El funeral del Santo se realizó en la Iglesia de San Nicolás de la ciudad, en presencia de cientos de cristianos desconsolados, que lloraron la pérdida de su protector.
Después de que su cuerpo fue venerado durante la noche, tuvo lugar la solemne transferencia de sus reliquias sagradas a Stavros, que tomó muchas horas, y fue enterrado, según sus deseos, detrás de la Iglesia de Santa Bárbara.
Durante la solemne procesión a Stavros, sus sagradas reliquias no se mojaron con la lluvia. Innumerables personas que con reverencia acompañaban la procesión, vieron con asombro a una bandada de pájaros volar sobre su cuerpo sagrado. Estas fueron las primeras señales de la santidad del Joauín desde los cielos.
La presencia viva y los milagros del santo continuaron después de su muerte física y continúan hasta nuestros días, trayendo bien a los cristianos que lo invocan con fe.
En 1991, el abad del monasterio de Vatopaidi, el archimandrita Efraín y los padres del monasterio, fueron a Ítaca. Con la ayuda de los habitantes de la isla, identificaron el lugar de la tumba del santo. Acordaron con el Metropolitano de la Diócesis el traslado de las reliquias del Santo el 23 de mayo del año siguiente, 1992. Las noticias de este próximo evento pronto se dieron a conocer al pueblo de Ítaca, así como a los fieles de toda Grecia.
El abad Efraín, con dos padres del monasterio, fue a Ítaca en la fecha señalada. Con las bendiciones de Su Santidad Bartolomé, el Patriarca Ecuménico, con la asistencia, solidaridad y cooperación del metropolitano Nikiephoros de Lefkas e Ithaca y con la ardiente ayuda de los funcionarios y residentes de la isla, pudieron llevar a cabo el traslado de las reliquias del Santo.
A esta Divina Liturgia asistieron numerosos sacerdotes y monjes y una multitud de personas que se habían reunido para asistir a este evento histórico y alegre.
Después de la Divina Liturgia, comenzaron el proceso del traslado. En la tumba del Santo, que se había convertido en una pequeña capilla, algunos de los fieles comenzaron a romper el suelo con mazos, mientras el resto de la gente cantaba exuberantemente "Cristo ha resucitado".
Pronto, en medio de una atmósfera general de piadosa emoción, los monjes que estaban excavando en ese momento encontraron la primera pieza de las reliquias sagradas y, poco después, el sagrado cráneo del Santo. Finalmente, reunieron todas las piezas de la sagradas reliquias y, de acuerdo con la ordenanza habitual, fueron lavadas y ordenadas.
Vale la pena señalar que San Joaquín había profetizado: "Un sacerdote de la Montaña Sagrada, con barba roja, me levantará [sus reliquias] y será el primero en llevarme a la gente". ¡Esta profecía se hizo realidad en la persona del abad del Santo Monasterio de Vatopaidi, Efraín! También es digno de mención que el Santo se le apareció a un sacerdote mientras dormía la víspera del traslado de sus reliuias. Él le dijo: "Durante el traslado, voy a satisfacer a todos". De hecho, inicialmente hubo una disputa sobre quién tenía derecho a tomar el cráneo del Santo: el Monasterio de Vatopaidi o la Diócesis.
Al final, sin embargo, no hubo problema; tan pronto como sacaron de la tumba el cráneo lleno de gracia del Santo, ¡se dividió en dos! Ese mismo día, el abad Efraín y su compañía partieron hacia el monasterio Vatopaidi, llegando al día siguiente. La hermandad realizó una recepción especialmente cálida para el Santo, que regresaba después de casi 170 años a su amado monasterio, l cual hubo abandonado para servir al pueblo de Dios, particularmente en su tierra natal de Itaca.
En 1998 San Joaquín fue reconocido por su santidad por el Patriarcado Ecuménico, y figura entre los Santos de la Iglesia Ortodoxa. Su fiesta principal es el 2 de marzo, mientras que el traslado de sus reliquias sagradas se celebra el 23 de mayo.
Apolitiquio tono 3º
Brillando con la gracia divina, iluminaste a los atrapados en la oscuridad de la ignorancia y la apostasía, por tus enseñanzas y maravillas radiantes, Joaquín, el asceta más divino, descendiente honorable de Ítaca; suplica a Cristo para que nos conceda la gran misericordia.
Megalinario
Alégrate, adorno de los monjes de Vatopaidi y venerados descendientes de Ítaca; regocíjate, recipiente de mirra de amor para todos, piadoso Joaquín, misionero sagrado.
Fuentes consultadas: saint.gr, synaarion.gr, diakonima.gr
A esta Divina Liturgia asistieron numerosos sacerdotes y monjes y una multitud de personas que se habían reunido para asistir a este evento histórico y alegre.
Después de la Divina Liturgia, comenzaron el proceso del traslado. En la tumba del Santo, que se había convertido en una pequeña capilla, algunos de los fieles comenzaron a romper el suelo con mazos, mientras el resto de la gente cantaba exuberantemente "Cristo ha resucitado".
Pronto, en medio de una atmósfera general de piadosa emoción, los monjes que estaban excavando en ese momento encontraron la primera pieza de las reliquias sagradas y, poco después, el sagrado cráneo del Santo. Finalmente, reunieron todas las piezas de la sagradas reliquias y, de acuerdo con la ordenanza habitual, fueron lavadas y ordenadas.
Vale la pena señalar que San Joaquín había profetizado: "Un sacerdote de la Montaña Sagrada, con barba roja, me levantará [sus reliquias] y será el primero en llevarme a la gente". ¡Esta profecía se hizo realidad en la persona del abad del Santo Monasterio de Vatopaidi, Efraín! También es digno de mención que el Santo se le apareció a un sacerdote mientras dormía la víspera del traslado de sus reliuias. Él le dijo: "Durante el traslado, voy a satisfacer a todos". De hecho, inicialmente hubo una disputa sobre quién tenía derecho a tomar el cráneo del Santo: el Monasterio de Vatopaidi o la Diócesis.
Al final, sin embargo, no hubo problema; tan pronto como sacaron de la tumba el cráneo lleno de gracia del Santo, ¡se dividió en dos! Ese mismo día, el abad Efraín y su compañía partieron hacia el monasterio Vatopaidi, llegando al día siguiente. La hermandad realizó una recepción especialmente cálida para el Santo, que regresaba después de casi 170 años a su amado monasterio, l cual hubo abandonado para servir al pueblo de Dios, particularmente en su tierra natal de Itaca.
En 1998 San Joaquín fue reconocido por su santidad por el Patriarcado Ecuménico, y figura entre los Santos de la Iglesia Ortodoxa. Su fiesta principal es el 2 de marzo, mientras que el traslado de sus reliquias sagradas se celebra el 23 de mayo.
Apolitiquio tono 3º
Brillando con la gracia divina, iluminaste a los atrapados en la oscuridad de la ignorancia y la apostasía, por tus enseñanzas y maravillas radiantes, Joaquín, el asceta más divino, descendiente honorable de Ítaca; suplica a Cristo para que nos conceda la gran misericordia.
Megalinario
Alégrate, adorno de los monjes de Vatopaidi y venerados descendientes de Ítaca; regocíjate, recipiente de mirra de amor para todos, piadoso Joaquín, misionero sagrado.
Fuentes consultadas: saint.gr, synaarion.gr, diakonima.gr