Los Santos Mártires Isaac, Simeón y Bachthisoes eran de Persia y vivieron durante el reinado del rey Sapor II (309-379). Fueron arrestados por los persas adoradores del fuego por ser cristianos y llevados ante el rey Sapor, quien los instó a negar su fe en Cristo y ofrecer un sacrificio al sol y al fuego. Ellos respondieron: "No negaremos a Cristo, quien es el Dios verdadero, y el Creador de todo lo que ha sido hecho. Nos alejamos del sol y del fuego, porque están entre las cosas que Él ha hecho".
Esta respuesta enfureció al tirano, por lo que fueron brutalmente golpeados mientras estaban atados de manos y pies, y luego fueron encarcelados durante siete días sin comer. Luego fueron sacados de prisión y sufrieron diversas torturas. Finalmente, sus cabezas honorables y sagradas fueron cortadas, * y de esta manera recibieron del Señor la corona inmarcesible del martirio.
NOTAS:
* Según el Menologion de Basilio II, fueron decapitados, mientras que el Sinaxario de Constantinopla dice que fueron quemados vivos.