martes, 27 de febrero de 2024

San Talaleo de Cilicia (s.V)

Versos:
"Talaleo fue brillantemente hacia los cielos, como un olivo en crecimiento, es coronado por sus virtudes".

"Tampoco debo guardar silencio sobre la historia de Talaleo; 1 porque el espectáculo está lleno de asombro, y no solo he escuchado los relatos de otros, sino que he sido testigo ocular del extraordinario espectáculo. A veinte estadios de Gabala, una ciudad pequeña y encantadora, reparó en una colina en la que había un recinto dedicado a los demonios y honrado con muchos sacrificios por los impíos de la antigüedad. Aquí instaló una pequeña choza, en un intento de apaciguar su gran crueldad, porque causaban daño a muchos que pasaban por el vecindario, no solo a los hombres, sino también a los asnos y mulas, bueyes y ovejas, ya que por medio de ellos  conspiraban contra los hombres. 
En esta ocasión, cuando lo vieron llegar, trataron de asustarlo, pero no pudieron hacerlo, ya que la fe lo rodeaba y la gracia luchaba en su nombre. Entonces, llenos de rabia y frenesí, procedieron contra los árboles plantados allí; había muchas higueras y olivos florecientes en esta colina. Dicen que más de quinientos de éstos fueron desarraigados de repente. Escuché esto relatado por los campesinos vecinos, quienes anteriormente estaban envueltos por la oscuridad de la impiedad, pero recibieron a través de sus enseñanzas y milagros la luz del conocimiento de Dios.
 
 
 







 
 
 
Dado que incluso al hacer esto, los demonios malvados no habían logrado asustar al atleta de la filosofía, volvieron a aplicar otros dispositivos. Llorando y exhibiendo antorchas por la noche, intentaron aterrorizarlo e infundirle confusión en su pensamiento. Pero cuando se rió de todos sus asaltos, lo dejaron y huyeron.
Haciendo dos ruedas de dos codos de diámetro, unió ambas ruedas  con tablas no ajustadas entre sí sino separadas. Luego, sentándose dentro y arreglando estas tablas separadas firmemente con pernos y clavos, colgó la rueda en el aire. Fijando otras tres estacas de madera altas en el suelo y conectando sus extremos superiores con otras piezas de madera, sujetó la rueda doble en medio de ellas y la levantó, el interior de la rueda tenía una altura de dos codos y una anchura de un codo. Sentado o más bien suspendido en el, ha pasado diez años hasta ahora. Como tiene un cuerpo muy grande, ni siquiera sentado puede enderezar el cuello, pero siempre se sienta doblado, con la frente apretada contra las rodillas.
Al venir a verlo, lo encontré cosechando el beneficio de los Evangelios divinos, obteniendo beneficios de allí con extrema concentración. Le pregunté, por deseo de aprender la razón de este modo de vida novedoso. Él me respondió en griego, porque es ciliciano en la raza: 
 
 







 
 
 
"Cargado", dijo, "con muchos pecados y creyendo en las penas que amenazan, he ideado esta forma de vida, ideando castigos moderados para el cuerpo, para reducir el peso de los esperados, porque estos últimos son más graves no solo en cantidad sino también en calidad; porque son involuntarios, y lo que sucede en contra de nuestra voluntad es particularmente desagradable, mientras que lo que es voluntario, incluso si es agotador, es menos doloroso, porque mi trabajo es autoelegido y no obligatorio. Por lo tanto, (concluyó) si con estas pequeñas aflicciones disminuyo los (pecados) esperados, el beneficio que obtendré será grande". 
Al escuchar esto, me sentí abrumado de admiración por su astucia, porque no solo contendió más allá del curso establecido e ideó otras luchas por su propia voluntad, sino que también sabía la razón de ellos y se lo enseñaba a otros.
Los habitantes locales han declarado que muchos milagros ocurren a través de su oración, no solo con hombres sino también con camellos, asnos y mulas disfrutando de la curación. 
En consecuencia, todo este pueblo, antes en las garras de la impiedad, ha repudiado su impostura ancestral y ha aceptado el esplendor de la luz divina. Con su ayuda, demolió el recinto de los demonios y erigió un gran santuario para los mártires triunfantes, oponiéndose a los falsos llamados dioses, los muertos divinos. Puede ser que, por su intercesión, este hombre también pueda alcanzar la meta de los luchas con la misma victoria, y que nosotros, ayudados tanto por ellas como por él, podamos convertirnos en fervientes amantes de las de la filosofía".
 

NOTA:

*1. Talaleo era un ermitaño en una colina a veinte estadios (dos millas) fuera de Gabala, una ciudad en la costa mediterránea a sesenta millas al sur de Antioquía. Al principio vivía en otro lugar pero luego, a partir de 430, en el extraño artilugio de un cilindro suspendido, que se puede comparar con el cofre de Varadatos (XXVII.l). Convirtió a los campesinos del distrito al cristianismo. Teodoreto lo visitó una vez.





Fuentes consultadas: saint.gr, Historia de los monjes de Siria de Teodoreto de Ciro (johnsanidopouls.com)

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