En 1907 se casó con Iordánis Jotokuridis ("Ιορδάνης Χοτοκουρίδης") en la provincia de Ardásis y después de tres años, en 1910, tuvieron un hijo.
Dos años más tarde, de un modo trágico, pierden al niño, siendo éste comido por los cerdos. Dos años más tarde, en 1914, pierde también a su marido, ya que se lo llevaron los turcos.
La joven viuda se refugió en las montañas, donde vivió ascéticamente, con severos ayunos. Allí se la apareció el gran mártir San Jorge y la avisó de una cercana invasión de los tsétes (del turco "çete", grupos de bandidos formados básicamente por turcos, chechenios y kurdos). Sofía informó a los habitantes del pueblo, quienes se escondieron y se pusieron a salvo del peligro.
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Más tarde tomaron un barco para ser trasladados a Grecia, el cual estuvo a punto de hundirse. Sofía vió las olas llenas de ángeles y a la Santísima Madre de Dios (comúnmente, y especialmente por la santa, llamada "Panayía", es decir, "Toda santa"). Sofía pidió, visto el peligro, ahogarse ella misma y que se salvasen todos los demás tripulantes. La Panayía les salvó a todos. El capitán del barco no se podía creer cómo se habían salvado, y exclamó: "Tenemos a algún santo". Y los aldeanos respondieron: "Sofía".
En 1927 fue animada por la Panayía para ir al Monasterio del Nacimiento de la Madre de Dios en Klisura de Kastoriá, donde vivió ascéticamente durante aproximadamente medio siglo. Allí encontró a un virtuoso monje, el p.Gregorio, que había venido del Monte Atos. Él la introdujo en la vida monacal.
En 1927 fue animada por la Panayía para ir al Monasterio del Nacimiento de la Madre de Dios en Klisura de Kastoriá, donde vivió ascéticamente durante aproximadamente medio siglo. Allí encontró a un virtuoso monje, el p.Gregorio, que había venido del Monte Atos. Él la introdujo en la vida monacal.
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Vivió ascéticamente como laica, llevando su ropa negra de viuda y de asceta, sentada junto a la chimenea y manchando su rostro con ceniza, para ocultar su belleza.
La mayoría de los años los pasó ella sola, con la única compañía de Dios, cuando el monasterio se quedó sin monjes. Sufrió los duros inviernos, con temperaturas de hasta 15 grados bajo cero y con la abundante humedad del lugar. Cuando la decían que encendiese fuego para calentarse, voceaba un rotundo "¡no!", que todavía resuena en los oídos de cuantos la escuchaban. Caminaba descalza y su ropa, inadecuada para las necesidades de la zona en que vivía, estaba rasgada. Le daban ropa nueva, pero no se la ponía y se la daba a los que tenían necesidad.
La mayoría de los años los pasó ella sola, con la única compañía de Dios, cuando el monasterio se quedó sin monjes. Sufrió los duros inviernos, con temperaturas de hasta 15 grados bajo cero y con la abundante humedad del lugar. Cuando la decían que encendiese fuego para calentarse, voceaba un rotundo "¡no!", que todavía resuena en los oídos de cuantos la escuchaban. Caminaba descalza y su ropa, inadecuada para las necesidades de la zona en que vivía, estaba rasgada. Le daban ropa nueva, pero no se la ponía y se la daba a los que tenían necesidad.
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Dormía sobre paja, bajo la cual había puesto piedras puntiagudas. Nunca se lavaba ni se peinaba, y su pelo se había endurecido mucho. Cuando una vez tuvo necesidad de apartar su pelo de la cara para poder ver, se vió obligada a cortárselo con unas tijeras de esquilar ovejas. A pesar de esto, sin embargo, su cabeza despedía una divina fragancia.
Comía muy poco, normalmente lo que encontraba por la zona: setas, musgo, malas hierbas, helechos, hojas de los árboles, tomate en conserva con moho. Los fines de semana ponía una cucharada de aceite en su plato. Otras veces abría una lata de pescado en conserva y lo comía cuando se había llenado de moho. Comía con platos y con cubiertos de cobre oxidados, pero no la pasaba nada. Ayunaba según el nuevo y el viejo calendario para no ofender a nadie, y cuando alguien se quejaban por sus "exageraciones", les respondía:"maltrato mi carne".
Comía muy poco, normalmente lo que encontraba por la zona: setas, musgo, malas hierbas, helechos, hojas de los árboles, tomate en conserva con moho. Los fines de semana ponía una cucharada de aceite en su plato. Otras veces abría una lata de pescado en conserva y lo comía cuando se había llenado de moho. Comía con platos y con cubiertos de cobre oxidados, pero no la pasaba nada. Ayunaba según el nuevo y el viejo calendario para no ofender a nadie, y cuando alguien se quejaban por sus "exageraciones", les respondía:"maltrato mi carne".
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| La Santa, alimentando a la osa Rusa |
Sin embargo, esta asceta, tan radical consigo misma, era muy dulce y comprensiva con los demás. No se quedaba nada del dinero que le daban, sino que lo guardaba para dárselo a los necesitados. Las entonces chicas, ahora ancianas de Klisura, que hablaban griego y blájika (dialecto del Pontio), amaban a su compañera, aunque no entendiesen su lenguaje. Cuidaba a las mujeres solteras que habían ido por mal camino en la vida, las ayudaba a casarse, las daba dinero y las encomendaba a la Panayía.
Nunca molestó ni preocupó a nadie. Si se enteraba de que alguien tenía problemas en su interior, pasaba a su lado, le decía algunas palabras sin que se enterasen los demás, se alejaba y éste la seguía. Le reconfortaba, le recomendaba y le fortalecía con la gracia de Dios, y éste se iba después como nuevo. Decía muchas veces: "estos han venido negros y gracias a la Panayía se van blancos". Conocía muchos escándalos sobre curas, monjes, laicos... No acusó jamás a nadie, pero decía: "Que Dios os proteja".
Nunca molestó ni preocupó a nadie. Si se enteraba de que alguien tenía problemas en su interior, pasaba a su lado, le decía algunas palabras sin que se enterasen los demás, se alejaba y éste la seguía. Le reconfortaba, le recomendaba y le fortalecía con la gracia de Dios, y éste se iba después como nuevo. Decía muchas veces: "estos han venido negros y gracias a la Panayía se van blancos". Conocía muchos escándalos sobre curas, monjes, laicos... No acusó jamás a nadie, pero decía: "Que Dios os proteja".
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| La Santa, haciendo Komposkini |
Quería mucho a los animales. Tenía una osa, que vivía en el bosque y la llamaba Rusa. El animal venía y cogía comida de sus manos, lamía los pies de Sofía y las manos como agradecimiento y volvía al bosque. Ponía migas en los marcos de las ventanas y cuando rezaba, lo pájaros volaban y cantaban a su alrededor. Como si viviese en el Paraíso, antes de la caída.
Se comunicaba con la Panayía y con los Santos. En 1967 enfermó gravemente de apendicitis o de hernia, aumentando mucho sus dolores. No quería médicos, y decía: "Vendrá la Panayía a quitarme el dolor". Ponía mechas de las velas de aceite, hasta que se pudría la herida y sacaba mal olor.
En una ocasión se la apareció la Panayía con el Arcángel San Gabriel y con San Jorge. La dijo el Arcángel: "te vamos a operar". Ella respondió: "soy pecadora, voy a confesarme, a comulgar, y me operas". "Una cirugía te vamos a hacer", la responde. Terminó la operación, Sofía se puso bien, y a menudo levantaba su camisa o su vestido para enseñar a la gente la herida que se cerró "sola".
Se comunicaba con la Panayía y con los Santos. En 1967 enfermó gravemente de apendicitis o de hernia, aumentando mucho sus dolores. No quería médicos, y decía: "Vendrá la Panayía a quitarme el dolor". Ponía mechas de las velas de aceite, hasta que se pudría la herida y sacaba mal olor.
En una ocasión se la apareció la Panayía con el Arcángel San Gabriel y con San Jorge. La dijo el Arcángel: "te vamos a operar". Ella respondió: "soy pecadora, voy a confesarme, a comulgar, y me operas". "Una cirugía te vamos a hacer", la responde. Terminó la operación, Sofía se puso bien, y a menudo levantaba su camisa o su vestido para enseñar a la gente la herida que se cerró "sola".
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| El sepulcro de la Santa en el Monasterio del Nacimiento de la Madre de Dios en Klisura, Kastoriá, Grecia |
Osia Sofía, la "asceta de la Panayía", "durmió en el Señor" el 6 de Mayo de 1974. El 7 de Julio de 1981 se realizó el primer traslado de las reliquias, las cuales despedían un sagrado aroma. El 27 de Mayo de 1988 tiene lugar el segundo traslado de reliquias, las cuales son trasladadas por el Venerado Señor Obispo de Kastoria Serafín al monasterio.
Fue clasificada por la Iglesia entre los Santos el 1 de Julio de 2012, realizándose su nombramiento oficial por el Patriarcado Ecuménico de Kastoriá.
Monasterio en Klisura y sus lugares de ascesis
Fue clasificada por la Iglesia entre los Santos el 1 de Julio de 2012, realizándose su nombramiento oficial por el Patriarcado Ecuménico de Kastoriá.
Monasterio en Klisura y sus lugares de ascesis
Apolitiquio tono pl. del 1º (MODELO: "Τὸν συνάναρχον Λόγον", [Ton sinánarjon Lógon], “Al Logos coeterno")
Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, synaxarion.gr, youtube.com
