Martes Santo, Las Diez Vírgenes.

Durante el Martes Santo (en gr."Μεγάλη Τρίτη", [Megáli Triti], Gran Martes) celebramos la memoria de las diez vírgenes de la parábola del Señor. Nuestra Iglesia llama a que estemos atentos para recibir, manteniendo encendidas las velas de nuestras virtudes, al novio celestial,
al Señor Jesús, quien vendrá de improviso, ya sea específicamente en el momento de nuestra muerte, o generalmente durante la Segunda Venida.
También nos llama, mostrándonos la parábola de los talentos, cultivando y aumentando los dones y los carimas que Dios nos ha dado.
Nuestro Señor, Jesús Cristo, cuando subió a Jerusalén y se aproximaba hacia su Pasión de forma voluntaria, decía a sus discípulos determinadas parábolas para prepararlos. Algunas de ellas también las decía para reprender y golpear a los escribas y a los fariseos. Una de éstas, la del día de hoy de las diez vírgenes, la dijo para mover a todos a caridad y también para enseñarnos a todos nosotros a que estemos preparados antes de que nos llegue la hora de la muerte. 

Debido a que tiene gran valor la virginidad (¡realmente es un gran logro!) y para no encontrar a alguien que administre esta gran obra, pero que descuida las demás, y en particular a la caridad, presenta esta parábola. 





Pasa muy rápido la noche de la presente vida; todas las vírgenes tenían sueño y se durmieron, es decir murieron, porque a la muerte se la llama también sueño. Mientras dormían, se escuchó en medio de la noche una fuerte voz que decía: " ¡He aquí el novio viene! ¡ Salid todas a reverenciarle ! ". 
Entonces las vírgenes prudentes que se habían cuidado de tener suficiente aceite virgen en el candil, salieron al encuentro del novio y acompañaron al novio cuando se abrieron las puertas. Éstas, cerca de las otras virtudes y desde luego de la pureza, procuraron mantener puro también el aceite de la caridad. Al contrario las otras cinco vírgenes que no tenían suficiente aceite, cuando se despertaron pidieron un poco a las prudentes, pero tras la muerte no es fácil aceite a aquellos que lo venden, e decir los pobres. 




A éstas, la parábola las denomina insensatas o necias, aunque consiguieron lo más difícil, la "pureza", descuidaron lo más fácil, porque no tenían caridad en sus corazones. 
Por lo tanto quien consigue una virtud, por grande que sea, pero no se preocupa también por las otras, sobretodo la caridad, no puede entrar junto con Cristo en el descanso eterno y regresa avergonzado. Y nada hay más lamentable que una "virgen" que es vencida por el amor al dinero

"El Segundo Oficio del Novio". Se suele celebrar el Lunes por la tarde (maitines del Martes Santo).

Liturgia de los Dones Presantificados , se celebra el Martes Santo a la mañana.

"El Tercer Oficio del Novio". Se suele celebrar el Martes por la tarde (maitines del Miércoles Santo).







Fuentes consultadas: saint.gr, pemptousia.gr, Oficios litúrgicos en español obtenidos de acoantioquena.com