sábado, 16 de marzo de 2024

San Sabino el Egipcio (+287)

Versos (16 de marzo):
"Al río Nilo, como una prueba ante el agua,
Sabinos avergonzó con su hombría".
En el decimosexto Sabino fue por lo tanto llevado.

(13 de marzo): "Sabino fue arrojado al río junto con una piedra, zarpando del ordinario río de la vida".

San Sabino nació en la ciudad de Hermópolis de Egipto de una rica familia perteneciente a la aristocracia. Se distinguía por su irreprochable vida y su gran fe. Cuando el emperador Diocleciano (284-305 d.C.) ordenó la persecución implacable contra los cristianos, el eparca de allí, Arriano, fue en primer lugar a por Sabino. Esto se debía a que los cristianos de la zona le tenían una gran estima y honor, debido a su amor y entusiasmo por la fe cristiana.
 
 



Icono Ortodoxo Rumano de San Sabino el Egipcio 



 
Considerándole como un apoyo y modelo, le exhortaron a que cuidase su vida por el bien de la iglesia. Por lo tanto, huyó con otros cristianos fuera de Hermópolis y se quedó en una pequeña casa.
Su escondite fue revelado por un mendigo ingrato al que le había ayudado. Sabinos solía darle comida y limosna, pero el hombre lo traicionó por dos monedas de oro.
Los soldados del emperador fueron a por él, le arrestaron junto con otros seis soldados y le llevaron frente al gobernador de Antinoópolis. Éste enseguida entendió que ni con adulaciones, ni con sobornos, ni con amenazas, conseguiría nada.




Santo Mártir Sabino de Egipto.


 
Tras confesar firmemente su fe en Cristo, recibió la orden de ser torturado. Primero fue colgado en el aire y desollado. Después sus torturadores quemaron su cuerpo sin carne con antorchas encendidas. Manteniéndose firme en su fe, se ordenó que se le atara una piedra al cuello y fuese arrojado a las aguas del Nilo. Así entregó su espíritu Sabino, recibiendo la corona del martirio en el año 287 d.C. 


Apolitiquio tono 1º

Antes de los impíos, predicabas con piedad, que el Creador de todo se hiciera carne sin sufrir ningún cambio. Oh, benditos Sabino, sobresaliste en la santa contienda, porque al encontrarte con la muerte en el río alcanzaste la Fuente de la incorrupción. Por eso te alabamos.

Condaquio tono 2º

La vela del Espíritu te guió hacia el agua de la vida y la bondad, cuando fuiste arrojado al río, Oh, loable Sabino. Por tus oraciones estás cayendo sobre nosotros el perdón de nuestros pecados.
 





Fuentes consultadas: saint.gr, paraklisi.blogspot.gr, apostoliki-diakonia.gr, Sinaxario de San Nicodemo el Athonita de los Doce Meses del Año- vol. II- Ed. Domos 2005.


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