En el camino se detuvo en Trikala, donde algunos turcos locales lo acusaron de ser apóstata del Islam. De alguna manera escapó a esta acusación y con los medios que le dejaron sus padres construyó un pequeño puesto en el bazar de Constantinopla y se dedicó al oficio de sastre.
Le encantaba trabajar, cumplía honorablemente todos sus pedidos y su negocio era un éxito. Sin embargo, su alma no anhelaba las bendiciones terrenales, sino el Reino de los Cielos.
San Juan vivió tiempos difíciles. Constantinopla estaba bajo el dominio de los turcos y los cristianos estaban sometidos a opresiones. Muchos comerciantes y comerciantes cristianos se pasaron a la religión musulmana. San Juan les reprochó su traición a Cristo y también los sostuvo inquebrantables en su fe. Los apóstatas estaban llenos de odio hacia San Juan y deseaban su ruina. El santo lo sabía, pero no tuvo miedo. Estaba dispuesto a sufrir por Cristo. Su deseo de martirio fue respondido cuando los hombres que lo habían acusado en Trikala lo vieron y le hicieron su acusación, que él negó con vehemencia.
El Viernes Grande y Santo acudió a su Padre espiritual y le pidió su bendición para buscar el martirio. El sacerdote aconsejó al joven que se examinara y se preparara con ayuno y oración, para que en el momento del tormento no negara a Cristo. San Juan oró fervientemente al Señor para que lo fortaleciera. La noche del Gran Sábado Santo se vio en sueños, de pie en un horno de fuego, y cantando alabanzas al Señor. Interpretando esta visión como una indicación para ir al martirio, San Juan recibió los Santos Misterios y pidió la bendición del sacerdote.
Cuando San Juan llegó al mercado, los comerciantes enojados comenzaron a reprocharle que había prometido renunciar a Cristo, pero que no cumplía su palabra. En respuesta, el mártir declaró que era cristiano y que nunca había renunciado ni renunciaría a Cristo. Luego subió a un minarete y comenzó a cantar "¡Cristo ha resucitado!", ya que era Pascua, y su voz resonó por toda la ciudad. Ese mismo día condenaron al mártir a ser quemado vivo.
San Juan cumplió con alegría su sentencia en Pascua. Cuando lo condujeron hacia el fuego ardiente, se adentró con valentía en medio de las llamas. Un vecino, que temía que su casa se fuera a quemar, ordenó apagar inmediatamente el fuego, por lo que sacaron a Juan medio quemado. Encendieron otro fuego en otro lugar, pero Juan corrió hacia él para arrojarse. Sin embargo, los griegos sobornaron a los oficiales para que lo mataran rápidamente decapitándolo para que no sufriera tanto, y decapitaron a Juan con la espada (18 de abril de 1546). Luego arrojaron al fuego la cabeza y el cuerpo del mártir.
Los cristianos recogieron las cenizas y los huesos del mártir que quedaron del incendio y lo enterraron con reverencia en la ciudad. Su cráneo se encuentra ahora en el Monasterio de Varlaam en Meteora. También hay una pequeña porción de sus reliquias en el Monasterio Panagia Eleousa y un icono de él en el Monasterio Philanthropos, ambos en la isla del lago Ioannina.
HIMNO DE ALABANZA: EL SANTO MÁRTIR JUAN EL NUEVO
Por San Nicolás Velimirovich
Juan el Artesano, de honesto oficio,
Su alma era tan brillante como un trozo de oro,
Por la enseñanza de Cristo, maravillosamente iluminado,
Y reza a Dios: que lo case con el sufrimiento,
Oh Cristo victorioso, que por mí fuiste crucificado,
¡De la oscuridad pecaminosa, límpiame mediante el sufrimiento!
La gloria vergonzosa de un traidor, Oh no me la des,
Pero cásame con los sufrimientos de Tus pacientes.
Prepárame para los sufrimientos con Tu Santo Espíritu,
Y permite los sufrimientos y, hacia mí, dirígelos,
Y Tú, Madre de Dios, de infinita misericordia
Quien, bajo la Honorable Cruz de Tu Hijo, estuvo de pie,
Ruega por mí en el momento de mis sufrimientos,
Que, como muro inexpugnable, sea firme.
También vosotros, oh santos apóstoles, tened piedad,
Que el demonio de la raza humana no prevalezca contra mí.
Santos mártires, mi alegría,
¡Recíbeme también en tus filas!
Y ahora, torturadores; traidores de Dios -
Tuyo es la espada y el fuego. ¡Aquí está mi cuerpo!
Ἀπολυτίκιον Ἦχος γ'. Θείας πίστεως.
Γόνος κάλλιστος, Ἰωαννίνων, κλέος ἔνθεον, τῆς Ἐκκλησίας, ἀνεδείχθης Ἰωάννη πανεύφημε, τῶν γὰρ Μαρτύρων ζηλώσας τὴν ἄθλησιν, διὰ πυρὸς τὸν ἀγῶνα ἐτέλεσας. Μάρτυς ἔνδοξε, Χριστὸν τὸν Θεὸν ἱκέτευε, δωρήσασθαι ἠμὶν τὸ μέγα ἔλεος.
Otro Apolytikion tono pl. del 1º
Alabemos con alegría al santo nuevo mártir Juan, que como artífice celestial se hizo una corona de mártir que ofreció al Señor en la Santa Pascua. Exaltado por tu fe, te rogamos ahora que ores por nosotros para que nuestras almas sean salvadas.
Κοντάκιον Ἦχος γ´. Ἡ Παρθένος σήμερον.
Ὡς
τερπνόν σε φοίνικα, Ἰωαννίνων ἡ πόλις, εὐκλεῶς βλαστήσασα, κατατρυφᾷ
τῆς σῆς δόξης, πόθῳ γάρ, τῷ τοῦ Δεσπότου λαμπρῶς ἀθλήσας, τέθυσαι, ὡς
ὁλοκάρπωμα τῇ Τριάδι· διὰ τοῦτο Ἰωάννη, θαυμάτων βρύεις χάριν ἀέναον.
Μεγαλυνάριον
Ἄνθος
εὐωδέστατον καὶ τερπνόν, τῶν Ἰωαννίνων ἀνεδείχθης Μάρτυς Χριστοῦ, καὶ
λαμπρῶς ἀθλήσας, εὐφραίνεις Ἰωάννη, χαρίτων εὐωδίᾳ, πιστῶν τὸ πλήρωμα.
Ὁ Οἶκος
Κλήσει
σαφῶς ἀκολουθῶν, χάριτος ὤφθης σκεῦος, τρόποις καὶ ἤθεσι σεμνοῖς, καὶ
καθαρότητι ζωῆς, κλεινὲ κεκοσμημένος· καὶ τῇ θείᾶ χαριτωθεὶς ἀγάπῃ, τὸ
αἷμά σου ὑπὲρ Χριστοῦ, προείλου ὅλῃ τῇ ψυχῇ, ἐκχέαι Ἰωάννη· ἔνθεν
μαρτυρικῷ ἀναφλεχθεὶς ζήλῳ, πρὸς μαρτυρίου ἀπεδύσω ἀγῶνας, νεότητος
ἄνθος, καὶ κόσμου ἡδέα ὑπεριδὼν ὡς φθειρόμενα καὶ Χριστὸν ὁμολογήσας,
ᾔσχυνας τῆς πλάνης τὴν ὀφρύν, καὶ πλείστοις προσωμίλησας βασάνοις,
ἀπεριτρέπτῳ φρονήματι· καὶ ἐν πυρᾷ ὡμοτάτως ῥιφθείς, καὶ ἐν αὐτῇ τὸν
αὐχένα τμηθείς, ὡς θῦμα εὐπρόσδεκτον, καὶ προσφορὰ τελειότατη, καὶ
θυμίαμα εὔοσμον τῷ Χριστῷ προσηνέχθης· παρ’ οὗ λαμπρῶς δοξασθείς,
θαυμάτων βρύεις χάριν ἀέναον.
Κάθισμα Ἦχος δ´. Ταχὺ προκατάλαβε.
Τὴν ἄνωθεν δύναμιν, ἐνδεδυμένος καλῶς, ποινῶν κατεφρόνησας καὶ ἀπειλῶν καὶ φρουράς, ἀνδρείῳ φρονήματι, ὅθεν καὶ ὡς ἐπέβης, τῷ πυρὶ γηθοσύνως, ἔφλεξας τὴν ἀπάτην, τῷ πυρὶ τῶν σῶν πόνων, διὸ σὲ Ἰωάννη, Χριστὸς ἐθαυμάστωσε.
Fuentes consultadas: mystagogyresourcecenter.com, saint.gr