Omar, que adoptó el nombre cristiano de Samuel, estaba casado con Columba, de la que tuvo varios hijos. Al morir la madre, Omar pretendió que su hija se hiciera cargo de la administración de la casa, pero Argéntea prefirió hacer vida de virgen consagrada en compañía de otras doncellas, dentro del mismo palacio paterno. Omar murió el año 917, quedando Argéntea al cuidado de sus hermanos. El año 928 la fortaleza de Bobastro fue por fin tomada por las tropas de Abderramán III; éste perdonó al hijo de Omar, Hafs, quien pasó a Córdoba a vivir con su hermana.
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| Sta. María Argenta Interni |
Argéntea siguió llevando vida retirada en la capital y allí conoció a un sacerdote de las Galias, llamado Vulfura, quien predicaba la fe cristiana. Por ello fue pronto arrojado a la prisión, donde era visitado por Argéntea. Preguntada por su fe, la virgen confesó ser cristiana aunque, como hija de padre musulmán, como lo había sido Omar, era su obligación ser musulmana. Como se obstinara en permanecer en la fe en Cristo, a pesar de los requerimientos de su propio hermano, fue condenada a muerte junto con Vulfura, pero a ella se le impuso por contumaz la pena previa de mil azotes y la amputación de la lengua.
Cumplida la sentencia, los cristianos de Córdoba, con el obispo y clero a la cabeza, robaron los cuerpos y los enterraron, a Argéntea en la basílica de los Tres Santos y a Vulfura en otro cementerio. Un contemporáneo, posiblemente testigo presencial de los hechos, escribió la passio de Argéntea que, sin embargo, no aparece venerada como mártir en los calendarios mozárabes.
Ver 19. Pasión de Argéntea y compañeros (p.253)
Fuentes consultadas: explorandalus.com, rah.es., Pasonario Hispánico de Pilar Huesco Rahola
