martes, 16 de abril de 2024

Santas Agapi, Irene y Quione (+304)

En el 16º de este mes, memoria de las Santas Mártires Vírgenes y hermanas Agapi, Irene y Quione.   
A Agapi y Quione: El fuego fue como si le nevara a Quione, en el cual participó con su amada Agapi.
A Irene: Una flecha fue enviada a ese lugar pacífico, intoxicada por tu sangre Irene.
Quione y Agapi fueron quemadas en el decimosexto.

Las Santas Agapi, (del gr. "Αγάπη",[Agápi], traducido ~Amor), Irene ("Ειρήνη", [Irini], traducido Paz) y Quione, ("Χιονία", [Jionía] traducido Nieves), eran tres hermanas y tres brotes espirituales de la Iglesia de Salónica, que vivieron durante el reinado de Diocleciano (284-305). Las almas de las tres doncellas, aunque se quedaron huérfanas a una edad temprana, estaban galardonadas con muchos carismas espirituales.
Cuando tuvo lugar la persecución de cristianos por Maximiano, las tres hermanas abandonaron su tierra natal y se refugiaron en una alta montaña* cerca de un lago en el área de Nicea, donde vivieron en una ermita con un sacerdote llamado Zoilo (22 de diciembre).
 
 




Santas Agapi, Irene y Quione. 16 de Abril.




 
Después del martirio del bendito Crisógonoógono (22 de diciembre), maestro de Santa Anastasia la Sanadora (22 de diciembre), cerca del lago donde vivían Zoilo y las tres hermanas, la revelación divina llevó al santo sacerdote y asceta Zoilo a recoger sus honorables reliquias, incluyendo su cabeza que fue cortada. Treinta días después, se le apareció San Crisógono y le informó que las tres hermanas que vivían con él en su ermita, Agapi, Quione e Irene, serían martirizadas por el emperador en nueve días, y que Santa Anastasia vendría para prepararlas. Mientras Santa Anastasia las instruía, el bendito Zoilo partió hacia el Señor en paz.
 
 




Santo Mártir Crisógono. 22 de diciembre.




 
La Gran Mártir Anastasia llevó a las hermanas a otro lugar y las instó a soportar todas las cosas por Cristo. Pronto se cumplió lo predicho en la visión. Las tres vírgenes fueron arrestadas y llevadas a juicio ante el emperador Diocleciano.
Viendo la belleza de la juventud de las tres hermanas, el emperador las propuso negar a Cristo, y las prometió encontrarlas ilustres novios de su séquito. Las santas hermanas respondieron que su único Novio era Cristo, por quien estaban dispuestas a sufrir. El emperador exigió de nuevo que renunciaran a Cristo, pero ninguna de las hermanas lo consintieron. Llamaron a los dioses paganos meros ídolos hechos por manos humanas, y predicaron la fe en el Dios verdadero.
Entonces dio la orden Diocleciano, que se marchaba a Macedonia, de que las santas hermanas  también fuesen llevadas allí. Y los llevaron a la corte del gobernador Dulcititus.
 
 
 



"Η ΑΓΊΑ ΑΝΑΣΤΑΣΊΑ Η ΦΑΡΜΑΚΟΛΙΤΡΙΑ",
[I Ayía Anastasía I Farmakolítria]
LA SANTA ANASTASÍA LA SANADORA
(
Farmakolítria: literalmente, liberadora-dadora de medicinas)



 
 
Cuando vio la belleza de los santas mártires, se despertaron en él pasiones impuras. Puso a las hermanas bajo custodia y les dijo que recibirían su libertad si accedían a cumplir sus deseos. Pero las santas mártires respondieron que estaban preparadas para morir por su Esposo Celestial, Cristo.
Entonces Dulcitius decidió abrirse paso por la fuerza. Cuando las hermanas santas se levantaron en la noche para glorificar al Señor en oración, Dulcitius se acercó a la puerta e intentó entrar, pero una fuerza invisible se lo impidió. Se tambaleó, incapaz de encontrar la salida. Luego se cayó en la cocina entre los utensilios de cocina, las ollas y las sartenes, y quedó cubierto de hollín.
Los criados y los soldados lo reconocieron con dificultad. Cuando se vio a sí mismo en un espejo, entendió que las santas mártires se habían burlado de él y decidió vengarse.
 
 




Santas Agapi, Irene y Quione. 16 de Abril.



 
 
En su corte, Dulcitius dio órdenes de despojar de sus ropas a las santas hermanas. Pero los soldados no pudieron hacer esto, independientemente de  cuánto lo intentaron. Su ropa parecía estar pegada a los cuerpos de las santas vírgenes. Durante el juicio, Dulcitius se quedó dormido repentinamente, y nadie pudo despertarlo. Justo cuando lo llevaron a su casa, inmediatamente se despertó.
Cuando informaron de todo lo que había ocurrido al emperador Diocleciano, se enojó con Dulcitius y entregó a las santas vírgenes a Sisinio para su juicio.
Comenzó con la hermana más joven, Irene. Al ver que ella seguía siendo inquebrantable, la envió a la cárcel y luego fue a por las santas Quione y Agapi. Tampoco logró que renunciaran a Cristo, por lo que Sisinio ordenó que las santas Agapi y Quione fueran quemadas. Al escuchar la orden, las hermanas dieron gracias al Señor por sus coronas de martirio. En el fuego, Agapi y Quione rindieron sus almas puras al Señor.
 







 
 
Cuando se apagó el fuego, todos vieron que los cuerpos de las santas mártires y sus ropas estaban intactas, y sus rostros hermosos y tranquilos, como si estuvieran dormidas. Según algunos "sinaxarios"**, se señala que fueron recogidas por piadosos cristianos y enterradas al oeste de la ciudad, a poca distancia de los muros. Allí se construyó un pequeño templo al principio, que más tarde se hizo más grande.
Al día siguiente, Sisinio dio órdenes de llevar a la corte a Santa Irene. La amenazó con sufrir el mismo destino que sus hermanas mayores y la instó a renunciar a Cristo. Entonces él la amenazó con contaminarla,  entregándola en un burdel. Pero la santa mártir respondió: "Aunque mi cuerpo sea contaminado por la fuerza, mi alma nunca será contaminada por la renuncia de Cristo".
Cuando los soldados de Sisinio llevaron a Santa Irene al burdel, dos soldados luminosos los alcanzaron y les dijeron: "Vuestro maestro Sisinio os ordena que llevéis a esta virgen a una montaña alta y la dejéis allí, y luego regresad e informadle que se cumplido su mandato".
 




Santas Agapi, Irene y Quione



Y así lo hicieron los soldados. Cuando informaron a Sisinio, él se enfureció, ya que no había dado tales órdenes. Los soldados luminosos eran ángeles de Dios, salvando a la santa mártir de la contaminación.
Sisinio fue a la montaña con un destacamento de soldados y vio a Santa Irene en la cima. Durante mucho tiempo buscaron el camino a la cima, pero no pudieron encontrarlo. Entonces uno de los soldados alcanzó a Santa Irene con una flecha. La mártir le gritó a Sisinio: "Me burlo de tu impotente malicia, y voy a mi Señor Jesucristo pura y sin mancha". Dando gracias al Señor, ella se echó en el suelo y entregó su alma a Dios.
La Gran Mártir Anastasia se enteró del final de las santas hermanas y enterró sus cuerpos con reverencia.





Martirio de las Santas Agapi, Irene y Quione. Menologio de Basilio II, s.X.


 
 
NOTAS:

* En el Sinaxario o Santoral se testifica que las tres hermanas, muy probablemente parte activa de una hermandad de nuevos cristianos con una gran biblioteca, se refugiaron justo después de la persecución en un monte cercano a Tesalónica, probablemente Chortiatis, tras haber ocultado sus libros en su casa. (www.synaxarion.gr)
Según las «Vidas de los santos de A. Butler» (Herbert Thurston, SI), el relato presenta algunas variaciones: "En el año 303, el emperador Diocleciano publicó un decreto que condenaba a la pena de muerte a quienes poseyesen o guardasen una parte cualquiera de la Sagrada Escritura. En aquella época vivían en Tesalónica de Macedonia tres hermanas cristianas, Agape, Quionia e Irene, hijas de padres paganos, que poseían varios volúmenes de la Sagrada Escritura. Tan bien escondidos los tenían, que los guardias no los descubrieron sino hasta el año siguiente, después de que las tres hermanas habían sido arrestadas por otra razón." 


(Obtenido de https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_1064)

** Como "www.saint.gr".
 
 
 
 
 
 

 
 

Apolitiquio tono plagal del 1º  MODELO: "Τν συνάναρχον Λόγον", [Ton sinánarjon Lógon], “Al Logos coeterno"
 
Ἀπολυτίκιον  (Κατέβασμα) Ἦχος πλ. α’. Τὸν συνάναρχον Λόγον.
 
Ὡς αὐτάδελφοι Κόραι καὶ οὐρανόφρονες, πρὸς εὐσέβειας ἀγῶνας ὁμονοούσαι καλῶς, τὸν ἀρχέκακον ἐχθρὸν κατεπαλαίσατε, Χιονὶα ἡ σεμνή, σὺν Ἀγάπη τὴ κλυτή, Εἰρήνη ἡ πανολβία. Καὶ νῦν Χριστὸν δυσωπεῖτε, ἐλεηθήναι τᾶς ψυχᾶς ἠμῶν.
 

Apolitiquio tono pl. del 1º

Hermanas en la carne y unidas en el Espíritu, luchásteis con el príncipe del mal y soportásteis vuestro martirio. Santas y benditas Agapi, Irene y Quione, orad a Cristo nuestro Dios para que salve nuestras almas.
 
 
 
Κοντάκιον Ἦχος γ’. Ἡ Παρθένος σήμερον.
 
Παρθενίας έσοπτρα, φωτοειδή πεφυκυίαι, νοερώς ηστράψατε, αθλητικάς λαμπηδόνας, πάσαν μέν, την Εκκλησίαν αγλαϊζούσας, νύκτα δέ, των νοσημάτων απελαυνούσας, Χιονία και Αγάπη, συν τη Ειρήνη, Χριστού κειμήλια.


Condaquio tono 3º

Brillantes espejos de virginidad, radiantes con su martirio, llenan de luz a la Iglesia y disipan la oscuridad del mal, Agapi, Irene y Quione, las joyas preciosas de Cristo.







Fuentes consultadas: saint.gr, synaxarion.gr, diakonima.gr, Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005, eltestigofiel.org, orthodoxwiki.gr, el.wikipedia.org