La genealogía de Cristo: tan hermosa y tan reconfortante

Esta lectura (sobre la genealogía de Cristo) que nos parece extraña, es en realidad tan hermosa y al mismo tiempo tan consoladora para nosotros, en la medida en que nos muestra que ya este pueblo del Antiguo Testamento estaba formado por santos y pecadores. Entre las personas enumeradas, entre las mujeres mencionadas en esta genealogía no faltan las pecadoras. Y, sin embargo, toda esta cadena conducía a Cristo. 

 

 

 

Archimandrita Placidas Deseille (+2011)

 


Hay, sin embargo, en esta cadena también un número significativo de verdaderos santos, a los que honramos de la misma manera que a los santos de la Iglesia de hoy, porque a su modo -un modo todavía enigmático pero real- creyeron en Cristo, fueron salvados por su fe en la palabra de Dios y en la promesa del Mesías venidero.

A los Padres de la Iglesia –me refiero, por ejemplo, a san Juan Crisóstomo y san Ambrosio de Milán– les gustaba sumergirse en la vida terrena de los santos del Antiguo Testamento: 

 

 

 


 

 

Abraham, los patriarcas y tantos otros, porque, aunque todavía no tenían la plena luz, como sería revelada en Cristo, verdaderamente obedecieron la palabra de Dios, tuvieron absoluta confianza en esa palabra, y son para nosotros, como los santos del Nuevo Testamento y todos los santos de la Iglesia, tanto modelos como mediadores.

Amemos estudiar estos textos de los Padres, que nos permiten captar toda la profundidad, toda la riqueza del Antiguo Testamento, que es nuestro, es en verdad uno con la historia de nuestra Iglesia.


Del libro Entrando en el Misterio de los Misterios. Traducción al inglés por John Sanidopoulos. Traducción al español por el equipo de La Ortodoxia es la Verdad

 

 

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