COSMOLOGÍA CRISTIANA - ANTROPOLOGÍA. A. MITILINEOS.

Homilías sobre el Génesis del Padre Atanasios Mitilineos. (21/11/82)

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CAPÍTULO 5. 

El primer día de la creación. Sobre los días creativos. El octavo día del Reino de Dios.





Continuamos con el tema de la cosmología cristiana. “Y separó Dios de entre la luz y de entre la oscuridad y llamó Dios a la luz día y a la oscuridad llamó noche“.  El primer día que creó Dios la luz, dice aquí el sagrado escritor, que Dios separó la luz de la oscuridad. Es decir, la separó y llamó a la luz día. Y la oscuridad la nombró o llamó noche. Aquí vemos a Dios nombrar, aquello lo nombró, muestra que Dios es el  padrino espiritual de sus creaciones. Crea y denomina. Es decir, atribuye nombres.
Consecuentemente, todo es conocido por Dios por sus nombres. Esto causa impresión. Por eso, en el Libro de Job, y también en otros libros de la Santa Escritura, vemos que Dios nombra las estrellas, y así son conocidas por Dios por sus nombres. Esto significa que para Dios no existe nada desconocido, que todo es conocido frente a Dios. La denominación de todas las creaciones muestra que todas pertenecen al interés de Dios y todo a la providencia y al amor de Dios. Y el hombre adquirirá la posibilidad de nombrar  las creaciones. Veremos, cuando hablemos de la antropología cristiana, una característica muy importante, la cual parece, como se describe en el libro del Génesis, como insignificante: que el hombre es llamado para nombrar a los animales. Es decir, pasaron por delante los animales, para darles nombres. También para que viese Adán que no existe ningún ser que se le parezca. Que todos los animales entre ellos tienen su similitud. Es decir, la oveja no era solo una oveja, eran más de una, y lo mismo con el resto. Que perciba Adán que él es el único, que no existe ninguno que se le parezca. Esto, básicamente, sirve a la ley de Dios, lo veremos entonces cuando lleguemos allí.  No obstante, sirve a algo más, muestra que Adán tiene la posibilidad de denominar. Como sabéis, los animales no tienen la posibilidad de denominar, porque el nombre expresa un significado. Y el significado se crea sólo por un ser lógico.
Entonces, si Adán tenía la posibilidad de denominar, esto expresa que Adán desde el principio tenía lógica. Y por lo tanto no era animal, el cual evolucionó. ¿Veis qué importante es este apartado? Que no era un animal como el mono y se desarrolló, sino que desde el inicio de su creación tenía lógica. Y de hecho una lógica, lo veremos cuando lleguemos allí, que la que tenemos nosotros hoy. Es decir, sus descendientes. Una lógica, la cual en sus descendientes  se oscurece. Pero lo digo ahora por encima, lo veremos allí más analíticamente, cuando lleguemos si Dios quiere, para mostraros que Dios denomina y el hombre, la imagen de Dios, denomina. Y así como el hombre debería tener conocimiento con los seres, así Dios al dar nombres muestra que tiene conocimiento, contacto, comunión con sus creaciones. Esto es muy importante.
Un maestro en vuestro colegio, pronuncia vuestros nombres, o un profesor; ¿esto no tiene una particular importancia? Cuando os conoce por vuestros nombres, y os llama por vuestros nombres, significa un conocimiento.
Pero todavía esta división de la luz y de la oscuridad no es una separación espacial, sino que es una separación temporal. Es decir, no dijo Dios aquí estará la luz y allí estará la oscuridad, sino que es una separación temporal que muestra la variación de los cuerpos que reciben la luz o que no reciben la luz. Que diríamos, que la presencia de la oscuridad no es nada más que la ausencia de luz.
Me diréis que esto es muy evidente. Esto que hoy en día consideramos evidente, alguna vez no lo era en absoluto. Tanto, esto lo veremos un poco después, en la creación de las plantas, que la oscuridad se consideraba independiente, y la luz independiente, y de hecho no sólo ser considerada la luz por los hombres como un dios, sino considerarse como a un dios también la oscuridad. Y en la jerarquía de las divinidades,  existían dos dioses principales, eran el dios de la luz y el dios de la oscuridad, Arimán, el dios de la oscuridad. Y eran considerados dos principios básicos que luchaban sin poder el uno vencer al otro por los siglos de los siglos. Así la oscuridad se consideraba como auto existente. No es auto existente. Esto lo explica bien San Basilio el Grande, utilizando una escena como ejemplo. Sobre una parte de ella daba la luz mientras que otra parte estaba tapada, y después hacía lo contrario. Con este sencillo ejemplo quería demostrar que la oscuridad no es nada más que  la ausencia de la luz.
¿Qué significa aquí separación temporal de la luz y de la oscuridad? No significa nada más que la posibilidad de la tierra de girar sobre sí misma creando de este modo el fenómeno de la sombra de la luz, es decir esto que llamamos el día y la noche.
Cuando dice por lo tanto Dios que separó la luz de la oscuridad, lo que hizo fue que la tierra girase sobre sí misma creándose las 24 horas. El cambio temporal, es decir el movimiento de la tierra, es la causa por la cual se crean la luz y la oscuridad. Y se hizo la tarde y se hizo la mañana del día primero. Atención a esta expresión de los seis días creativos: y se hizo la tarde y se hizo la mañana del día primero, y del día segundo y del día tercero, y así sucesivamente. Y se hizo la tarde, y se hizo la mañana, del día uno. Atentos a esta expresión, cómo enumera aquí el tiempo, se hizo tarde y se hizo mañana, de tal modo que la medida se hace de tarde a tarde. De hecho, en el calendario hebreo, el cambio de los días, lo tenemos de puesta a puesta del sol. Este calendario judío, el cual por supuesto no es el mismo que el astronómico. El calendario astronómico como sabéis es de medianoche a medianoche. A medianoche cambia el día y allí se termina el día anterior.
En nuestro calendario eclesiástico, nosotros lo cristianos conservamos únicamente el calendario hebreo. Por eso veis que una fiesta comienza como es sabido con vísperas y termina con la hora novena, que es la última acción dentro de los oficios dentro de las veinticuatro horas. Comenzamos con “esperinós” o vísperas con la puesta del sol. Después es el apódipno (απόδειπνο) o completas, después el mesoniktikón (μεσονυκτικό) o oficio de medianoche, después orzros (ὀρθρος) o maitines, luego está la hora primera, la hora tercera, la hora sexta y la hora novena. La primera hora es a las seis de la mañana, la tercera a las nueve, la sexta a las doce y la novena a las tres del mediodía. He contado ocho. Los oficios de cada 24 horas son ocho. Las encontraréis por separado dentro del libro litúrgico del Gran libro de las horas o “Mega Imerologio”. De modo que comenzamos con el esperinós o vespertino y terminamos con la hora novena. Entonces el vespertino es el comienzo de las 24 horas. Creo que os habíais percibido de que nuestras fiestas comienzan con el esperinós. Por ejemplo, en la fiesta de San Demetrio, tenemos el vespertino de San Demetrio, cantamos lo troparios de San Demetrio, ¿cuándo termina la fiesta? El siguiente día en la hora novena, allí termina, la memoria de quien decíamos, hemos celebrado, la memoria del Gran Mártir Demetrio hemos festejado. Ya lo hemos hecho, terminamos. Ahora comenzamos con el esperinós o vespertino para el siguiente día.
En la práctica sin embargo no seguimos el calendario hebreo. Cuando ayunamos no seguimos el calendario hebreo, porque el ayuno de los miércoles debería empezar la tarde del martes, pero se finaliza la tarde del miércoles. Es decir la noche del martes tenemos que tener ayuno y la finalización después del vespertino de los miércoles. Pero no lo hacemos así, ayunamos cuando amanece y cuando anochece. Es decir normalmente mantenemos el calendario astronómico.
Os lo he dicho esto para explicar la frase y se hizo tarde y se hizo mañana, día uno. Será tarde para cerrar el día uno, se hará de nuevo día para ir al segundo día, y así sucesivamente. Pero añadamos algo. Existe un problema aquí. El problema de los llamados días de la creación. Es aquello que hombres, que jamás han tenido una Santa Escritura en sus manos, les caracteriza su incredulidad, y se mofan de lo que escuchan sobre las Sagradas Escrituras. Y dicen, “ya… ¿en seis días hizo Dios el mundo? ¿tan rápido hizo el mundo?. Nosotros sabemos por la ciencia que el mundo tiene, por lo menos hasta que comenzó a conformarse la Tierra en el Universo cientos de miles de años, y vosotros decís en seis días”. 
Entonces, chicos. Qué decís. ¿No habría sido posible para Dios haber hecho el mundo no en seis días, sino en uno, o en un instante de un    segundo? En un tiempo mínimo puede traer Dios de la nada al ser, es decir a la existencia, el Universo entero. ¿Es imposible para Él?
¿Para Dios, existe el tiempo? El tiempo es para las creaciones, no para Dios. Pero a pesar de esto, quería señalar lo siguiente. Cuando cambie la creación, es decir se hará nueva, al final ya. Es decir cuando se acabe la historia, entonces todo se hará nuevo. Como dice San Basilio el Grande, tendrá lugar la restauración del universo. Pasará de la corrupción a la incorrupción. Y de la mortandad a la inmortalidad. Las creaciones, no sólo los hombres. Os había dicho en un tema pasado, que el universo tiene principio. ¿Tiene final? Tiene final. ¿Qué es el final? ¿Consiste en la eliminación de la creación? ¿Es la destrucción y desertización? No. Es la renovación y la vida incorruptible e inmortal. Así la creación entera, será resucitada y se convertirá en nueva.

Por lo tanto, el mundo va a terminar, pero no se convertirá en nada. ¿Cómo se renovará el mundo? ¿Cuánto espacio será necesario? ¿ Tanto como hizo falta cuando se creó el mundo?. Entonces, ¿sabéis qué dice el Apóstol Pablo? Por supuesto se refiere a la resurrección de los muertos,  pero los cuerpos que cogerán los antiguos, los cuales los hemos cogido de la tierra. Allí los conseguirán. Adán, no es de la tierra. Es decir, tiene elementos materiales. Que esta resurrección de los muertos será el cambio de un material corruptible por uno incorruptible. No tenía en aquella época el Apóstol Pablo otro modo parea expresarlo y lo hizo con una palabra y con un ejemplo. Dijo en átomo. Átomo significa indivisible, que no se parte, porque átomo de tiempo es tiempo indivisible. Es decir, un tiempo tan pequeño, que en más pequeño no se puede dividir. Como decimos segundo, o también decimos milésima de segundo. Menor que la milésima de segundo no tenemos. Pues como algo así podríamos decirlo. Es decir, un quanto de tiempo. No un quanto de energía, quanto de tiempo. Esto lo dijo el Apóstol Pablo en su época, la palabra átomo. Tenía sin embargo que hacerse entender, y dijo un ejemplo. El ejemplo era general: en un pestañeo. Esto quiere decir en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo que se tarda en abrir y cerrar los ojos.  Como saben por la física, las imágenes de los objetos  las tenemos si el parpadeo es mayor de (una décima de segundo, de un 10 por ciento 100 de segundo) no las percibimos, nuestros ojos algo obstaculizan delante, en este principio se basa, tenemos una limitación en la vista. En esto se basa el cine, cuando pasan las imágenes del film, son imágenes fijas, que pasan rápidamente una tras la otra. Como pasan entonces, la lente deberá abrirse y cerrarse 16 veces cada segundo. Si esto sucede, se proyecta la imagen, se cierra la lente, va más abajo la película, se abre de nuevo la lente, viene la otra imagen, esto pasa 16 veces por segundo. El ojo debido a su limitación no percibe el cambio y ve el movimiento, vemos el cine animado. Cuando en realidad son imágenes fijas, que se mueven de esta manera, y nuestros ojos se abren y cierran de modo que no nos damos cuenta, no perdemos los objetos como los vemos, abrimos y cerramos los ojos, pero la imagen no se va de la impresión que crea en el cerebro. Este significa un tiempo realmente muy pequeño.
Podría entonces el mundo no sólo hacerse nuevo en un abrir y cerrar de ojos, como dice el Apóstol Pablo,  sino crearse en un abrir y cerrar de ojos.  Si Dios quiso crear el mundo en cien mil años y hacerlo nuevo en un abrir y cerrar de ojos, ¿pensáis que es poca cosa la conformación de una creación en un tiempo de cien mil años? Es milagroso, como milagroso es también lo otro, en un parpadeo. Para aprender que para Dios es capaz de lo uno y de lo otro. A fin de cuentas, cuando decimos seis días, claro  que no son seis días solares, sino seis días creativos con el sentido de lo cual analizaremos seguidamente.
Cuando decimos el día, queremos decir - el día y la noche nos referimos-, queremos decir las 24 horas, lo que dura 24 horas y decimos tenemos un día-noche. Pero el día-noche requiere la presencia del sol. Pero sin embargo el primer día del cual tenemos ya en la descripción de la luz, el segundo tenemos la separación y lo siguiente el tercero las plantas etcétera, no tenemos la presencia del sol, o al menos, como decíamos en una clase anterior, no tenemos la presencia de la luz del sol. ¿Cómo entonces tendremos la medida del tiempo, que la hizo un observador que se encuentra en la superficie de la tierra, y no existe distinción entre luz y día? La distinción entre la luz y día se hará el cuarto día en que tenemos el sol, que ya brilla sobre la tierra. Entonces (primero) aquí muestra que el día, cuando se crea el primer día, no se refiere al día de 24 horas.
Segundo, las palabras días en la Santa Escritura, en hebreo se dice “iom”, muy a menudo significa no las 24 horas, sino un gran periodo de tiempo. En el mismo libro del Génesis encontramos este sentido de los días, con el sentido es decir del gran período de tiempo. Está en el siguiente capítulo, cuarta línea. Dice: este libro, señala Moisés, del nacimiento del cielo y de la tierra. Hizo Dios los cielos y la tierra, cuándo se ha hecho. Era día cuando hizo Dios los cielos y la tierra. Cuando dice día no se refiere a luz, ni a día de 24 horas, sino a un gran espacio temporal, y es en este día cuando hizo los seis días.
Incluso el día de Dios no es nuestro día.  Dice el Apóstol Pedro (3,8): Un día como mil años . Mil años como el día uno. Un día del Señor, dice son como mil años , y los mil años, son como un día. Todavía un tercer indicio: gobierna la idea de la condensación del tiempo.  ¿Qué es este tiempo condensado? Dice San Basilio el Grande, digas día o digas siglo, el mismo sentido tiene, es la misma cosa o el siglo o el día. Quinto apunte: Cuando Moisés se refiere para todos los días “y se hizo la tarde y se hizo la mañana del día uno”, cuando llega al séptimo día, ¿sabéis qué dice? Y se hizo la mañana, sin decir que se hizo la tarde, que muestra que el séptimo día, ¿cuál es? El séptimo día es el que vivimos ahora. Éste es el séptimo día. Vivimos por lo tanto en el séptimo día. Pero en este día, en el cual también fue creado el hombre, la creación del hombre comienza el séptimo día, y no se hace la tarde sino sólo la mañana, significa que también éste se hará tarde pero todavía no ha sucedido. ¿Y cuándo sucederá la tarde del séptimo día? Ved qué exactitud en la Santa Escritura, es impresionante, jamás ningún hombre podría escribir  tales textos, sino sólo si está inspirado por Dios aquel que escribe. Chicos, la tarde del séptimo día es el final de la historia. Y cuando termine el séptimo día, empezará la tarde y entonces comenzará el octavo día, del cual os hablaré a continuación.
Pero atended, entonces debido a que no tenemos la tarde del séptimo día, significa entonces realmente que los días creativos no son días de 24 horas sino periodos muy grandes de tiempo. Es exactamente esto que dice la ciencia que para que pasemos por ejemplo de la forma sin vida a la forma con vida y se hace planta y de las plantas a los animales y de los animales al hombre han pasado millones de años, porque los días creativos son grandes periodos de tiempo. 
Todo esto que lo sepáis que se os grave en el cerebro, tomad también apuntes, para que se os quede como algo verdadero y estéis seguros, y también para que sepáis defenderos en vuestros colegios o en cualquier otra parte cuando ofenden a la Santa Escritura , teniendo argumentos absurdos,  porque exactamente lo qué ignoran, porque si lo ignoráis vosotros también entonces ¿qué pasa? Pues que entonces os arrastrarán . El motivo por el que golpean la Santa Escritura, ¿ cuál es? Su objetivo es golpear al Dios creador. Que el mundo no ha tenido creador. El mundo tampoco inicio tuvo. Siempre  existió. Existió y siempre existirá, como dice el materialismo. Y si siempre existió y siempre existirá, qué tienes que temer de Dios, del juicio, del infierno, del paraíso, de la ley moral. Además el hombre viene del mono, es animal, no tiene otras responsabilidades.  Por lo tanto, ¿ qué tienes que temer? ¿ Tienes algo que temer? Por lo tanto, habéis de estar seguros. Decid, “ no, existe el Dios creador, y Dios que gobierna y cuida de su creación con su providencia, Dios que juzgará su creación. Dios que lo ve todo, lo sabe todo, por eso decíamos anteriormente, dio nombres a las creaciones, que significa lo conoce todo . Porque podríais decir vosotros como José, ¿ Cómo hizo este hecho malvado el contra mi Dios y pecar? ¿ Cómo hacen esta maldad que le dijo allí, Señora ….esto es pecado,……y dijo, ¿qué? Cómo podré hacer este pecado ante los ojos de Dios. José sabía en su psique, en su conciencia, la presencia de Dios en todas partes. Dios lo ve todo frente a él. Tenía el sentimiento de Dios. Esto tiene muchísima importancia y muchísimo valor para no pecar , y vivir una vida de verdadera virtud, esto que decimos tiene un carácter muy práctico, una importancia muy práctica , por eso os ruego que lo mantengáis.
Entonces os explicaba que el séptimo día terminará, la tarde es decir del “siguiente”, cuando termine la historia . Como todavía no ha venido, ¿ y qué vivimos? La primera presencia de Cristo tuvo lugar dentro del séptimo día. Pero, ¿ qué empezará después del séptimo día? Empezará, chicos, el octavo día. ¿ Y cuál es este octavo día? Es el día que tiene sólo mañana y no tiene ya tarde. 

Tampoco tendrá jamás tarde, es la Realeza Increada de Dios. Por eso bien decimos en el canon de Pascua “ el octavo día, el día sin tarde “, ya no anochece, ya no termina. Me diréis, ¿así tan de repente lo decimos esto? Claro que no. Incluso la misma letra nos ayuda a interpretarlo en relación. Escuchad esto. Atended a un detalle gramático. Y se hizo la tarde y se hizo la mañana del día uno. No dice del día primero, sino que dice el día uno. Es decir, más tarde dirá el día segundo, cuando debería decir el día dos. Y dice segundo. Es decir, esto que decimos Deftera, Triti ( días de la semana en idioma griego), que son los días creativos en que Dios crea el mundo, son los conocidos como números ordinales. Por el conmtrario cuando decimos primero, segundo, tercero…estos son los números cardinales. ¿Esto qué significa? Esto significa que no está ordenado o clasificado. Sería primero, no día uno. No ordenado. Fijaos. Para llamar, provocar la atención del lector, sobre este primer día. Porque este primer día tiene algo particular, tiene algo aparte. ¿ Y qué es esto aparte? Vayamos al Nuevo Testamento a ver. El Nuevo Testamento dice: “El uno, el Sábado” . Sábado quiere decir séptimo. “Sábata”, significa séptimo. Cuando dice “El uno, el Sábado”, quiere decir el primer día de la semana. Si el Sábado era el séptimo, ¿cuál es el primer día de la semana? Este que llamamos nosotros Domingo( Kiriakí) es el primer día de la semana. ¿ Cuál es el segundo día de la semana? Es el Lunes ( Deftera). Fácilmente se continúa. Pero no dice el primero de la semana, sino el uno de la semana. [El uno, el Sábado, Dios creó…etcétera,] tuvo lugar la Resurrección de Cristo. ¿Por qué se utilizó aquí el número cardinal y no el ordinal? Para llamar la atención de lector. Porque este primer día no es ahora como el primero cuando se hizo por primera vez la creación. Tiene algo más, algo diferente, algo particular. El primer día vio la luz. El primer día ahora aquí que comienza la semana, tiene lugar la Resurrección de Cristo. Pero el día que se hizo la luz, tenemos algo distinto. ¿ Cuál es esto distinto? La creación del mundo. Cuando resucitó Cristo tenemos algo distinto, ¿ cuál? El sello, la condición, la entrega de la prueba ο del pacto de la nueva creación del mundo, es que se haga el mundo nuevo, “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”, dirá Cristo cuando regrese como el resucitado que resucitó entonces.


Por lo tanto, el sábado uno es el octavo día, porque el séptimo es el sábado. Ahora sin embargo, contando más abajo, es el sábado uno y es el octavo día. Este octavo día, el sábado uno, como dice el canon de Pascua. La fiesta de las fiestas, y la celebración de las celebraciones, es el día que será la Segunda Presencia de Cristo, y entrarán en la realeza increada todos los santos. Por esto mismo se dice el nuevo día, el octavo día, el día de la realeza increada, el sábado uno.


Los Padres de nuestra Iglesia muy a menudo consideran el séptimo día, en su expresión lo utilizan muy a menudo, como “sabatismón”, y dicen: si estamos hoy en el séptimo día, aclaramos, pero el séptimo día es el sábado. Dios ya no crea nada nuevo, simplemente lo mantiene. Cuando morimos, entonces “sabatísome”, descansamos. Cristo el Gran Sábado descendió al hades, y el Domingo resucitó. ¿ Qué quiere decir Sabatizo? Descanso. Es decir, moriremos e iremos, deseo, al Paraíso. No al hades, deseo al Paraíso. Y allí en el Paraíso las psiques, como psiques, no hacen ninguna obra, nada, ¿qué hacen? Descansan. ¿Y qué esperan? Allí esperan el octavo día. Es decir, el día de la resurrección de los muertos. Cuando resucitarán los muertos, es decir, tocará la trompeta el Ángel y entonces será entregado el antiguo cuerpo, aquel que se desgastó y se deshizo en la tumba, se hizo tierra, este antiguo cuerpo chicos, que resucitará Cristo este ésjato-último día, éste es el último día de la semana, del sabatismo. Y lo resucitará Dios con su fuerza y entonces cada psique, sea pía o sea impía, se unirá con el antiguo cuerpo. Y si esta psique y este cuerpo realizaron buenas obras, trabajó la contención y moderación. Porque ahora tenemos una parte de la semana, que es el trabajo del hombre. Dijo el Señor, mientras tengáis luz, trabajad. Cuando se haga de noche no podréis trabajar.¿Y cuál es la noche?es el sabatismos, es la muerte. ¿Y cuál es la luz? Es el día, en que vemos para trabajar. ¿Cuál día? Nuestra vida. Mientras tengáis luz, trabajad. Es decir, mientras viváis,trabajad. ¿ Qué hay que trabajar? La virtud. Ésta tenemos que trabajar, la virtud. Y cuando trabajamos la virtud, entonces trabajaremos la engratia, la pureza, el ayuno. Estas virtudes que hacen referencia al cuerpo. La pureza, la engratia, en particular y en general, el ayuno, y cada sufrimiento del cuerpo, por la obra de Dios y por su amor, entonces: cuando seamos resucitados, este nuevo cuerpo que tomaremos, no será nuevo, será el antiguo, peró se hará nuevo, es decir renovado . Esto quiere decir resucitado. Y este cuerpo será incorruptible e inmortal. Se unirá el alma de nuevo con este antiguo cuerpo. Y si este cuerpo se fue con esta virtud, entonces con franqueza se presentará ante el juez Cristo. Si se fue de aquí con un cuerpo el cual manchó con la inmoralidad , con las borracheras, diversas suciedades del libertinaje. Como os lo diré, cuando una chica fuma, toma drogas, se emborracha, ofende también al alma por supuesto, ofende al cuerpo. Este cuerpo cómo se presentará frente a Dios. Porque tales existencias son inadecuadas en la realeza de Dios. Y entonces escucharán el marchad al fuego eterno, al infierno eterno. El cual es infierno, fuego, incorrupto, y los cuerpos se queman sin consumirse. Es decir desgaste que no desgasta, y muerte inmortal. Terrible. Éste,chicos, es el octavo día y este es el séptimo día, el cual, como os he explicado, tenemos que sabatizar-descansar. Es decir, sabatizaremos sí o sí. Tenemos que trabajar, y descansaremos en la tumba, y esperaremos en el Paraíso, deseo, la Resurrección de los muertos. Todo esto es impresionante.

Y quería dar una respuesta en los dos minutos que me quedan. Explicadme y decidme de verdad, ¿ se conecta el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento? O quizás están clarísimos estos libros. Directamente se conectan, chicos. Veis de hecho que desde el primer capítulo del Nuevo Testamento hasta el último capítulo del Apocálipsis del Nuevo Testamento, se reestablecerán en los ésjatos de la creación y al juicio que hará Dios y volverá Dios, véis cómo se unen. Antiguo y Nuevo Testamento, chicos, es un libro, el libro de Dios, que viene a decirnos la Gran Verdad, que Dios hizo el Mundo, Dios renovará el mundo y entonces este mundo verá sólo la justicia, la virtud y la santidad. El mal ya habrá terminantemente pasado y habrá sido juzgado.
Entonces, por lo tanto, ajustemos el séptimo día, antes de que llegue la tarde y antes de la muerte y la tumba donde sabatizaremos o descansaremos.





Fuente: arnion.gr

Traducido y editado por Nektarios Al. Si alguien copia el texto, que indique menos el autor y el blog, como respeto al esfuerzo y tiempo dedicado. No está bien hacer lo que no queremos que nos hagan.