Versos:
"Las extremidades de Domnina y todas sus articulaciones, no negaron la verdadera fe".
Domnina vivió durante el reinado del emperador Diocleciano (284-305). En 286, cuando Domnina fue obligada a comparecer ante el gobernador Lisias de Anazarbus (actual Anavarza, Turquía), confesó a Cristo.
Después de golpearla con varas, le rompieron los huesos, le dislocaron las articulaciones y luego fue encerrada en la cárcel. Así, después de mucho sufrimiento, la mártir Domnina entregó su alma santa en manos de Dios.
Fuentes consuladas: saint.gr, synaxarion.gr