"Celestino fue apuñalado con hierro en el talón, con su calcañar aplasta a la serpiente pisoteada".
El Santo Mártir Celestino llegó a su fin al ser perforado en el talón con una barra de hierro.
San Celestino pertenecía a la falange del ejército romano durante de la crucifixión de Jesús Cristo en el Gólgota. Él mismo recorrió también el camino del martirio con un valor admirable. Su ardiente deseo era la prevalencia, lo más rápido posible, de la verdadera religión (revelación). Este deseo lo movió a predicar el Evangelio de salvación y a purificar almas. Sus constantes luchas contra la herejía y los ídolos heréticos enojaron a los sacerdotes de los ídolos. Confesó su fe en el Señor de la vida y la muerte con vigor juvenil y con un valor admirable soportó las diversas torturas, agradeciendo y alabando a Dios, quien le hizo digno de recibir por Él el martirio. Indignados, los verdugos crueles, como no podían arrancar a Cristo de su alma, lo mataron con un hierro incandescente.
* Nota: la imagen inicial es simbólica; representa a unos soldados de la primitiva falange romana.
Fuentes consultadas: saint.gr, synaxarion.gr, es.wikipedia.org