domingo, 8 de septiembre de 2024

Venerable Nicetas "el Oculto" y la narración beneficiosa sobre "amor cristiano".

San Nicetas el Oculto vivía en Constantinopla y ocupaba el cargo de "cartolario" ("guardián de registros").

Lo llaman "el Oculto", porque viviendo en el mundo y en medio del bullicio de la ciudad, con hazañas secretas de fe, alcanzó la perfección espiritual y fue un gran santo de Dios. Su vida santa se reveló a través de circunstancias inusuales.
Dos amigos, cierto sacerdote y el diácono Sozon, se habían peleado. El sacerdote murió y el diácono se entristeció porque no habían podido reconciliarse. Le contó a un Anciano experimentado el pecado que atormentaba su conciencia. Le dio a Sozon una carta y le ordenó que se la diera a la primera persona con la que se encontrara  a medianoche en el templo de Santa Sofía, la Sabiduría de Dios.
 
 








 
San Nicetas el Cartolario apareció ante él. Después de leer la carta, comenzó a llorar y dijo que lo hacía responsable de esto, y que estaba más allá de sus fuerzas, pero con las oraciones del Anciano que había enviado a Sozon, se esforzaría por lograrlo. Haciendo una postración ante las puertas de la iglesia, San Nicetas dijo: "Señor, ábrenos las puertas de Tu misericordia", y las puertas del templo se abrieron solas. Dejando al diácono en el umbral, San Nicetas comenzó a rezar y Sozon vio que brillaba con una luz extraña.
 
 

 


Santa María de las Blanquernas, exterior.



 
Después salieron de la iglesia y las puertas volvieron a cerrarse. Al acercarse a la iglesia de la Madre de Dios de Blanquernas, San Nicetas nuevamente comenzó a orar y nuevamente las puertas se abrieron frente a ellos. 
En la iglesia brilló una luz, y del altar salieron dos filas de sacerdotes, entre los cuales el Diácono Sozon reconoció a su amigo muerto. 
 




Santa María de las Blanquernas, interior.



 
San Nicetas dijo en voz baja: "Padre, habla con tu hermano y cesa la enemistad entre vosotros". 
Inmediatamente, el sacerdote y el diácono Sozon se saludaron. Se abrazaron con amor y se reconciliaron. El sacerdote regresó y las puertas se cerraron solas. San Nicetas le dijo al diácono: "Hermano Sozon, salva tu alma tanto por tu bien como por el mío. Al Padre que te envió, di que la pureza de sus santas oraciones y su confianza en Dios hicieron posible el regreso de los muertos."
 






 
 
Después de estas palabras, San Nicetas se volvió invisible para Sozon. Habiendo regresado a su Padre espiritual y Anciano, el diácono le agradeció con lágrimas, que a través de sus oraciones, el gran santo oculto de Dios Nicetas el Cartolario había eliminado el pecado tanto de los vivos como de los muertos.





Esta es (la traducción) de una versión breve obtenida (en inglés) de https://www.oca.org/saints/lives/2020/09/09/102554-blessed-niketas-the-hidden-of-constantinople. Para leer la versión íntegra (en griego), ir a: http://www.snhell.gr/references/synaxaristis/search.asp?id=1468&search=3

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