jueves, 25 de julio de 2024

La Venerable Eufrasia, la Virgen (+ 413)

Versos:
"Eupraxia se acercó a Cristo ricamente, habiendo atendido a muchas buenas obras del alma".


Santa Eupraxia (Eufrasia) era hija de Antígono, senador de Constantinopla, y de Eupraxia, y floreció durante el reinado de Teodosio el Grande (379-395), de quien era familiar de su padre. Cuando su padre murió, su madre la entregó al emperador Teodosio, rogándole que cuidara de su hija huérfana. Teodosio  comprometió a Eupraxia al cargo de un destacado senador. Después de esto, la Santa se retiró junto con su madre y se fueron a Tebas de Egipto. Allí ingresó en un monasterio femenino, y por su ferviente deseo la joven Eupraxia de siete años fue tonsurada como monja. Allí vivían en ascetismo ciento cuatro monjas, quienes llevaban unas vidas  semejantes a las de los ángeles. Allí entró Eupraxia, imitando sus virtudes, y desde ese momento no abandonó el monasterio; en ese momento ella tenía doce años.
La madre de la Santa se retiró de Egipto y viajó a todas sus propiedades en el Este, e hizo muchas cosas buenas y misericordiosas para los pobres. 








 
 
 
 
 
Después de esto, se enfermó y regresó al monasterio en Egipto, donde dejó todas sus pertenencias a su hija Eupraxia, y ella reposó en el Señor. Eupraxia distribuyó todo su patrimonio a aquellos que lo necesitaban, y a la Iglesia de Dios, porque amaba sobremanera la vida ascética y laboriosa de los monásticos. La bendita alcanzó tal grado de virtud, que superó todas las necesidades de su cuerpo y llegó a ser más alta que ellas. Una vez permaneció en su lugar sin moverse durante cuarenta días y noches enteras, en completo ayuno y levantando sus manos hacia el cielo. Por lo tanto, debido a sus excelentes virtudes, recibió de Dios la gracia para hacer milagros. Liberó a muchas personas de diversos sufrimientos y complicadas enfermedades. Falleció en el año 413, a la edad de 30 años.
 
 
 
 
 
 

 
 
 

Himno de Alabanza

Eupraxia, la joven virgen,
Por el bien de Cristo se convirtió en eremita,
Y aunque era jactanciosa y de nacimiento real,
Sin embargo su alma fue portadora de Dios.
Todos los honores, como una carga los rechazó,
Y su linaje real y riquezas.
Ante Dios oraba día y noche,
Y se fatigaba por el ayuno y las vigilias nocturnas.
Dios escuchó a su sierva,
La llorosa virgen Eupraxia,
Que vertió muchas lágrimas
Y por sus oraciones enardecidas con lágrimas,
Dios le concedió dones maravillosos,
Y tanto al joven como al anciano ayudó,
A alejar a los malignos demonios,
Y de toda enfermedad, sanó el mal.
Vino ante Dios con un alma pura,
Y encontró un hogar en el cielo,
Construido con fe y obras,
Y comprado con mucha paciencia.
Con Dios mismo, que ilumina este hogar,
Aquí, santa Eupraxia tomó su morada
Para gozar entre el bien eterno
Y reinar con Cristo eternamente.
 
 
 
 
 
 

 




Reflexión

“Así como la virginidad es mejor que el matrimonio, así también el primer matrimonio es mejor que el segundo”. Así escribía San Juan Crisóstomo a la joven viuda de Tarasio, un noble difundo de Constantinopla, aconsejándole no volver al matrimonio por segunda vez. La Iglesia bendice el primer matrimonio con gozo, pero el segundo, lo hace con tristeza. La anciana Eupraxia, la madre de Santa Eupraxia y pariente del emperador Teodosio el Grande, permaneció como una joven viuda tras la muerte de su marido Antígono, con quien vivió teniendo contacto físico durante tan sólo dos años y tres meses, y con quien vivió también un año más como hermano y hermana de mutuo acuerdo. El emperador y la emperatriz le aconsejaron casarse con otro noble. Ella no escuchó este consejo, sino que tomó a su hija Eupraxia y juntas partieron hacia Egipto. ¿Qué podemos decir sobre Santa Olimpia y Santa Eupraxia la joven? Como Santa Macrina, no sólo permaneció también como una virgen sino que cuando su prometido murió, se consideró a sí misma como viuda y ni siquiera pensó considerar en casarse. ¡Qué pureza de corazón! ¡Qué fidelidad al prometido! ¡Qué temor de Dios! ¡Qué ferviente fe en la vida futura, en la que la joven prometida espera ver a su prometido!
 
 
 
 
 
 

 


 
Apolitiquio tono 1º

Ἀπολυτίκιον. Ἦχος α’. Τῆς ἐρήμου πολίτης.

Ἐκ νεότητος Μῆτερ τὸν Χριστὸν ἀγαπήσασα, κόσμου τὰ τερπνὰ ὑπερεῖδες, καὶ μνηστῆρα τὸν πρόσκαιρον, καὶ ἤσκησας ἰσάγγελον ζωήν, Ὁσία Εὐπραξία ἐπὶ γῆς· διὰ τοῦτο ἐδοξάσθης παρὰ Χριστοῦ, καὶ ᾔσχυνας τὸν δράκοντα· δόξα τῷ δεδωκότι σοι ἰσχύν, δόξα τῷ σὲ στεφανώσαντι, δόξα τῷ ἐκπληροῦντι διὰ σοῦ ἡμῶν τὰ αἰτήματα.



Otro apolitiquio tono plagal del 4º

En ti fue seguramente preservada la imagen, porque tomando la cruz, seguiste a Cristo, y por tus obras nos enseñas a despreciar la carne como pasajera, y a cuidar del alma como inmortal. Por eso, con los ángeles, se regocija tu espíritu, Venerable Eufrasia.
 
 

Κοντάκιον. Ἦχος πλ. δ’. Τῇ ὑπερμάχῳ.


Τὴν τῶν παρθένων καλλονὴν καὶ ὑποτύπωσιν, Καὶ τῶν ὁσίων στηλογράφημα καὶ σέμνωμα, Τὴν Ὁσίαν εὐφημήσωμεν Εὐπραξίαν· Ἀρετῶν γὰρ εὐπραγίαις διαλάμπουσα Νύμφη ὤφθη τοῦ Σωτῆρος θεοδόξαστος. ᾟ βοήσωμεν· χαίροις Μῆτερ ἰσάγγελε
.  

 
Otro condaquio tono 2º

Por amor al Señor, Venerable, has despreciado el deseo del descanso, iluminando tu alma con ayunos has vencido poderosamente a las fieras, y has anulado el furor de los adversarios.







Fuente: synaxarion.gr, Prólogos de Ohrid (Cristoesortodoxo.com), saint.gr

Translate