Desde muy joven, Teocleto prefirió vivir con Dios y conectarse con aquellos que fueron santificados y dedicados a Él, es decir, monjes y ascetas, para aprender de ellos y adquirir sus virtudes. Así se convirtió en monástico.
En su vida monástica, purificó su alma con enseñanzas divinas y oraciones de toda la noche. De hecho, se entregó a ayunos largos y rigurosos, y mientras estaba aislado de la gente, tuvo la compañía de los ángeles y la compañía de Dios. Diariamente ejercía la paciencia en el dolor, en la oración y en el ayuno, despreciando las vanidades de la vida.
Viviendo una vida ascética y monástica tan austera, Dios llamó a este ángel terrenal y lo elevó al trono Arquepiscopal de Lacedemonia, para irradiar desde esta posición la altura de sus virtudes, no solo para sus hijos espirituales, sino para todo el pueblo de Lacedemonia y el Peloponeso.
 |
| Territorio de Lacedaemon,sur del Peloponeso, Grecia. |
Como arzobispo de Lacedaemon, san Teokletos fue una flor de virtud, la regla precisa para el sacerdocio y la joya de la Iglesia de Cristo. Fue partidario de los fieles, abogado y defensor de los agraviados, alimentador de los pobres y consuelo y protector de las viudas y los huérfanos. Condujo a la juventud por el camino correcto con sus consejos y amonestaciones, para que no se dejaran arrastrar por malos deseos, depravaciones y placeres, sino que al mismo tiempo fueran sobrios y prudentes. También enseñó a los ancianos a no hacer nada que no se ajustase a su edad, sino a ser respetables y sabios y un ejemplo para los jóvenes.
San Teocleto fue dotado por el Todo-Bondadoso Dios con el don de hacer milagros. Una vez, según su biógrafo, las langostas amenazaron con destruir los cultivos. Entonces los residentes se acercaron y le rogaron al Santo Jerarca que los ayudara, y él levantó su vara, disolviendo la nube de langostas.
En otra ocasión, una mujer de Laconia, que se había casado con un hombre pobre, fue probada con la calamidad de la viudez prematura. Soportó con fortaleza el calvario y trabajaba sola para vivir. Pero el diablo la envidió por soportar con tanta fortaleza esta prueba y la destrozó por completo la mano derecha. Entonces ella, desesperada y llorando, acudió a San Teocleto y pidió ayuda. Inmediatamente el santo oró a Dios y solo tocó la mano paralizada, y quedó tan bien como antes.
San Teocleto, cuando llegó la plenitud de los tiempos, lleno de días y agradable a Dios en obras, dejó este mundo y alcanzó el reino celestial de Dios.
Su memoria es honrada por nuestra Iglesia el 1 de diciembre.
 |
| San Teocleto, arzobispo de Lacedaemon. Fuente |
Según la página web "www.saint.gr", el icono (original) de San Theoklitos se conserva en una iglesia de Monemvasia, donde se desconoce su fecha por desgaste de los materiales.
Algunas fuentes nos informan que vivió una dura vida ascética en el siglo IX d.C. y se distinguió por sus esfuerzos por elevar la moral de su rebaño. Fue seguidor del Patriarca de Constantinopla Ignacio (ver 23 de octubre) y participó en el Sínodo convocado contra Focio (869 - 870 dC).
Se le considera un santo local de Lacedaemonia, y su biografía fue escrita por una persona anónima.
NOTA:
* Teocleto: del gr "Θεόκλητος", [Zeóklitos], en ing. Theoklitos
Fuentes consultadas: johnsanidopoulos.com, immspartis.gr, saint.gr
