A Alejandro, Alfeo y Zósimo: "A la tierra fueron los tres mártires del Señor, de allí salió un rocío divino".
A Heliodoro, Nikon y Neón: "Heliodoro, Nikon y Neón, dieron una nueva victoria contra los enemigos de Cristo a espada".
A las vírgenes y los niños: "Una miríada de niños y mujeres fueron asesinados, Oh Hijo de mujer y Dios, recibe a la multitud".
El día veintiocho de este mes [septiembre], conmemoramos al Santo Mártir Marcos el Pastor, los Santos Mártires Alejandro, Alfeo y Zósimo los hermanos, y los Santos Mártires Nikon, Neón, Heliodoro y las otras Vírgenes y Niños.
Estos santos florecieron durante el reinado de Diocleciano (284-305), cuando Magnus gobernó la ciudad de Pisidia. El bendito Marcos era pastor de un rebaño allí, y tenía el pelo blanco que le llegaba hasta los pies. Cuando se reveló que era cristiano, inmediatamente fue colgaron en alto y los torturadores le desgarraron la carne con garras de hierro. Luego fue llevado a Claudiopolis en Isauria, donde Marcos convirtió a Cristo a treinta soldados y su oficial al mando, los cuales fueron luego decapitados en Nicea.
Se buscaron herreros para hacer cadenas de hierro para atar a San Marcos, por lo que se llamaron tres hermanos llamados Alejandro, Alfeo y Zósimo del pueblo de Katalytos en Pisidia para cumplir con la tarea. Tan pronto como comenzaron a martillear el hierro, éste se volvió como agua y sus manos se cubrieron de sangre y quedaron paralizadas. Asombrados por esto, escucharon una voz de lo alto que les decía que acompañaran a San Marcos en el camino del martirio. Así que inmediatamente confesaron que eran cristianos, y por ello se les vertió por la garganta plomo fundido. Luego fueron clavados a una roca y así entregaron sus almas en las manos de Dios.
Mientras tanto, San Marcos fue obligado a usar zapatos de hierro y fue severamente golpeado y perforado con espetadores. Luego le cortaron la lengua, fue clavado a una roca y finalmente decapitado. En ese momento Nikon, Heliodoro y Neón, junto con muchos niños y vírgenes, fueron detenidos y luego decapitados en un lugar llamado Moromilon. De esta manera los bienaventurados recibieron juntos las coronas inmarcesibles del concurso.
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, saint.gr, synaxarion.gr