El Profeta Ezequiel vivó durante los años del rey Nabucodonosor, en el s. VI a.C.
Era el hijo de un sacerdote de la ciudad de Sarir llamado Buzí (del gr."Βουζί"), y fue llevado en cautividad con el Rey Joaquim junto con muchos otros israelitas después de la primera ocupación de Jerusalén, en el 598 a.C.
Viviendo en cautividad, Ezequiel profetizó durante 27 años. Fue contemporáneo del profeta Jeremías.
Libro del profeta Ezequiel
Era el hijo de un sacerdote de la ciudad de Sarir llamado Buzí (del gr."Βουζί"), y fue llevado en cautividad con el Rey Joaquim junto con muchos otros israelitas después de la primera ocupación de Jerusalén, en el 598 a.C.
Viviendo en cautividad, Ezequiel profetizó durante 27 años. Fue contemporáneo del profeta Jeremías.
Mientras Jeremías enseñaba y profetizada en Jerusalén,
así también enseñaba y profetizaba Ezequiel en Babilonia. Las profecías de
Jeremías se conocieron en Babilonia y las profecías de Ezequiel fueron
conocidas en Jerusalén. Estos santos varones concordaban en sus profecías.
Ambos fueron maltratados y torturados por el impío pueblo judío. San Ezequiel tuvo visiones aterradoras e inimaginables.
En el río Cobar, Ezequiel vio los cielos abiertos “y una gran nube y un fuego que se revolvía dentro de sí mismo. Alrededor de ello había un resplandor y en su centro algo semejante a un metal brillante que salía del medio del fuego” (Ezequiel 1:4), y cuatro criaturas salvajes como de bronce bruñido. Una criatura tenía el rostro de un hombre, la segunda el rostro de un león, la tercera el rostro de un toro, la cuarta el rostro de un águila (Ezequiel 1:10). El rostro del hombre simboliza al Señor encarnado como hombre, el rostro del león, su divinidad, el rostro del toro, su sacrificio, y el rostro del águila, su resurrección y ascensión.
En el río Cobar, Ezequiel vio los cielos abiertos “y una gran nube y un fuego que se revolvía dentro de sí mismo. Alrededor de ello había un resplandor y en su centro algo semejante a un metal brillante que salía del medio del fuego” (Ezequiel 1:4), y cuatro criaturas salvajes como de bronce bruñido. Una criatura tenía el rostro de un hombre, la segunda el rostro de un león, la tercera el rostro de un toro, la cuarta el rostro de un águila (Ezequiel 1:10). El rostro del hombre simboliza al Señor encarnado como hombre, el rostro del león, su divinidad, el rostro del toro, su sacrificio, y el rostro del águila, su resurrección y ascensión.
En
otro tiempo se le mostró la visión de la resurrección de entre los muertos. El
profeta vio un valle cubierto con huesos secos de muertos y cuando el Espíritu
de Dios descendió sobre ellos, volvieron a la vida y se levantaron sobre sus
pies (Ezequiel 37:1-10). También vio la más terrible destrucción de
Jerusalén cuando la ira de Dios lo masacraba todo, excepto a aquellos que antes
habían sido marcados con el símbolo griego conocido como Tau (Ezequiel
9:1-7). Esta marca es igual que nuestra letra T, que también es el signo de la
Cruz.
La maldad de los judíos (de la tribu de Gad según la tradición) ni siquiera perdonó a este santo varón. Enfurecidos con él porque los reprendía, los judíos lo ataron a colas de caballos y lo rasgaron en dos. Fue enterrado en el mismo sepulcro de Sem, el hijo de Noé.
La maldad de los judíos (de la tribu de Gad según la tradición) ni siquiera perdonó a este santo varón. Enfurecidos con él porque los reprendía, los judíos lo ataron a colas de caballos y lo rasgaron en dos. Fue enterrado en el mismo sepulcro de Sem, el hijo de Noé.
El libro del profeta Ezequiel se divide en tres partes: La primera parte (cap. 1-24) contiene advertencias sobre la segura de destrucción de Jerusalén. La segunda parte (cap. 25-32) contiene predicciones condenatorias para diversas naciones idólatras y la tercera parte (33-48) consta de predicciones que se refieren a diferentes temas.
En la tercera parte se incuye también la visión del profeta Ezequiel, correspondiente a la vivificación milagrosa de los esqueletos, que se convierten en humanos con la orden de Dios (37, 1-14). La profecía es leída en las Iglesias durante las vísperas del Sábado Santo, es decir en la tarde del Viernes Santo tras la procesión del Epitafio, ya que predice la resurrección de los muertos, que tendrá lugar en la Segunda Venida de Cristo.
En la tercera parte se incuye también la visión del profeta Ezequiel, correspondiente a la vivificación milagrosa de los esqueletos, que se convierten en humanos con la orden de Dios (37, 1-14). La profecía es leída en las Iglesias durante las vísperas del Sábado Santo, es decir en la tarde del Viernes Santo tras la procesión del Epitafio, ya que predice la resurrección de los muertos, que tendrá lugar en la Segunda Venida de Cristo.
Himno de Alabanza al Profeta Ezequiel
Por Nikolaj Velimirovic
La visión de Ezequiel, por voluntad de Dios:
Amplio, amplio, inmenso campo,
Desbordado, desbordado con los huesos de los muertos,
Y una voz del cielo vino a San Ezequiel:
Hijo de hombre, ¿ves estos huesos?
Huéspedes vivos sobre la tierra eran en otro tiempo
En mi mesa, les serví bien
Pero muy pocos de ellos dignamente me retribuyeron.
¿Volverán a la vida, estos huesos muertos?
El profeta se asustó y se entregó a la melancolía:
Señor, Señor, Tu lo sabes,
Pues deben levantarse si Tu lo mandas.
Un estruendo, y golpes, y temblores comenzó entonces
¡La resurrección de los muertos: el profeta vio un milagro!
Los huesos se levantaron y yacieron hueso junto a hueso
Y luego la carne, y después los tendones y la piel se
reforzaron,
Y este milagro, el profeta lo contempló aterrado
Y glorificó a Dios con su corazón y su alma.
Lo que el profeta de Dios discernió en espíritu,
El Señor resucitado lo mostró claramente.
Cuando el Espíritu quiera, los muertos resucitarán,
Como con una nueva vestidura, todos en un cuerpo vivo
Y con Cristo, los fieles se regocijarán,
Para reinar eternamente, en Su reino.
Libro del profeta Ezequiel
Visión del Profeta Ezequiel (video en inglés, subt. en español)
La Biblia (R.V.). Ezequiel. Completo. (Audio)
La Biblia (R.V.). Ezequiel. Completo. (Audio)
Apolitiquio tono 3º (MODELO: "Θείας πίστεως", [Ζías písteos], "De la fe Divina")
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος γ'. Θείας πίστεως
Θείου Πνεύματος, τῇ ἐπιπνοίᾳ, προκατήγγειλας, Θεοῦ Προφῆτα, ἐσομένων μυστηρίων τὴν ἔκβασιν· τὴν τοῦ Σωτῆρος ἀπόρρητον κένωσιν, καὶ αἰωνίων νεκρῶν τὴν ἀνάστασιν· Ἰεζεκιὴλ ἔνδοξε, Χριστὸν τὸν Θεὸν ἱκέτευε, δωρήσασθαι ἡμῖν τὸ μέγα ἔλεος.
Inspirado por el Espíritu Santo, oh Profeta de Dios, proclamaste el cumplimiento de los misterios: el inefable anonadamiento de Dios Verbo y la resurrección de los muertos de todos los tiempos. Oh glorioso Ezequiel, suplica a Cristo nuestro Dios que nos conceda su gran misericordia.
Κοντάκιον. Ἦχος γ’. Θείας πίστεως.
Καταυγασθεὶς τῇ θεϊκῇ ἐπιλάμψει, τῆς προφητείας, ὑπεδέξω τὴν χάριν, προζωγραφῶν τὰ μέλλοντα τῷ κόσμῳ τυπικῶς, πύλην ἀδιόδευτον, προϊδὼν τὴν Παρθένον, ἐξ ἧς ὁ Λόγος ἔλαμψεν, ὡς ποιμὴν ἐν τῷ κόσμῳ, Ἰεζεκιὴλ Προφῆτα τοῦ Θεοῦ, καὶ τῆς κατάρας ἡμᾶς ἐλυτρώσατο.
Otro kontakion en el cuarto tono
Apareciste como un Profeta de Dios y predijiste la encarnación del Señor a todos, incluso del Cordero y Creador que se manifestó como el Hijo eterno de Dios.
Μεγαλυνάριον.
Ἔσοπτρον ἐδείχθης εἰλικρινές, Τρισηλίου δόξης, ὦ Προφῆτα Ἰεζεκιήλ, καὶ τῶν ἐσομένων, ἐδέξω τὰς ἐμφάσεις, Χριστοῦ προαγορεύσας, τὴν ἐνανθρώπησιν.
Megalynarion
Mostrándote puro espejo de la gloria de los Tres Soles, oh Profeta Ezequiel, apareciste para recibir su reflejo, tú que predijiste la encarnación de Cristo.
Fuente: saint.gr, mystagogyresourcecenter.com, Prólogos de Ohrid (Cristoesortodoxo.com), youtube.com