miércoles, 28 de junio de 2023

Hallazgo de las Santas Reliquias de los Santos Anárguiros Ciro y Juan

Versos:
"De los mártires anárguiros se revelaron los huesos,
brotando un manantial de milagros, sin tener que pagar por ellos." 
En el vigésimo octavo, Ciro fue revelado junto con su compañero competidor.

Santos Anárguiros (del gr. "Άγιοι Ανάργυροι", [Ágioi Anárgiroi], o santos despreciadores del dinero) son los que en oposición directa a la práctica médica de la época, creían que los pacientes no debían pagar nada y eran un total de 20.* Hoy se conmemora el hallazgo de las Santas Reliquias de dos de ellos, Ciro (del gr. "Κύρος", [Kíros] y Juan ("Ιωαννης", [Ioánis]).
Ambos vivieron durante los años del reinado del emperador Diocleciano (292 d.C.). Ciro procedía de Alejandría y Juan de Edesa. Excelentemente entrenados en las ciencias médicas, ofrecieron sus servicios a sus compañeros más pobres. Y no sólo no obtuvieron dinero de nadie, sino que ellos mismos dieron lo suyo hasta quedarse pobres. De ahí su sobrenombre. Junto con la ayuda médica que ofrecían a los enfermos, les comunicaban la verdad salvadora del Evangelio. Sus palabras dieron la luz de Cristo a muchos idólatras.
Su acción fue denunciada a los gobernantes, con el resultado de ser decapitados, recibiendo dignamente la corona del martirio, en Canopus (o Conopa, Conopis, Konopa) cerca de  Alejandría, en el  año 311.  
 
 







 
Entonces fueron enterrados en secreto por otros cristianos, y siendo el  el emperador Arcadio y arzobispo de Alejandría Teófilo (400 d.C.), se encontraron sus reliquias, realizándose su traslado de una manera solemne y festiva.
El traslado de las reliquias de los Santos Mártires Ciro y Juan, tuvo lugar de la ciudad de Canopus (o Conopa, Conopis, Konopa), cerca de Alejandría (donde sufrieron en el año 311) al pueblo cercano de Menouthis (o Menuthis, o Manuphin), en el año 414. Este pueblo egipcio fue el centro de un santuario de curación popular dedicado a la diosa Isis. Los demonios a menudo aparecían en los sueños de las personas de allí con la imagen de Isis y les daban oráculos, y el santuario era un centro de mucho libertinaje.
El patriarca Teófilo  (385-412) quería limpiar este lugar de demonios construyendo una iglesia dedicada a los cuatro Evangelistas, pero murió y el culto de Isis floreció. Su deseo fue cumplido por su sucesor en la Sede de Alejandría, el santo patriarca Cirilo (412-444). 
 
 



Santo Anárguiro Juan


 
 
Rezó fervientemente por la realización de este proyecto. Un ángel del Señor se le apareció en una visión al jerarca y ordenó que las venerables reliquias de los santos previamente desconocidos Ciro y Juan fuesen trasladadas a Menouthis desde Canopus, donde los dos mártires fueron enterrados en una fosa común en San Marcos el Apóstol. El patriarca Cirilo obedeció las órdenes del ángel y las reliquias fueron transferidas el 28 de junio de 414 y colocadas en la Iglesia de los Cuatro Evangelistas. San Cirilo finalmente destruyó el Templo de Isis y estableció un santuario dedicado a los Santos Ciro y Juan, probablemente en Agosto de 427.
A partir de ese momento, los habitantes de Menouth comenzaron a ser purificados de influencias demoníacas, y por las oraciones de los santos Mártires Ciro y Juan comenzaron a ocurrir muchos milagros y curaciones que superaban el poder de Isis.




Santo Anárguiro Ciro




Amonio, hijo de Julián el dirigente de Alejandría, fue sanado de la escrófula. Un Teodoro fue curado de su ceguera. Isidoro de Menouthis se curó de una enfermedad de descomposición del hígado. La esposa de un Teodoro fue curada de un envenenamiento. Una Eugenia de hidropesía, y muchas otras personas, fueron curadas de varias enfermedades y tormentos por las reliquias de estos santos.
Como se hacía con el culto a Isis, muchos cristianos dormían cerca de la tumba de los Mártires con la esperanza de recibir una visión de Ciro y Juan (una práctica conocida como incubación). Cuando aparecían los santos, les prescribían un tratamiento especial para los afligidos o los curaban en ese mismo momento. Con todo esto, no pasó mucho tiempo antes de que el culto de Isis fuera reemplazado con la veneración de los santos Mártires Ciro y Juan. Gracias a los numerosos milagros de curación que ocurrieron a través de las oraciones de los mártires, muchas personas renunciaron al paganismo. El nombre de la ciudad se cambió a Abukyr (o Abu-Qir), un nombre que conserva hasta el día de hoy en honor a San Ciro. 
 




Santos Anárguiros Ciro y Juan





También fue durante el reinado de Cirilo que el Archimandrita Shenoute de Atripe lideró una gran campaña para erradicar el paganismo y destruir sus templos en el Alto Egipto, incluidos los últimos restos de Menouthis (según cuenta el historiador Zacarías).
Tantas curaciones notables tuvieron lugar en el santuario de los santos Mártires Ciro y Juan, que en el s. VII San Sofronio de Jerusalén (11 de marzo), después de haber sido curado de oftalmía (inflamación de los ojos), que los médicos habían declarado incurable, por una aparición de los dos Santos, para mostrar su gratitud, escribió un relato detallado de 70 de sus milagros, así como un Encomio (Alabanza) en honor a ellos. Los milagros  del 1 al 35 conciernen a los nativos de Alejandría, del 36 al 69 son sobre egipcios y libios, y del 51 al 70 son sobre "extranjeros".
Un milagro especialmente recordado entre los muchos que hicieron es el clasificado con el número 53. Esto fue dicho a Sofronio por un hombre de Eleutheropolis (BeytGuvrin), a unos 50 km al sur de Jerusalén. Se trata de un niño llamado Teodoro, el sirviente de Procopio de Eleutheropolis. El niño tenía una protuberancia por encima de su nariz. Fue al mar, buscando ser curado por Ciro y Juan. Mientras nadaba, fue atrapado por un tiburón (canis marinus), que lo agarró por el talón con sus mandíbulas. Llamó a los santos Ciro y Juan para que le salvasen, y fue echado en tierra firme y curado de la herida en su pie y de su deformidad facial, lo que nos dejó preguntándonos si el tiburón mordió el bulto de la cara de Teodoro y, por lo tanto, fue un órgano  de la intervención divina.
Las reliquias de los santos Ciro y Juan fueron trasladadas a Roma en el año 634, y colocadas en la iglesia de St. Passera (una corrupción lingüística de Padre Ciro) en Vía Portuensis. Este hecho ofrece una prueba para la escritura de San Sofronio. En ese momento, Sofronio estaba en correspondencia con el Papa Honorio (625-638) sobre la controversia de los "monoenergistas", en la que esperaba obtener el apoyo de Roma contra el emperador Heraclio y el Patriarca Sergio de Constantinopla. Alejandría había ido al otro lado con la firma del pacto de unión por su patriarca Ciro en junio del 633, respaldando el monoenergismo.
El texto de los Milagros pudo haber acompañado las reliquias a Roma en 634, un regalo perfecto para el Papa Honorio, subrayando la ortodoxia de estos dos mártires alejandrinos, en marcado contraste con la herejía recientemente abrazada por el Patriarca de Alejandría Ciro. También en ese año, Sofronio pudo haber estado en Roma con Juan Mosco, quien murió en esa ciudad.







 
 
El texto de los Milagros pudo haber acompañado las reliquias a Roma en 634, un regalo perfecto para el Papa Honorio, subrayando la ortodoxia de estos dos mártires alejandrinos, en marcado contraste con la herejía recientemente abrazada por el Patriarca de Alejandría Ciro. También en ese año, Sofronio pudo haber estado en Roma con Juan Mosco, quien murió en esa ciudad. En el mismo año, Sofronio emitió su Carta Sinodal, que contenía un fuerte rechazo a la doctrina del monoenergismo patrocinada por el imperio. Desafortunadamente, Honorio no entendió por completo y terminó iniciando una nueva herejía, el monotelismo, a través de su uso descuidado del término "una voluntad". Este término apareció en su carta de felicitación a Sergio por obtener un acuerdo teológico con las Iglesias orientales sobre la base del pacto de unión. Así nació la doctrina monotelita, y solo fue finalmente rechazada en el Sexto Sínodo Ecuménico en 680-681.

De este modo, se confirmó que  "los justos viven para siempre, y su salario es en el Señor" (Sabiduría de Salomón  5,15).



NOTAS:

Los Santos Anárguiros en realidad son 20.

Muchos piensan en los dos Santos Anarguiros, Kosmás y Damianós, sin recordar las parejas que honramos el 1 de Julio y el 1 de Noviembre. Si nos fijamos en las biografías de los santos de nuestra Iglesia, veremos que el grupo de los de Santos Anárguiros asciende a veinte miembros. Todos tenían la ciencia médica como medio de curación y de realización de milagros, sin recompensas materiales. Vamos a mencionarlos, tal como  nuestra Iglesia los honra y lo recuerda.
San Cosme y San Damián. Fueron martirizados en el año 284 d.C. en Roma. Su memoria se celebra el 1 de Julio. 
San Cosme y San Damián. Procedían de Asia Menor. Su memoria se celebra el 1 de Noviembre.
Ciro y Juan. Procedencia del primero Alejandría, del segundo Edesa de Mesopotamia. FUeron martirizados por decapitación en el 292 d.C.. Su memoria se celebra el 31 de Enero. 
Panteleimon: de Nicomedia, fue decapitado en el año 305, y su memoria se celebrada el 26 de julio.
Ermolaos: También él era de Nicomedia, era sacerdote y médico, y fue decapitado en el 306 d.C. Su memoria se celebra el 26 de julio.

Sansón: Procedente de Roma, ordenado sacerdote en Constantinopla. Curó al emperador Justiniano y éste le construyó construyó un hospital que se convirtió rápidamente en un gran institución de caridad, al que acudían pobres y enfermos, recibiendo sanación, consuelo y apoyo. Tras haber realizado esta enorme y magnífica obra, durmió en paz a una edad avanzada. Celebra el 27 de junio.






 
Diomidis: De Tarso de Cilicia, vivió y trabajó en Nicea de Bitinia, donde dio su último suspiro, en el s.III d.C. Festejado el 16 de agosto.

Mocios: De Roma, sacerdote y médico, decapitado por Diocleciano en el s.III d.C. Honrado el 11 de mayo.

Aníkitos (Aniceto) y Fotios (Focio):  Martirizado en Nicomedia en el 288 d.C. Y su memoria se celebra el 12 de agosto.

Talaleo:  Del Líbano de Fenicia, fue detenido y tras muchas torturas, decapitado en 284 s.C.. Es honrado del 20 de mayo.

Trifon: cuidador de ocas al principio en Lampsaco de Frigia, fue torturado y decapitado en el año 250 d.C. por el emperador Decio. Su memoria es celebrada el 1 de febrero.

Juliano: De Émesa de Siria (actual Homs), fue martirizado en el año 284 d.C. y es honrado el 6 de febrero.

Cosme, Damián, Leoncio, Ánzimo y Eutropio: Cosme y Damián eran médicos de Arabia y fueron a Egea de Licia con sus compañero de Leoncio, Ánzimo y Eutropio. Confesores de Cristo, fueron martirizados 16 de octubre, mismo día en que se les honra.



Apolitiquo tono 3º   (MODELO: "Θείας πίστεως", [Ζías písteos], "De la fe Divina")

Apolitiquio tono plagal del 4º 

Ya que nos has dado los milagros de tus Santos Mártires como una almena invencible, con sus súplicas dispersa los consejos de los paganos, oh Cristo nuestro Dios, y fortalece la fe de los cristianos ortodoxos, ya que solo tú eres bueno y amigo del hombre. 

Condaquio tono plagal del 2º 

Con gran voz, oh fieles, cantemos a los grandes médicos del mundo, a la pareja amada de Cristo, a las luminarias radiantes con los rayos de la curación; y cuando estamos en su templo, clamamos: Ciro y Juan, los dadores de milagros y curanderos de los enfermos, brillan hasta los confines del mundo.





Fuente: saint.gr, antexoume.wordpress.com, encyclopaedia.herdereditorial.com, en.wikipedia.org, wordreference.com