miércoles, 29 de mayo de 2024

La Virgen Mártir Teodosia de Tiro (+ 306)

Versos:
Para el 2 de abril: "Teodora está adornada de majestad y belleza, un regalo agradable al Señor". *
Para el 29 de mayo: "Teodosia se ahoga en las aguas del mar, Cristo la cuida con agua refrescante".
El día veintinueve Teodosia fue golpeada por la corriente del mar. 


Cuando la joven doncella expresó su simpatía por algunos mártires Cristianos que estaban a punto de morir ella fue arrestada inmediatamente. En el plazo de dos horas se le encontró culpable de una serie de acusaciones y sometida a torturas increíbles –simplemente porque les había pedido a los mártires que la tuviesen presente en sus oraciones.

El nombre de esta joven virgen era Teodosia y estuvo destinada a sufrir por Jesucristo en Abril del año 307 d.C.. Los crímenes contra esta niña que aún no había cumplido los dieciocho años, tuvieron lugar en la ciudad Palestina de Cesarea, bajo el reino del despiadado Gobernador Romano Provincial Urbano.
Nacida en la bella ciudad costera de Tiro, en la antigua Fenicia (hoy en día parte del moderno Líbano) alrededor del año 290, la Mártir Santa Teodosia, de 17 años de edad, era una piadosa y correcta joven que no soportaba ver gente tratada con crueldad. El Domingo de Resurrección de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo se enteró de que varios jóvenes cristianos habían sido apresados en Cesarea, ciudad donde vivía con su familia.
Actuando impulsivamente, la considerada joven, se aproximó a las víctimas con la esperanza de ofrecer un poco de consuelo a esos valientes creyentes que estaban a punto de recibir su sentencia de muerte. 
Los encontró encadenados unos a otros y sentados en en el piso del calabozo.  
Mojados, con frío y tiritando, estaban rezando suplicando por fortaleza para poder soportar su castigo ante lo cual la doncella se conmovió profundamente por su ruego.
Habían sido capturados por los soldados bajo el mando del Emperador Romano Maximinus, quien era duro de corazón y que en ese entonces se encontraba persiguiendo a los cristianos a lo largo de las provincias del Oriente Medio. Los jóvenes cristianos –que habían despertado la lástima de Teodosia- serían torturados y asesinados por Urbano, el Gobernador Cesareo del Emperador. Este despiadado tirano era conocido en todo lugar por su despiadada eficacia eliminando a los seguidores de Jesús Cristo.
 
 
 
 









 
Cuando se anunció la decisión de Urbano, en ese Domingo de Resurrección diecisiete siglos atrás, la alegre Teodosia expresó claramente sus sentimientos –llamando con fuerte voz a los cristianos condenados y pidiéndoles que la recordasen en el Paraíso y que hablasen bien de ella ante el Señor. 
Sin embargo esto no le pareció divertido al Gobernador, quien ordenó inmediatamente a sus soldados capturar a esta infractora de la ley. Llevada ante su trono, algunos minutos después, ella se negó a admitir que había hecho algo malo. Y cuando se le ordenó adorar a los ídolos romanos con la finalidad de probar que ella no albergaba secretas simpatías cristianas, la joven Teodosia se negó a cumplir.
El Gobernador se quedó mirándola sorprendido.
Que así sea. Con un movimiento de su mano señaló a sus verdugos que la amarrasen y se la llevasen. Lo que siguió a continuación es muy difícil de contar: la joven fue apuñalada repetidamente en sus costillas y en sus senos. Además fueron quebrados sus huesos en varios lugares por matones cuatro veces más grandes que ella. Sin embargo no lloró y ciertamente que no cedió en su posición. Con sus ojos cerrados y con una mano en su corazón comenzó a rezar fervientemente al Señor Dios Jesucristo, a quien ahora ella reconocía completamente como su propio Salvador.
 
 
 
 





 
 
 
 
Enfurecido por su negativa a reconocer su presencia, el homicida Gobernador Urbano se decidió rápidamente a tomar las medidas más extremas. 
Muy pronto sus verdugos traspasaron con espadas sus intestinos al tiempo que doblaban sus extremidades en diferentes direcciones hasta el punto que los mismos soldados se encontraron a sí mismos haciendo muecas de dolor ante el sonido de los huesos rotos. Sin embargo su espíritu no se quebró. Tan grande era su fe en el Salvador que con cada respiro ella rezaba con mayor intensidad.
El Gobernador Urbano la observaba y su cólera era una cosa terrible de presenciar. Al final decidió darle una última oportunidad para salvarla la vida. Inclinándose hacia adelante hasta poner su rostro burlón muy cerca del suyo le hizo la pregunta que podría salvarla de la muerte.
¿Por lo menos te inclinarías una sola vez ante los ídolos de Roma?

Ella permaneció inmóvil por algunos segundos y luego, con lo último de energía que le quedaba, negó con su cabeza. Con una voz que era difícilmente más alta que un susurro le dijo al más poderoso gobernador en toda Palestina, según está registrado en los relatos de su martirio: “No se equivoque, no se engañe, pero ha de saber lo siguiente: se me ha concedido tomar parte en el coro de los santos mártires de Dios.”
El Gobernador ya había visto suficiente. Con una maldición terrible y un gesto violento ordenó que fuese arrojada a las aguas turquesas del océano que flanqueaban las bellas playas de Cesarea. Allí se ahogó rápidamente y muy pronto su cuerpo maltratado se hundió en las profundidades del Mar Mediterráneo. Ella se había ido a un mundo mejor, a una mejor vida.
 
 
 
 





 
 
 
 
De la vida de esta Santa Virgen y Mártir Teodosia, podemos ver como Dios algunas veces pide el sacrificio final, aún de sus hijos inocentes. Sin embargo, también El provee la fortaleza necesaria para superar esas terribles pruebas –y uno de los consuelos que recibimos es el saber que una gran santa como la Virgen Mártir Teodosia vive hoy en el reino bendito que está más allá de toda pena, dolor y que está lleno de gozo triunfante.
 
 


La historia de los mártires en Palestina

Por Eusebio de Cesarea

La Confesión de Teodosia, una Virgen de Dios. En el quinto año de persecución en nuestros días (306 d.C.)

La persecución en nuestros días se había prolongado hasta el quinto año. Y fue en el mes de Nisán, y el segundo día del mismo mes, cuando una virgen piadosa y santa en todo, una de las vírgenes del Hijo de Dios en la ciudad de Tiro, que aún no tenía dieciocho años, por puro amor a los que, a causa de su confesión de Dios, fueron presentados ante el tribunal del gobernador, se acercaron y los saludaron y les suplicaron que la recordaran en sus oraciones; y por estas palabras que ella les había dicho. ellos, los malvados se llenaron de ira, como si ella hubiera estado haciendo algo injusto e impropio; y los oficiales la apresaron de inmediato y la llevaron ante el gobernador Urbano, que todavía tenía el poder en Palestina. Y no sé lo que le pasó, pero de inmediato, como alguien muy emocionado por esta joven, se llenó de rabia y furia contra ella, y le ordenó a la niña que ofreciera sacrificio. Y porque descubrió, que aunque era una niña, resistía las órdenes imperiales como una heroína, entonces este salvaje gobernador infligió más torturas en sus costados y en su pecho con los crueles peines; y fue desgarrada en las costillas hasta que se le veían las entrañas. Y debido a que esta niña había soportado este severo castigo y los peines sin decir una palabra, y aún sobrevivía, nuevamente le ordenó que ofreciera sacrificio.
 
 
 
 









 
 
Luego levantó los labios y abrió los ojos, y mirando a su alrededor con semblante alegre en ese momento de su sufrimiento (porque era encantadora en la belleza y en la apariencia de su figura), con voz fuerte se dirigió al gobernador: " ¿Por qué, oh hombre, te engañas a ti mismo y no percibes que he encontrado lo que rogué para obtener de tus manos? Porque me alegro mucho de haber sido considerada digna de ser admitida en la participación de los sufrimientos de los mártires de Dios. En verdad, por esta misma causa, me levanté y hablé con ellos, para que de una u otra manera me hicieran partícipe de sus sufrimientos, para que yo también pudiera obtener una porción en el reino de los cielos junto con ellos, porque mientras yo no participe de sus sufrimientos, no podría participar con ellos en su salvación. Por tanto, he aquí ahora cómo, a causa de la recompensa futura, me presento ante ustedes con gran júbilo, porque he obtuve los medios para acercarme a mi Dios, incluso ante esos hombres justos, a quienes hace poco tiempo supliqué que intercedieran por mí ". Entonces ese juez malvado, al ver que se convertía en el hazmerreír, y que sus altivas amenazas eran manifiestamente humilladas ante todos los que estaban parados en su presencia, no se atrevió a asaltar de nuevo a la niña con grandes torturas como la anterior, sino que la condenó dictando sentencia  para ser arrojada a las profundidades del mar.
 
 
 
 
 
 


Martirio de Santa Teodosia



 
 
 
 
Y cuando pasó de la condenación de esta niña pura, pasó al resto de los confesores, por cuya causa esta bendita doncella había sido llamada a esta gracia, y todos fueron entregados a las minas de cobre en Palestina, sin su decirles ninguna palabra ni inflingirles sufrimiento o tortura; porque esta santa niña impidió a todos aquellos confesores con su valiente conducta contra el error y recibió en su propio cuerpo, como en un escudo, todas las aflicciones y torturas que estaban destinadas a ellos, habiendo reprendido en su propia persona al enemigo que se oponía ellos; y sometió por su valor y paciencia al juez furioso y cruel, y volvió a ese gobernador feroz como un cobarde con respecto a los demás confesores. Fue el primer día de la semana que estos confesores fueron condenados en Cesarea; y en el mes arriba escrito y en el año anotado por nosotros se cumplió este acto.


NOTA

El 2 de Abril ella es conocida en el Sinaxario de Constantinopla como Teodora, pero San Nicodemo el Atonita nos dice que en los manuscritos es nombrada Teodosia, y su breve vida relatada allí se asemeja en todos los sentidos con la Teodosia conmemorada el 29 de mayo. 
 
 
 
 
 






 
Ἀπολυτίκιον  (Κατέβασμα) Ἦχος δ’. Ταχὺ προκατάλαβε.
 
Ὡς δόσιν θεόσδοτον, τὴν παρθενίαν τὴν σήν, ἀγῶσιν ἀθλήσεως, Θεοδοσία σεμνή, τῷ Λόγῳ προσήγαγες· ὅθεν πρὸς ἀθανάτους, μεταστᾶσα νυμφῶνας, πρέσβευε Ἀθληφόρε, τῷ Δεσπότῃ τῶν ὅλων, ῥυσθῆναι ἐκ πολυτρόπων, ἡμᾶς συμπτώσεων.

 

Apolytikion tono 4º

A través de tus luchas en la contienda, oh noble Teodosia, ofreciste tu virginidad como un regalo a Dios el Logos. Ahora que te ha llevado a la cámara nupcial celestial, suplícale que nos libere de toda desgracia.

Otro apolytikion tono 4º

Oh Señor Jesús, ante Ti tus ovejas proclaman con gran voz: Oh my Novio, Te amamos, Te Buscamos y ahora nos presentamos ante Tí. Con Tú bautismo soy crucificado y enterrado, Yo sufro por Tú causa para que pueda reinar contigo; pues por Tu causa muero para que pueda vivir contigo: acepta mi ofrecimiento como un deseo de ser un sacrificio sin mancha. Señor, salva nuestras almas a través de sus intercesiones, ya que Tú eres grande en misericordia.

Otro kontakion tono 2º

A través de sus trabajos han heredado una vida libre de dolor; con los ríos de tu sangre, Oh siempre alabada doncella, fuiste ahogada por el vil león, quien es el enemigo más aborrecible de la Iglesia de Cristo. Ahora te alegras con Cristo, rezando incesantemente en favor de nuestras almas.
 
 
 
 
Κοντάκιον Ἦχος δ’. Ἐπεφάνης σήμερον.
 
Ὡς παρθένος ἄμωμος καὶ ἀθληφόρος, νοερῶς νενύμφευσαι, τῷ Βασιλεῖ τῶν οὐρανῶν, Θεοδοσία πανεύφημε· ὃν ἐκδυσώπει, ὑπὲρ τῶν ψυχῶν ἡμῶν.

 

Kontakion tono 4º. Has aparecido hoy.

Te comprometiste con el Rey del Cielo, como una Virgen Mártir pura y portadora de trofeos. Oh, digna de alabanza Teodosia, suplícale que salve nuestras almas.
 





Fuentes consultadas: Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005, saint.gr, synaxarion.gr, diakonima.gr, johnsanidopuolos.com


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