"Pablo expuso sus palabras como una red, Atrapando como presa al divino Aquila" (14 Julio).
En el decimocuarto Aquila fue escondido en una tumba.
Tan pronto como miró en el rostro del hombre conocido como Pablo, entendió que se encontraba ante la presencia de la grandeza. ¿Qué clase de predicador era este hombre? Y qué clase de mensaje estaba llevando al mundo – un mensaje
electrizante de salvación del pecado y de la muerte a través de la fe en el Redentor Santo, Jesucristo de Nazaret.
En el decimocuarto Aquila fue escondido en una tumba.
Tan pronto como miró en el rostro del hombre conocido como Pablo, entendió que se encontraba ante la presencia de la grandeza. ¿Qué clase de predicador era este hombre? Y qué clase de mensaje estaba llevando al mundo – un mensaje
electrizante de salvación del pecado y de la muerte a través de la fe en el Redentor Santo, Jesucristo de Nazaret.
Judío, previamente ciudadano de Roma, Aquila y su fiel esposa Priscila llegaron a Corinto luego de que el Emperador Claudio (41-54 d.C.) decretara que los judíos debían ser expulsados de Roma e Italia por sospecha de traición.
Y fue ahí, en la pujante ciudad de esa época, que ellos hospedarían a San Pablo y se le unirían en su misión de convertir el mundo a la Buena Nueva del Evangelio.
Para el alegre y profundamente piadoso Aquila,
el exilio de Roma no fue un accidente. Sucedió como parte de la Providencia del
Dios Todopoderoso quien en su Sabiduría había decidido traer a San Pablo a la
casa de Aquila en Corinto. Una vez que los dos hombres se conocieron y hablaron
el futuro de este valiente siervo del Señor apareció claro.
El llegaría a ser
uno de “Los Setenta” –el gran grupo de discípulos que serían reclutados por los
Doce Originales, luego de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, para
llevar la Buena Nueva del Evangelio al mundo entero.
Inmensamente renovado por San Pablo –quien
viviría en su casa en Corinto por un año y medio– Aquila y Priscila vendrían a
ser extremadamente celosos evangelizadores para la nueva fe y acompañarían al
Gran Apóstol a Efeso (hoy en día parte de Turquía) de modo que pudiese continuar
con sus esfuerzos para construir nuevas iglesias Cristianas a lo largo del
Medio Oriente.
Ciertamente el reconocimiento que hace San Pablo de ellos se encuentra en su primera Epístola a los Corintios escrita del Efeso: "Os envían muchos saludos Aquila y Priscila en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa." (1 Corintios 16, 19).
Entre las muchas maravillas que se realizaron
en Efeso por Aquila y Priscila, ninguna probaría ser más importante que la
conversión al Santo Evangelio de un hombre sumamente culto de Alejandría,
Apolo, quien era muy versado en las profecías de Juan el Bautista pero que aún
no había recibido las enseñanzas de Cristo.
Pacientemente educado por este protegido de San Pablo y su atenta esposa, Apolo llegaría a ser, eventualmente, un Cristiano de inmensa fe, un obispo de Cesaréa en Palestina –e incluso uno de Los Setenta.
Pacientemente educado por este protegido de San Pablo y su atenta esposa, Apolo llegaría a ser, eventualmente, un Cristiano de inmensa fe, un obispo de Cesaréa en Palestina –e incluso uno de Los Setenta.
Luego de haber realizado muchos trabajos en
Grecia, donde ayudaron diariamente a San Pablo en sus labores apostólicas,
estos dos Cristianos entusiastas se enteraron que el Emperador Claudio
finalmente había fallecido (en el año 54), lo que les permitió regresar a Roma,
su ciudad por adopción. Nombrado obispo, Aquila bautizaría cientos de nuevos
Cristianos en Efeso y todo lugar por el que pasara para, finalmente, recibir el
martirio de manos de paganos asesinos que resentían la destrucción de sus
ídolos y el cierre de sus templos.
Originalmente de Pontus en Asia Menor (hoy en
día parte de la moderna Turquía, ubicado en la costa del Mar Negro), San Aquila
había nacido alrededor del año 20 y al crecer llegó a ser fabricante de tiendas
como su gran mentor San Pablo. Aunque nunca vivió en Tierra Santa, la
influencia espiritual de Aquila se sintió ahí –especialmente a través de su
profunda amistad con el Gran San Pablo.
Luego de su conversión en Roma y su decisión
de unirse a San Pablo en la tarea de la conversión de los paganos en Grecia,
Aquila llegaría a ser obispo (nombrado por San Pablo) en Asia Menor.
Predicó
con gran valentía y determinación en Acaia y Heraclia, al tiempo que ordenaba
presbíteros y destruía ídolos. Ayudado por Santa Priscila en esos esfuerzos
alcanzó la gloria del martirio alrededor del año 80, según la mayoría de
historiadores de ese período... quienes también nos dicen que su fiel esposa
murió junto a él.
La vida del Santo Apóstol Aquila de los
Setenta nos ofrece una visión reveladora del inmenso poder que podemos
encontrar en la predicación de la Santa Palabra de Dios.
Aquila y Priscila
fueron unos Cristianos muy atentos, que a pesar de haberse convertido en Roma –
cuando escucharon la predicación de Pablo en Corintio su nueva fe se volvió
ardiente y sus vidas se vieron revitalizadas con un deseo poderoso de traer a
la mayor cantidad de gente que ellos pudieran hacia el Santo Evangelio de
Jesucristo. Armado con la fuerza de la persuasión que viene solamente de Dios
Todopoderoso, predicadores como San Pablo y San Aquila se dirigieron a los
senderos y cruces de caminos a contar la maravillosa historia de la Salvación
de Jesús... y ellos cambiaron el mundo.
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος δ’. Ταχύ προκατάλαβε.
Χριστόν ἀγαπήσαντες καί φωτισθέντες τόν νοῦν, τῇ πίστει ἐνούμενοι καί συζυγίᾳ σεμνῇ, Ἀκύλας καί Πρισκίλλα ἦσαν μέν προεστῶτες ἐκκλησίας κατ’ οἶκον, Παύλου δέ τοῦ φωστῆρος συνεργοί καί προστᾶται. Διό αὐτούς τιμήσωμεν καί μιμησώμεθα.
Ἀπολυτίκιον Ἦχος γ’.
Ἀπόστολε Ἅγιε Ἀκύλα, πρέσβευε τῷ ἐλεήμονι Θεῷ, ἵνα πταισμάτων ἄφεσιν, παράσχῃ ταῖς ψυχαῖς ἡμῶν.
Apolitiquio tono 3º
Oh Santo Apóstol Aquila, intercede ante el
Dios misericordioso para que conceda a nuestras almas el perdón por nuestras
ofensas.
Condaquio tono 4º
Perteneciente al coro de los Apóstoles como
parte de la compañía, Oh sabio Apóstol en Cristo, tú hiciste que el mundo
brille tú enseñanza de la doctrina y los milagros, oh famoso Aquila, mientras
obtenía una corona de gloria.
Κοντάκιον Ἦχος δ’. Ἐπεφάνης σήμερον.
Ἀποστόλων σύνθρονος καί συνοδίτης, γεγονώς Ἀπόστολε, τήν οἰκουμένην διδαχαῖς, καί θαυμασίοις κατηύγασας, στέφανον δόξης, Ἀκύλα δεξάμενος.
Fuentes consultadas: *Texto publicado con autorización y
bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri
Khoury. *saint.gr *synaxarion.gr