martes, 23 de mayo de 2023

Venerable Miguel el Confesor, Obispo de Sinada de Frigia

Versos: 
"Tu ajetreada vida fue ajustada, lanzando a Miguel como una burbuja vacía".
En el veintitrés, Miguel ascendió desde la tierra.



Osio o Venerable Mijaíl (del gr. "Μιχαήλ", Miguel), vivió en los años del emperador León V el Armenio y procedía de una familia noble y rica de Frigia, en Asia Menor.
Desempeñó con esmero sus estudios religiosos y a continuación se fue a Constantinopla para continuar con ellos. Allí se unió con un conocido hombre espiritual, San Teofilacto (8 Marzo), y decidieron ejercitarse en la ascesis y en el estudio de las Sagradas Escrituras.
Se retiraron a un monasterio situado por el Mar Negro, el cual había sido construído por el Patriarca Tarasio, quien iluminado por el Espíritu Santo, les recibió cordialmente y poco después fueron ordenados presbíteros.








Después Teofilacto es elegido obispo de Nicomedia y Miguel obispo de su natal Sinnada de Frigia, en el año 784. 
Miguel fue brillante en su labor como obispo. Enérgico combatiente de la fe, enseñaba a diario la palabra de Dios, predicaba, amonestaba y ayudaba con vigor a los pobres, a los enfermos y a los débiles.
Se distinguió también por su servicio a las enseñanzas ortodoxas y por su lucha frente a las enseñanzas heréticas. 








El obispo Miguel estuvo presente en el Séptimo Sínodo Ecuménico en Nicea en 787, donde defendió la veneración de los santos iconos. A través de su santa vida y sabiduría, San Miguel se ganó el amor de los creyentes y la atención de los emperadores Nicéforo I (802-811) y Miguel I Rangabé (811-813).
A petición del emperador Nicéforo, llevó a cabo misiones diplomáticas para Bizancio en la corte de Carlomagno en 803 (y más tarde en 807) en su palacio en Salz en el río Saale en Francia, sirvió como su enviado y visitó al califa Harun al-Rashid en 806 para llevar negociaciones de paz previniendo la embestida de los abasíes. 
 







El patriarca Tarasio envió al obispo Miguel como mensajero de una carta sinodal al papa León III en 811, finalizando un cisma de seis décadas.
En la época del malvado iconoclasta, el emperador León V el Armenio (813-820), el obispo Miguel defendió la Ortodoxia, se opuso valientemente a los herejes y denunció su error.
León el Armenio llevó a juicio a San Miguel, pero no temiendo la tortura, respondió resueltamente: "El icono inmaculado de nuestro Señor y Dios y Salvador Jesucristo y su Madre divina piadosamente veneré y reverencié, mientras que sobre su decreto y definición escupo y no doy ninguna atención ”. 
 







Por esto fue depuesto de su trono episcopal y enviado al exilio. Después de ser llevado de un lugar a otro, con muchas penurias y amargos dolores, San Miguel entregó su espíritu en el exilio en Eudokia (actual Tokat turca) en 818.
San Miguel es invocado para proteger los cultivos de las plagas. Así, en 1628, las langostas plagaron la isla de Chipre con tanta severidad durante un período de siete años que causó una hambruna.









El arzobispo Mateo Kigálas ("Ματθαίος Κιγάλας", [Matzéos Kigálas],(1580-1640)) solicitó que el santo cráneo de San Miguel fuera traído del Monte Atos para eliminar las langostas, pero los monjes no lo aprobaron, ya que era costumbre no retirar las reliquias. Entonces el sultán turco envió a los monjes una orden imperial para que trajeran la cabeza sagrada.
Después de llevar en procesión la cabeza del Santo alrededor de la isla y rociar agua bendita, las langostas fueron inmediatamente expulsadas y ahogadas en el mar. 
Como resultado, los habitantes de Chipre, tanto cristianos como musulmanes, donaron 5000 piastras* al Monasterio de la Gran Laura al regreso de la santa cabeza del Santo como ofrenda de agradecimiento.





Santa Cabeza del Venerable Miguel el Confesor.




NOTA:

* Moneda fraccionaria en Turquía y Egipto, donde constituye la centésima parte de la lira turca y la libra egipcia, respectivamente





 
Fuentes consultadas: pgdorbas.blogspot.com, saint.gr, synnaxarion.gr, agioskosmasoaitolos.wordpress.com, oikohouse.wordpress.com