domingo, 21 de abril de 2024

San Anastasio del Sinaí (s.VIII)

Versos:
"En el Sinaí, Anastasio, te convertiste en un nuevo Moisés, y antes de tu final viste al Dios que llevas".


Nuestro santo padre entre los santos, Anastasio, vivió en el siglo VII y nació de padres piadosos, probablemente en Amathos de Chipre, aunque tradicionalmente se dice que era de Alejandría. A temprana edad renunció al mundo y todo lo que hay en él y tomó su cruz, según el mandato del Señor. Fue tonsurado monje y siguió a Cristo con entusiasmo, persiguiendo las grandes luchas que conducen a la virtud. Después de visitar Jerusalén como peregrino y venerar los lugares santos de Tierra Santa, fue al Monte Sinaí donde encontró monjes que vivían una vida austera en el Monasterio de Santa Catalina, y se quedó con ellos. 

 

 







Allí sirvió con perfecta obediencia y extrema humildad, por lo que recibió dones de Dios, como la sabiduría y el conocimiento, que utilizó para registrar las muchas vidas de los santos padres y escribió obras que benefician el alma. Habiendo llegado a una edad avanzada, reposó en paz a principios del siglo VIII.

Entre los escritos de San Anastasio se encuentran los siguientes:

1. "Odigós", Este trabajo consta de 24 capítulos y se llama "Odigós" (La Guía) porque estaba destinado a ser una guía para defender la ortodoxia contra los monofisitas.

2. Preguntas y Respuestas - En esta obra San Anastasio sigue el método de San Máximo el Confesor, con un formato de preguntas y respuestas, en el que responde preguntas doctrinales, prácticas y eclesiásticas.

3. Discurso sobre la santa sinaxis y contra la condenación y hablar mal de los demás - En esta obra, entre otras cosas, habla de la Divina Eucaristía.

 

 





4. "Hexaímeron" (seis días): consta de doce libros sobre la interpretación de los primeros tres capítulos del Génesis.

5. Sobre el "a imagen" - Dos discursos sobre el hombre hecho a imagen de Dios.

6. Sobre los arrianos impíos - Consiste en pasajes de los padres contra los herejes.

Por último, presentaremos brevemente una interpretación de San Anastasio de las palabras del Señor: "No juzguéis y no seréis juzgados".

"Cuando veas a tu hermano pecar, no lo juzgues, aunque sea sacerdote. Debemos recordar que tenemos un solo juez, Dios, que nos pagará a cada uno según nuestras obras. Ciertamente has visto a tu hermano pecando, pero ¿acaso has observado sus buenas obras? Quizás este pecado que has visto, él lo lavó completamente con las lágrimas de su arrepentimiento ".

 



Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, diakonima.gr

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