El Santo Nuevo Mártir Juan Kalphas (el aprendiz) vivía en un suburbio de Constantinopla, llamado Galata. Era un ebanista de profesión, y había adquirido una gran habilidad en su oficio, por lo que importantes funcionarios hacían uso de sus servicios.Se le confió el adorno interior del palacio del sultán.
San Juan Kalphas se distinguía por su caridad cristiana. Ayudaba a los huérfanos y a los encerrados en prisión, y muchos acudían a él en busca de ayuda. Una vez cierto dignatario le pidió a San Juan que se hiciera cargo de su sobrino como aprendiz. Estuvo de acuerdo, y el joven recibió un puesto honorable en la corte al finalizar su aprendizaje.
Una vez, al encontrarse con su antiguo maestro y benefactor, el aprendiz le preguntó a San Juan qué dice en los libros cristianos sobre su "profeta" Mahoma. San Juan no quiso responder a su pregunta, pero debido a las persistentes demandas de los jóvenes, declaró lo siguiente:
"Como me has pedido que te lo diga, te diré la verdad. Nuestro Señor Jesucristo es el único Dios verdadero. Mohammad, en quien crees, era un hombre mortal y sin educación que no hizo nada bueno en esta tierra, y no realizó un solo milagro, a diferencia de los otros profetas de Dios que nosotros, los cristianos, tenemos.
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Solo ustedes son los que lo veneran como profeta. De hecho, era un ateísta y con sus fantasías y fanatismo atraía a la gente simple e ignorante, para que se cumpliera lo que fue profetizado sobre él: que 'vendría a seducir al mundo' ".
El joven, devoto del Islam, informó a sus compañeros musulmanes que el ebanista había insultado a Mohammad. San Juan fue llevado a juicio, donde le exigieron que renunciara a Cristo, pero valientemente confesó su fe, diciendo: "No renunciaré a mi más dulceJesús ; creo en Él y lo adoro, y confieso que es verdadero Dios y perfecto hombre". Después de la tortura, enviaron al santo mártir a la servidumbre penal con una flota en el Mar Negro, donde pasó seis meses. Luego, durante los siguientes tres meses lo golpearon en la prisión. Al ver que no podían obligarlo a someterse a su voluntad, lo decapitaron en la concurrida plaza de la ciudad de Ergat-Bazara, cerca del Bedestan (un bazar cubierto) el 26 de febrero de 1575.
El sufrimiento del santo mártir Juan Kalphas fue registrado por el padre Andrés, el mayordomo jefe (Megas Oikonomos) del Patriarca de Constantinopla, quien le dio de comulgar los Santos Misterios en prisión.
El joven, devoto del Islam, informó a sus compañeros musulmanes que el ebanista había insultado a Mohammad. San Juan fue llevado a juicio, donde le exigieron que renunciara a Cristo, pero valientemente confesó su fe, diciendo: "No renunciaré a mi más dulceJesús ; creo en Él y lo adoro, y confieso que es verdadero Dios y perfecto hombre". Después de la tortura, enviaron al santo mártir a la servidumbre penal con una flota en el Mar Negro, donde pasó seis meses. Luego, durante los siguientes tres meses lo golpearon en la prisión. Al ver que no podían obligarlo a someterse a su voluntad, lo decapitaron en la concurrida plaza de la ciudad de Ergat-Bazara, cerca del Bedestan (un bazar cubierto) el 26 de febrero de 1575.
El sufrimiento del santo mártir Juan Kalphas fue registrado por el padre Andrés, el mayordomo jefe (Megas Oikonomos) del Patriarca de Constantinopla, quien le dio de comulgar los Santos Misterios en prisión.
Fuentes consultadas: saint.gr, synaxarion.gr
