Versos:
"De qué aguante digno del cielo es el saco, en el que Julián es arrojado al mar". (21 Junio)
"De qué aguante digno del cielo es el saco, en el que Julián es arrojado al mar". (21 Junio)
El veintiuno Juliano entró en lo profundo de un saco.
"Juliano fue sumergido en las profundidades del mar, donde encontró a Cristo la perla preciosa".
Μητρικαὶς ὑποθήκαις μυσταγωγούμενος, πανευκλεὴς στρατιώτης ὤφθης Χριστοῦ τοῦ Θεοῦ, παντευχίαν μυστικὴν περιζωσάμενος• ὅθεν καθεῖλες τὸν ἔχθρον, ὡς γενναῖος ἀριστεύς, καὶ ἤθλησας θεοφρόνως, Ἰουλιανὲ θεόφρον, ὑπὲρ ἠμῶν ἀεὶ πρεσβεύων Θεῶ.
Fuentes consultadas:saint.gr, . Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005, diakonima.gr
San Julián (del gr "Ιουλιανός",[Iulianós]) hijo de un senador pagano y de una madre
cristiana, nació en la ciudad de Diocesarea de Cilicia. A la muerte de su
padre, la madre de Julián se mudó a Tarso, otra ciudad de Cilicia. Aquí ella bautizó
al joven Julián, enseñándole, junto con las letras, los principios básicos de
la fe y las reglas de la piedad cristiana.
Cuando Julián tenía 18 años, surgió una gran persecución
contra los cristianos, instigada por el emperador romano Diocleciano (284-305).
Julián estaba entre los cristianos arrestados y llevados ante el magistrado
Marciano para ser juzgados. Pero ni los tormentos, ni las amenazas crueles, ni
las promesas de obsequios y honores podrían hacer que los jóvenes piadosos se
apartaran de Cristo y ofrecieran sacrificios a los ídolos paganos.
Durante todo un año llevaron a Julián de ciudad en ciudad en
Cilicia, sometiéndolo a torturas en todas partes, pero él, valientemente, se
mantenía firme en su confesión de fe en Jesucristo.
Cuando Julián fue llevado a la ciudad costera de Egaia, los
paganos le forzaron a abrir la boca al santo mártir y se la llenaron de carne y
sangre que habían sido ofrecidas a los ídolos, pensando así en profanar al
inmaculado y santo siervo de Cristo con sacrificios impuros. Luego encerraron a
Julián en un calabozo. Su piadosa madre, que le había estado acompañando a
todas partes, orando al Señor para que fortaleciera a Juliano en su dolorosa
prueba, fue allí para verle. Cuando fue atrapada por los torturadores y llevada
ante el magistrado, ella rogó que le concedieran tres días en el calabozo con
su hijo para convencerle, persuadiéndole para que adorara a los ídolos. El magistrado
le concedió su petición. Pero al contrario ella, pasando el día y la noche en el calabozo
conversando con su hijo, lo exhortó con lágrimas y amor maternal a soportar
estos tormentos temporales hasta el fin, para recibir del Señor bendiciones
eternas en el reino de los mártires.
Cuando pasaron los tres días, Julián fue llevado, junto con
su madre, ante el magistrado para su juicio. Pensando el magistrado que la madre había
logrado persuadir a su hijo para que trajera ofrendas a los ídolos, comenzó a
alabarla por sus exhortaciones, pero ella comenzó a confesar el nombre de
Jesucristo en voz alta y sin temor, y condenó la impiedad pagana. Juliano
también confesó y glorificó a Jesucristo como el único Dios verdadero,
condenando el panteísmo de los paganos.
El enfurecido magistrado ordenó que ambos, madre e hijo,
fuesen torturados. Después de muchos tormentos, le cortaron los pies a la madre
del santo, los pies con los que había viajado desde Tarso siguiendo a su hijo.
El santo mártir Julián fue puesto en un saco lleno de arena
y varios reptiles venenosos, y arrojado al mar. De este modo llegó Julián al final de
sus sufrimientos.
No mucho después, su piadosa madre sufrió la muerte por
martirio, y ambos recibieron las coronas de la victoria por parte de Cristo
Dios.
El cuerpo de San Julián fue llevado a la orilla por las
olas, y allí fue encontrado por una viuda piadosa de Alejandría que lo enterró
con honores. Posteriormente, las reliquias santas de Juliano fueron llevadas a
Antioquía.
San Juan Crisóstomo, cuando era un presbítero en esa ciudad, honró
la memoria del santo mártir Juliano con palabras de alabanza, diciendo:
"De la boca del mártir procedía una voz santa y, junto con la voz, emanaba
una luz más brillante que los rayos del sol". Además, agregó: "Toma a
cualquiera, ya sea un loco o un poseído, y llévalo a la tumba de este santo
donde descansan las reliquias del mártir y verás cómo [el demonio] sin falta,
saltará y huirá como de un fuego". Es obvio, a partir de estas palabras,
que deben haber ocurrido numerosos milagros en la tumba de San Julián.
Apolitiquio tono plagal del 1º (MODELO: "Τὸν συνάναρχον Λόγον", [Ton
sinánarjon Lógon], “Al Logos coeterno")
Ἀπολυτίκιον (Κατέβασμα) Ἦχος πλ. α’. Τὸν συνάναρχον Λόγον.
Μητρικαὶς ὑποθήκαις μυσταγωγούμενος, πανευκλεὴς στρατιώτης ὤφθης Χριστοῦ τοῦ Θεοῦ, παντευχίαν μυστικὴν περιζωσάμενος• ὅθεν καθεῖλες τὸν ἔχθρον, ὡς γενναῖος ἀριστεύς, καὶ ἤθλησας θεοφρόνως, Ἰουλιανὲ θεόφρον, ὑπὲρ ἠμῶν ἀεὶ πρεσβεύων Θεῶ.
Apolitiquio tono plagal del 1º
Oh, inspirado Julián, tu madre te guió para convertirte en
un glorioso soldado de Cristo. Estabas vestido con la armadura del Espíritu,
entrando en el combate y destruyendo al enemigo. Ahora ruega a Cristo nuestro
Dios por todos nosotros.
Condaquio tono 2º
Hoy alabamos a Julián, el guerrero santo e inconquistable,
el campeón y el recipiente de la verdad a quien clamamos: Intercede ante Cristo
nuestro Dios por todos nosotros.
Fuentes consultadas:saint.gr, . Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005, diakonima.gr