Son heréticos y han sido condenados. No son simplemente heréticos, y no son mías estas palabras, sino de San Justino Popovic, que decía que el ecumenismo no es herejía, sino que es panherejía ("pan-" del gr. "παν-", indica que la palabra generada incluye todos los miembros de un conjunto), es decir que incluye a todas las herejías. Utiliza todas las herejías y las presenta como "Iglesias", las cuales tienen una parte de verdad y quiere juntar todas estas partes, encontrando así la verdad al completo. Y una parte grande de la verdad la tienen los ortodoxos, dice, pero no toda la verdad, también la tienen los otros.
Esto que dicen son cosas falsas. Nosotros decimos y creemos, y esta es la verdad, que tenemos la verdad al completo y la completa revelación en nuestra Santa Iglesia Ortodoxa, y no tenemos ninguna carencia de la verdad. No tienen Misterios (Sacramentos) porque están bajo el engaño y dominados por él y de una fe errónea. Y cuando la fe no es correcta, no puede existir allí Dios ni el correcto conocimiento de Dios. Y naturalmente la percecpción y la enseñanza de Dios allí es inexistente.
Entonces, los Misterios, los cuales son manisfestaciones de las energías divinas, no existen en ellos. Ni sacerocio existe, ni bautismo existe, ni ningún Misterio. Porque existe el engaño. La destrucción de la verdad del dogma. Del dogma de Cristo, de la Santa Trinidad (y de tantos otros).
Han sido condenados, y de hecho han sido condenados por los Papas, los cuales en el III Concilio Ecuménico eran ortodoxos, por San Cirilo, donde se condenó a los ofensores de la Theotokos o Madre de Dios. Entre otras cosas el III Concilio Ecuménico decidió que: "Quien añada o sustraiga al Símbolo de la Fe (Credo), aunque sólo sea una «y» -es decir, añadir la explicación de una palabra entre paréntesis, por ejemplo del término «que procede»- este hombre, o esta iglesia, o este Credo de la iglesia papista, que añada o sustraiga aunque sólo sea una «y» del Credo, automáticamente está fuera de la Iglesia. Esta es la decisión del Concilio Ecuménico. Y fue firmado también por el entonces Papa.
Y esto es lo que han hecho los papistas, añadir al Credo "y del Hijo". Es decir, que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Esto es el llamado "Filioque". Y solo por esto está condenado, y de hecho por ellos mismos, por los Papas del III Concilio Ecuménico. Quien quiera lo puede buscar y encontrarlo.
Y tenemos además condena del ecumenismo por el VIII Concilio Ecuménico que tuvo lugar por San Focio. Nuevamente fue condenado el añadido herético, el "Filioque". Este terrible dogma erróneo del papismo, que el Espíritu Santo procede también del Hijo.
Homilía Arch. Sabas el Hagiorita (6 feb 2024)
Ver Ortodoxia y Ecumenismo. Ecumenismo