viernes, 11 de agosto de 2023

Gran Mártir San Euplo el Diácono (+304)

Versos:
"En su vestimenta, el venerado Euplos era un levita; en su decapitación, un soldado firme".
En el undécimo Euplos fue golpeado con la espada.

Euplos vivió a finales del siglo III d.C., cuando el emperador era Diocleciano (284-305 d.C.). Nació en Catania de Sicilia, donde era diácono en la Iglesia de allí.  
El emperador ordenó al gobernador Calvisianus de Sicilia que exterminara a cualquier cristiano que encontrara en el lugar, pero no encontró ni uno solo, porque los pocos cristianos que estaban allí se escondieron. Sin embargo alguién vio a Euplos cómo llevaba un libro a los cristianos y se lo leía. Este libro era el Santo Evangelio.
 
 






Resuelto predicador del Evangelio, Euplo intentaba afianzar la fe de los cristianos perseguidos y los animaba a preferir los martirios más terribles en lugar de negar a Cristo. Porque si mostramos paciencia y "si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará."(2 Tim. 2,12). Y 
“Al que me confiese delante de los hombres, le confesaré también yo delante de mi Padre celestial; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre celestial.” (Mateo 10,32-33)
Los idólatras, al ver esta actividad de Euplo, lo denunciaron al eparca Calvisiano.
Pronto le llevaron a la corte; le colgaron el Evangelio alrededor de su cuello y lo llevaron a prisión. Una vez allí, el gobernador intentó con una conversación convencer a Euplo de que era una estupidez creer en el Dios Trinitario y debía negarlo lo antes posible. El Santo, invencible conversador, rebatió uno por uno todos los argumentos del gobernador. 
 





 
 
Le pidió al santo que leyera el libro, encarcelándole seguidamente por ser cristiano. El Señor hizo que un manantial de agua fluyera en la prisión para que el mártir pudiera beber, después de siete días de sed y hambre, los cuales Euplo pasó en oración. Finalmente, llevaron al Mártir de Cristo al patíbulo con el Evangelio colgando del cuello. Entonces San Euplos abrió el Santo Evangelio y leyó de él a la gente durante mucho tiempo. Muchos se convirtieron a la fe de Cristo. Luego fue llamado para ser torturado. 
Primero le ataron las manos, los pies y las rodillas y fue colgado de un poste de madera, donde le desgarraron la piel con garras de hierro. En este momento, una voz divina vino a él y le fortaleció. 
 





 
 
 
Luego, con un martillo de hierro, le golpearon las piernas y le encerraron nuevamente en prisión. Mientras le golpeaban, Euplos le dijo al juez torturador: "Oh, ignorante, ¿no ves que gracias a la ayuda de Dios, estas torturas son para mí como una telaraña? Si puedes, encuentra otras torturas más duras, porque todos estos son como juguetes ". El juez entonces ordenó que le arrancasen las orejas al santo, que le rasgasen la carne con garras de hierro y luego le rompiesen las tibias con martillos.
San Euplos fue decapitado en el año 304, siendo recibido en el Reino de los Cielos.



Capilla de San Euplo en Pirguí de Quíos
Iglesia de San Euplo en Alexandrúpoli
      


 
 
San Euplo, Mártir (+304 p.c.) 
 
De las Vidas de los Santos de A. Butler 
 
 
El 29 de Aril del año 3034 durante la persecución de Diocleciano, un hombre llamado Euplio o Eruplo gritó frente a la corte del gobernador de Catania, en Sicilia: "Soy cristiano y estoy pronto a morir por mi fe." El gobernador, Calvisiano, mandó que trajesen inmediatamente a su presencia al autor de ese reto.
Euplio se presentó ante el gobernador con un libro de los Evangelios, por lo cual uno de los circunstantes le dijo: "Los emperadores han prohibido esos libros."
Calvisiano: "¿De dónde sacaste esos libros? ¿De tu casa?"
Euplio: "No tengo casa, como el Señor bien lo sabe".
Calvisiano: "¿Son tuyos esos libros?"
Euplio: "Ya lo veis".
Calvisiano: "Sí, ya veo que están en tu poder. ¿De qué clase de libros se trata? Léeme algo de ellos". 
Euplio: "Los conozco casi de memoria. Son los Evangelios según San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan".
Calvisiano: "¿Y qué significa eso?
Euplio: "Es la ley del Señor, que yo he recibido de El".
Calvisiano: "Alguien tuvo que enseñártela."
 
 
 


 
 
Euplio: "Acabo de decirte que la recibí de Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios".
Calvisiano: "¡Basta! ¡Conducidle a la prisión!"

Mas después de tres meses, el 12 de agosto, Euplio compareció de nuevo ante el gobernador.

Calvisiano: "¿Qué me cuentas de nuevo?
Euplio: "Te repito lo que te dije la primera vez que te vi." 
Calvisiano: "¿Conservas aún esos malvados libros?"
Euplio: "Sí".
Calvisiano: "¿Dónde están?
Euplio: "En mi interior.
Calvisiano: "Si todavía los tienes, muéstralos. "
Euplio repitió: "Los tengo en mi interior " y, con un gesto indicó al gobernador que los sabía de memoria.

Entonces Calvisiano le condenó a ser torturado hasta que confesase a los dioses. Como todo resultase en vano, el gobernador le exhortó nuevamente : "Los enemigos de nuestras ilustres divinidades y cuantos se atreven a desafiar a los emperadores y persisten en sus crímenes, morirán cruelmente. Euplio ha dicho necedades ante esta corte, y yo le conjuro a retractarse si no quiere morir." 
Pero las palabras de Calvisiano no produjeron efecto alguno sobre Euplio, quien fue condenado y murió decapitado.


NOTAS (A. Butler):
 
Las actas de Euplio producen una impresión favorable. Existen tanto en griego como en latín. El texto latino puede verse en Acta Sanctorum, agosto, vol. n, y en Ruinart.
El texto griego se hallará en Cotelerius, Ecclesiae Graecae Monumento, vol. i, pp. 192-200.
Pero la mejor edición de ambos, junto con la de otros textos nuevos, es la de Pió Franchi
de Cavalieri, Studi e Testi, vol. xux (1928) ; el mismo autor discute a fondo la cuestión en Note agiografíche, serie sexta. El Hieronymianum conmemora a San Euplio; cf. CMH., p. 436. Las actas de Euplio pueden verse también en Krüger-Knopf, Ausgeiviihlte Marty-rerakten (1929); se trata de una edición revisada y aumentada de la primera edición de Knopf.
 
 
 
 

Iglesia de San Euplo en Ainos, Tracia


 
 
Las sagradas reliquias del Gran Mártir San Euplo el Diácono
 
Sus sagradas reliquias se en en el pueblo de Vico della Batonia, cerca de Nápoles. Una parte de su cráneo está en la Metrópoli de Polyani y Kilkis. Una parte de su mano derecha está en la Iglesia de la Dormición de la Theotokos en Nea Mesimvria. Otras porciones de sus reliquias están en los monasterios de Docheiariou y Pantocratoros en el Monte Athos.
Es patrón de Catania en Sicilia, junto con Santa Águeda. También es el santo patrón de Francavilla de Sicilia y Trevico. Las ruinas de la antigua iglesia de San Euplio se encuentran en Catania cerca de la Plaza de Stesicoro, que es el lugar donde el Santo recibió su martirio.
Su nombre en griego significa "buena navegación", lo cual se canta en el texto del servicio de Vísperas Cristianas Ortodoxas en su honor.
En el puerto de Alexandroupolis en Grecia, una pequeña iglesia fue construida a San Euplos en 1997 por los emigrantes tracios, para conmemorar una iglesia en Ainos, Tracia, dedicada a San Euplo, de donde fue patrón, que fue construida antes del año 1000 d.C.. Esto fue porque Ainos tenía una presencia naval significativa, e incluso en la Revolución griega de 1821 tenía 300 barcos estacionados en su puerto. La presencia en el puerto de estas iglesias dedicadas a San Euplo es, por lo tanto, ayuda y mediación del Santo para la "buena navegación" de los barcos que parten de allí.
 
 
 
 
 

 
 

Apolitiquio tono 4º

Apolitiquio tono 4º

Como un sagrado diácono, un justo ministro de la Iglesia de Cristo, Tú competiste perfectamente. Tú navegaste sobre el mar de los muchos tormentos y aflicciones, oh bendito Euplos. Guíanos al refugio del cielo.

Condaquio tono 1º

Llevaste en tus manos la ley de Cristo y clamaste a tus enemigos en el estadio: vengo dispuesto a competir con firmeza. Luego, con mucho agrado terminaste tu curso doblando tu cuello hacia la espada.
 
 




Fuentes consultadas: saint.gr, johnsanidopoulos.com, Vidas de los Santos de A. Butler,  naxospress.gr