Versos:
"Las piedras se distribuyen a aquellos que optaron por no reverenciar, desde donde el irreverente arroja las piedras a Ananías".
El primero de octubre, Ananías fue apedreado.
Él se encuentra entre los más valientes -y también entre los más determinados -de todos los santos y jugó un papel fundamental ayudando a San Pablo a asentar los fundamentos de la Iglesia primitiva. Su nombre era Ananías.
Estuvo destinado a servir como primer Obispo de Damasco –y también a perecer bajo las piedras arrojadas sobre él por los enemigos de la Cristiandad.
Su martirio ocurrió en una oscura ciudad Palestina llamada Eleutheropolis, cuando este santo apóstol (uno de los Setenta) se negó a dejar de predicar el Santo Evangelio de Jesucristo. Fue una muerte agonizante, por supuesto, pero antes de que ella aconteciese San Ananías se las arregló para cumplir su destino como el esforzado Obispo, quien bautizaría a Saulo en la fe (el que luego llegaría a ser el Apóstol San Pablo) que el Hijo de Dios (Hechos 9, 10-17) nos había traído a la humanidad.
"Las piedras se distribuyen a aquellos que optaron por no reverenciar, desde donde el irreverente arroja las piedras a Ananías".
El primero de octubre, Ananías fue apedreado.
Él se encuentra entre los más valientes -y también entre los más determinados -de todos los santos y jugó un papel fundamental ayudando a San Pablo a asentar los fundamentos de la Iglesia primitiva. Su nombre era Ananías.
Estuvo destinado a servir como primer Obispo de Damasco –y también a perecer bajo las piedras arrojadas sobre él por los enemigos de la Cristiandad.
Su martirio ocurrió en una oscura ciudad Palestina llamada Eleutheropolis, cuando este santo apóstol (uno de los Setenta) se negó a dejar de predicar el Santo Evangelio de Jesucristo. Fue una muerte agonizante, por supuesto, pero antes de que ella aconteciese San Ananías se las arregló para cumplir su destino como el esforzado Obispo, quien bautizaría a Saulo en la fe (el que luego llegaría a ser el Apóstol San Pablo) que el Hijo de Dios (Hechos 9, 10-17) nos había traído a la humanidad.
Martirio de San Ananías |
Dirigidos por Ananías, un ingenioso grupo de cristianos en Damasco, frustraron el pérfido plan… haciéndolo descender con una cuerda, oculto en una canasta, por las murallas de la ciudad. Una vez seguro en las afueras de la ciudad, san Pablo reinició su ardiente predicación sin temor a las represalias de los enojados asistentes de la sinagoga.
La historia de este resuelto mártir (cuyo nombre significa “Dios es clemente”) terminó trágicamente bajo el reinado del Gobernador Romano Luciano, pero el legado que dejó fue todo menos triste. Con haber conseguido el bautizo de uno de los más perspicaces pensadores y escritores de la Cristiandad (hecho que ocurrió alrededor del año 36) San Ananías ayudó a cumplir el santo Plan de Dios para la humanidad.
La historia de este resuelto mártir (cuyo nombre significa “Dios es clemente”) terminó trágicamente bajo el reinado del Gobernador Romano Luciano, pero el legado que dejó fue todo menos triste. Con haber conseguido el bautizo de uno de los más perspicaces pensadores y escritores de la Cristiandad (hecho que ocurrió alrededor del año 36) San Ananías ayudó a cumplir el santo Plan de Dios para la humanidad.
El Santo Apóstol Ananías bautizando a San Pablo. Santo Monasterio de Kikkou, Chipre. |
Como les sucede frecuentemente a aquellos que han sido llamados por Dios este maestro de noble corazón y curador de los enfermos recibió su tarea más importante –la tarea de devolverle su visión a San Pablo así como la de bautizarlo- durante una aparición mística en la cual el Todopoderoso lo llamó a administrar el sacramento al antes brutal opresor de los Cristianos.
San Ananías hizo exactamente lo que le había sido instruido por Dios Todopoderoso y luego se alejó de Damasco para evangelizar en la región de Eleutheropolis, no muy lejos de Jerusalén, donde maravilló a sus ciudadanos con las muchas curas milagrosas que realizó. El Santo Apóstol Ananías bautizando a San Pablo. Mosaico bizantino. |
Sin
embargo pronto chocó con el Gobernador, quien adoraba a ídolos paganos y
cuyo odio creciente hacia los cristianos se puede ver claramente en el
decreto que publicó a lo largo de la Provincia Romana: “Ordenamos que si
alguno es encontrado invocando el nombre de Cristo y adora al
Crucificado será entregado a crueles torturas. Sin embargo, si renuncia a
Cristo y ofrece sacrificios a los dioses inmortales le serán asegurados
regalos y honores de nuestra parte.”
Luciano, al enterarse de que el celoso discípulo era reconocido como un predicador Cristiano respondió predeciblemente ordenándole que ofrezca sacrificios a los ídolos. Por supuesto que San Ananías se negó y Luciano lo hizo torturar. Inmediatamente se le aplicaron métodos violentos y severos pero el evangelizador no cedería.
"PRECEPTO CHRISTI BAPTIZATUR PAULUS AB ANANIA" EL PRECEPTO DE CRISTO PABLO BAUTIZADO POR ANANÍAS |
Mientras más era castigado, más alto proclamaba, de acuerdo al testimonio de historiadores de esa época:
“No reverenciaré dioses falsos, ya que yo adoro al único y verdadero Dios: Mi Señor Jesucristo. Yo lo he tenido a El delante de mis ojos y he conversado con El con mis labios, no sólo cuando caminó en la tierra como hombre, sino también luego de su Ascensión a los cielos. Pues El se me apareció cuando yo estaba en Damasco y me envió a sanar a Saulo, quien por Su maravilloso poder y sabiduría transformó su conocimiento de la verdad. El nos ha salvado de las manos de los demonios y nos ha guiado hacia su Padre, por ello lo adoro a El y no a los demonios, quienes buscan destruir toda la raza humana.”
“No reverenciaré dioses falsos, ya que yo adoro al único y verdadero Dios: Mi Señor Jesucristo. Yo lo he tenido a El delante de mis ojos y he conversado con El con mis labios, no sólo cuando caminó en la tierra como hombre, sino también luego de su Ascensión a los cielos. Pues El se me apareció cuando yo estaba en Damasco y me envió a sanar a Saulo, quien por Su maravilloso poder y sabiduría transformó su conocimiento de la verdad. El nos ha salvado de las manos de los demonios y nos ha guiado hacia su Padre, por ello lo adoro a El y no a los demonios, quienes buscan destruir toda la raza humana.”
Sus torturadores, frustrados y enojados por ese piadoso discurso, en un arranque de desesperación, le arrancaron las manos y luego lo llevaron a las afueras de la ciudad donde lo apedrearon hasta la muerte.
Martirio de San Ananías. Menologio Basilio. |
Sin
embargo el valiente Ananías, antes de que se lleve a cabo la sentencia,
explotó en una elocuente y espontánea oración: “Señor Jesucristo, Hijo
del Bienaventurado Padre. Escucha mi oración y considérame digno de un
lugar en la vida futura con los benditos Apóstoles. Tal como salvaste a
Pablo con tu Luz, sálvame de la mano de estos impíos opositores de la
verdad, de modo que no se cumpla su voluntad sobre mí, y que ellos no me
envuelvan en sus redes de mentira.”
“No
me quites Tu Reino celestial, el cual has preparado para aquellos que
aman el camino de Tu Verdad, que ha sido mostrada por Ti, y por aquellos
que cumplen Tus mandamientos.”
El gran santo murió luego de finalizar su plegaria (alrededor del año 50), al mejor estilo de los Cristianos… mientras invocaba al Señor por el perdón de sus verdugos. Santa Reliquia de Ananías (centro) |
Las
reliquias de este gentil mártir, pero de corazón de león,
posteriormente fueron llevadas a Constantinopla. San Ananías es alabado
frecuentemente por la valentía de su fe, pero su vida fue también un
ejemplo brillante del poder del perdón. Para aquellos que luchan por
perdonar heridas e insultos pasados, su acción final se nos presenta
como un útil recuerdo de que con la ayuda de Dios, aún las más grandes
afrentas pueden ser perdonadas amorosamente.
Apóstol Ananías en la película Pablo, Saulo de Tarso (a partir de 1:05:33)
Ὡς ἔμπλεως χάριτος, τοῦ Τρισηλίου φωτός, τὸ σκεῦος ἐφώτισας, τῆς ἐκλογῆς τοῦ Χριστοῦ, Ἀνανία Ἀπόστολε, ὅθεν ἀνακηρύξας, εὐσέβειας τὸν λόγον, ἄθλοις ἐβεβαιώσω, τὴν σωτήριον χάριν δι' ἧς τοὶς σὲ εὐφημούσι, δίδου τὰ πρόσφορα.
Apolytikion tono 4º. Ven pronto.
Lleno de gracia por medio de la luz del Triádico Sol, iluminaste el recipiente elegido de Cristo. Cuando predicaste la fe, fuiste fortalecido en Gracia por tus contiendas, oh Apóstol Ananías. Concede las oraciones de quienes te alaban.
Ἀπολυτίκιον. Ἦχος γ’.
Ἀπόστολε Ἅγιε Ἀνανία, πρέσβευε τῷ ἐλεήμονι Θεῷ, ἵνα πταισμάτων ἄφεσιν, παράσχῃ ταῖς ψυχαῖς ἡμῶν.
Apolitiquio tono 3º
Oh Santo Apóstol Ananías, intercede ante Dios misericordioso
para que conceda a nuestras almas el perdón por nuestras ofensas.
Κοντάκιον Ἦχος β’. Τὴν ἐν πρεσβείαις.
Ὁ ἐν πρεσβείαις θερμότατος ἀντιλήπτωρ, καὶ τῶν αἰτούντων ταχύτατα εἰσακούων, δέξαι τὴν δέησιν Ἀνανάα ἡμῶν, καὶ τὸν Χριστὸν δυσώπει, τοῦ σῶσαι τοὺς ὑμνούντάς σε, τὸν μόνον ὑπάρχοντα φιλάνθρωπον.
Contaquio tono 2º
Nuestro más ferviente defensor en la intercesión, a quien se
le escucha más rápidamente de entre aquellos a los que rezamos, recibe nuestra
súplica, Oh Ananías, e implórale a Cristo, quien es el Unico glorificado en sus
Santos, para que tenga misericordia de nosotros.
Texto publicado con autorización y bendición del autor, su Santidad Obispo de Jableh, Siria, Demetri Khoury. Synaxarion, saint.gr, diakonima.gr.