jueves, 30 de mayo de 2024

P. Ioannis Iovan, confesor de las prisiones comunistas (+2008)

El padre Ioannis Iovan (1922-2008) permaneció en prisiones comunistas durante nueve años. En 1955, el día de su arresto, le confiscaron su estola sacerdotal como prueba incriminatoria. 

El P. Ioannis, sin embargo, esto lo esperaba y había cosido el antimension (lienzo sagrado, con función de Santa Mesa), necesario para la celebración de la Divina Liturgia, en la parte central de su camiseta. Entonces tenían un antimension dentro de las celdas. Con un Santo Cáliz que había creado a partir de una caja de medicinas, todas las celdas por las que pasaba se convertían en templos de luz.

"No puedo ni quiero olvidar la prisión. Allí experimenté los momentos espirituales más edificantes de mi vida. Allí nací por segunda vez y experimenté innumerables milagros", dijo el padre Ioannis cuando regresó al monasterio de Recea.

"La mayor humillación", recuerda el P. Ioannis, la experimenté el primer día de Pascua, cuando después de la Divina Liturgia que celebramos en secreto, comencé a hablar con mis compañeros de prisión sobre la Resurrección de Cristo.

Un guardia, de origen tártaro, al que llamábamos "cabeza cuadrada", me escuchaba detrás de la "mirilla" de la puerta y me "delató" al oficial de guardia.

 

 

 


 

 

Ordenó que me afeitaran la barba. En vano traté de defenderme argumentando que los prisioneros de otras denominaciones tenían derecho a dejarse barba. Dos guardias me agarraron y me llevaron ante el oficial, quien me cortó la barba con unas tijeras.

Su gesto me turbó profundamente y sin miedo le dije:

“¿No eres cristiano ortodoxo, un chico de pueblo de Minteiu Gherlei? ¿Cómo eres capaz de despreciar a alguien así el día de Pascua?

“Lloré después con mis hermanos en la celda, no tanto por el dolor, sino por la humillación que podía causar un paisano. El oficial no olvidó que me resistí y ordenó que me castigaran. Me trasladaron a la peor celda de Gherla, donde el agua corría constantemente por las paredes. La paja sobre la que me senté al cabo de unos días se había enmohecido. Normalmente nadie podría soportar tanto frío y humedad. Considero un milagro que esté vivo"


Descansó en paz el 17 de mayo de 2008. 



Fuentes consultadas: orthodoxy.rodos-island.gr, tasthyras.wordpress.com

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