INTRODUCCIÓN
Pablo visitó Corinto durante su segundo recorrido apostólico, alrededor del año 52 d.C. Cuando se encontró en esta ciudad, notó la gran corrupción que reinaba allí. Por eso se hizo unos pronósticos muy desfavorables respecto al logro de su obra, motivo por el cual pensó en algún momento en regresar a Macedonia. Pero tras una revelación particular (Hechos 18, 9-10) Dios le informó de que tenía mucha gente en Corinto (allí había numerosas personas, las cuales en poco tiempo creerían y serían añadidas a Su Iglesia), y le dio el mandato de predicar el logos con franqueza.
En Corinto el Apóstol se asoció primero con su compañero Aquila y con su esposa Priscila. Estos dos también eran judíos, y habían venido de Roma debido a la persecución realizada por el emperador Claudio en contra de los judíos. Pablo convivía con ellos, les acercó a la fe y les tuvo después como importantes colaboradores en su obra apostólica. A continuación el Apóstol se dirigió hacia los judíos de Corinto y en un principio predicó en su sinagoga. Pero cuando ellos le expulsaron de la sinagoga, estableció como el centro de su enseñanza la casa de Justo, la cual estaba cerca de la sinagoga. Crispos, el principal de la sinagoga, junto con todos los de su casa, fue el más importante de los judíos que el Apóstol acercó a la fe.
Entre los primeros cristianos de Acaya estaba también Estéfanas, al cual, junto con todos los de su casa, bautizó el Apóstol (I Cor. 1, 16). Pablo alargó su estancia en Corinto hasta un año y medio y se convirtió en el fundador de aquella conocida Iglesia. Sobre esta Iglesia de Corinto escribe que "Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios". (I Cor. 3,6)
Pablo se fue de Corinto sobre el final del año 52 d.C. junto con Aquila y Priscila. De estos dos colaboradores suyos se despidió en Efeso, mientras que él mismo subió a Jerusalén. De allí se dirigió a Antioquía de Siria, desde donde comenzó su tercer recorrido apostólico. Mientras Aquila y Priscila acercaron a la fe al judío Apolo, quien viajó hasta Acaya y, tras establecerse en Corinto, atrajo a los cristianos de allí con su habilidad retórica y completó la obra de Pablo.
Pero por desgracia, quizás con motivo de la admiración que Apolo provocó a muchos, la Iglesia de Corinto se dividió en distintos sectores. Porque unos consideraban a Apolo como su líder, otros a Pablo y otros a Cefas. Además se añadieron otros desórdenes, pero también surgieron diversas cuestiones. Para encontrar solución a las mismas escribieron una carta a Pablo, quien por entonces hubo llegado a Efeso.
Desde Efeso Pablo escribe esta carta entre los años 54 y 55 d.C. En ella reprende a los corintios por los desórdenes y los escándalos que tuvieron lugar entre ellos, pero al mismo tiempo resuelve sus dudas sobre las cuestiones que ellos mismos expusieron.
PRIMERA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS
CAPITULO 1
Vers. 1-9. Pablo agradece a Dios por los carismas de los cristianos de Corinto
1. Yo Pablo,
que he sido llamado a ser apóstol de Jesús Cristo porque lo quiso Dios, y
Sóstenes, vuestro conocido hermano en Cristo,
2. escribimos esta epístola a la Iglesia de Dios que está en Corinto y está formada por vosotros que habéis sido santificados debido a vuestra unión con Jesús Cristo, y habéis sido llamados por Dios a ser santos, junto con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo, que es Señor de ellos y de nosotros.
3. Os deseo que esté con vosotros la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Cristo.
4. Agradezco a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios y el resto de carismas de Dios que os fueron dadas como frutos de vuestra comunión con Jesús Cristo.
5. Porque por la comunión y la unión vuestra con él habéis sido hechos ricos en todo; es decir en toda palabra de verdad cristiana y en todo conocimiento espiritual.
6. Y con estos carismas que habéis recibido ha sido confirmado entre vosotros como verdadero el testimonio que os hemos dado con nuestra predicación sobre Cristo.
7. Y habéis sido enriquecidos de tal
manera, para que nada os falte en ningún carisma durante el tiempo que esperáis, con perseverancia y esperanza, el día del Juicio, en el cual se manifestará nuestro
Señor Jesús Cristo.
8. Él
también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles e impecables en el día de
nuestro Señor Jesús Cristo.
9. Y de esto estad seguros; porque Dios, por quien fuisteis llamados a ser partícipes de la gloriosa vida del Hijo de Jesús Cristo,
nuestro Señor, es fiel y cumple todas las promesas. Por eso cada uno de nosotros también debe basarse en él sin vacilación.
Vers. 10-17. Los cristianos de Corinto divididos en grupos.
10. Os ruego entonces, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo, que confeséis todos la misma fe y que no haya divisiones entre vosotros; sino que estéis todos armoniosamente unidos con el mismo espíritu y con las mismas opniones y decisiones.
11. Y os hago esta exhortación, porque he
sido informado acerca de vosotros, hermanos, por los de la casa de Cloé, que hay
entre vosotros contiendas.
12. Y con esto que digo quiero
decir lo siguiente, que cada uno de vosotros con ostentación dice: Yo soy de Pablo; yo sin embargo, dice el otro, soy admirador y discípulo-alumno de Apolos. Y el tercero dice:
yo pertenezco a Cefas. Y otro a la vez afirma: y yo de Cristo. Se han formado así grupos y secciones diferentes.
13. ¿Acaso
está dividido Cristo? Me dirijo a los que dicen "nosotros somos de Pablo", y les pregunto: ¿Acaso fue crucificado Pablo por vuestra salvación? ¿O tal vez fuisteis
bautizados en el nombre de Pablo, de modo que pertenezcáis ya a él?
14. Porque viendo ahora el mal uso que hacéis de mi nombre, doy
gracias a Dios, porque proveyó que a ninguno de vosotros bautizase personalmente, excepto a Crispo y
a Gayo
15. Y así ahora nadie puede decir que bauticé en mi nombre.
16. También
bauticé a la familia de Estéfanas. Aparte de éstos, no sé si he bautizado a
algún otro.
17. Y no he hecho del bautismo mi principal obra, porque Cristo no me adjudicó el servicio de Apóstol para bautizar, algo que puede hacer un simple sacerdote oficiante; sino que me envió Dios para predicar el Evangelio. Y predicarlo no con arte humano o con argumentos falaces, para presentar mi enseñanza sabia y brillante, sino predicarlo de modo que no pierda su poder divino la predicación de la muerte por crucifixión de Cristo.
Vers. 18-31. La predicación de la Cruz y la sabiduría del mundo. Dios no tiene necesidad de los sabios del mundo.
18. Entonces realmente la divulgación de su predicación se debe a su poder divino. Porque la predicación, para los que van por el camino de la perdición, parece una necedad y un disparate; pero para nosotros que marchamos por el camino de la salvación, es poder de Dios que salva.
19. Sí. Les parece necedad y no pueden sentir el poder del Evangelio, aunque se presentan con la afirmación de que son sabios. Porque ha sido
escrito por Isaías, que hablaba de parte de Dios: Haré desaparecer la sabiduría de los que se muestran como sabios, y apartaré como no beneficioso e inservible el espíritu de los que alardean con la idea de que son sensatos.
20. ¿Dónde está ahora el sabio? ¿Dónde está el maestro experto de la ley mosaica? ¿Dónde está el hábil conversador de esta época incrédula e impía? ¿No mostró y evidenció Dios como necia la sabiduría de los hombres que tienen el espíritu cósmico de nuestra época?
21. Y este rechazo de Dios tuvo lugar con toda justicia. Porque, dado que con la sabiduría de Dios, la cual es observable en sus creaciones, no conocieron los hombres a Dios con su lógica innata y la otra sabiduría suya, decidió Dios en su benevolencia salvar a todos los que crean en cada época, por la predicación, que parece necio e insensato a los sabios del mundo pecador.
22. Y parece necio e insensato, porque también los judíos reclaman señales sobrenaturales para creer, y los helenos* buscan meditaciones filosóficas que satisfazcan su espíritu de curiosidad.
23. Pero nosotros predicamos a Cristo que ha sido crucificado. Y el Cristo crucificado para
los judíos que esperan al Mesías como rey terrenal es escándalo, obstáculo sobre el cual tropiezan y no creen. Y para los helenos* el Dios crucificado que no venció a sus enemigos, se presenta como idea necia e insensata.
24. Pero a los que Dios encontró dignos de llamar a la salvación, sean judíos sean helenos*, predicamos a Cristo, quien es poder de Dios que hace renacer y que santifica, y sabiduría de Dios que ilumina a cada fiel.
* Helenos: Pablo está presentando una idea que habría sido bastante sorprendente para algunas personas de esa época cuando la escucharon por primera vez: la fe en Cristo y Su muerte en la Cruz por el pecado humano no se puede entender a través del intelecto, la sabiduría o la lógica humana. En cambio, debe ser una creencia que se alcance a través de la fe y la revelación del Logos de Dios, algo que en realidad no tiene mucho sentido para muchos. El "conocimiento" no es lo mismo que la "confianza", y simplemente comprender hechos sobre un tema, en este caso sobre el Reino de Dios, no hace que una persona alcance la salvación (Santiago 2:19).
Pablo ahora comienza a hablar sobre las características principales que definían a las dos culturas más prominentes de su época, las cuales provocaron que esa fe tan sencilla fuera tan difícil de creer. Pablo dice que los judíos exigían señales. Con esto, Pablo estaba diciendo que el pueblo judío de su época quería ser convencido a través de los milagros y no a través de la fe. Quería ver una evidencia tangible tal y como la experimentaron sus antepasados, como cuando el Mar Rojo se dividió en dos, o como cuando se derrumbaron los muros de Jericó. La muerte de Cristo en la Cruz no ofrecía ningún tipo de evidencia visible, solo la de un hombre muriendo en una cruz. Pablo hablará sobre el milagro de la resurrección más adelante durante esta carta.
Mientras que los judíos exigían señales, Pablo escribe ahora que los griegos o helenos querían sabiduría. Tal y como Pablo nos lo ha mostrado en los versículos anteriores, esta búsqueda no se refiere a la sabiduría del Logos que Dios le reveló al mundo. Los griegos o helenos le daban un enorme valor tanto a la sabiduría humana como a una vida dedicada a buscarla. De hecho, se enorgullecían de las conclusiones a las que llegaban gracias a la filosofía humana.
Sin embargo, ninguna de esas conclusiones podía llevarlos hacia la fe en Cristo, quien murió en la Cruz por los pecados de la humanidad. La evidencia y la filosofía pueden llevar a una persona a comprender la verdad, pero no a aceptarla (Romanos 1:18–23). La verdad se debe aceptar a través de la confianza en el mensaje del Evangelio, el cual "no tiene sentido" para muchos. (Fuente)
25. Porque lo que Dios realiza y los hombres infieles lo consideran necio e insensato, es más sabio que los hombres, independientemente de lo que tengan y por mucha sabiduría que demuestren tener. Y la predicación del aparentemente doliente y débil Crucificado, que Dios lo obra sobre nosotros, es más fuerte que los hombres, por muy fuertes que sean ellos con fuerza terrenal.
26. Y para que os convezcáis de que esto que os digo es verdadero, observaos, hermanos, a vosotros mismos, a quien Dios ha llamado a la salvación. Observad que no hay entre vosotros muchos con sabiduría terrenal, no hay muchos con poder e influencia. No son muchos aristócratas y de procedencia noble.
27. Sino que, por el contrario, Dios escogió a los que el mundo menosprecia como necios e insensatos, para
avergonzar a los sabios, prefiriendo como instrumento suyo a estos necios. Y Dios eligió a los que el mundo considera como débiles, para avergonzar a los que tienen una fuerte influencia terrenal.
28. Y Dios eligió a los que en el mundo son de procedencia irrelevante y a los menospreciados, y a los que nadie cuenta con ellos para nada, como si no existiesen, para mostrar sin ningún valor a quienes el mundo considera personas poderosas y en puestos altos.
29. Y esto lo hizo Dios para que ningún humano tenga derecho a jactarse ante Él.
30. De hecho por Él estáis también vosotros unidos con Jesús Cristo, quien se ha convertido para nosortos los fieles sabiduría de Dios con su enseñanza y justificación con su muerte y su Resurrección, y santificación con su Ascenso y el envío de su Espíritu, y completa lioberación con su glorioso segundo regreso.
31. Así, cada gracia espiritual que tenemos no proviene de nosotros, sino que todo lo debemos a Cristo; para que suceda como está escrito: El que se gloría, gloríese atribuyendo la gloria al Señor y no a sí mismo.
CAPITULO 2
Vers. 1-5. Cómo predicó Pablo en Corinto.
1. Sí. A éstos que el mundo considera necios, a éstos eligió Dios para avergonzar a los sabios del mundo. Y yo, hermanos, cuando vine a vosotros, vine para predicaros el testimonio de todo lo que hizo Dios para la salvación del hombre, no con superioridad en el habla o habilidad de razonamientos y argumentos.
2. Y no os mostré superioridad en el habla, porque no consideré admisible (dar a ) conocer nada más entre vosotros que a Jesús Cristo, y a éste no como glorioso rey sino como crucificado.
3. Y así también yo vine a vosotros sin tener ningún poder terrenal ni protección, sino con mucho temor y pavor, por si no resulta exitosa entre vosotros mi obra apostólica.
4. Y ni mi palabra ni mi predicación fueron con palabras
persuasivas ni fascinantes de humana sabiduría, sino con evidencia del Espíritu, el cual convencía las almas de los oyentes y de poder, y con evidencia de poder divino, el cual confirmaba mi enseñanza con sus obras sobrenaturales y milagrosas.
5. Y esto tuvo lugar, para que vuestra fe no esté fundada sobre la inestable sabiduría de los hombres, sino en el inquebrantable poder de Dios.
Vers. 6-16. El Evangelio es sabiduría de Dios.
6. Sin embargo entre los hombres maduros y avanzados espiritualmente predicamos también sabiduría; pero no sabiduría de los hombres que tienen el espíritu de esta época pecadora, ni la sabiduría de los dirigentes de este mundo, los cuales tienen una autoridad temporal y será eliminado un día su poder.
7. Sino que enseñamos y desarrollamos la sabiduría, de la cual prporciona Dios; sabiduría en misterio, que no puede descubrir un limitado nus por sí mismo; una sabiduría tal, que incluso ahora que ha sido revelada por Dios, permanece oculta ante los que no son iluminados y están lejos de Dios. Esta sabiduría, incluso antes de que fueran hechas las creaciones dentro del tiempo, predijo y predeterminó Dios revelárnosla, con el objetivo de glorificarnos con ella.
8. Esta sabiduría ninguno de los gobernantes de este mundo temporal la ha conocido. Porque si la hubieran conocido, no hubiesen clavado en la cruz de la deshonra al Señor, que es el que da la
gloria.
9. Pero sucede tal como ha sido escrito por Isaías: Lo que Dios preparó para los que le aman, ojo no lo vio y que oído no lo oyó, y nus humano no lo imaginó. Esto estaba oculto en misterio.
10. A nosotros sin embrago nos lo reveló Dios por su Espíritu. Y sólo por el espíritu era posible que tuviese lugar esta revelación. Porque el Espíritu todo lo indaga y todo lo conoce, incluso las más profundas y misteriosas particularidades y planes de Dios.
11. Y que el Espíritu indaga también lo profundo de Dios, lo entendemos también por nuestra experiencia. Porque, ¿quién otro de los hombres conoce los misterios particulares del
hombre, sino sólo el alma del hombre, que está en él? Así tampoco nadie conoce los misterios de Dios, sino el Espíritu de Dios.
12. Y nosotros no hemos recibido el espíritu por el cual es inspirado el mundo que se ha aprtado de Dios; sino que hemos recibido el carisma del Espíritu, el cual proviene de Dios y nos fue dado también a nosotros, que proviene de Dios, para conocer también lo que nos ha sido dado por Dios.
13. Y esto enseñamos no con palabras que enseña la sabiduría humana, sino con las que son enseñadas por el Espíritu Santo. Y explicamos y comprendemos estas enseñanzas, haciendo comparación de los hombres espirituales con lo
espiritual.
14. Pero el hombre natural y no renacido espiritualmente no admite lo que enseña el Espíritu de Dios, porque estas cosas le parecen locuras y no tiene la fuerza espiritual ni l apercepción para conocerlas; porque estas cosas se examinan y se distinguen espiritualmente y con la iluminación del Espíritu.
15. Sin embargo el hombre que ha sido renacido por el Espíritu, lo distingue y discierne y lo entiende todo, cada situación y cada persona; mientas que a él no puede entenderle ningún hombre que no haya sido renacido por el Espíritu.
16. Y no puede entender el hombre natural y no renacido, porque, ¿quién de aquellos que no fueron iluminados por el Espíritu de Dios conoció el pensamiento y las voluntades de Dios? ¿Quién de ellos enseñará y corregirá al Señor? Ninguno. Ninguno entonces de los no renacidos puede entendernos tampoco a nosotros. Porque también nosotros tenemos el nus y el pensamiento de Cristo.
CAPITULO 3
Vers. 1-4. Cristianos carnales e infantes.
1. Y yo, hermanos, dado que lo espiritual sólo los hombres espirituales lo entienden, no he podido hablaros como correspondería hacerlo a hombres espirituales y avanzados, sino que os he hablado como a hombres que se encuentran todavía en su estado natural y no han abandonado del todo el espíritu carnal. Os he hablado como a niños pequeños y principiantes en la relación con Cristo.
2. Os he dado de beber leche. Es decir os he enseñado las verdades cristianas elementales. Y no os he alimentado con comida sólida; porque no teníais entonces suficiente fuerza espiritual. Pero tampoco ahora tenéis suficiente fuerza, porque aún tenéis espíritu terrenal.
3. Porque os pregunto: Dado que existen entre vosotros celos, conflictos y divisiones, ¿no sois hombres dominados por pasiones y por defectos carnales, y no tienes la conducta de hombre común, en vez de hombre renacido?
4. Porque cuando uno dice: "Yo soy de Pablo", y otro: "Yo soy de Apolos", ¿no sois hombres carnales?
Vers. 5-17. Los predicadores del Evangelio y la edificación de la construcción espiritual.
5. ¿Qué es entonces Pablo, y qué es Apolos, sino servidores, e instrumentos de Dios, a través de los cuales habéis sido conducidos a la fe, y cada uno sirve en relación a los carismas que le ha dado Señor?
6. Yo Pablo os plantaba la fe con mi predicación, Apolos regaba vuestra recién plantada fe, pero Dios le daba el crecimiento. Sin este crecimiento, la semilla ni se desarrolaría, ni echaría raíces, ni daría frutos.
7. Por lo tanto ni el que planta merece algo, ni el que riega,
sino Dios, que da el crecimiento.
8. El que planta y el que riega son una misma cosa; es decir servidores del mismo Señor, que trabajan en la misma obra. Recibirá sin embargo cada uno de ellos el salario que le corresponde conforme a su esfuerzo.
9. Y los dos somos uno, porque los que plantan y los que riegan somos colaboradores de Dios en su obra que aspira a nuestra salvación. Sois campo que pertenece a Dios y es cultivado por él.
10. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, para cimentar Iglesias entre las naciones, como experto arquitecto he puesto cimiento sólido; pero continúa sobre él la construcción. Que cada uno de los constructores atienda cómo edifica sobre el cemelio.
11. Éste no tiene ya trabajo con el cimiento. Porque nadie puede poner otra piedra cimiento que la que se encuentra ahora inamovible e inconmovible
en la base de la construcción. Y esta piedra cimiento es Jesús Cristo.
12. Yo entonces he cimentado bien. Pero si alguien edifica sobre este cimiento con materiales como oro, o
plata, o piedras preciosas, o por el contrario con madera, o hierba, o junco,
13. la obra de cada uno se hará manifiesta. Porque el gran día del Juicio lo destapará y lo revelará. Y lo revelará, pues el día aquel será revelado con energía de la justicia divina, que es drástica como el fuego. Y Dios pesará con exactitud para revelar cuál es la obra de cada uno, y mostrará su valor real el fuego que abrasa todo material inflamable.
14. Si la obra que hizo cada uno construyendo sobre el cemelio eterno, es decir sobre Cristo, aguanta y no es quemado por el fuego del juicio divino hizo permanece, éste recibirá su salario.
15. Si la obra de algún otro es abrasada y no aguanta el fuego del juicio divino, éste sufrirá daño, porque sus esfuerzos no serán recompensados. Y el mismo será salvado a duras penas; es decir será salvado del mismo modo que aquel que pasa por en medio de las llamas del fuego y corre gran peligro. Así éste será también salvado, si finalmente aguanta el fuego del juicio divino.
16. He dicho suficiente sobre los constructores. Iré ahora con los que en lugar de construir, destruyen la construcción. ¿No conocéis por la experiencia de vuestra vida cristiana que sois templo de Dios y que el
Espíritu de Dios mora en vosotros?
17. Si alguno entonces con enseñanza engañosa y con sus divisiones destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él. Y le destruirá, porque el templo de Dios es santo. Está dedicado a Dios y es propiedad suya. Es sagrado e inviolable. Y este templo, templo del santo Dios, sois vosotros.
Vers. 18-23. La vanidad de la sabiduría terrenal.
18. Que nadie se engañe a sí mismo pensando que no le destruirá a él Dios, cuando el destruye el templo de Dios con sus cismas y divisiones. Y debido a que estas divisiones vienen de la idea de que el dirigentes de una es más sabio que el dirigente de la otra, os señalo que, si alguno entre vosotros
se cree sabio debido a que tiene la sabiduría del mundo que se encuentra lejos de Dios, éste que se convierta en necio aceptando la predicación que el mundo considera tontería. Y que pare de tener confianza en su sabiduría y en su juicio, para que realmente llegue a ser sabio.
19. Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Y esto se demuestra por lo que está escrito en el inspirado por Dios libro de Job: "Dios toma bien atados a los que hacen de sabios y los ridiculiza con su misma inteligencia sofista y su destreza".
20. Y otra vez en el libro de los salmos está escrito: "El Señor conoce bien los pensamientos y los razonamientos de los
sabios, conoce que son vanos y no ofrecen ningún beneficio real".
21. Por lo tanto que nadie se jacte debido a que pertenece a los hombres y tiene como jefe y maestro suyo a este o a aquel hombre. Porque todo es vuestro.
22. Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea todo el mundo, sea
la vida, sea la muerte, sea todo lo ahora existente, sea todo lo que existirá en el futuro, todas estas cosas son vuestras y sirven a vuestra salvación.
23. Y vosotros no sois ya de Pablo ni de Apolo, sino que pertenecéis a Cristo, y Cristo es auténtici Hijo de Dios.
Vers. 1-7. Juicios, comparaciones, jactancias de los predicadores del Evangelio.
1. No nos consideréis entonces como líderes. Sino que cada uno nos considere, no como señores de la casa, sino como servidores
de Cristo y administradores de las verdades celestiales y desconocidas que Dios nos ha concedido.
2. Entonces lo que queda por pedir a los administradores y mayordomos es lo siguiente, que sea hallado cada mayordomo fiel y honrado en su administración.
3. Soy entonces yo también responsable y he de rendir cuentas ante Dios, que me encomendó esta administración. Por eso poco tengo en cuenta el ser juzgado por vosotros o
por tribunal humano, que es provisional y sus decisiones tienen validez por poco tiempo. Pero tampoco me considero a mí mismo competente para juzgarme a mí mismo.
4. Y no me considero ni a mí mismo competente para tomar una decisión sobre mi administración como mayordomo de Dios, porque mi conciencia no me da testimonio de ninguna culpabilidad, aunque esto no es suficiente para ser justificado. Porque el Señor es el único competente para juzgar si realmente he sido un buen mayordomo.
5. Por eso no digáis que Pablo, o Apolo, o Pedro es el mejor. Es decir no hagáis ningún juicio antes del tiempo determinado, hasta que
venga el Señor. Él arrojará abundante luz sobre lo que ahora está oculto en la oscuridad y revelará las decisiones y pensamientos interiores de los corazones. Y entonces la alabanza a cada uno será ofrecida no por un hombre, sino por Dios.
6. Y esto que os he dicho, hermanos, lo he cambiado para que sea aplicado sobre mí y sobre Apolos por vuestro beneficio. Para que aprendáis con nuestro ejemplo a no formaros sobre vosotros una idea superior de lo que está escrito, y os pide la Santa Escritura, para que no se jacte ni se vanaglorie un discípulo porque tenga como líder y maestro a otro.
7. Ni a los discípulos les está permitido vanagloriarse ni a los maestros. Porque a ti también, maestro, ¿quién te considera mejor y superior que los demás? Hombres, no Dios. ¿O qué carisma tienes que no
hayas recibido de Dios? Todo de Él lo tienes. Y si todo lo que tienes lo recibiste de Dios, ¿por qué te glorías como si no hubieras
recibido nada?
Vers. 8-13. Los Apóstoles se convirtieron en espectáculo en todo el mundo
8. !Ahora ya estáis saciados! Ahora ya os habéis hecho ricos, de tesoros espirituales. Sin tenernos con vosotros, vuestros maestros, !habéis conquistado vosotros solos el reino de los cielos! ¡Y ojalá que reinéis, para que nosotros reinemos también con vosotros!
9. Sin embargo nada más lejos que un reino disfrutamos nosotros los Apóstoles. Porque según pienso, Dios nos ha exhibido públicamente y a los ojos todos como postreros, como a sentenciados a muerte. Pues nos hemos convertido en espectáculo para todo el mundo, también para los ángeles, también para los hombres. Y por un lado nos admiran los hombres virtuosos, pero por otro nos desprecian y se mofan de nosotros los demás
10. Nosotros los Apóstoles somos considerados por los infieles estúpidos y necios por el nombre de Cristo; vosotros sin embargo sois sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles y somos perseguidos por los hombres; vosotros sin embargo sois fuertes, porque no os ha encontrado ninguna tentación. Vosotros sois gloriosos, nosotros sin embargo somos menospreciados y despreciados.
11. Hasta este momento en que os escribo, padecemos hambre y sufrimos de sed en nuestros recorridos,
y no tenemos suficiente ropa, cuando en medio de nuestros viajes nos sorprende de repente el invierno. Y recibimos bofetadas y malos tratos, y no tenemos morada fija, sino que sin parar nos vamos de aquí y de allí.
12. Y nos fatigamos trabajando con nuestras propias
manos. Cuando nos insultan los que no creen en el Evangelio y se ríen de nosotros, nosotros les deseamos el bien. Cuando nos persiguen, mostramos tolerancia sobre nuestros perseguidores.
13. Cuando nos difaman y nos calumnian, respondemos con palabras dulces y con amabilidad. Hemos venido a ser la escoria y los despojos del mundo, desperdicios inmundos de la sociedad hasta este momento.
Vers. 14-21. Ιnstrucción paternales del Apóstol.
14.
15. Sí. Os aconsejo con anhelo paternal y afecto. Porque aunque puede que tengáis miles de instructores en Cristo, no tenéis sin embargo muchos padres. Un solo padre espiritual tenéis, a mí. Porque yo con la predicación del Evangelio os he dado a luz espiritualmente, con la gracia que me ha dado mi comunicación y mi relación con Cristo.
16. Y dado que soy padre vuestro, os ruego que me imitéis.
17. Y debido a que deseo que me imitéis por eso os he enviado a Timoteo, quien es hijo mío amado y fiel en el Señor. Él os recordará de qué modo predico y me comporto como apóstol dedicado a Cristo y cómo enseño no en una o dos iglesias sino en cada parte y en cada Iglesia.
18. Sin embargo algunos de vosotros lo han tomado sobre ellos como si ya no fuese a ir con vosotros, pero iré con con vosotros dentro de poco si el Señor quiere y no me presenta algún obstáculo.
19. Y entonces conoceré νο la grandilocuencia de estos imaginarios, sino en su poder para salvar almas y este poder proviene del Espíritu Santo.
20. Porque el reino de Dios no se consolida en las almas de los fieles con grandilocuencia, sino con poder divino que atrae y construye los corazones en Cristo.
21. ¿Qué preferís? Que venga a vosotros con el bastón de las de amonestaciones y del control, o que venga con amor e indulgencia y con la dulzura que ofrece el Espíritu Santo? Por eso voy con tiempo ahora y os hago algunas observaciones para que corrijáis algunos desórdenes sobre los cuales voy para hablaros.
1. Εs conocido y difundido por todos que perdura entre vosotros un caso de fornicación,
y de hecho tal fornicación, que ni entre los idólatras se hace referencia de ello, de que alguno de vosotros
tiene como mujer la mujer de su padre, es decir su madrastra.
2.
Y vosotros, en vez de avergonzaros por esto, estáis engreídos y henchidos por vuestra sabiduría, y no habéis predicado la debida lamentación oficial y general, para que Dios expulse de vuestra comunidad eclesiástica al que
cometió tal acción. La reponsabilidad cae al completo sobre vosotros.
3. Porque yo, estando ausente, en el cuerpo desde luego, estoy presente en Corinto con mi nus y con mi corazón
en espíritu, ya he juzgado y condenado como si estuviese presente al desvergonzado que ha hecho tal odiosa acción.
4. Y ahora, reuniéndonos en el nombre de nuestro Señor Jesús Cristo, vosotros y yo presente entre vosotros espiritualmente con el poder de nuestro Señor Jesós Cristo,
5. entreguemos a este hombre al satanás separándolo de la Iglesia, para que sea castigado y para que sea infernado duramente y que recapacite con esta enseñanza, para que sea así salvada su alma en el día de la segunda venida del Señor Jesús.
Vers. 6-8. La Pascua de los fieles.
6. Esta indiferencia que habéis mostrado hasta ahora es una muestra más de que no es buena vuestra jactancia, y justamente la he desaprobado. ¿No sabéis que un poco
de levadura leuda toda la masa de la mezcla?
7. Limpiaos entonces de la vieja levadura de la corrupción del hombre antiguo, para que seáis
nueva masa de mezcla, habiéndoos librado de la antigua levadura con la fe y con el bautismo. Y debemos ser sin levadura, porque nosotros celebramos una Pascua divina y sobrenatural. Nuestro cordero pascual es Cristo, que sacrificamos por nuestro bien.
8. Así que celebremos continuamente y durante toda nuestra vida esta Pascua nuestra, no con la vieja levadura del espíritu y las costumbres judías ni idólatras, ni con la levadura de malicia y perversidad, sino una vida limpia y sin levadura, de acuerdo a la verdad y rectitud cristianas.
Vers. 9-13. Ninguna relación con cristianos que crean escándalos.
9. Os escribí en una carta anterior mía, que no tengáis estrechas ni frecuentes relaciones con fornicarios.
10. Y no os escrito que no os socialicéis en general con los fornicarios de este mundo,
o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras. Porque si os hubiese escrito algo así, os
sería necesario alejaros de la sociedad de los hombres, en la cual vivís.
11. Ahora sin embargo os escribo diciéndoos que no os socialicéis con ninguno
que, mientras lleva sólo el nombre de hermano, en la práctica es fornicario, o avaro, o idólatra, o insultador, o maldiciente,
o borracho, o ladrón. Con tal cristiano ne debéis ni comer con él.
12. No os he escrito sobre los no cristianos, porque, ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que
están fuera de la Iglesia, es decir a los no cristianos? ¿No los juzgáis también vosotros a los que están dentro de la Iglesia? Entonces como vosotros, también yo tengo el debery el interés de juzgar sólo a aquellos que están dentro de la Iglesia.
13. A los infieles los juzga Dios. Vosotros tenéis el deber de alejar completamente de vuestra comunidad a cada hermano perverso e incorregible.
CAPITULO 6
Vers. 1-11. Los cristianos, no en juzgados idólatras.
1. Pero, dado que los fieles tienen derecho a juzgar a los hermanos que se encuentran dentro de la Iglesia, pregunto cómo se atreve cualquiera de vosotros, cuando tiene alguna diferencia con el otro hermano, a apelar al juicio de los juzgados de los idólatras que normalmente tengan tienen una idea muy vaga sobre la justicia y no apela al juicio que el arbitraje de los cristianos?
2. ¿No sabes que los cristianos juzgarán a la multitud de los hombres que se encuentran lejos de Cristo? Y si vosotros seréis utilizados como ejemplo y medida con la cual es juzgado el mundo que se encuentra lejos de Dios, ¿vais a ser indignos de juzgar casos de mínima importancia?
3. ¿No sabéis que juzgaremos a los ángeles que cayeron? ¿Y no seremos entonces capaces de juzgar casos relacionados con nuestra vida terrenal?
4. Entonces si tenéis lances en la vida y diferencias, es preferible determinar como jueces incluso a los fieles más de la Iglesia más subestimados, y no a los idólatras.
5. Os digo esto para que os avergoncéis. ¿Ya no existe entre vosotros un sensato que piense y actúe racional y juiciosamente, que pueda juzgar y decidir en alguna diferencia entre un hermano y el otro?
6. Pero dejáis que un hermano cristiano se líe con juicios y juzgados con otro hermano, y que tenga lugar la venganza de esta diferencia suya frente a jueces incrédulos?
7.
Y solo el que tengáis diferencias judiciales el uno con el otro constituye vuestro fracaso asegurado y carencia moral.
¿Por qué no preferís sufrir la injusticia?¿Por qué no preferís ser perjudicados en lugar de buscar llevar a juicio?
8. Pero en lugar de esto vosotros cristianos cometéis la injusticia y perjudicáis a los demás, reteniendo lo que pertenece a ellos, y además cometéis injusticia y perjudicáis a los hermanos.
9. Esto que hacéis, ¿lo hacéis por desconocimiento?¿No sabéis
que los injustos no heredarán el reino de Dios? No seáis engañados. Ni los fornicarios,
ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni lοs homosexuales,
10. ni los avaros, ni los
ladrones, ni los borrachos, ni los que se ríen de los demás y les insultan, ni los
estafadores, de ninguna manera heredarán el reino de Dios.
11. Y algunos de vosotros, así érais en el pasado. Mas habéis sido lavados de estos pecados; mas habéis sido santificados; mas os habéis convertido en justos con la invocación del nombre del Señor Jesús con el Bautismo y con la gracia del Espíritu de nuestro Dios.
Vers. 12-20. Graves desviaciones morales
12.
Vuelvo ahora con el tema moral. Todo tengo autoridad para hacerlo, pero no todo me conviene. Todo me está autorizado, pero yo no seré sometido y no seré siervo de nada.
13. Las comidas son para el vientre, y el vientre para las comidas. Pero Dios destruirá en la otra vida lo uno y lo otro. Podéis entonces comer lo que deseéis, basta sólo con que no os convirtáis en esclavos de la comida y del estómago. Νο sucede lo mismo sin embargo con el deseo sexual. Porque el cuerpo no ha sido hecho es para la fornicación, sino para el Señor, para pertenecerle como miembro suyo. Y el Señor es para el cuerpo, para habitar en él.
14. Y no tiene importancia que el cuerpo se deshaga con la muerte. Porque Dios resucitó al Señor, y a todos nosotros nos resucitatará con su poder.
15. Sí. El cuerpo no se hizo para la fornicación, sino para el Señor. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una prostituta? Que nunca suceda que haga esto.
16. ¿O no
sabéis que el que se une estrechamente con una prostituta, es un cuerpo con ella? Porque la Escritura dice:
Los dos serán una sola carne.
17. Pero el
que se une al Señor, es completamente lleno y es dirigido por el Espíritu del Señor y se convierte en un espíritu con Él.
18. Marchaos lejos de
la fornicación. Cualquier otro pecado que pueda cometer el hombre, no daña tan directa e inmediatamente el cuerpo. Mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca, porque con la mezcla ilegal contamina directamente y daña esta raíz de la multiplicación de los hombres y contribuye a la disolución de la familia.
19. ¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual habita en
vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que por lo tanto no os pertenecéis a vosotros mismos?
20. No os determináis vosotros a vosotros mismos. Porque habéis sido comprados (redimidos) por gran precio, por la invalorable sangre de Cristo. Evitad entonces cada acción obscena que tiene lugar con el cuerpo; y expulsad cada pensamiento y deseo malos de vuestro espíritu. Y glorificad así a Dios con vuestro cuerpo y con vuestro espíritu, los cuales pertenecen a Dios.
CAPITULO 7
Vers. 1-9. El celibato y el matrimonio cristiano.
1. En relación ahora con los temas que me habéis escrito, os respondo lo siguiente: Bueno es para el hombre que no toque y que no tenga relaciones carnales con la mujer.
2. Pero por el peligro de las desviaciones hacia la fornicación, que cada hombre tenga su propia mujer, y que cada mujer tenga su
propio marido.
3. A su mujer que el marido otorgue el favor y el amor que le debe. Asimismo la mujer que otorgue lo mismo a su marido.
4. Y en cuanto a las relaciones particulares del matrimonio, que conozca la mujer que no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino que su autoridad dentro de la ley de Dios la tiene el marido. Ni tampoco tiene el
marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino que la tiene la mujer.
5. No os privéis el uno al otro con abstinención y continencia, a menos que hagáιs esto más tarde por acuerdo, temporalmente, para ocuparos con mayor voluntad y dedicadión en el ayuno y la oración, y de nuevo volved a vuestras relaciones matrimoniales, para que no os tiente satanás con la fornicación a causa de vuestra debilidad para la continencia.
6. Y esta recomendación, de no privaros el uno al otro, os lo digo por condescendencia, debido a que sois todavía débiles espiritualmente. No os impongo esto como mandamiento.
7. Sí, como mandamiento. Porque yo quiero que sean todos los hombres como yo, es decir solteros. Pero cada uno tiene su propio carisma de Dios. Uno tiene el carisma de vivir así, es decir soltero, y el otro de vivir de modo distinto, es decir casado.
8. A los solteros y a las viudas entonces digo, que es bueno para ellos, si se quedan como también estoy yo, es decir, soltero.
9. Pero si no pueden permanecer en continencia, cásense. Porque es preferible casarse alguien que estarse quemando por la llama del deseo.
Vers. 10-16. El matrimonio indisoluble.
10. A los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer
no se separe del marido.
11. Pero si sucede que se
separa, que se quede sin casar. O si no puede vivir ella sola, reconcíliese con su marido. Pero que tampoco el marido deje a su mujer.
12. Y al resto de casados digo yo lo siguiente, lo cual está claro que no determinó directamente el Señor, pero lo determino yo como Apóstol suyo: Si algún hermano cristiano tiene mujer no creyente, con la cual se comprometió antes de creer, y
ella acepta con su corazón habitar con él, que no la deje, y que continúe teniéndola como esposa.
13. Y si una
mujer cristiana tiene marido no creyente, y él con buena voluntad consiente en vivir con ella, no le
abandone.
14. Y os digo que no le abandone, porque el marido no creyente es santificado también él en cierto grado gracias a la unión con su mujer fiel. Y la mujer no creyente es en cierto modo santificada gracias a su unión con el marido. Porque, si no tuviese esto lugar, por consecuencia natural también los hijos serían impuros. Pero debido a que han nacido de padres que se han santificado, son santos también ellos.
15. Pero si el cónyuge no creyente quiere separarse, que se separe de él la cónyuge cristiana. No está comprometido el hermano cristiano o la hermana en estos casos. Hemos sido llamados por Dios a vivir en una atmósfera pacífica, y no es correcto que la pareja se encuentre en desacuerdo y discusiones. En tales casos el hermano o la hermana no están comprometidos. Dios nos llamó a vivir pacíficamente .
16. Pero si puede el miembro fiel convivir pacíficamente con el infiel, que no se separe de él. Porque, ¿cómo sabes, mujer cristiana, si viviendo con tu marido no creyente, no atrerás a la fe y al final no salvarás a tu marido? O cómo sabes, marido cristiano, si quizás no salvarás harás a tu mujer?
Vers. 17-24. Cada uno que se quede en la situación en que se encuentra.
17. Que cada uno busque comportarse y vivir como Dios con su providencia ordenó su vida, y como le encontró a cada uno la llamada que Cristo le hizo. Las circunstancias en que se encontraba el fiel cuando el Señor le llamó, no constituyen un obstáculo en la vida cristiana. Y así ordeno y determino a todas las iglesias.
18. ¿Fue llamado alguno a la fe y se hizo cristiano siendo circunciso? Que no tire de su piel para eliminar las señales de la circuncisión. ¿Fue llamado alguno estando con prepucio y era incircunciso? Que no se circuncide.
19. La
circuncisión no es nada y no contribuye para nada a nuestra salvación. Y lo mismo la incircuncisión, nada es. Sino que el guardar los
mandamientos de Dios lo es todo.
20. Cada uno que se quede
en el estado en que estaba cuando fue llamado por Dios.
21. ¿Fuiste llamado a la fe mientras eras siervo? No te dé cuidado esta situación tuya de servidumbre; pero incluso si puedes convertirte en libre, utiliza más bien la y prefiere quedarte como siervo.
22. Porque el que fue llamado por el Señor en el tiempo en que era siervo, es liberado por el Señor, quien le ha emancipado y le ha hecho espiritualmente libre. Lo mismo el que fue llamado a la fe siendo libre, ahora es siervo de Cristo.
23. Tanto los siervos como los libres sois siervos de Cristo. Habéis sido comprados por el Señor por gran precio. No os hagáis siervos de los hombres.
24. Cada uno en el estado en que fue llamado, que así permanezca, hermanos, buscando siempre estra cerca de Dios y serle agradable a Él.
Vers. 25-35. La superioridad de la vida en virginidad.
26.
Pienso entonces que a causa de las dificultades de esta vida, esto es bueno. Es decir que es bueno para una persona, sea hombre, sea mujer, quedarse así, es decir virgen y soltero.
27. ¿Estás comprometido con mujer en matrimonio? No busques deshacer el compromiso que tienes con ella. ¿Estás soltero y
libre de mujer? No la busques.
28. Pero sin embargo contraes matrimonio, no pecas. Y si la joven soltera
se casa, no peca. Tendrán sin embargo éstos penas y preocupaciones y otras pruebas en sus vidas. Y yo os compadezco como padre y quiero adelantarme a estas pruebas.
29. Quiero entonces, hermanos, que atendáis particularmente a esto que os voy a decir: que el tiempo de esta vida es pequeño y limitado, de modo
que los que tienen esposa que sea como si no la tuviesen, por lo tanto que no estén sujetos ni apegados a ellas.
30. Y los que lloran, que pasen sus días como si no les hubiese sucedido nada triste. Y los que se
alegran, como si no tuviesen motivo para alegrarse, sino que consideren los motivos de las penas y de las alegrías como momentáneas y pasajeras. Y los que compran, que no sean absorbidos por lo que han comprado, como si fuesen a poseerlo para siempre, sino que piensen y que lo afronten como como si no lo tuviesen en su completa y perfecta posesión.
31. Y los que manejan los bienes mundiales y se encuentran en cualquier puesto en relación con la gente, que eviten todo disfrute desmedido y abuso de ello, y les baste sólo con lo necesario. Porque la forma exterior de este mundo pasa y se pierde como la sombra.
32. Quiero entonces que estéis libres de preocupaciones que marean y os arrojan a una gran intranquilidad. El
soltero pone su atención y cuidado en todo lo que le encarga el Señor; se cuida mucho de cómo agradar al Señor;
33. Sin embargo el casado tiene cuidado con especial interés de las cosas del mundo, de cómo agradará a su mujer.
34. La mujer casada y la virgen soltera difieren en cuanto a los cuidados y sus intereses. La soltera con toda su atención cuida de las cosas que le son agradables al Señor e intenta ser santa, dedicada a Dios en el cuerpo y en el alma. Pero la casada tiene gran cuidado por las cosas del
mundo, de cómo agradará a su marido.
35. Digo esto entonces en relación con la soltería, únicamente para vuestro provecho, no para echaros un lazo al cuello y obligaros a quedaros solteros, sino para asegurar una conducta honrada y una honorable posición junto al Señor, sin distracciones ni cuidados agobiantes.
36. Pero si algún padre piensa que es vergonzoso para él dejar pasar la flor de la juventud de su hija y que envejezca así, o que por el otro lado considera que así debe ser, es decir casarla, que haga lo que quiera. No peca. Que se case.
Vers. 36-40. Instrucciones para solteras de edad avanzada y para viudas.
37. Pero el que está firme en su corazón y no es obligado por nada a cambiar de decisión, tiene además la autoridad de hacer lo que quiera y ha decidido en su interior hacer esto, es decir guardar a su hija virgen, bien hace.
38. De esto entonces se obtiene la conclusión de que el que da en casamiento a su hija hace bien,
y el que no la da en casamiento sino que la deja virgen, hace mejor.
39. La mujer casada es ligada en la boda por la ley del Señor, mientras su
marido vive. Pero si su marido muere, libre es para casarse con quien quiera,
basta con que su casamiento sea acorde con la voluntad del Señor.
40. Pero según mi opinión, será más dichosa, si permanece así, es decir viuda. Y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios, el cual me guía para no ser engañado.
CAPITULO 8
Vers. 1-8. Escándalo con lo sacrificado a los ídolos
1. Voy ahora con otro tema. En cuanto a las carnes de los animales que han sido ofrecidos como sacrificios a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento.
2. El conocimiento sin embargo llena el alma de envanecimiento, mientras que el amor
edifica al compañero. Y además el hincharse alguien a causa de su conocimiento es estúpido. Realmente, si alguno cree que conoce algo, aún no ha conocido nada, tal como debe conocerlo.
3. Pero si alguno ama a Dios, éste ha sido muy estrechamente conocido por Dios, y como alguien familiar y acogido por Él es iluminado y llevado al verdadero conocimiento
4. Entonces en lo referente al tema de si hemos de comer carnes de sacrificios que han sido ofrecidos a los ídolos, sabemos que ningún ídolo existe en el mundo en realidad, y que no hay ningún otro Dios sino el Único.
5. Porque aunque haya algunos que se llamen dioses pero que en realidad no son dioses, sea en el cielo, sea sobre la tierra -como ciertamente hay muchos falsos dioses y muchos falsos señores-, y éstos son los demonios que se ocultan bajo los ídolos y los dioses de los idólatras,
6. para nosotros, sin embargo, un Dios existe, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y para Él debemos vivir nosotros y a él debemos aspirar como objetivo final de nuestras vidas; y un Señor existe, Jesús Cristo, por medio del cual fueron creadas todas las cosas, y nosotros por medio de Él hemos renacido.
7.
Pero mientras que todos los cristianos tienen el conocimiento de que un solo Dios existe, no tienen todos sin embargo un claro y seguro conocimiento sobre lo sacrificado a los dioses. De hecho algunos de los cristianos, teniendo la opinión interior de que el ídolo que entonces adoraban es una divinidad real, comen incluso hasta ahora la carne como sacrificio real que ha sido ofrecida a los dioses. Y entonces
sus conciencias, porque son débiles y no han sido suficientemente iluminadas, se contaminan, se agitan y se revolucionan por esto que hicieron
8. Entonces mientras el hermano débil es herido, tú no tienes nada que ganar de esta comida. No es la comida lo que no nos hace más aceptos ante Dios. Pues ni porque comamos avanzaremos y mejoraremos en la virtud, ni porque no comamos, perderemos nada ni nos quedaremos detrás de ella.
9. Pero estaos atentos por si esta justificación que tenéis para comer de todo, incluso de lo sacrificado, se convierte en motivo para que pequen vuestros hermanos que son débiles en la fe.
10. Y es lo siguiente que sean seriamente heridos los hermanos débiles. Porque, si alguno de éstos te ve a ti que tienes el correcto
conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no será arrastrado y no será convencido en su conciencia para comer de los sacrificios que se ofrecen a los ídolos, como algo sagrado y digno de devoción, dado que éste es débil?
11. Y se perderá arrastrado a la idolatría el hermano tuyo que es
débil espiriualmente, debido a tu conocimiento. Pero por la salvación de este hermano tuyo, Cristo sacrificó su vida.
12. Y así se comete pecado, por el cual son muy dañados los hermanos, y por este motivo constituye pecado hacia los hermanos. Y así herís y golpeáis duramente su conciencia, la cual es enfermiza y débil, contra Cristo pecáis. Pero al mismo tiempo cae también en pecado que hace referencia al mismo Cristo, quien murió para salvar a estos hermanos.
13. Por este motivo, si lo que como se convierte en causa de escándalo y de pecado sobre mi hermano, no comeré carne jamás ningún tipo de carne, para no escandalizar a mi hermano. Y voy ahora a mostraros que para los hermanos débiles he hecho y sigo haciendo sacrificios de mis derechos
CAPITULO 9
Vers. 1-18. Pablo ejemplo de abnegación
1. ¿No soy Apóstol con los mismos derechos que los otros Apóstoles ? ¿No soy libre, como todos los cristianos? ¿No he visto a Jesús Cristo Nuestro Señor? ¿No sois vosotros la obra que con la ayuda del Señor he realizado?
2. Si para otros no soy Apóstol, al menos lo soy para vosotros. Porque el sello con el cual se certifica oficialmente mi autoridad apostólica, con la gracia del Señor, sois vosotros, a quienes yo llevé al Señor.
3. Mi respuesta contra los que dudan que sea Apóstol, es esta que es dada por ese divino sello.
4. Entonces si yo soy también apóstol, como los otros apóstoles pregunto: ¿No tenemos mis compañeros y yo derecho a comer y a beber de lo que nos ofrecen nuestros discípulos?
5. No tenemos también nosotros derecho a llevar con nosotros en nuestros recorridos a una mujer, hermana cristiana, para que nos ayude como hacen el resto de los Apóstoles y los que se consideran hermanos del Señor, y Cefas?
6. ¿O tal vez sólo yo y Barnabás no tenemos derecho a no trabajar en alguna ocupación de medios de vida para cubrir con ello nuestros gastos?
7. Somos soldados de Cristo que luchamos por la extensión de su Reino. ¿Quién forma nunca parte de una campaña contra el enemigo con sus propios gastos? Somos obreros que cultivamos la viña espiritual de Cristo. ¿Quien planta una viña y no come de su fruto? Somos pastores espirituales y vosotros sois nuestras oveja. ¿Quién pastorea un rebaño, cuidando de él y no se alimenta de la leche del rebaño?
8. ¿Pero quizás esto que digo es conforme sólo a costumbres humanas y ejemplos? ¿o acaso no dice lo mismo la ley inspirada por Dios?
9. Desde luego que dice esto la ley. Porque está escrito en la ley Mosaica: no cerrarás el bozal y no taparás la boca del buey que trilla. Dejarás su boca libre para que coma de las espigas que con tanto esfuerzo trilla. Pero pregunto: ¿tal vez Dios como legislador se interesa por los bueyes?
10. ¿O quizás para nosotros los hombres racionales dice y legisla esto? Sí, para nosotros lo dice. Porque para nosotros los trabajadores espirituales y cultivadores fue escrito que el cultivador debe cultivar la tierra con la esperanza de disfrutar la cosecha y aquel que lleno de esperanza trilla, debe participar y disfrutar del fruto que con esperanza esperaba adquirir de su campo.
11. Y nosotros fuimos entre vosotros sembradores espirituales y cultivadores. Entonces si nosotros sembramos en vuestros corazones las semilla espiritual de la verdad y os transmitimos carismas espirituales, ¿es gran cosa si nosotros cosechamos de los bienes materiales vuestros como fruto de esta siembra espiritual?
12. Υ si otros utilizan los derechos que les da la ley sobre vosotros los aprendices, ¿no tenemos derecho a utilizar esta autoridad mucho más nosotros? Pero nosotros no hemos hecho uso de estos derechos nuestros, sino que soportamos todo tipo de carencia, por no poner ni el más mínimo obstáculo a la predicación del evangelio de Cristo.
13. Y para poneros otra demostración de la Santa Escritura sobre este derecho nuestro, os pregunto: ¿no sabéis que los levitas que sirven en la adoración del santuario, comen de lo que es ofrecido en el templo? Y los sacerdotes y los grandes sacerdotes que permanecen junto al sacrificatorio, no se reparten también entre ellos de los sacrificios que se ofrecen en él?
14. Y esto sucede según el mandamiento de Dios. Luego como entonces Dios, así también ahora el señor determinó para los que predican el Evangelio que vivan de las contribuciones de los que escuchan la predicación evangélica.
15. Yo sin embargo no he hecho uso de ninguno de estos derechos y esto que os escribo no lo he hecho para que suceda lo mismo conmigo y me sea ofrecido por vosotros lo necesario para mi mantenimiento. No. No os pido nada porque yo prefiero antes morir, a que establezca alguien como vacío e insostenible aquello de lo cual me jacto.
16. Y esta jactancia mía es que predico el evangelio sin sobrecargar a nadie con mi mantenimiento y esta es jactancia mía real porque si predico el evangelio, esto no me da derecho para jactarme.La predicación no es necesidad y obligatoria y beber para mí, dado que el Señor a estο me llamó. Pobre de mí sin embargo si incumpliendo esta obligación mía, no predico el Evangelio.
17. Porque si hiciese esta predicación iniciativa y voluntad mía sin que me fuese obligatoria por el servicio que me asignó el Señor, Entonces tendría derecho a que me fuese dado un salario. pero si lo hago no por mi propia iniciativa sino porque me fue asignado este servicio con el Señor entonces me ha sido confiado por el señor la economía y administración y el servicio y pobre de mí si no demuestro ser siervo fiel y mayordomo.
18. ¿Qué obra entonces me queda a mí, para que me pertenezca un salario por ello y derecho a jactarme? Me queda esto: Cuando predico el jubiloso mensaje de la salvación, depositar como valioso tesoro en los corazones de los oyentes el Evangelio de Cristo sin imponerles préstamos ni gastos, de modo que no haga ningún uso de la autoridad que me ofrece el Evangelio de alimentarme de los cristianos.
Vers. 19-27. Conducta discreta sobre cada uno para su salvación.
19. Pero casi todos mis derechos los he sacrificado por el Evangelio. Porque, aunque estaba libre de todos, y no estaba subordinado a ningún hombre, a pesar de ello con mi voluntad me he puesto a mí mismo por debajo de los demás, para ganar a la mayoría.
20. Y me comporté con los judíos como judío, para ganar judíos. Con los que se encuentran bajo la ley Mosaica, me he comportado yo también como si estuviera sujeto a la ley, para ganarme a los que se encuentran bajo la ley.
21. Con los gentiles (los de las naciones), que no tenían ley como los judíos, para ganarme a los que no tenían ley, me he comportado como sin ley, aunque no he realizado ninguna ilegalidad ante Dios, y vivo según la ley frente a Cristo.
22. Ante los cristianos que son débiles en la fe y en el conocimiento me he comportado como débil para ganarme en Cristo a los débiles. Ante todos me he hecho de
todo y he mostrado condescendencia en todos los aspectos, de manera tal que sin culpabilidad pueda salvar a algunos.
23. Y esto lo hago por causa del evangelio, para hacerme yo también junto con los otros cristianos uno de los muchos copartícipes en los bienes que promete.
24. En un estadio de luchas espirituales nos encontramos. ¿No sabéis que los que forman parte en la carrera en el estadio, todos a la verdad corren, pero sólo uno se lleva el premio? Corred entonces también vosotros para luchar así atenta e incansablemente, para ganar el premio.
25. Todo
aquel que lucha, de todo se abstiene, incluso de la comida y de la bebida. Y ellos, a la verdad, luchan y se abstienen para recibir una
corona corruptible; nosotros sin embargo, luchamos por una corona incorruptible.
26. Imitad mi ejemplo. Yo entonces corro así, sabiendo bien lo que busco, por qué motivo lucho y de qué modo lo conseguiré. No me presento como luchador dando patadas en el aire y peleando en vano.
27. Pero aflijo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, para no ser rechazado y ser señalado como indigno del premio yo mismo, quien he predicado a los demás, y con mi propia exhortación y enseñanza, ellos recibieron el premio.
CAPITULO 10
Vers. 1-13. Castigos de advertencia a los israelitas en el desierto.
1. El peligro de ser rechazados como indignos es real, tal como se demuestra por el terrible ejemplo de nuestros antepasados israelitas. Es decir no quiero que ignoréis vosotros, hermanos, que nuestros antepasados israelitas, todos estaban bajo el refugio y la protección de la nube y todos fueron hechos dignos de pasar con seguridad el Mar Rojo.
2. Y todos con confianza bautizados siguieron a Moisés y se unieron a él, siendo bautizados en la nube y en el mar.
3. Y todos comieron el mismo alimento espiritual del maná, que les daba Dios con la energía sobrenatural del Espíritu Santo.
4. Y todos bebieron la misma bebida espiritual que surgía con la energía espiritual sobrenatural. Porque bebían de la roca sobrenatural e invisible que los seguía; y esta roca era Cristo.
5. Pero mientras que disfrutaban todos ellos de estos excelentes privilegios, Dios no se agradó con la mayoría de ellos, sino que fue movido a la ira hacia ellos. Por lo cual quedaron postrados muertos en el desierto, sin pisar la tierra prometida.
6. Y todos estos acontecimientos son imágenes proféticas que predecían lo que también nos sucederá a nosotros, para que estemos atentos y no deseemos lo malo, como ellos lo desearon y fueron castigados.
7. Ni os volváis idólatras con los alimentos sacrificados a los ídolos, tal como sucedió con algunos de ellos, según está escrito en el libro del Éxodo: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y después de la comida se levantaron para divertirse, honrando así y adorando al becerro de oro que habían establecido como su ídolo.
8. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y Dios les castigó y cayeron muertos en un día veintitrés mil.
9. Y no intentemos probar a Cristo, buscando ver si nos protege su omnipotencia y su misericordia del peligro de las costumbres idólatras. Porque así le tentaron algunos de ellos, y for eso perecieron debido a las modeduras venenosas de las serpientes.
10. Y no os quejéis en las tribulaciones y en las pruebas, tal como algunos de ellos se quejaron, y la muerte les fue dada por el angel destructor.
11. Y todas estas cosas entonces les acontecieron a aquellos, fueron como como prefiguraciones proféticas. Y fueron escritas para amonestarnos y hacernos recapacitar a nosotros, a quienes han alcanzado los tiempos finales, cuando comenzó el nuevo periodo del Mesías; y después de éstos seguira el fin del mundo y la segunda venida.
12. De estos ejemplos didácticos entonces de la historia de Israel se obtiene la conclusión de que quien tenga el pensamiento de que se mantiene firme sobre sus pies De modo que el que piensa que está firme, que tenga cuidado de no caer, tal como cayeron los israelitas a los que me he referido.
13.
No os ha sobrevenido hasta ahora alguna tentación mayor, sino que cada tentación que habéis confrontado era momentáneo y equiparable a vuestras fuerzas humanas. Y en cuanto a las tentaciones que encontraréis en el futuro, y debido a que con el rechazo de los alimentos sacrificados a los ídolos seréis desagradables a los idólatras, no olvidéis que Dios es absolutamente fiel, quien según sus promesas no os dejará ser tentados más de lo que
podáis soportar; sino que junto con la tentación dará tambén su final, para que
podáis aguantarlo.
Vers. 14-22. Mesa del Señor y mesa de demonios.
14. Exactamente por esto, amados míos, marchaos, lejos de la idolatría, sin tener miedo de que os sea creada por esto una tentación por los idólatras.
15. Me dirijo a hombres prudentes, como sois vosotros. Juzgad por vosotros mismos esto que os voy a decir.
16. La copa al frente sobre la cual el Señor anunció la glorificación de agradecimiento (eucarística) y nosotros santificamos con la oración de agradecimiento (eucarística), ¿no es comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos en el misterio de la divina Eucaristía, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
17. Y debido a que uno es este pan celestial, por eso un cuerpo somos la mayoría. Porque todos de un pan participamos y nos unimos todos con él. Y así nos hacemos uno también entre nosotros.
18. Y para que estéis seguros de que con los alimentos sacrificados a los ídolos nos convertimos en participantes del sacrificio de los ídolos, mirad a los israelitas, que son carnales pero no espirituales descendientes de los Patriarcas. ¿No es cierto que los que comen de los sacrificios que son ofrecidos por los sacerdotes de Israel, son comulgantes y participantes del sacrificatorio?
19. Y así también los que comen de los sacrificios de los ídolos. Se convierte ellos también en participantes y comulgantes de los idolos. ¿Qué digo entonces? ¿Tal vez digo que el ídolo es algo y que representa un Dios real? ¿O que lo sacrificado al ídolo es algo y tiene algún poder? No, no digo algo así.
20. Pero digo que los animales que los idólatras ofrecen como sacrificio, lo sacrifican a los demonios y no al verdadero Dios. Porque detrás de los ídolos se esconden demonios. Y no quiero que vosotros os convirtáis en comunicantes y participantes con los demonios.
21. ¿No podéis sin culpa beber al mismo tiempo del vaso del Señor que se da en la divina Eucaristía, y del vaso de las libaciones que se ofrece a los ídolos. No podéis formar parte en la mesa del Señor y en la mesa de los demonios.
22. Pero si insistís en formar parte de las dos, ¿sabéis qué hacéis? Provocáis así a celos al Señor y le hacéis enojarse. ¿Tal vez somos más fuertes que él, de modo que podamos afrontar su ira?
Vers. 23-33. Evitamiento de causa de escándalo de los cristianos débiles en la fe.
23. Todo tengo autoridad para hacerlo, pero no todo me conviene todo y no todo me es todo beneficioso. Todo tengo autoridad para hacerlo, pero no todo edifica a mi compañero.
24. Que ninguno busque egoístamente lo que le gusta o lo que le conviene, sino que cada uno busque lo conveniente y el beneficioso espiritualmente para el otro.
25. Debéis cumplir entonces este deber vuestro, y lo relacionado con los alimentos sacrificados a los ídolos, sobre los cuales prevalece lo que os diré a continuación. De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin examinar si ha sido sacrificado a los ídolos, y no pidáis informaciones que puedan alterar vuestra conciencia. Es decir cuando no sepáis que lo que coméis ha sido sacrificado a los ídolos, lo comeréis indiferentemente y tendréis tranquila vuestra conciencia.
26. Y tendréis tranquila vuestra conciencia, porque la tierra y todo lo que la llena pertenece al Señor. Por lo tanto esto que coméis, del Señor también es.
27. Y si algún no creyente os invita a comer y queréis ir, de todo lo que os ofrezca comed, sin examinar para nada su procedencia, para que esto no se convierta en motivo para tener remordimientos de conciencia.
28. Mas si alguien os dijere: Esto carne de sacrificios a los
ídolos, entonces no lo comáis, por causa de aquel que os lo ha dicho, y por su conciencia, la cual a continuación le controlará si come él también, o se rebelará contra vosotros si no come. Os digo entonces que no lo comáis, no porque lo sacrificado puede contaminaros, ya que como hemos dicho del Señor es la tierra y todo lo que la llena.
29. Y cuando digo conciencia, no digo la tuya, sino la conciencia del otro. Y debo atender la conciencia del otro y no comer. Porque, ¿por qué motivo la libertad que tengo de comer incluso lo sacrificado, ha de ser causa de condena de la conciencia del otro?
30. Entonces si yo iluminado por la Gracia de la fe no considero ninguna comida impura y por eso como de todo, por qué me censurarán por esta práctica, por la cual yo doy gracias a Dios, el creador de las comidas y mi benefactor?
31. Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios.
32. No seáis causa de escándalo ni de caída ni a judíos, ni a griegos*, ni a
la Iglesia de Dios,
* Ni a griegos (idólatras). "Και των Ελληνων (των ειδολολάτρων). {El Nuevo Testamento. Texto-interpretación por Nikolaos I. Sotirópoulos}
33. Comportaos también como yo, que en todas las cosas agrado a todos, sin buscar lo que me conviene a mí, sino lo que beneficia a muchos, para que finalmente sean salvados.
CAPITULO 11
Vers. 1-16. El pañuelo de las mujeres en las congregaciones eclesiásticas.
1. Sed imitadores mios, tal como yo soy imitador de Cristo.
2. Voy ahora a escribiros sobre algunos desórdenes que tienen lugar en vuestras congregaciones. Inicialmente os alabo, hermanos, porque en todo me recordáis y mantenéis firmemente y con exactitud las enseñanzas tal y como os las entregué oralmente.
3. Pero quiero que sepáis que la cabeza de cada hombre cristiano es Cristo, que lo dirige y lo gobierna, es Cristo. Cabeza de la mujer es el varón, y la cabeza de Cristo es Dios, quien es su Padre y le engendró de la misma esencia antes de ser creado el tiempo.
4. Cada hombre, esté casado o soltero, que reza en vuestra adoración común o muestra la voluntad de Dios como profeta iluminado por el Espíritu Santo, cuando tiene su cabeza cubierta, lo cual es símbolo de sumisión, ofende su cabeza. Porque va a adorar o a servir a Cristo sin admitir, llevando la cabeza cubierta, la dignidad y el gobierno que le dio Dios.
5. Y cada mujer que ora o profetiza con la cabeza
descubierta, buscando así comportarse como hombre, afrenta su propia cabeza, es decir a su mismo esposo, debido a que toma su autoridad y reclama de él la superioridad. Esta mujer presenta la misma indecencia y la misma insubordinación que tiene la que se ha rapado la cabeza.
6. Porque si la mujer no se cubre honradamente, entonces que se corte también el cabello, como se lo corta el hombre. Y si le es deshonroso a la mujer cortarse el cabello o raparse, entonces que cubra bien su cabeza. Y que no quiera imitar al hombre.
7. Es decir el hombre no debe cubrirse la cabeza, debido a que fue creado desde el principio como principal representante del señorío de Dios en la tierray por eso representa más que la mujer el señorío de Dios, gloroficando así a Dios. Y la mujer como la más excelente de todas las creaciónes que el hombre tiene en su autoridad, constituye gloria gloria hombre.
8. Y realmente el marido tiene un papel principal en su relación con la mujer, porque no fue hecho el hombre de la mujer, sino la mujer del hombre.
9. Y además no fue hecho el hombre para ayudar a la mujer, sino que la mujer fue creada para ayudar al hombre.
10. Por lo cual la mujer por recogimiento, pudor y respeto hacia los ángeles que están presenten invisiblemente, debe cubrir su cabeza, lo cual es señal de la autoridad que tiene sobre ella el hombre , por causa de los ángeles.
11. Sin embargo no penséis que esta autoridad del hombre es ilimitada. Porque después de la existencia de los primeros en ser creados, ni el varón nace sin intervención de la mujer, ni la mujer sin la intervención del hombre, de acuerdo a las leyes que el Señor estableció.
12. Porque así como la mujer provino del hombre, así también desde entonces el hombre nace por medio de la mujer. Y todas las creaciones, y junto con ellas también el hombre, tienen su principio y su existencia de Dios.
13. Cada uno de vosotros que juzgue también él mismo recta y justamente: ¿Es propio que la mujer ore
a Dios sin cubrirse la cabeza?
14. O tal vez la naturaleza misma, que da a la mujer el más abundante y largo pelo, ¿no os enseña que es vergüenza para el hombre que tenga el cabello largo como la mujer,
15. mientras que para la mujer es ornamento dejarse crecer el cabello? Porque el cabello largo las ha sido dado como un velo natural.
16. Pero si después de todo esto alguien piensa y se imagina que puede crear temas y ser contencioso, que sepa que nosotros no tenemos esta costumbre, es decir que las mujeres estén a la hora del culto divino con la cabeza descubierta. Pero tampoco las Iglesias de Dios tienen tal costumbre.
Vers. 17-22. Desórdenes de los Corintios en la Cena.
17. Voy ahora con otro desorden vuestro. Este mandamiento que voy a daros se refiere a un tema que no es una alabanza hacia vosotros. Porque os reunís no para lo mejor, es decir para edificaros el uno al otro, sino para lo peor, es decir para dañaros espiritualmente.
18. Porque en
primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros
divisiones parciales. Y una parte de lo que escucho, la creo.
19. Y la creo, porque es natural que haya entre vosotros divisiones. Sois personas con defectos y debilidades, y Dios permite que se muestren estas debilidades, para que sean manifestados entre vosotros los que tienen amor probado y no son arrastrados por faccionalismos. Y así por su ejemplo que sean enseñados los demás.
20. Cuando os reunís en el mismo lugar de adoración con estas divisiones vuestras, no es posible participar de modo irreprochable y beneficioso en la cena que estableció el Señor. Coméis desde luego en la cena ahora también, pero esto es profanación de la sagrada cena que nos entregó el Señor.
21. Porque cada uno de vosotros, sin esperar a los demás, sobretodo a los hermanos pobres, se adelanta en la comida y come él sólo y sin ellos su propia cena. Y así sucede que uno más pobre pase hambre, mientras que otro más rico se embriaga.
22. Pero no ha de pasar esto, ni existe excusa para ello. Porque, ¿tal vez no tenéis casas, en las que comer y beber? ¿O menospreciáis la congregación de fieles que constituye la Iglesia de Dios, y hacéis que sientan vergüenza los que no tienen (comida)? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré por esto? No os alabo.
Vers. 23-27. La entrega del misterio de la Divina Eucaristía.
23. Y no os alabo, porque yo recibí del Señor exactamente lo contrario de lo que hacéis vosotros. Es decir, he recibido lo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche que sería entregado, tomó pan y, tras hacer oración de agradecimiento, lo partió y dijo:
24. "Tomad, comed, este es mi cuerpo que es sacrificado y en este momento es partido en pedazos para vosotros y para vuestra salvación. Esto que hago ahora con vosotros, hacedlo continuamente, para recordar con agradecimiento el sacrificio en la cruz, que ofrecí para salvaros".
25. Asimismo
tomó también la copa, después de la cena, y dijo: Esta copa contiene mi sangre y por eso es el nuevo pacto que está unido y es sellado con mi sangre. Haced esto siempre, para recordarme a mí y a mi sacrificio. Y cada vez que bebáis de esta copa santificada, hacedlo en conmemoración mía".
26. Y esta sagrada y misteriosa cena lo haréis en conmemoración del Señor, porque cada vez que comáis este pan y bebáis de esta copa, predicáis y confesáis públicamente con fe y agradecimiento la muerte por crucifixión a la que fue sometido el Señor por la salvación de los hombres. Y de este modo esta confesión y conmemoración de la muerte por crucifixión del Señor se realizará continuamente y sin interrupción, hasta que venga el Señor en su segunda venida.
27. Por lo tanto cualquiera que coma de este pan o beba de esta copa del Señor indignamente, será culpable de impiedad y sacrilegio hacia el cuerpo y la sangre del Señor.
Vers. 28-34. Preparación e indicaciones para el acercamiento al misterio.
28. Que cada uno se examine entonces con atención a sí mismo, y habiéndose preparado con este examen, entonces que coma del pan santificado y que beba de la copa santificada.
29. Porque el que come y bebe indignamente del pan y de la copa santificados, lo que come y bebe trae sobre él condena, porque no distingue y no reconoce que esto que come es el cuerpo y la sangre del Señor, si no que los ve y los come como si fuesen comidas comunes.
30. Y debido a que sin examinarlos a vosotros mismos coméis y bebéis indignamente el cuerpo y la sangre del Señor, por eso hay entre vosotros tantos enfermos, y bastantes han muerto.
31. Porque si nos interrogásemos nosotros mismos y nos examinásemos con temor de Dios antes de acercarnos a la Divina Comunión, no seríamos penalizados por Dios con tales castigos.
32. Entonces cuando somos corregidos por el Señor con enfermedades, somos castigados pedagógicamente por Él para ser corregidos y no ser condenados en la otra vida, junto con la gente que vive lejos de Dios.
33. De modo que, hermanos, cuando os reunís para comulgar la Cena del Señor, esperaos los unos a los otros.
34. y si alguno tiene hambre, que coma en su casa, para que
no se conviertan vuestros encuentros causa para vuestra condena. Y el resto de lo que me escribís en relación con la Cena del Señor, lo pondré en orden cuando vaya.
CAPITULO 12
Vers. 1-11. La naturaleza, el objetivo y el reparto de los carismas espirituales.
1. En relación ahora con el tema. De los Carismas espirituales, hermanos, no quiero que estéis en desconocimiento.
2. Sabéis que, cuando erais idólatras, érais arrastrados lejos del verdadero Dios hacia los ídolos mudos e inertes, como si alguien os arrastrarse fuera de vuestra voluntad.
3. Debido a que entonces os encontrábais en el engaño y ahora estáis cerca de tener un conocimiento preciso sobre los carismas espirituales, por eso os doy a conocer que ninguno de los que hablan con la inspiración del Espíritu de Dios dice: "que sea condenado Jesús". Sino que nadie puede confesar con fe verdadera y piedad que "Jesús es el Señor", sino sólo por la iluminación del Espíritu Santo.
4. Y desde luego existen distinciones entre distintos carismas, pero el Espíritu Santo que divide y distribuye los carismas es el mismo.
5. Hay también distribuciones de servicios y funciones. Es decir, un servicio es asignado a un miembro de la Iglesia y otro servicio a otro. Y mientras que así son distribuidos los servicios en la iglesia, uno y el mismo Señor los distribuye y es servido con ellos por todos.
6. Hay también diversidad de poderes, que se declaran como excepcionales y sobrenaturales operaciones y acciones. Pero el mismo Dios es quien actúa activando todo esto en todos aquellos a través de los cuales es actúa, y sobre aquellos a través de cuyas beneficencias tiene lugar todo esto.
7. A cada uno le es dado entonces el carisma con el cual se revela la energía del Espíritu Santo, para que sea servido el interés y el beneficio de todos los miembros de la Iglesia.
8. Es decir a uno le es dado por el Espíritu el carisma del discurso que explica profundamente y con sabiduría las misteriosas voluntades y salvadoras verdades de Dios. A otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu. A otro le es dado por el Espíritu el carisma del discurso que explica a los fieles lo que la palabra de la sabiduría manifiesta, y transmite sobre ellos el conocimiento que es para salvación. Y es dado según las distribuciones del mismo Espíritu Santo.
10. A otro le es dado poder para realizar obras sobrenaturales milagros. A otro, carisma profético. A otro le es dado carisma para distinguir a los verdaderos profetas de los engañadores, y los carismas reales del Espíritu Santo de los falsos, que ocultan ilusamente el error. A otro el carisma de hablar diversas lenguas. Y a otro el carisma de interpretación de lenguas hacer comprensibles a todos lo que es dicho en otras lenguas
11. Y todas estas muchos y variados carismas, lοs transmite uno y el mismo Espíritu Santo, el cual reparte a cada uno en particular según su divina voluntad. Y esta voluntad suya no es parcial y arbitraria, sino que siempre calcula también el interés del que recibe este carisma, pero también el de todo el cuerpo de la Iglesia.
13. No os extrañéis al escuchar que todos los miembros somos uno. Porque en un Espíritu Santo todos nosostros fuimos todos bautizados y por un Espíritu Santo hemos vuelto a nacer todos en la pila bautismal, para convertirnos en un solo cuerpo, sean judíos o griegos, estábamos anterioremente en cuanto a la nacionalidad y la religión, o esclavos o libres en cuanto a nuestra posición y orden social. Y todos hemos sido regados de un mismo Espíritu Santo, porque como árboles hemos sido regados todos con el mismo agua espiritual de la gracia.
14. No os dejéis llevar entonces por aquello de que somos muchos y no dudéis de cómo los muchos pueden ser uno. Porque tampoco el cuerpo es un solo miembro, sino
muchos.
15. Si por ejemplo dice el pie, "porque no soy mano, por eso no soy de los miembros del cuerpo pertenezco al
cuerpo", ¿tal vez por eso no será del cuerpo?
16 Y si dijese la oreja, "porque no soy ojo, no soy miembro del cuerpo", ¿por eso no será del cuerpo? Así también tú, debido a que tienes este carisma y no tienes lo que tú prefieres, no dejas por eso de pertenecer al único cuerpo de Cristo.
17. Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? El cuerpo estaría sordo. Y si todo el cuerpo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? El cuerpo estaría falto de olfato.
18. Dios sabiamente ha colocado en el cuerpo cada uno de los miembros exactamente como quiso según su bondad y su omnisciencia, siempre por el bien y el servicio de todo el cuerpo.
19. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde
estaría el cuerpo? ¿no se desharía?
20. Sin embargo ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Y en este cuerpo un miembro depende de los otros, y no puede cada miembro actuar sin los otros.
21. No puede por ejemplo el ojo decir a la mano: "No te necesito", ni tampoco la cabeza a los pies: "No tengo necesidad de vosotros".
22. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son mucho más necesarios para la existencia del cuerpo.
23. Y aquellos miembros del cuerpo que consideramos que son mayor vergüenza mostrarlos y pensamos que restan honor en relación con los otros, éstos los tapamos y los ataviamos con mayor honor. Y nuestros miebros que hace feo enseñarlos, tienen mayor decoración exterior y un atuendo más hermoso.
24. Y los miembros que se pueden mostrar, no necesitan ser tapados. Pero Dios unió los miembros e hizo el cuerpo, dando más honor al miembro que parece ser inferior, en comparación con los demás miembros.
25. E hizo Dios esta sabia unión, para que
no haya desavenencia ni división en el cuerpo, sino que todos los miembros tengan el mismo cuidado entre ellos, el uno para el otro.
26 De manera
que si un miembro padece, todos los miembros padecen junto con él; y si un miembro
recibe honra, todos los miembros con él se gozan.
27. Vosotros cristianos, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros, que cada uno de vosotros en relación con su carisma tiene un puesto y algún lugar en la vida de todo el conjunto.
28. Y Dios puso en la iglesia a cada uno en su lugar determinado. En primer lugar a los apóstoles, en segundo a los profetas, en tercero a los maestros, luego los que tienen poder de hacer milagros, otros que tienen carismas de sanación, carísmata de cuidado de huérfanos, de viudas, de pobres, y todo tipo de enfermos; carismas de dirección y de administración dentro de la Iglesia; carisma de hablar lenguas.
29. A cada uno el Señor le dio su carisma. ¿Tal vez son todos apóstoles? ¿Tal vez son todos profetas? ¿Tal vez son todos maestros? ¿Tal vez tienen todos el carisma de hacer milagros?
30. ¿Tal vez tienen todos carismas de sanación? ¿Tal vez hablan todos lenguas? ¿Tal vez tienen todos el carisma de interpretar lenguas?
31. Tened afán por los carismas superiores que ofrecen mayor beneficio, y que por eso son superiores superiores. Y ahora os mostraré un camino más superior todavía, y medio excelente y maravilloso, con el cual se adquieren los mejores carismas. Y este medio es el amor.
CAPITULO 13
Vers. 1-13. El maravilloso himno del amor.
1. Si, supongamos, hablo las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, me parezco al cobre sin vida que resuena cuando le golpean, o al címbalo que emite gran ruido innecesariamente.
2. Y si tengo carisma de profecía y conozco todos los planes misteriosos de las voluntades de Dios y tengo todo el conocimiento que puede adquirir el hombre, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase incluso montañas, pero no tengo amor, no soy nada.
3. Y si repartiese todos mis bienes para alimentar con pan a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, ningún beneficio obtengo de estos sacrificios.
4. El que tiene amor es magnánimo, tolerante y tiene gran corazón; se convierte en caritativo y beneficioso está lleno de bondad. Quien tiene amor no tiene envidia, no se enorgullece y no se comporta con arrogancia e insolencia. No se hincha de orgullo y presunción.
5. No hace nada indebido, no busca su propio interés, no se irrita de odio e ira, no piensa nunca mal de los demás, ni tiene en cuenta el mal que ha recibido de los demás.
6. No se alegra al ver que sucede algo injusto, pero se alegra al ver que prevalece la verdad.
7. Cubre todas las carencias del otro y no lo expulsa ni rechaza por ellas. Crea una buena disposición en todo lo referente hacia el que ama. Y cuando se encuentra ante los errores de los otros, tiene esperanza en que serán corregidos de todos ellos. En todo muestra paciencia por su compañero.
8. El amor nunca falla, sino que permanece siempre verdadero y poderoso, incluso después de nuestra muerte. Las profecías que existen ahora como carismas del Espíritu Santo serán abolidas; y los carismas de lenguas existentes, también se detendrán; y el conocimiento existente, también éste será abolido.
9. Todo esto será abolido en la otra vida. Porque ahora poseemos una parte del conocimiento y una parte de la verdad profetizamos. En esta vida nuestro conocimiento es limitado, y los profetas sólo nos revelan una parte de los misterios de la divina sabiduría.
10. Mas cuando en la otra vida venga lo perfecto y nos sea dado el perfecto conocimiento, entonces lo que es en
parte e imperfecto se acabará.
11. Y esto que os escribo lo entenderéis mejor con el siguiente ejemplo: Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba y reflexionaba como niño. Mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. No hablo ya como niño; mi pensamiento y mis reflexiones ahora son maduros. Εn consecuencia podéis formar alguna idea sobre el conocimiento y más en general sobre la perfección que nos será dada en la otra vida.
12. Porque ahora vemos como dentro de un espejo metálico empañado y con tanta imperfección, que nos quedan muchos enigmas que no podemos explicar. Pero entonces veremos clara y limpiamente, porque veremos directamente cara a cara. Ahora conozco solo una parte de la verdad. Pero entonces recibiré un conocimiento tan perfecto, como perfectamente me conoce el omnisciente Señor, cuando llevó a cabo mi regreso y me llamó al servicio apostólico.
13. Todo esto tendrá lugar en la otra vida. Pero ahora permanecen estos tres: la fe, la esperanza y el amor. Estas tres. Y el mayor de ellos es el amor.
CAPITULO 14
Vers. 1-25. La profecía, superior al carisma de hablar lenguas.
1. Entonces si tan superior es el amor, buscad con insistencia el adquirirlo. Desead con anhelo los carismas espirituales, y más las inspiración del carisma profético, para enseñar a los fieles.
2. El carisma profético es superior al carisma de hablar lenguas, el cual muchos os envidian con tenerlo. Porque el que habla lenguas no habla a los hombres, sino a Dios. Y no habla a los hombres, pues ninguno de los que escuchan entiende lo que él dice. Él dice verdades misteriosas por inspiración a través de su alma, que es dirigida por el carisma del Espíritu Santo.
3. Sin embargo el que profetiza, dice a los hombres palabras que afianzan en la fe e instan y refuerzan en la virtud y consuelan en las tentaciones.
4. El que carismáticamente habla lenguas, siente el efecto del Espíritu Santo, el cual calienta e inspira su interior; pero esta energía le edifica sólo a él mismo. Sin embargo el que profetiza y enseña las verdades de la fe, edifica a toda la congregación de los fieles.
5. Entonces si lo queréis vosotros, lo quiero yo también que habléis todos lenguas, pero más todavía sin embargo que profeticéis. Porque superior en cuanto al beneficio que ofrece a los hermanos, es el que profetiza y enseña, que el que habla en lenguas. A no ser que el mismo interprete lo que dice, de modo que la congregación de los fieles comprenda lo que dice, y sean así beneficiados y edificados
6. Pero ahora, hermanos, si voy a vosotros y hablo en lenguas que no entendéis, ¿en qué os beneficiaré, si no os hablase a todos los fieles con revelación, o con conocimiento comprensible, o con profecía, o con enseñanza?
7. Incluso los instrumentos musicales, como una flauta o una cítara, aunque son inertes, cuando producen sonidos, si no hiciesen distinción entre sus sonidos y sus tonos la una de la otra, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara?
8. Porque si alguna trompeta diese un sonido incomprensible y sin significado, ¿quién se
prepararía para formar parte en la batalla?
9. Así también vosotros, por el carisma de lenguas, si no habláis con palabras claras y comprensibles, ¿cómo comprenderán los demás lo que decís? Hablaréis sin ningún beneficio, porque hablaréis al aire y os cansaréis en vano.
10. Tantas clases -si coincide que alguno sepa muchos- de idiomas hay en el mundo. Y cada lengua tiene su significado, y los que la conocen se comprenden entre ellos mediante ella.
11. Pero si yo ignoro el significado de las palabras, seré como extranjero para el que habla la lengua, y el que habla la lengua extranjera, será como extranjero para mí.
12. Así también vosotros, dado que con mucho celo buscáis los carismas espirituales, pidad que a Dios que os dé abundantemente los carismas que contribuyen con la edificación de la Iglesiaanheláis los dones espirituales, procurad abundar en los que contribuyen a la edificación de la iglesia.
13. Exactamente por esto, el que tiene el carisma de hablar lenguas, que rece para que le sea dado también el carisma de interpretar la lengua.
14. Porque si oro con el carisma de lenguas, reza mi alma, que se encuentra bajo la influencia del Espíritu Santo y está unido con él, pero mi entendimiento (nous) no comprende lo que digo, y por lo tanto permanece sin fruto y sin beneficio.
15. ¿Qué es entonces lo más beneficioso y lo más fructífero? Oraré con el carisma del espíritu, pero oraré
también con el entendimiento; cantaré con el carisma del espíritu, pero cantaré también con
el entendimiento.
16. Y has de cantar con el entendimiento, es decir con palabras que todos comprendan, las entiendan, porque, si glorificas a Dios con el carisma espiritual de las lenguas que las comprende nadie, entonces el que ocupa lugar de oyente, ¿cómo dirá el "amén" a tu agradecimiento? Seguramente no lo dirá, porque no sabe qué dices.
17. Entonces tu inspirado agradecimiento se pierde. Porque tú bien agradeces a Dios, pero el otro no es edificado espiritualmente, ya que no siente lo que dices.
18. Doy gracias a Dios, porque me dio el carisma de hablar lenguas y hablo lenguas, más que todos vosotros.
19. Sin embargo en la congregación de fieles prefiero decir cinco palabras que las comprenda con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que decir con el carisma de hablar lenguas miles de palabras que nadie comprenderá.
20. Y para finalizar con este tema, hermanos, os propongo que no os comportéis como si fuerais todavía niños en el modo de pensar, incapaces de pensar con seriedad y prudencia, sino sed niños sólo en la malicia, sin perversidad y con inocencia. Sin embargo en el modo de pensar buscad siempre ser hombres perfectos.
21. Y ahora pensad más maduramente. En el Antiguo Testamento está escrito lo siguiente: Hablaré a este pueblo con hombres que hablan lenguas extranjeras y con labios de pueblos extranjeros, pero ni de este modo me escucharán, dice el Señor.
22. Por lo tanto las lenguas son dadas para ser milagro y señal sobrenatural, no a los creyentes, sino a los incrédulos, para ser movidos por esto a creer. Pero la profecía y el carisma de enseñanza es dado no a los incrédulos, sino a los creyentes, para que sean más iluminados y edificados
23. Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran hombres que no saben lo que son los carismas espirituales, o personas que no creen, ¿no pensarán que os ha pasado algo y habéis enloquecido?
24. Pero si todos profetizan, y entra en el lugar de la congregación algúno que no cree o alguno que no sabe nada de carismas, con el carisma profético le revelan todos lo que este desconocido tiene en su corazón. De este modo el interior de este hombre es examinado e investigado por todos,
25. y de esta manera lo oculto de su corazón se hace manifiesto. Y el resultado será que éste, postrándose con el rostro sobre tierra, adorará a Dios declarará públicamente que verdaderamente Dios
está entre vosotros.
Vers. 26-40. Instrucciones para el buen y ordenado uso de los carismas
26. Entonces según esto, ¿qué es lo beneficioso, hermanos? Cuando os reunís para la adoración y la oración en común, cada uno de vosotros, tenga el carisma que tenga, sea el canto por inspiración del Espíritu Santo, sea la enseñanza constructiva, sea el hablar lenguas, sea alguna revelación, sea el carisma de interpretar lenguas, que todos se hagan para la edificación dela congregación.
27. En el caso concreto de hablar lenguas, que hablen dos, o a lo más tres, en cada congregación, y por turno, uno después del otro. Y que uno interprete lo que dice el que tiene el carisma de hablar lenguas.
28. Pero si no hay intérprete, entonces el que tiene el carisma de hablar lenguas que calle en la congregación. Y hable en secreto consigo mismo y con Dios, de modo que sólo el hable y Dios escuche
29. Y los profetas en cada congregación que hablen dos o tres, y que los
demás escuchen y disciernan si el profeta es verdadero y no un engañado y falso bendedor de piedad.
30. Y si mientras tanto algo le fuere revelado a otro que también está allí, que calle el primero.
31. Porque podéis uno después del otro profetizar y enseñar todos, para que todos aprendan y todos sean alentados con lo que digan la mayoría de los profetas.
32. Es posible además que calle un profeta para dar su puesto al otro; porque los carismas de las profecías están sujetos a los profetas, y por lo tanto los profetas, cuando quieren, pueden callar.
33. Y los carismas de las profecías están sujetos, pues Dios, quien los da, no es Dios de desorden y alboroto, sino Dios de paz.
34. Según el orden y la paz que gobierna en todas las Iglesias de los cristianos, vuestras mujeres callen en las congregaciones de los fieles, porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice en el libro del Génesis.
35. Y si quieren aprender mejor algo que se dijo en la congregación y no lo entendieron, que pregunten sobre ello en sus casas a sus maridos. Porque es indebido e indecoroso que una mujer hable en la congregación de los fieles.
36. Esto predomina también en las otras Iglesias, ¿por qué no lo cumplís también vosotros?¿O acaso vuestra Iglesia es la madre de las otras Iglesias y la palabra de Dios salió por primera vez de vosotros? ¿o sólo a vosotros ha llegado la palabra de Dios y sois los únicos fieles en la tierra habitada, de modo que de vosotros depende el orden de la Iglesia?
37. Si alguno cree que es profeta o tiene carisma espiritual, que sea iluminado por su carisma y que entienda bien que lo que os escribo es mandamiento del Señor.
38. Mas si alguno insiste en no aprender, que permanezca en la ignorancia, y que tenga la pesada responsabilidad de su ignorancia.
39. Así que, hermanos, desead con afán profetizar, pero no
impidáis el hablar lenguas.
40. Hágase todo con decencia y con orden.
CAPITULO 15
Vers. 1-11. La Resurrección del Señor y los testigos presenciales.
1. Os hago conocido entonces, hermanos, el Evangelio que os he enseñado, el cual también recibisteis, en el cual también permanecéis inamovibles desde entonces.
2. Y con él también sois salvados, si lo retenéis firmemente, como yo os lo he predicado; excepto si en vano y sin motivo creísteis.
3. Es decir con mi enseñanza oral os he entregado primeramente lo que yo también recibí, es decir que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a lo profetizado por las Escrituras,
4. que fue sepultado yque resucitó al tercer día conforme a las Escrituras.
5. Y que se le apareció después de su resurrección a Cefas (Pedro), y después a los doce Apóstoles.
6. Después se apareció por una vez al mismo tiempo a más de quinientos hermanos, de los cuales algunos claro ya murieron, pero la mayoría viven hasta ahora.
7. Después se apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles.
8. Y al último de todos se me apareció a mí como a un abortivo, es decir como un embrión que fue expulsado prematuramente del vientre de su madre.
9. Porque yo soy el más pequeño, el inferior de todos los apóstoles, que no
soy digno de ser llamado Apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios.
10. Pero por la gracia de Dios ahora soy lo que soy, es decir Apóstol igual que los demás. Y la Gracia que me dio el Señor no ha quedado infructuosa y sin resultado, sino que más que todos ellos me he fatigado. Pero esta obra no la he realizado yo, sino la gracia de Dios que está conmigo y me refuerza.
11. Entonces si a los otros Apóstoles y a mí se nos ha aparecido el Señor, y todos hemos sido elegidos Apóstoles suyos, porque sea yo o sean ellos, del mismo modo y con el mismo Evangelio predicamos; y tal como predicamos, así vosotros habéis creído.
Vers. 12-28. La Resurrección de Cristo, evidencia de la resurrección de los muertos.
12. Entonces si todos los Apóstoles predicamos que Cristo resucitó de los
muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos y que los muertos no serán resucitados?
13. Porque si no existe resurrección de muertos, entonces tampoco Cristo resucitó, ya que también tenía un cuerpo como el nuestro.
14. Y si Cristo no resucitó, entonces es sin contenido real y sin sentido nuestra predicación, pero vana es también vuestra fe y sin contenido real; pues nuestra predicaciñon y nuestra fe tienen como base y cimiento la Resurrección de Cristo.
15. Y también nosotros los Apóstoles somos señalados como falsos testigos, que damos un falso testimonio de Dios; porque
hemos dicho mentiras sobre Dios, que resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si suponemos que los muertos no resucitan.
16. Porque si los muertos no son resucitados, tampoco Cristo fue resucitado.
17. Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana y vacía de contenido. Aún estáis sumidos en vuestros pecados.
18. Entonces también los que fallecieron con fe y esperanza en Cristo, se han perdido.
19. Pero también nosotros, si en esta vida hemos puesto nuestras esperanzas en Cristo, entonces somos los más miserables y patéticos de todos los hombres.
20. Pero no. No somos los más miserables de todos los hombres. Porque ahora Cristo ha resucitado de los muertos. Tal como los primeros frutos, que maduran antes que los demás y nos avisan de que vendrá una completa cosecha, así también Cristo resucitó el primero de todos y certifica con su Resurrección que seguirá después la resurrección también de los otros muertos.
21. Sobre esta verdad no debemos dudar. Porque, debido a que a través de un hombre, el primer Adán, que infringió el mandamiento divino, vino la muerte sobre el género humano, también a través de hombre, el nuevo Adán de la Gracia, vendrá la resurrección de los muertos.
22. Es decir tal como todos los descendientes de Adán mueren debido a su relación y su unión con él, así también todos serán vivificados debido a su relación y su unión con Cristo.
23. Cada uno en su orden: Primero fue resucitado como fruto inicial de la resurrección Cristo. Después,
24. Después vendrá el final, cuando se haya completado ya la obra de Cristo como Sumo Sacerdote, referente al divino plan de salvación de los hombres. Y entonces entregará Cristo como hombre el reino al Dios y Padre. Porque ya habrá sido suprimido el Señor con su autoridad real y de Sumo Sacerdote todo dominio, toda autoridad y potencia. Pero hasta ese momento con su autoridad real y sacerdotal, trabajará en la salvación de los hombres.
25. Porque Cristo ha de reinar, hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies.
26. Y el último de sus enemigos que será destruido y aniquilado es la
muerte.
27. Porque tal como se declara en los salmos, el Padre todo lo sometió bajo los pies de Cristo, por lo tanto también la muerte. Entonces cuando el Dios y Padre diga a Cristo que "todo ha sido sometido ya a tí", está claro que ante este acto de sometimiento se exceptúa Dios y Padre, quien sometió a Cristo todas las cosas.
28. Entonces cuando todo sea sometido a él, entonces también el Hijo mismo parará ya de ejercer su autoridad real y sacerdotal en la manera en que lo ejerce ahora, y será sometido en cuanto a su naturaleza humana a aquel que sometió todo a él, para que Dios sea todo en todos, de modo que cada uno reconozca y proclame Dios lo es todo para él.
Vers. 29.34. Sin la resurrección, todo es vano.
29. Este glorioso futuro y esta resurrección nos esperan. Porque, si de ninguna manera los muertos resucitasen, ¿qué harán y qué beneficio tendrán los que no son bautizados hasta el final y admiten ser sometidos al bautismo del martirio y de la sangre, y sacrifican sus vidas con la esperanza y la creencia de que serán unidos con la Iglesia de los muertos, la cual sin embargo está viva en los cielos y un día resucitarán? ¿Por qué son bautizados con el bautismo de sangre, si con éste no entrarán en la Iglesia que está formada por personas vivas, sino que entran en la Iglesia de los muertos, que nunca serán resucitados?
30 ¿Por qué entonces también nosotros los Apóstoles exponemos nuestras vidas al peligro?
31. Y cada día afronto tales peligros mortales, que pierdo toda esperanza de que evitarñe la muerte. Y así a propósito cada día muero, por la jactancia que tengo sobre vosotros con la ayuda y la Gracia de Jesús Cristo nuestro Señor.
32. Si por motivaciones y cuentas que hacen los hombres que buscan honores y ganancias terrenales peligré en ser devorado luchando con fieras en Efeso, qué gané con ello? Si los muertos no resucitan, entonces apliquemos lo que dicen los incrédulos y materialistas: "comamos y bebamos, porque mañana
moriremos".
33. No os engañéis a vosotros mismos con mentiras. Y no hagáis compañía con vuestros antiguos amigos, que tenías cuando érais idólatras No olvidéis que las malas compañías corrompen las
buena moral".
34. Vuelvan a sus sentidos, tal como es justo y de vuestro interés, y no pequen. Os hago esta exhortación, porque algunos, debido a que no creen en la resurrección, tienen desconocimiento del poder, de la justicia, y de la bondad de Dios. Os hablo así para que os avergoncéis.
Vers. 35-49. Cómo será los cuerpos resucitados.
35. Pero planteará uno la objeción y dirá: ¿Cón qué poder o de qué manera serán resucitados los muertos? ¿Y con qué clase de cuerpo volverán a la vida?
36. Insensato, lo que tú siembras, no cobra vida, si no se pudre y no muere antes dentro de la tierra.
37. Y lo que siembras, no es el cuerpo de la planta que luego ha de nacer, sino una semilla desnuda y sin hojas, sea de trigo o sea de otro tipo de semilla.
38. Y Dios a esta semilla le da el cuerpo de la planta, tal como al principio de la creación quiso y ordenó; y a cada uno de las semillas su propio cuerpo .
39. De todos los que son carnales, ninguno tiene la misma forma ni la misma carne. Sino que otra es la carne de los humanos, otra la de los animales de tierra firme, otro el de los peces y otro el de las aves.
40. Hay también cuerpos celestes y cuerpos terrestres. Pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro.
41. Uno es el esplendor del sol, otro el de la luna y otro el brillo de las estrellas. Porque de un astro a otro tienen su propio y distinto brillo.
42. Así respectivamente tendrá también lugar la resurrección de los muertos. Es sembrado el cuerpo en el sepulcro en estado de corrupción, es levantado en estado de incorrupción.
43. Es sembrado y enterrado en estado de deshonra, con hedores, es levantado en estado de gloria. Es sembrado en estado enfermizo, es levantado lleno de poder.
44. Es sembrado y enterrado un cuerpo que era vivificado y dirigido por las más bajas fuerzas naturales del alma; es levantado un cuerpo que será vivificado y dirigido por las fuerzas espirituales del alma, que serán fortalecidas por el Espíritu Santo. Existe cuerpo natural, también existe cuerpo espiritual.
45. Así está escrito también en el Génesis: “Fue hecho el primer hombre, Adán, existencia viva, ya que fue animado con un alma viviente que da vida también al cuerpo. El último Adán, es decir el Señor, quien recibió toda la presencia y residencia del Espíritu Santo, era lleno del Espíritu, que transmite vida espiritual.
46. Pero no fue primero el cuerpo espiritual, sino el natural, el cual es dirigido por las fuerzas inferiores del alma. Después fue el cuerpo espiritual, el cual es dirigido por las fuerzas superiores del alma, las cuales son santificadas por el Espíritu Santo.
47. El primer hombre fue creado de la Tierra, de tierra. El segundo hombre es el Señor, quien bajó del cielo, y junto con su divina naturaleza recibió también la humana.
48. Como era Adán, es decir perecedero y mortal, así son también los terrenales (de tierra) que proceden de él. Es decir son también ellos perecedero y mortales. Y como es el Señor celestial, es decir imperecedero y glorioso, así serán también hombres que son renacidos por Él y se convierten en celestiales.
49. Y tal como nos fue puesta como prenda la semejanza del terrenal (de tierra), es decir su corrupción y su muerte, así también nos será puesta la semejanza del celestial, es decir su resurrección, su incorrupción y su inmortalidad.
Vers. 50-58. Cómo será la resurrección de los muertos.
50. Y con esto último que os he dicho, hermanos, quiero decir lo siguiente: que el organismo formado por carne y sangre es por naturaleza imposible que herede el espiritual e inmortal reino de Dios. Ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible.
51. Aquí les revelo un misterio; una verdad que era desconocida y por divina revelación nos fue manifestada. Y esta verdad es la siguiente: No todos moriremos todos; porque cuando venga el Señor en su seguna venida, estará en la vida la generación de los hombres que entonces estárán vivos. Estos entonces no morirán. Pero todos, es decir los que entonces estárán vivos y todos los que hayamos muerto, seremos transformados, ya que nuestro cuerpo corrupto se volverá incorrupto.
52. Y tendrá lugar este cambio, cuando suene la última sobrenatural trompeta, en un momento, en el tiempo en que se tarda en abrir y cerrar los párpados. Porque tocará la trompeta el ángel, y los muertos resucitarán incorruptos, y todos los que entonces vivamos entonces durante la venida del Señor cambiaremos. transformados.
53. Y cambiaremos porque este cuerpo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y este cuerpo mortal vestirse de inmortalidad.
54. Entonces cuando esta naturaleza nuestra corruptible se revista de lo incorruptible, y nuestra naturaleza mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirán las palabras del profeta Isaías incluídas en la Santa Escritura: "Desapareció del todo la muerte y fue derrotada, y ya no aparece en ninguna parte" .
55. "¿Dónde está, muerte, tu aguijón venenoso? ¿Dónde está, Hades, tu victoria?"
56. No tiene ya la muerte aguijón. Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Porque si no existiese ley, no se tendría en cuenta el pecado y no pecarían los hombres conscientemente.
57. Pero agradezcamos a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
58. Consecuentemente, mis queridos hermanos, afianzaros en el dogma que hace referencia a la resurrección. Sed inamovibles, trabajando sin cesar con todο afán en la obra que el Señor os confíe. Y sabed que vuestro esfuerzo no es sin fruto ni beneficio. Y esto lo garantiza vuestra conexión y vuestra unión con el Señor no es en vano.
CAPITULO 16
Vers. 1-4. Colecta para
la Iglesia de Jerusalén.
1. Ahora en cuanto a la recolección de dinero para los cristianos de Jerusalén, sigiendo las instrucciones que di a las iglesias de Galacia, haced así también vosotros.
2. El primer
día de la semana, es decir el Domingo, que cada uno de ustedes ponga aparte alguna cantidad y que vaya reuniendo lo que pueda, para que no se tengan que hacer colectas cuando yo vaya.
3. Y cuando vaya a Corinto, a los que ustedes hayan elegido, les enviaré con cartas de recomendación mías para que trasladen la ofrenda de vuestro amor a Jerusalén.
4. Y si la cantidad que reunís es grande y merece que vaya yo también, entonces viajaremos juntos.
Vers. 5-9. Plan de Pablo para el traslado a Corinto
5. Entonces iré a verlos, después de pasar por Macedonia. Pues tengo intención dentro de poco de recorrer Macedonia.
6. Es posible
que me quede con vosotros algún tiempo, y tal vez pase allí todo el invierno, para
que me ayuden a seguir el viaje a dondequiera que vaya.
7. Y por eso no iré ahora mismo, porque no quiero verlos solo de paso. Pero espero quedarme con vosotros bastante tiempo, si el Señor así lo permite.
8. Me
quedaré en Éfeso hasta Pentecostés.
9. Porque se me ha presentado una gran oportunidad para predicar y me ha sido abierta una gran puerta con un trabajo eficiente y fructífero. Pero exactamente por esto, debido al odio y envidia que tiene satanás ante todo lo bueno, son muchos los que también ahora se presentan en mi contra como enemigos.
Vers. 10-18. Encargos y admoniciones.
10. Si viene Timoteo, procuren que esté con vosotros como en su casa, sin conardía ni timidez. Y es justo que su acción allí sea sin temor y sin obstáculos, porque también él trabaja en la obra del Señor, como yo. Que nadie entonces le menosprecie.
11. Y cuando vaya a regresar para encontrarse conmigo, encaminadle pacíficamente para que venga conmigo. Porque le espero junto con los
hermanos de aquí.
12. En cuanto a nuestro hermano Apolo, he de escribiros que le rogué muchas veces que viniese a vosotros junto con los hermanos. Pero a pesar de todo esto que hice, no fue posible que quisiese venir ahora. Lo hará sin embargo, cuando se le presente la
oportunidad.
13. Estad atentos, como guardias en vela. Permaneced firmes y rectos en la fe. Luchad como hombres valientes. Llenaos de fuerza y coraje.
14. Lo que hagáis, hacedlo con amor.
15. Y ahora también os ruego, hermanos: conocéis a los de la familia de Estéfanas, que son los que primeros creyeron en Cristo en Acaya, y sus miembros se han dedicado a servir a los cristianos.
16. Os ruego entonces que os supeditéis también vosotros a tales cristianos distinguidos, así como a cada uno que colabora y se fatiga en un servicio tan agradable a Dios.
17. De todos modos me alegro porque están presentes aquí Estéfanas, Fortunato y de Acaico. Porque ellos han suplido el vacío que siento, debido a que no os tengo cerca de mí.
18. Porque con sus informaciones y con sus noticias han tranquilizado el fondo de mi alma, y con esta epístola mía que os llevarán, estoy seguro de que darán descanso al fondo de mi alma. Tales cristianos, honradles y reconoced su valor.
Vers. 19-24. Varios saludos.
19. Os envían saludos de corazón las iglesias de Asia. Os envían muchos saludos en el Señor Aquila y Priscila, junto con los cristianos que se reúnen en la casa de ellos.
20. Os envían saludos de corazón todos los hermanos. Salúdense unos a otros con beso santo.
21. Este saludo es escrito por mí, Pablo, con mi misma mano.
22. Si alguno no ama con su corazón al Señor Jesús Cristo, que sea apartado del cuerpo de la Iglesia. El Señor vendrá y condenará a cada anatematizado.
23. Os deseo que Gracia de nuestro Señor Jesús Cristo sea con ustedes.
24. Mi amor en Cristo que esté con todos vosotros. Amén.