Versos:
"Anhelo de Dios, solo en lo alto estaba tu fuerza, a pesar de ser muy excesivamente azotado, Mertio".
Mertio fue un soldado perteneciente a la orden militar denominada "de los negros" de Mauritania durante el reinado de Diocleciano (284-305).
En el año 298, se conoció que era cristiano, por lo que fue arrestado y llevado ante el emperador, quien instó a Mertios a ofrecer sacrificios a los ídolos.
Mertio se inclinó primeramente para mostrar su respeto al jefe, pero después se incorporó y dijo que se negaba a hacer aquello que le pedían. Mostró las heridas que tenía causadas por el combate, defendiendo la bandera del emperador, declaró que respetaba al rey, y que estaba dispuesto a dar su sangre por sus obligaciones militares, pero que su alma y su conciencia pertenecen a la adoración de Cristo.
Acto seguido le despojaron de su cinturón, que era un símbolo de su rango militar. En otras palabras, le expulsaron de su puesto militar.
Mártir San Mertio. Menologio Basilio II, s.X |
Después fue golpeado con varas de madera y le arrancaron la carne. El santo soportó las crueles torturas con un corazón valiente, de modo que ni siquiera el más leve sonido salió de su boca. Esto provocó la sorpresa del tirano, aumentando su ira.
Continuó la tortura durante mucho tiempo, hasta que el cuerpo del mártir se convirtió en una herida abierta. Entonces, bajo orden del tirano sin escrúpulos, detuvieron los latigazos y lo llevaron a la prisión.
Vencido por el dolor, el atleta de Cristo entregó su honorable alma en las manos de Dios, recibiendo así la corona incorruptible del martirio en el año 298 d.C.
Tu mártir Mertio, Señor, por sus tribulaciones recibid de ti la corona de la incorrupción, Dios nuestro, porque por tu potencia ha derrotado a los tiranos, y ha vencido las afrentas impotentes de los demonios. Por sus intercesiones, salva nuestras almas.
Condaquio tono 2
Como astro resplandeciente has aparecido, no oscurecido por el mundo, pregonando con tus rayos a Cristo, el Sol de Justicia, Mertio, portador de la pasión, y has extinguido toda vanidad, concediéndonos luz. Intercede sin cesar por todos nosotros.
Fuentes consultadas: saint.gr, diakonima.gr, pemptousia.gr