miércoles, 14 de febrero de 2024

Santo Neomártir Nicolás de Trebisonda (+1920)

Versos: 
"Nicolás pastoreó bien su rebaño mientras estaba vivo, porque no quiso abandonarlos en las dificultades".

El  venerable nuevo mártir Nicolás era de Trebisonda del Pontio, y desde muy joven se estableció con sus padres en la pequeña ciudad de Katigogi, en las regiones de Amasea y Amisos.
A la edad de dieciocho años se disfrazó para huir de sus hermanos para ir a un monasterio en Jerusalén, ya que ardía enormemente de añoranza por la vida monástica. Sin embargo, no consiguió lograr esto, por lo que sus hermanos le obligaron a casarse. Poco después murió su esposa, dejándole sólo y con dos hijos, pero uno murió de una enfermedad y el otro fue tomado por un familiar para cuidarle. Ahora ya sólo, pudo cumplir su anhelo espiritual.
Debido a sus largas horas de estudio, los ojos de Nicolás se dañaron y se mudó a Constantinopla. Allí aprendió el arte de la medicina, que benefició a muchos padecientes. Más tarde se convirtió en monje y recibió el don de la clarividencia.
 




"ΕΥΞΕΙΝΟΣ ΠΟΝΤΟΣ", [Efxinos Pontos], El Mar Negro



 
 
El obispo Eutimios de Zela distinguió las grandes virtudes de Nicolás y le ordenó obispo de las aldeas que rodeaban su región. Cuando sus discípulos le preguntaban que por qué nunca dejaba de trabajar, respondía: "Temo, hijos míos, las palabras del Profeta: -Maldito el que hace la obra del Señor sin cuidado-".
Habiendo pastoreado su rebaño durante cuatro o cinco años, fue arrestado por los turcos por ser un infiel. Aunque los cristianos piadosos encontraron una manera de liberarlo, se negó, porque un Ángel del Señor le había dicho que tomara por el camino del martirio con alegría. Después de soportar varias torturas, dio su último respiro el 14 de febrero de 1920, a la edad de 66 años. Después de su muerte, se reportaron muchos milagros a través de sus intercesiones.
 




Nuevos Mártires durante la Turcocracia



 
 
Apolitiquio tono 3º

Los Nuevos Mártires pisotearon el antiguo error, levantaron la fe de los ortodoxos y lucharon valientemente. La fe de los impíos despreciaron, y proclamaron a Cristo con audacia como el Dios perfecto. Y ellos siempre interceden incesantemente para que se nos conceda una gran misericordia.

Condaquio tono 1º

Alégrate místicamente, oh Iglesia de Cristo, viendo a tus hijos, los Nuevos Mártires, rodeando tu mesa y tu altar como olivos, dispuestos como estrellas recién iluminadas, y al Creador claman: Tú eres la fuerza de los Mártires, oh Cristo.
 




Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, full-of-grace-and-truth.blogspot.com

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