.
Cristo
"mostró que de todo su cuerpo irradiaba toda la gloria de su Divinidad y
de todos los miembros de Su cuerpo brillaba Su luz, no como Moisés que
brillaba exteriormente". Cristo es la fuente de la luz increada,
mientras que Moisés en el Sinaí se llenó de esta luz sólo exteriormente y
brillaba su rostro. Se convirtió en receptor de la luz, mientras que
Cristo es la "luz de la verdad". El Sol de la justicia que da su luz, su
gracia y su realeza increada a los dignos.
El Monte Tabor recuerda al Monte Sinaí. El mismo Señor que habló entonces a Moisés, el mismo ahora transfigurado habla con Moisés. "Entonces el Monte, cuando descendió Dios, fue cubierto de oscuridad, para que no se viese. Ahora sin embrago una nube de luz cubrió el Monte."
Debido
a que la Ley que entonces fue dada estaba cubierta de símbolos oscuros y
sombras, por eso el Monte se oscureció. Pero la Gracia del Evangelio es
brillante y luminosa y prueba de ello es la nube. El Monte Tabor su
convirtió realmente en el cielo, que reveló la gloria del reino de Dios,
pero también la Santa Trinidad. También se convirtió en símbolo de la
Iglesia, uniendo en él Jesús los dos Testamentos que recibió la Iglesia y
nos reveló que Él mismo es el que nos dio los dos Testamentos. Estaban
presentes del Antiguo Testamento Moisés como representante de la Ley, y
Elías como representante de los Profetas. Y del Nuevo Testamento los
tres Apóstoles para mostrar que Jesús es el Señor de la Ley, de los
Profetas y de los Apóstoles, Señor del Antiguo y del Nuevo Testamento, y
Señor de los vivos y de los muertos. "Vieron allí los Profetas a los
Apóstoles y los Apóstoles a los Profetas. Los principales del Antiguo
Testamento a los principales del Nuevo".
En
este tan grande acontecimiento es revelada la Realeza de Dios. Los que
son hechos dignos de participar el la Realeza de Dios se encontrarán
dentro de la luz y vivirán la bienaventuraza eterna. Los discípulos
también la probaron como testigos visuales de la Transfiguración, de la
cual el Apóstol Pedro no quiso separarse rogando al Señor transfigurando
quedarse para siempre en el Monte Tabor.
(Del libro "ΤΟ ΜΥΣΤΙΡΙΟΝ ΤΟΥ ΧΡΙΣΤΟΥ" , [SEGUNDA PARTE: LA ENCARNACIÓN / C. LA VIDA TERRENAL DE JESÚS / 9. La Transfiguración] Εκ. ΑΓΙΟΝ ΟΡΟΣ. Γέροντας Ευθύμιος της Καψάλας)
4. EL MILAGRO EN EL MONTE TABOR EL DIA DE LA TRANSFIGURACION
DEL SALVADOR
En cada fiesta dedicada al Señor y Soberano tenemos una gran
alegría, donde quiera que se celebre. Pero en la Tierra Santa esta es
multiplicada. Allí te sientes como si volases entre las nubes. Algunas veces no
sabes qué te pasa, si te encuentras en la tierra o en el cielo. Y esto no me
pasa solo a mí, sino a todos aquellos que participan en estas fiestas. Junto
con la llegada de la Santa Luz en la Pascua, una de las fiestas más grandes es
la Transfiguración del Señor.
En el Monte Tabor cada 6 de Agosto se presenta un fenómeno maravilloso
y una fuerza invisible, lo cual en ninguna otra iglesia del mundo se puede ver,
excepto si lo revela el Dios a nivel personal. Allí, en la noche del 5 al 6 de Agosto, durante la Divina Liturgia,
frente a miles de creyentes y no creyentes baja sobre la santa montaña una
nube.
Los que no creen dicen que es un fenómeno meteorológico.
Pero esta nube es bastante distinta a las nubes normales que bajan por la mañana
sobre nuestras montañas.
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Monte Tabor |
Empezando la vigilia, se ve en la cumbre de la montaña,
hacia Nazaret, dentro de la oscuridad de la noche, un color anaranjado. Esto se
mueve verticalmente hacia la iglesia y se queda allí como una lengua naranja,
hasta las 0:00-1:00, a una distancia considerable del Monte Tabor.
Y cuando comienza la Divina Liturgia, especialmente en el
momento del Himno Querúbico, viene la nube hacia la montaña, y empieza a adquirir
diversas formas, y a separarse de la nube partes redondas o algo más alargadas, y toman
la forma de pájaros o de ángeles y vienen sobre la cúpula de la iglesia.
Las palabras son pobres para describir lo que sientes cuando
estas partes, suaves como algodón, vienen y las tocas con tus manos y lo
sientes en tu cara. Quieres subir sobre esta nube e irte, como si no te interesase
nada más.
Al mismo tiempo, un aroma maravilloso como de incienso se
expande por el aire, pero no es incienso. Es una combinación de aroma árboles
orientales mezclados con incienso.
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El milagro de la Santa Nube en el Monte Tabor, cada 6 de agosto |
Por supuesto aquí se encuentran los que desconfían, diciendo
que algún truco han hecho los griegos, o que es algún fenómeno meteorológico.
Pero esto se trata de una general declaración de alegría.
Por supuesto, bajando del Tabor después de la vigilia con
los griegos, los árabes, los búlgaros, los rusos y los rumanos cantando “Te
transfiguraste en la montaña, Oh Cristo nuestro Dios…” no deseas nada más del
mundo, y quieres vivir así eternamente.
Pero en este caso, como con el milagro de la Santa Luz, es
ofrecido finalmente por el Dios a los que creen, porque como dice la Santa
Escritura, “Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene,
aun lo que tiene le será quitado” (Mt. 25,29).
Es decir que el Dios quita de los que tienen poca fe y empiezan
a criticar y dudar del Dios, de Su presencia y de Sus acciones. Sin embargo a
los que dicen, “Creo; ayuda mi incredulidad” (Mc. 9, 24).
Verdaderamente allí, en el Monte Tabor, entiendes por qué el
Apóstol Pedro dijo al Señor que no quería irse de allí.
De verdad, no quieres irte de allí. Todos los eventos cósmicos
no valen nada frente a lo que allí sucede.
4. AUDIO
Homilías del Archimandrita Athanasios Mitilineos sobre la Transfiguración de Nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo (en idioma griego, en proceso de traducción):
Santa nube en el Monte Tabor
El milagro de la Santa Nube en el Monte Tabor (griego, segundo cuadro de la página)
Subida a la cima del Monte Athos, Iglesia La Transfiguración de Cristo. (Lunes 18 de Agosto 2013 y 2014, calendario antiguo. En griego).
El milagro de la Santa Nube en el Monte Tabor (griego, segundo cuadro de la página)
Subida a la cima del Monte Athos, Iglesia La Transfiguración de Cristo. (Lunes 18 de Agosto 2013 y 2014, calendario antiguo. En griego).
6. LITÚRGICOS
Servicio de Vísperas y de Maitines-Divina Liturgia (En griego. No varía según el año).
Servicio de la Transfiguración del Señor I II (En español)
* NOTA:
Probablemente
sea una costumbre, y no una herejía, decir el nombre de Jesucristo, en
una palabra, en lugar de Jesús Cristo, en dos palabras. Si no es así, y
alguien puede explicárnoslo ortodoxamente, agradeceríamos nos lo aclarase,
escribiendo un correo mediante el formulario de la portada. Porque en el equipo de "La Ortodoxia es la Verdad" no somos teólogos, sino unos simples fieles.
Ἀπολυτίκιον (Κατέβασμα) Ἦχος βαρύς.
Μετεμορφώθης ἐν τῷ ὄρει Χριστὲ ὁ Θεός, δείξας τοῖς Μαθηταῖς σου τὴν δόξαν σου, καθὼς ἠδυναντο. Λάμψον καὶ ἡμῖν τοῖς ἁμαρτωλοῖς, τὸ φῶς σου τὸ ἀΐδιον, πρεσβείαις τῆς Θεοτόκου, φωτοδότα δόξα σοι.
Te transfiguraste en la montaña, Oh Cristo nuestro Dios,
enseñándoles a Tus Discípulos Tú gloria para que cada uno de ellos pueda
resistir. Brilla sobre nosotros, quienes somos todos pecadores, Tú que eres la
luz que nunca termina, a través de las oraciones de la Theotokos. Portador de
la Luz, a Ti te sea la gloria.
Ἐπὶ τοῦ ὄρους μετεμορφώθης, καὶ ὡς ἐχώρουν οἱ Μαθηταί σου τὴν δόξαν σου, Χριστὲ ὁ Θεὸς ἐθεάσαντο, ἵνα ὅταν σε ἴδωσι σταυρούμενον, τὸ μὲν πάθος νοήσωσιν ἑκούσιον, τῷ δὲ κόσμῳ κηρύξωσιν, ὅτι σὺ ὑπάρχεις ἀληθῶς, τοῦ Πατρὸς τὸ ἀπαύγασμα.
Condaquio. Tono grave. Modelo propio.
En el monte Te transfiguraste y Tus discípulos, en lo máximo
que pudieron resistir, observaron Tú gloria, Oh Cristo Dios Nuestro; para que
cuando ellos te vieran crucificado, ellos sepan que te entregaste
voluntariamente a Tú Pasión y predicaran al mundo que Tú, verdaderamente, eres
el reflejo del Padre.
Fuentes consultadas: *Texto publicado con
autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria,
Demetri Khoury.*saint.gr *synaxarion.gr *Prologos de Ohrid, San Nicolás Velimirovich *vimaorthodoxias.gr* logosortodoxo.com orthodoxianewsagency.gr