martes, 1 de octubre de 2024

San Honorio, Arzobispo de Canterbury

Al observar la vida de personas prominentes como reyes y arzobispos, obtenemos una instantánea de sus días. La vida de San Honorio (murió el 30 de septiembre del 653) de Canterbury nos muestra una tierra en crisis pero una iglesia en constante expansión.

Este prelado era romano por nacimiento y monje por vocación. San Gregorio el Grande, que conocía las virtudes, la destreza y la sabiduría de Honorio en las ciencias santas, le eligió para que formase parte del grupo de misioneros que envió para evangelizar a los ingleses. No es seguro si viajó allí con San Agustín de Canterbury en 596 o si fue enviado con el segundo grupo en 601. De hecho, se sabe poco de él, excepto que por su vida ferviente y santa ayudó a convertir al pueblo de Kent al cristianismo.
Cuando el arzobispo Justo de Canterbury murió alrededor de 627 o 628, Honorio fue elegido para ocupar su lugar. En teoría, esto deberían haberlo hecho los obispos de su propia diócesis, pero eso era imposible. Tales fueron las tormentas de la época que Londres y Rochester estaban sin obispos. El único obispo en Inglaterra que pudo consagrar a Honorious (preservando la sucesión apostólica) fue Paulino de York*que estaba dedicado a la misión en Nortumbria.
Paulino y Honorio se encontraron en Lincoln, donde el primero consagró al segundo como el quinto Arzobispo de Canterbury.
 
 




Lista de los arzobispos de Canterbury en la catedral.



 
 
 
En aquellos días, los retrasos en la comunicación con Roma eran largos. Los dos escribieron a Roma y le pidieron al Papa que les enviara sus palios**. El papa envió a los palios y también les dio permiso por escrito para designarse sucesores en caso de muerte. Esa carta convirtió a Paulino en el primer obispo de York. El Santo Padre mandaba que, en caso de que alguna de las dos sedes: la de Canterbury o la de York, quedase sin su titular, el otro obispo debería consagrar a la persona elegida para ocupar la sede vacante, "en vista", decía el Pontífice, "de la enorme distancia de tierra y de mar que nos separa de vosotros."
Honorio, el nuevo arzobispo, comprobó con júbilo creciente que la fe de Cristo se extendía, a diario, hacia todos los rincones de las islas y que el espíritu del Evangelio se arraigaba en los corazones de numerosos siervos de Dios.
 
 








 
 
Su propio celo y su ejemplo contribuyeron grandemente a esos progresos, durante los veinticinco años en que ejerció su episcopado. Uno de sus primeros actos y de los más importantes fue el de consagrar al burgundio San Félix como obispo de Dunwich y enviarlo en una misión destinada a convertir a los anglos del oriente. 
No disfrutaría mucho de su posición. Tras la muerte del rey Edwin en el campo de batalla, su vencedor, el "cadwallon" de Gales, "con una crueldad peor que la de cualquier pagano", como dice San Beda, "resolvió exterminar a todos los ingleses en las Islas Británicas" y comenzó por hacer una incursión devastadora y sangrienta en Nortumbría.
Fue entonces cuando San Paulino huyó junto con la reina Etelburga, y ambos recibieron, con San Honorio, generosa hospitalidad. Pasado el peligro, Honorio designó a San Paulino para que ocupase la sede vacante de Rochester. A la muerte de San Paulino, en el 644, Honorio consagró en su lugar a San Ithamar, un sacerdote de Kent que fue el primer obispo inglés. 
 
 




San Honorio, Arzobispo de Canterbury.
1 de Octubre calendario oriental.



 
 
Durante los días de Honorio como arzobispo, el rey Oswald, criado por monjes en la isla de Iona, ascendió al trono de Northumbria e invitó a Aidan, que era de la tradición celta, a predicar a su pueblo. Aidan fundó Lindisfarne. Pronto las tradiciones romanas y celtas chocarían. Mientras los celtas cristianizaban el norte, Honorio envió a su propio misionero a Anglía Oriental. Este era Félix y logró su objetivo. Su sede estaba en Dunwich, pero el mar la cubrió. 
Honorio rompió la barrera racial, consagrando en diferentes momentos a los primeros tres obispos ingleses de nacimiento para la iglesia. Estos fueron Ithamar, Thomas y Beretgils. Cuando Honorio murió en este día, el 30 de septiembre de 653, fue enterrado en Canterbury. Después de una espera de dieciocho meses, Deusdedit, el primer arzobispo de Canterbury de origen inglés, tomó su lugar.
Honorio murió el 30 de septiembre del 653, el último de los misioneros Gregorianos. Fue enterrado en la Abadía de San Pedro y San Pablo en Canterbury. A este santo se le nombra en el Martirologio Romano y se le conmemora en la diócesis de Southwark y de Nottingham. Según los calendarios orientales se celebra su fiesta el 1 de Octubre, según los Occidentales, el 30 de septiembre. En el 1120 los restos de su cuerpo fueron trasladados a la Abadía de San Agustín.
 
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NOTAS:

* York era la capital de Northumbria. Fundado por los romanos, lo llamaron Eboracum, pero cuando los daneses lo capturaron, lo llamaron Jorvik, de donde obtuvimos el nombre de York.

** Palio: en la Antigua Roma, en los primeros siglos del Cristianismo, el palio fue introducido en la Iglesia Occidental en forma de omoforio que llevaban sobre la vestimenta eclisiástica los principales sacerdotes (Archiiereas). En la Iglesia de Occidente el portador del palio tiene un cargo particular, dado el hecho de que el obispo de Roma y a continuación el Papa acostumbraban a enviar el palio como regalo a los principales sacerdotes como muestra de una honra especial, pero al mismo tiempo para mostrar su supremacía. Este palio hoy en día es una tira delgada de tela que se lleva alrededor del cuello.Por lo general, se representa en el escudo papal, la bandera y el escudo de armas del Vaticano, justo debajo de la tiara (corona) papal.
 
 




Fuentes consultadas: christianity.com, en.wikipedia.org, saint.gr, Vidas de Satos de A:Butler. Para todo lo referente a este santo, véase la Ecclesiastical History, de Beda, libros II y III, junto con las notas de Plummer.


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