Versos:
"La mujer modesta hizo un gran trabajo, ella convirtió a toda la nación de los íberos".
Santa Nina la Isapóstol* era la sobrina del Patriarca Juvenal de Jerusalén. Desde su juventud ella amó a Dios y se lamentaba mucho por la gente la que no creía en Él.
"La mujer modesta hizo un gran trabajo, ella convirtió a toda la nación de los íberos".
Santa Nina la Isapóstol* era la sobrina del Patriarca Juvenal de Jerusalén. Desde su juventud ella amó a Dios y se lamentaba mucho por la gente la que no creía en Él.
Después de que su padre Zavulon, jefe del ejército romano y procedente de Capadocia, se hizo ermitaño en Jerusalén y su madre Sosana, hermana del Patriarca de Jerusalén, fue
ordenada diaconisa en la misma ciudad, Santa Nina fue entregada para su crianza a una piadosa
anciana, Sara
Niaphor. Nina tenía entonces doce años. Fue criada en la fe cristiana y le contó las historias de la vida de Cristo y su
sufrimiento en la tierra. Fue por medio de Sara que Nina se enteró de cómo había llegado
la túnica de Cristo a Georgia, un país de paganos. Estos relatos despertaron en
ella un fuerte deseo de visitar este país y cristianizar a su gente con la luz
del Evangelio.
Pronto,
Nina comenzó a orar fervientemente a la Theotokos, pidiéndole su bendición
para viajar a Georgia y ser digna de venerar la túnica sagrada que había tejido
para su amado Hijo. Estos deseos volvieron a ser más
fuertes todavía cuando en un sueño vio a La Madre de Dios. Pero la bendita Nina se sintió abrumada al pensar en
una responsabilidad tan grande y respondió: "¿Cómo puedo yo, una mujer
frágil, realizar una tarea tan trascendental, y cómo puedo creer que esta
visión es real?" En respuesta, la Santísima Theotokos le presentó una cruz hecha madera de viñas y proclamó: "¡Recibe esta cruz como un escudo contra enemigos
visibles e invisibles!"
Santa Nina, la Isapóstol. |
Cuando despertó, Nina sostenía la cruz en sus manos. La
humedeció con lágrimas de regocijo y lo ató firmemente con mechones de su
propio cabello. (De acuerdo con otra fuente, la Theotokos ató la cruz de la vid
con hebras de su propio cabello).
Cuando Nina llegó a Roma, conoció y bautizó a la princesa
Rhipsimia y a su sirvienta, Gaiana. En ese momento, el emperador romano era
Diocleciano, un gobernante infame perseguidor de cristianos. Diocleciano
(284–305) se enamoró de Rhipsimia e intentó casarse con ella, pero Santa Nina,
Rhipsimia, Gaiana y otras cincuenta vírgenes escaparon a Armenia.
El furioso
Diocleciano ordenó a sus soldados que las siguieran y envió un mensajero a
Tiridates, el rey armenio (286–344), para ponerlo en guardia.
El rey Tiridates localizó a las mujeres y, siguiendo el ejemplo
de Diocleciano, se sintió encantado por la belleza de Rhipsimia y decidió
casarse con ella. Pero Santa Rhipsimia no quiso casarse con él, y él, en su
furia, ordenó torturarla hasta morir, y luego a Gaiana y a las otras cincuenta vírgenes. Santa Nina, sin embargo, estaba
siendo preparada para una tarea diferente, más grande, y logró escapar de las
persecuciones del Rey Tiridates escondiéndose entre unos rosales.
Cuando finalmente llegó a Georgia, un grupo de pastores de
Mtskhetan recibió a Santa Nina cerca del lago Paravani y recibió una bendición
de Dios para predicar a los paganos de esta región.
Con la ayuda de sus conocidos, Santa Nina pronto llegó a la ciudad de Urbnisi. Permaneció allí un mes, luego viajó a Mtskheta con un grupo de georgianos que estaban haciendo una peregrinación para venerar al ídolo pagano Armazi. Allí observó con gran tristeza cómo los georgianos temblaban ante los ídolos. Ella estaba muy triste y oró al Señor: "Oh Señor, envía tu misericordia sobre esta nación ... para que todas las naciones te glorifiquen a ti solo, al único Dios verdadero, a través de tu Hijo, Jesucristo".
Con la ayuda de sus conocidos, Santa Nina pronto llegó a la ciudad de Urbnisi. Permaneció allí un mes, luego viajó a Mtskheta con un grupo de georgianos que estaban haciendo una peregrinación para venerar al ídolo pagano Armazi. Allí observó con gran tristeza cómo los georgianos temblaban ante los ídolos. Ella estaba muy triste y oró al Señor: "Oh Señor, envía tu misericordia sobre esta nación ... para que todas las naciones te glorifiquen a ti solo, al único Dios verdadero, a través de tu Hijo, Jesucristo".
Icono Ortodoxo Georgiano con escenas de su vida. |
De repente, un viento violento comenzó a soplar y cayó granizo
del cielo, rompiendo las estatuas paganas. Los aterrorizados adoradores
huyeron, dispersándose por la ciudad.
Santa Nina se mudó a la casa en el jardín del rey, con la
familia del jardinero real. El jardinero y su esposa no tenían hijos, pero a
través de las oraciones de Santa Nina, Dios les concedió un hijo. La pareja se
regocijó sobremanera, declaró a Cristo como el verdadero Dios y se convirtieron
en discípulos de Santa Nina. Dondequiera que iba Santa Nina, los que la oían
predicar se convertían a la fe cristiana en gran número. Santa Nina incluso
sanó a la reina Nana, enferma terminalmente, después de que ella reconoció a
Cristo como el verdadero Dios.
La cruz de cepa de viña de Santa Nina |
El rey Mariano (Meroy), un pagano, no estaba nada contento
con la gran impresión que la predicación de Santa Nina había causado en la
nación georgiana. Un día, mientras estaba cazando, resolvió matar a todos los
que seguían a Cristo.
Según su malvado plan, todos, incluso su esposa, la reina
Nana, se enfrentarían a la muerte por no renunciar a la fe cristiana. Pero el
lugar de repente se volvió muy oscuro. Sólo, el rey Mariano (Meroy) se asustó
mucho y oró en vano por la ayuda de los dioses paganos.
Sepulcro de Santa Nina, Bodbe, Georgia |
Cuando sus oraciones
quedaron sin respuesta, finalmente perdió la esperanza y, milagrosamente, se
dirigió a Cristo: “Dios de Nina, ilumina esta noche para mí y guía mis pasos, y
declararé Tu Santo Nombre. Erigiré una cruz y la veneraré y construiré para ti
un templo. ¡Prometo ser obediente a Nina y a la fe de los crisianos!
De repente, la noche se transformó, el sol brilló radiantemente, y el Rey Mariano (Meroy) agradeció grandemente al Creador. Cuando regresó a la ciudad, inmediatamente informó a Santa Nina de su decisión.
Como resultado de los incesantes trabajos de la Isapóstol Nina, Georgia se estableció como una nación sólidamente enraizada en la fe cristiana.
La Vida de Nina, la Iluminadora de Georgia (video, inglés subt. español)
NOTA:
* Isapóstol: del griego "Ισαπόστολος", [isapóstolos], igual que los apóstoles, título otorgado a algunos Santos de la Iglesia Ortodoxa en honor a su gran obra apostólica realizada.
* Isapóstol: del griego "Ισαπόστολος", [isapóstolos], igual que los apóstoles, título otorgado a algunos Santos de la Iglesia Ortodoxa en honor a su gran obra apostólica realizada.
Ἀπολυτίκιον Ήχος πλ α' . Τον συνάναρχον λόγον
Ως ωραίοι οι πόδες σου οι ζηλώσαντες ακολουθήσαι ταίς τρίβοις των αποστόλων Χριστού, Νίνα σκεύος Παρακλήτου παμφαέστατον’ όθεν τιμώντες σε πιστώς, Γεωργίας φρυκτωρέ φωτόλαμπρε, σε αιτούμεν’ ημών τα σκότη λιταίς σου της αγνωσίας πόρρω σκέδασον.
Apolitiquio tono plagal del 1º
Oh doncella de la Palabra de Dios, que al predicar te igualabas
al primer apóstol Andrés, e imitaste a los otros apóstoles, iluminadora de
Iberia y lira del Espíritu Santo, Santa Nina, igual a los apóstoles, ruega a
Cristo Dios que salve nuestras almas.
Condaquio
Cantemos alabanzas a la elegida de Cristo, igual a los
apóstoles y predicadora de la palabra de Dios, portadora de buenas nuevas que
llevaron al pueblo de Georgia al camino de la vida y de la verdad, la discípula
de la Madre de Dios. nuestra intercesora entusiasta y guardián incansable, la
más alabada Nina.
Fuentes consultadas: oca.org, diakonima.gr, "Αγιολόγιο Της Ορθοδοξίας" Χρίστου Δ. Τσολακίδη ("Santoral de la Ortodoxia", de Jristos D. Tsolakídi