martes, 9 de enero de 2024

San Felipe, Metropolitano de Moscú y de toda Rusia, el Milagroso (+1569)

Nacido el 11 de febrero de 1507, estaba de pie en la Iglesia un día, siendo aún joven, cuando escuchó al sacerdote leer del Evangelio: «Ninguno puede servir a dos señores» (San Mateo 6:24).

Se llenó de temor al oír estas palabras, como si hubiesen sido dichas a él solo, y fue iluminado en ese mismo momento. Se retiró al monasterio de Solovetsk, donde, tras un largo y difícil noviciado, recibió el hábito monástico.
Eventualmente se convirtió en abad y, resplandeciente como el sol en santidad, se hizo conocido en toda la tierra de Rusia. Por esto, el zar Iván el Terrible lo transfirió a la sede vacante de Moscú como metropolitano en 1566. Pero el santo varón no podía contemplar indiferentemente las atrocidades de ese terrible zar, sino que primero lo aconsejaba firmemente y luego lo denunciaba sin temor. 




San Felipe, Metropolitano de Moscú. 9 de Enero.



El zar encontró falsos testigos en contra de Felipe, lo destituyó, lo depuso de todo rango excepto el de simple monje, y lo arrojó en la prisión de Tver. El 23 de diciembre de 1569, Maliuta Skhuratov, un emisario del zar, entró a la celda de Felipe y los asfixió con una almohada. Mas una terrible muerte rápidamente sobrevino a todos los que se habían opuesto a Felipe. Después de algunos años, el cuerpo del santo fue hallado intacto e incorrupto, y emanando un fragante aroma. Fue entonces trasladado al monasterio de Solovetsk.






Las Reliquias del Santo se encuentran incorruptas en la catedral de la Dormición de la Madre de Dios (del gr. "Κοίμησης της Θεοτόκου", [Kímisis tis Zeotoku]). Parte de sus reliquias se encuentran también en la Laura de San Alejandro Névski de San Petersburgo en Rusia. 


Apolitiquio tono plagal del 4º 

Oh sucesor de los primeros prelados, pilar de la Ortodoxia, defensor de la verdad, nuevo confesor, San Felipe, entregaste tu vida por tu rebaño. Por lo tanto, dado que eres valiente con Cristo, ora por la tierra rusa que sufre y por aquellos que honran dignamente tu santa memoria.

Condaquio tono 3º

Elogiemos al más sabio Felipe, guía y maestro de la Ortodoxia, heraldo de la verdad, emulador de Crisóstomo, lámpara de Rusia, que alimentó espiritualmente a sus hijos con el alimento de sus palabras; porque cantando alabanzas con su lengua, nos enseñó a cantar con nuestros labios como iniciados de la gracia de Dios.
 





Fuente: oca.org, crkvenikalendar.com, saint.gr

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