Versos:
"Por una espada los bebés de las madres fueron asesinados prematuramente, por el enemigo del Bebé que creó a los bebés".
El veintinueve de este mes [diciembre], conmemoramos a los Santos Infantes asesinados por Herodes, que suman catorce mil.
Antes que el primer mártir Cristiano (el bienaventurado San Esteban) fuera asesinado por abrazar el Santo Evangelio del Hijo de Dios, más de 14.000 infantes o niños pagarían con sus vidas debido a la ira insana derramada sobre ellos por parte de un rey celoso. El asesinato de estos inocentes, que tomó lugar muy poco después del nacimiento del Santo Redentor en Belén y se ha perpetuado como uno de los crímenes más repulsivos en la historia del Cristianismo.
Esto aconteció después de que el Rey
Herodes – el gobernante Judío de Palestina bajo la autoridad del Imperio
Romano– decidió el asesinato de todos los niños con el fin de eliminar la vida
de quien, según lo habían anunciado los profetas, emergería como “el Rey de los
Judíos.” Las muertes de estos 14.000 infantes ocurrieron luego de que un grupo
de reyes sabios venido de tierras lejanas (los “Magos”) notaron la presencia de
una nueva estrella en los cielos. Cuando consultaron a sus adivinos sobre esta
extraña aparición les fue dicho que significaba la inminente llegada del
Salvador Judío quien cambiaría al mundo… y que la misteriosa nueva estrella los guiaría hacia
el lugar de Su nacimiento."Por una espada los bebés de las madres fueron asesinados prematuramente, por el enemigo del Bebé que creó a los bebés".
El veintinueve de este mes [diciembre], conmemoramos a los Santos Infantes asesinados por Herodes, que suman catorce mil.
Antes que el primer mártir Cristiano (el bienaventurado San Esteban) fuera asesinado por abrazar el Santo Evangelio del Hijo de Dios, más de 14.000 infantes o niños pagarían con sus vidas debido a la ira insana derramada sobre ellos por parte de un rey celoso. El asesinato de estos inocentes, que tomó lugar muy poco después del nacimiento del Santo Redentor en Belén y se ha perpetuado como uno de los crímenes más repulsivos en la historia del Cristianismo.
Los Magos salieron inmediatamente en búsqueda del
Santo Niño siguiendo la estrella durante algunos meses hasta llegar a Belén, el
cual llegaría a ser el lugar del nacimiento del Señor Jesús. Pero cuando el
orgulloso y vanidoso Rey Herodes se enteró de su misión se llenó de ansiedad.
¿Cómo podría prevenir el levantamiento de este nuevo rey y
evitar ser destronado por él en el futuro? Con la esperanza de identificar al
bebé y luego matarlo en secreto, Herodes a los Magos que se apresurasen para informarle del paradero de la criatura tan pronto como ellos lo hubieran localizado.
Los Hombres
Sabios accedieron con ese plan – luego de que Herodes les asegurase que también
él quería sólamente adorar al Niño- pero un Ángel del Señor llegó hasta ellos
para advertirles que no debían revelar la ubicación del recién nacido. Luego de
haberse encontrado con la Bienaventurada Theotokos y su Niño en Belén, los Magos
tomaron una ruta distinta de regreso a sus tierras… dejando al cada vez más
desasosegado Herodes asumir que ellos no habían sido capaces de encontrar al futuro
Rey de los Judíos.
Cuando el salvaje
rey descubrió que había sido engañado explotó en cólera. Rápidamente ordenó
que todo infante varón menor de dos años, en Belén y en sus alrededores, fuese asesinado inmediatamente.
Con la esperanza de que el Santo Niño sea eliminado
rápidamente en su asolada,
Herodes observaba impasiblemente como miles de niños eran arrancados
inmisericordemente de los brazos de sus madres y asesinados en el lugar donde
se encontraban. La matanza fue devastadora, y para muchos de los que la presenciaron fueron
llevados casi al grado de locura por la completa brutalidad con que fue
realizada. Mientras que algunos de
los indefensos niños fueron atravesados por las espadas, otros fueron arrojados
contra las paredes o las piedras. Algunos fueron pisoteados, mientras que otros fueron
atravesados por lanzas, al tiempo que otros fueron cortados por la mitad.
Incapaces de salvar a sus hijos, las madres gritaban y se arrancaban los
cabellos. De ese modo se cumplió la profecía de Jeremías –la predicción por la cual
un día en Rama (ubicada cerca de Belén) se escucharían los sonidos de “llanto y
lamentaciones.”
Los
acontecimientos que tomaron lugar durante esos terribles días son difíciles de
imaginar.
Escribiendo posteriormente sobre ellos, el gran San Juan Crisóstomo describió
la escena con una angustia inimaginable: “Las madres les rogaban a los
asesinos, ‘¿por qué destrozan a nuestros hijos? ¿Qué ofensas han cometido en contra
de ustedes o de vuestro rey?’ Pero los soldados se encontraban
demasiado ocupados con su espeluznante tarea como para replicar. Nada podía
calmar a las mujeres quienes se encontraban en frenesí y gritaban con cada vez
mayor desesperación, ‘¡Misericordia! ¡Misericordia! ¿Acaso ustedes no tienen
madres? ¿Acaso ustedes no tienen esposas? ¿No se avergüenzan de que nuestros
pechos no tengan a quién alimentar? Tengan compasión de nosotros; mátennos a
nosotros antes que a nuestros pequeños hijos.
¡No podemos
soportar el verlos destrozados! ¡Tomen primero nuestras vidas! ¡Humedezcan
vuestras espadas con nuestra sangre! Si estos niños han cometido algún error llévennos
a la muerte a nosotros también.’’’ “El frenesí de esas mujeres iba más allá de cualquier
vergüenza quienes rasgaron sus vestiduras en pedazos, golpeaban sus pechos con
piedras y con sus puños, arañaron sus rostros, se arrancaron los cabellos mientras
gritaban al cielo ‘Oh Señor y maestro, ¿qué han hecho nuestros niños para
merecer semejante crueldad? Tú los creaste y el Rey ha destrozado la obra de
Tus manos; Tú nos diste a nuestros hijos y el nos los ha quitado. ¿Qué ganamos
habiendo dado a luz a nuestros hijos si ellos habían sido destinados a esta
carnicería?’”
El Venerable
San Juan Damasceno también escribió acerca de los lamentos agonizantes de las
madres de la siguiente manera: “Con sus cabezas descubiertas y sus manos
levantadas hacia Dios, las madres estaban sentadas junto a sus hijos
asesinados, experimentando nuevamente los dolores de
parto. Arrancándose los cabellos, arrojando polvo sobre ellas mismas y llorando
amargamente le pedían al cielo que hiciese de testigo ante tremenda injusticia. Le
reprochaban a Herodes como si estuviera presente: ‘¿Por qué razón habéis dado
una orden cómo ésta? Tú también eres padre; tú sabes del amor que los padres
tienen por sus hijos. ¿Esa estrella te llenó de ira? Si así fue, hubiera sido mejor
que desperdicies tus flechas contra el cielo y permitir que de
nuestros pechos siga fluyendo la leche. ¿Los hombres sabios te trataron con
desdén? Si así fue, entonces debías haber atacado sobre Persia y haber
permitido que Belén conserve a sus hijos.”
Finalmente
todo había terminado. Más de 14.000 inocentes había muerto; en años
posteriores
muchos de ellos serían enterrados en la Gruta de la Iglesia de la
Natividad en
Belén, exactamente debajo del establo en donde el mismo Señor había
nacido. Aquí, el Patriarca de Jerusalén, cada 29 de Diciembre, conmemora
esas muertes trágicas con unas ceremonias especiales a las que asisten
Cristianos de todas las partes.
Santas Reliquias de los 14.000 niños asesinados por Herodes. |
¿Y qué fue lo
que sucedió con el Rey Herodes? Al final su propia muerte sería mucho más
terrible que la de cualquiera de sus víctimas. Luego de haber
asesinado al Jefe de los Sacerdotes y los Escribas de entre su propia gente
–junto con su hermano, su hermana y su esposa
Mariam-, el loco homicida desarrolló una enfermedad terminal (hidropesía) por la
cual su piel se iba cayendo mientras los gusanos iban devorando lentamente sus
podridas y malolientes carnes. Todo este horror, el asesinato de los 14.000
niños en Belén nos enseña una valiosa lección sobre el alto precio que fue
pagado por el Santo Evangelio. Este odioso crimen contra la
humanidad fue terrible para aquellos que lo sufrieron así como para las madres
que lo soportaron. Ellos son recordados con amorosa ternura en este día.
Pero en la memoria del trágico destino de estos 14.000 también se nos recuerda que el más alto precio de todos fue pagado por Nuestro Santo Redentor, quien asumió los pecados del mundo entero y pagó por ellos con su propia agonía y muerte en la Cruz.
Venciendo a la
angustia y al sufrimiento, el Hijo de Dios resucitó en gloria –habiendo vencido
para siempre al pecado y a la muerte.Pero en la memoria del trágico destino de estos 14.000 también se nos recuerda que el más alto precio de todos fue pagado por Nuestro Santo Redentor, quien asumió los pecados del mundo entero y pagó por ellos con su propia agonía y muerte en la Cruz.
Cueva de los Santos Inocentes, Iglesia de la Natividad, Belén (vídeo, inglés)
Las Reliquias de los Santos Niños en la Cueva de los Santos Inocentes (vídeo, griego)
La Masacre de los Inocentes (película muda de 1910, subtítulos en inglés)
Las Reliquias de los Santos Niños en la Cueva de los Santos Inocentes (vídeo, griego)
La Masacre de los Inocentes (película muda de 1910, subtítulos en inglés)
Ἀπολυτίκιον Ἦχος α’. Τὸν τάφον σου Σωτὴρ.
Ως θύματα δεκτά, ως νεόδρεπτα ρόδα και θεία απαρχή, και νεόθυτοι άρνες, Χριστώ τω ώσπερ νήπιον, γεννηθέντι προσήχθητε, αγνά Νήπια, την του Ηρώδου κακίαν, στηλιτεύοντα και δυσωπούντα απαύστως, υπέρ των ψυχών ημών.
Apolitiquio tono 1º
Que llegue ante Ti nuestro ruego por la intercesión de estos Santos que han soportado los sufrimientos por Ti, Oh Señor, y sana nuestros dolores, te lo pedimos oh Amigo del hombre.
Κοντάκιον Ήχος δ'. Επεφάνης σήμερον.
Αστήρ Μάγους έπεμψε, προς τον τεχθέντα, και Ηρώδης άδικον, στρατόν απέστειλε κενώς, φονοκτονήσαι οιόμενος, τον εν τη φάτνη ως Νήπιον κείμενον.
Condaquio tono 4º
Una estrella envió a los Magos al Niño recién nacido, y Herodes envió a su ejército en vano. Quería asesinar a Aquel que yacía en el pesebre cuando era un bebé.
Una estrella envió a los Magos al Niño recién nacido, y Herodes envió a su ejército en vano. Quería asesinar a Aquel que yacía en el pesebre cuando era un bebé.
Κοντάκιον Ἦχος πλ. β’. Τὴν ὑπὲρ ἡμῶν.
Ἐν τῇ Βηθλεέμ, τεχθέντος τοῦ Βασιλέως, ἐξ Ἀνατολῶν, σὺν δώροις ἥκασι Μάγοι, δι’ ἀστέρως ἐξ ὕψους ὁδηγούμενοι, ἀλλ’ Ἡρώδης ἐκταράσσεται, καὶ θερίζει τὰ Νήπια, ὥσπερ σῖτον ὀδυρόμενος· ὅτι τὸ κράτος αὐτοῦ, καθαιρεῖται ταχύ
Condaquio tono plagal del 2º
El rey nació en Belén. Los magos vinieron del este con regalos. Habían sido guiados por una estrella. Pero el enojado Herodes cortó a los niños como el trigo, lamentando que su poder fuera destruido.
El rey nació en Belén. Los magos vinieron del este con regalos. Habían sido guiados por una estrella. Pero el enojado Herodes cortó a los niños como el trigo, lamentando que su poder fuera destruido.
Otro contaquio tono plagal del 1º
Cuando nació el Rey en Belén, desde el Oriente llegaron los Magos con regalos habiendo sido guiados por una Estrella desde lo alto; pero Herodes estaba molesto y segó la vida de los niños como si fuera trigo, ya que se lamentaba anticipadamente que muy pronto se termine su poder.
Cuando nació el Rey en Belén, desde el Oriente llegaron los Magos con regalos habiendo sido guiados por una Estrella desde lo alto; pero Herodes estaba molesto y segó la vida de los niños como si fuera trigo, ya que se lamentaba anticipadamente que muy pronto se termine su poder.
Fuente: *Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. * johnsanidopoulos.com *saint.gr *synaxarion.gr