NUESTRA
FE CRISTIANA ORTODOXA
ARCHIMANDRITA EPIPHANIOS K. HADJIYIANGOU
Título original:
«Η ΟΡΘΟΔΟΞΗ ΠΙΣΤΗ ΜΑΣ», ([I Orzódoxi Pisti Mas], Nuestra Fe Cristiana Ortodoxa).
Traducido al inglés por Obispo
Panteleimon Lampadarios, Metropolita de Antinoes.
Traducido al español por el equipo de "La Ortodoxia es la Verdad".
Agradecimientos de Su Eminencia
Metropolita Teóclito de Florina, Prespa y Eordia:
Antes de Su Ascensión, nuestro Señor
Jesucristo dijo a Sus santos apóstoles: “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén.” (Mateo 28: 19-20).
Desde el momento en que los santos
apóstoles recibieron el mandato, ellos fueron por todo el mundo predicando la
palabra de nuestro Señor. La frase “Por toda la tierra salió
su voz, Y
hasta el extremo del mundo sus
palabras” (Salmos 19:4) pronostica el evento de la extensión del Santo
Evangelio.
Así toda la tierra se volvió una
escuela de Cristo. Los hombres que seguían la nueva Fe se hicieron discípulos.
Los santos apóstoles enseñaron y los Cristianos se hicieron discípulos de la
escuela de Cristo, escuchando las palabras del Santo Evangelio. Con esta nueva
Fe, y no religión, El Reino de Cristo fue establecido en la tierra.
Generalmente, la esencia de la nueva Fe
estaba compuesta por lo que se creía y se practicaba. Fe, como algo intangible
y teórico, era probada a través del completo cambio de vida de todos aquellos
que previamente eran idólatras; hombres y mujeres de todos los tiempos, que
vivieron el resto de su vida en Cristo. La vida de Cristo se convirtió en su
vida. Todos recibieron fuerza para continuar su lucha del continuo recordatorio
de la palabra de Dios, ya sea escrita u oral.
San Lucas el evangelista y apóstol,
escribió en su Evangelio al noble Teófilo, “para
que conozcas bien la verdad de las
cosas en las cuales has sido instruido.” ( Lucas 1:4). San Pedro escribió, “Por
esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las
sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente...También yo procu-
raré con diligencia que después de mi
partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.” ( II
Pedro 1:12-15).
La predicación, la palabra de Dios y el
catecismo eran las responsabilidades vitales de la Iglesia de Cristo, y no
invenciones de heréticos que aparecieron más tarde. Así, los pastores
salvaguardaron su rebaño de los lobos espirituales que trataron de infectar el
redil de Cristo.
" Amado,
Escribí todos los aderezos
anteriores para enfatizar el justo elogio de la Iglesia local al escritor de
esta obra bendita. El escritor, el Archimandrita Epiphanios, es querido por
nosotros desde hace muchos años. Chipriota de nacimiento, trabajó desde joven
por enseñar a los niños de la Escuela Eclesiástica de Florina y a los
feligreses de la Catedral de San Panteleimon en la ciudad de Florina. Su
trabajo es el fruto de muchos años de trabajo después de mucha investigación de
fuentes patrísticas así como de textos dogmáticos de la Iglesia. Se presentan
metódicamente en un completo orden, claridad y exactitud, las doctrinas de la
Iglesia, analizando el Santo Credo, que contiene brevemente todo lo necesario
que un cristiano debe saber, creer y practicar.
Otorgando nuestras bendiciones
Episcopales para la publicación de esta importante obra de nuestro amado Padre
Epifanios, oramos fervientemente por el beneficio espiritual de todos los que
lo estudian. Estamos orgullosos de él, por haber completado una obra tan
importante y lo instamos a que presente más obras para la gloria de nuestro
Señor y el beneficio de las almas. Amén.
En Florina el 18 de octubre de 2015,
San Lucas Evangelista. Con hearfelt oraciones al Señor."
Teocletos, Metropolita de Florina,
Prespa y Eordaia.
Este libro está dedicado a la memoria
de mi respetada madre Eleni Hadjiyiangou, quien con su palabra y ejemplo, me
enseñó la fe en Dios.
Archimandrita Epiphanios K.Hadjiyiangou
PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLESA
Este libro comenzó a circular hace aproximadamente un año en lenguaje griego con el título “Η ΟΡΘΟΔΟΞΗ ΠΙΣΤΗ ΜΑΣ ”, para que la gente griega pudiera aprender sobre su Fe Cristiana Ortodoxa. Muchas personas que viven en el extranjero nos suplicaron traducir el libro a inglés para que las nuevas generaciones, que no conocen muy bien el griego, pudiesen leerlo. Por eso decidimos traducirlo. Por lo tanto este libro va dirigido no solo a griegos, sino a todo aquel que, siendo o no ortodoxo, le gustaría aprender sobre la Ortodoxia.
Me gustaría agradecer cálidamente a Su
Eminencia Panteleimon, Metropolita de Antinoes, por su encantada aceptación
para traducir el libro de griego a inglés, y al esfuerzo que realizó para
hacerlo.
Me gustaría también agradecer a las
Hermanas angloparlantes del Santo Monasterio de San Agustín de Florina, por
editar la traducción.
En Florina, Noviembre de 2016
Archimandrita Epiphanios K.Hadjiyiangou
PROLOGO A LA EDICIÓN GRIEGA
Es comúnmente reconocido que nuestra fe
Ortodoxa, en su mayoría, falta catecismo ( instrucción sobre nuestra fe).
Aunque con respecto a la ciencia, tecnología, ordenadores, etc…, la mayoría de
la gente, especialmente la juventud de hoy en día, están bien informados y
poseen un buen conocimiento; con respecto a la fe, permanecen en un profunda
ignorancia, incluso con las verdades básicas.
Esta es la principal causa de la
expansión de herejías en nuestro país, las cuales desafortunadamente crecen,
atrayendo a aquellos que no tienen catecismo y a aquellos miembros débiles del
rebaño de Cristo, nuestra Iglesia Ortodoxa.
Hay varias razones para esta ignorancia.
Familia, escuela, el gobierno, y otros, son responsables. La Iglesia tiene una
gran responsabilidad, y especialmente el clero, que además de sus deberes
litúrgicos y administrativos, tiene un deber básico para la “predicación del
Evangelio” ( Marcos 16:15), es decir para enseñar e instruir.
Quien no se admira y tampoco se
reprocha a sí mismo por el trabajo misionero del gran maestro de la nación
griega, San Cosme Etolós, quien él sólo logró cambiar el curso de la historia
griega e impidió la islamización completa, un peligro que la nación griega
afrontó. Viajó por toda Grecia a pie, y con sus simples pero cálidas palabras
logró la regeneración espiritual de nuestra esclavizado país. No es una
exageración decir, en este caso, que “El pueblo asentado en tinieblas vio gran
luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.”
(Mateo 4,16).
Entonces si hoy tuviésemos tales
profesores de la palabra divina “llenos de celo divino”( San Juan Crisóstomo),
nuestro país estaría en unas condiciones muy diferentes. Consecuentemente, es
necesaria una re-evangelización dentro del mundo cristiano ortodoxo. Este libro
fue escrito con el propósito de presentar breve y
simplemente nuestra Fe Cristiana Ortodoxa. Contiene una breve
descripción de 100 sermones sobre el Santo Credo, el cual, con las bendiciones
de Su Eminencia el Metropolita de Teóclito de Florina, Prespa y Eordea,
entregué como homilías en la santa Catedral de San Panteleimon, en Florina,
entre 2007 y 2013.
Espero que este humilde esfuerzo
contribuya al conocimiento de la Fe Ortodoxa por nuestra gente, el cual les
protegerá de varias herejías - como la Hidra de Lerna (monstruo mitológico
griego en forma de serpiente con muchas cabezas)- y les liberará de de los
errores y supersticiones enraizadas en él. “ Y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres” ( Jn 8:32).
Siento la necesidad de expresar mi
gratitud hacia Su Eminencia Metropolita Teocletos de Florina, Prespa y Eordea
por su aporte en este esfuerzo, así como por el honor de dirigirse con saludos
pastorales en la introducción de este libro.
También agradecer al canciller de la
Metrópolis, Archimandrita Nikiforos Manadis, por sus varias recomendaciones.
Expresar especialmente mi
agradecimiento a mi hermano espiritual, Archimandrita Lavrentios Gratsias, por
su esencial contribución a esta publicación.
En Florina, Octubre, 2015.
Archimandrita Epifanio K. Hadjiyiangou.
1. INTRODUCCION
1.1. CATECISMO CRISTIANO ORTODOXO
“ El modo de vida Cristiano depende de
dos cosas: doctrina correcta y buenas acciones. Y ni las doctrinas
sin las buenas acciones son agradables a Dios, ni las buenas acciones
realizadas sin las correctas doctrinas son aceptables a Dios” ( San Cirilio de
Jerusalen).
Consecuentemente, cada cristiano ha de
conocer estas dos cosas muy bien: correcta doctrina ( correcta fe) y buenas
acciones ( correcto modo de vida). Ambas son igualmente necesarias para nuestra
salvación.
EL Catecismo Cristiano Ortodoxo tiene
como objetivo estos temas: ortodoxia ( =fe correcta) y ortopraxia (
acciones correctas). En este libro aprenderemos brevemente le Fe Cristiana
Ortodoxa. Nos basaremos para ello en el Santo Credo, el cual será
nuestra guía.
1.2. LAS FUENTES DEL
CATECISMO
El Catecismo Cristiano Ortodoxo (instrucción religiosa) está basada en la Sagrada Escritura y en la Santa
Tradición.
A. Sagrada
Escritura
La Sagrada Escritura es la palabra
escrita de Dios al hombre. Es el Libro sagrado escrito por hombres iluminados
por el Espíritu Santo. Contiene el Antiguo y el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento contiene
la obra de Dios antes de la venida de Cristo al mundo y tiene cuarenta y nueve
Libros. De ellos, algunos son históricos, otros didácticos (instructivos) y
otros proféticos.
El Nuevo Testamento contiene
la vida y la obra de Cristo, la vida de la primera Iglesia y las Epístolas de
los Apóstoles, y contiene veintisiete Libros.
La Sagrada Escritura está inspirada por
Dios. Fue escrita, como hemos mencionado, por hombres que fueron iluminados por
el Espíritu Santo. Consecuentemente, todo lo que contiene es verdad.
B. Sagrada Tradición
La Sagrada Tradición es
la palabra de Dios no escrita, es decir las enseñanzas orales de Cristo y sus
Apóstoles. La Sagrada Tradición incluye las decisiones de los Sínodos Locales y
Ecuménicos, el Santo Credo, así como otras prácticas de la Iglesia, como la
realización de la señal de la Santa Cruz, la celebración de la Divina Liturgia,
etc..
La auténtica Sagrada Tradición es
mantenida solo por la Iglesia Ortodoxa, los Protestantes rechazan las renuncian
a la Sagrada tradición por completo, mientras que los Católicos Romanos
añadieron muchas nuevas doctrinas que son ajenas a la Sagrada Escritura y la
Sagrada Tradición (como el Filioque [el procedimiento del Espíritu Santo del Padre
y del Hijo] , la infabilidad del Papa, el purgatorio, etc.). Nos referiremos a
esto en el capítulo 17.4
1.3 EL SANTO CREDO
Significado
El Santo Credo es un
texto escrito, que contiene de un modo breve todas las verdades básicas
(doctrinas) de nuestra fe. Contiene todo lo que un Cristiano Ortodoxo cree.
El Santo Credo fue compuesto por los
santos Padres del primer y segundo Concilios Ecuménicos, en los años 325 y 381
d.C. y tiene doce artículos.
E l S a n t
o C r e d o
1. Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, y de todas las cosas visibles e invisibles.
2.
Y en un solo Señor, Jesús Cristo, Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos. Luz
de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado; consubstancial
al Padre, por quien todo ha sido hecho.
3.
Quien por nosotros los hombres, y para nuestra salvación, descendió de los
cielos y se encarnó del Espíritu Santo y de María, la Virgen, y se hizo hombre.
4. Fue crucificado también para nosotros, bajo el
poder de Poncio Pilato, sufrió y fue sepultado.
5. Y resucitó al tercer día, según las Escrituras.
6. Y ascendió a los cielos y está sentado a la
diestra del Padre.
7. Y volverá de nuevo en gloria a juzgar a los
vivos y a los muertos.Y Su Realeza no tendrá fin.
8. Y en el Espíritu Santo, Señor, dador de Vida,
que procede del Padre. Que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y
glorificado, y que habló por los profetas.
9. En la Una, Santa, Católica y Apostólica
Iglesia.
10. Confieso un solo bautismo para la remisión de
los pecados.
11. Espero la Resurrección de los muertos
12. Y la vida del siglo venidero. Amén.
2. DIOS
1. Creo en un solo Dios,
2.1. LA
EXISTENCIA DE DIOS
Testimonios
sobre la existencia de Dios
El Santo Credo comienza con la frase: ”Creo
en un solo Dios “. La verdad básica y primaria de nuestra fe es que
Dios existe ( ver Hebreos 11:6). ¿ Cómo podemos nosotros asegurarnos de esto?
Nadie puede ver a Dios porque “Él es espíritu” ( Jn 4:24), pero el se revela a
sí mismo al hombre a través de Sus obras.
El primer modo en
que Dios se revela a Sí mismo al hombre es a través del mundo físico. Este
inmenso y maravilloso universo que vemos alrededor nuestro, con sus billones de
estrellas y galaxias, con su orden y armonía, con sus leyes asombrosas mediante
las cuales es gobernado. La Tierra con sus cientos de miles de especies
vivientes; todas y cada una de ellas -especialmente el hombre- es un milagro
con respecto a su construcción y función. Todo esto da testimonio de la
existencia de un Dios omnisciente y todopoderoso que los creó (ver Génesis
13:5; Romanos 1:20).
Y como una pintura
ha sido pintada por alguien, o un reloj ha sido fabricado por alguien, del mismo
modo alguien creó el mundo físico. San Pablo enseña que “ Toda casa es creada
por alguien, pero el que creó todo es Dios” (Heb. 3:4)
La historia también
da testimonio de la existencia de Dios. Generalmente, en todas las naciones,
desde los tiempos antiguos hasta hoy, la gente cree en un poder superior. Todos
aceptan que es un Dios. Esta creencia fue expresada por el antiguo historiador
griego Plutarco con uno de sus textos memorables:
“ Yendo por el
mundo, uno puede encontrar ciudades sin muros, sin escrituras, sin normas, sin
casas, sin propiedades, sin necesidad de dinero, sin conocimientos de teatros y
gimnasios; pero una ciudad sin alteres y sin dioses, en la que nadie ora…nadie
vio nunca y no existirá jamás” ( ÉticasVI,2,173, To Kotoli [en griego]).
Finalmente, la fe
en Dios se encuentra grabada en el fondo del alma de todos los hombres. Se
confirma mediante la conciencia, la voz interior que nos informa de lo que está
bien y de lo que está mal, y como un juez invisible, juzga nuestros actos. Es revelado
mediante los deseos de nuestro corazón, los cuales no se satisfacen con bienes
materiales y placeres, sino con la presencia de Dios.
2.2. LA
ESENCIA Y LAS ENERGÍAS DE DIOS.
¿Qué es Dios? -
Esencia y energías de Dios
¿Qué es Dios? Nadie lo sabe. Está más
allá de las capacidades del hombre conocer completamente a Dios. Aunque sabemos
que hay un Dios, no sabemos qué es Dios. ¿Pero por qué deberíamos saberlo? Hay
tantas cosas a nuestro alrededor que no conocemos. ¿Qué es la materia? ¿Qué es
la luz? ¿ Qué es la electricidad? Nadie lo sabe. “ Si es imposible contar las
estrellas del cielo y las gotas de lluvia, ¿ cómo puedes entender a Dios? Mira
al sol, si puedes. ¿ Cómo puedes pedir ver a Dios?” ( San Cirilo de Jerusalén.
Los santos Padres
de la Iglesia hacen una distinción entre materia y energías.
La esencia de Dios se diferencia de las energías de Dios. La esencia de Dios es
desconocida e inconcebible. Por otro lado, las energías de Dios pueden ser
conocidas y concebibles por el hombre.
2.3. LOS ATRIBUTOS DIVINOS.
Las energías de
Dios también son llamadas atributos y se dividen en naturales, lógicas y
éticas. A continuación examinaremos algunas de ellas, las más conocidas.
A.
Atributos
naturales
a. Dios es Omnipresente. Existe en todas
partes. No hay lugar en el universo donde Dios no esté presente. Cuando decimos
Dios habita en los cielos, o en el templo, queremos decir que su presencia es
expresada más allí.
b. Otro atributo natural de Dios es que EL es Omnipotente. El
puede hacerlo todo. Nada es imposible para Dios.
c. Dios es eterno. Todas las cosas
tienen principio y final, pero Dios no tiene ni principio ni
final ( ver Rev. 1:4)
Dios es
también inmutable e inalterable. Él no perece, ni
cambia. Por el contrario, el mundo perece y cambia.
B.
Atributos
lógicos
a. Dios es Omnisciente. Como Creador
del universo, Él lo conoce todo y a un nivel perfecto. El conoce el pasado, el
presente y el futuro. El conoce incluso los mayores secretos de los hombres (
Salmo 138 (139): 2,5,16)
Dios sabe por
adelantado los hechos que tendrán lugar en el futuro, pero sin causarlos. Dios
sabe, pero nunca predestina. Consecuentemente, la presciencia de Dios no anula
el libre albedrío del hombre.
b. Dios es Omnisapiente ( Todo-sabio). La
sabiduría de Dios es revelada en el mundo natural, como mencionábamos antes.
Aún más admirable es su Divina Economía ( Providencia). En otras palabras, el
modo en que Dios quiso salvar al hombre a través del sacrifico de la
Crucifixión de Cristo, como examinaremos más tarde.
C.
Atributos
morales
a. Dios es perfectamente santo. El no tiene asociación
con el mal ni con el pecado. Él es totalmente bueno y sin pecado.
b. Dios es todo verdad. El no tiene ninguna asociación
con la falsedad ni con la hipocresía. E mismo Cristo dijo: “ Yo soy la verdad”
(Jn 14:6). Dios también es fiel; en otras palabras, Él es constante. Él
mantiene su palabra y cumple sus promesas, sus bendiciones y sus amenazas.
c. Dios es absolutamente justo ( Salm. 10(11):7). El
desea que el orden moral gobierne en el mundo. Consecuentemente, Él atribuye
justicia a todos, de acuerdo con las obras de cada uno. ¿Por qué Él permite que
el mal y la injusticia prevalezcan en el mundo? Examinaremos la respuesta a esta
pregunta en otro capítulo.
d. El más importante y más característico atributo de
Dios es amor. “Dios es amor” ( I Jn. 4:16). Él creó al hombre con Su amor. Por
el amor de Dios al hombre, creó el hermoso mundo en el cual vivimos. Por su
amor, Él proveyó por todas Sus criaturas, incluso por las más insignificantes
(Mat. 10:29). El amor de Dios se muestra especialmente en el hecho de que para
nuestro bien envió a su Hijo Único al mundo , Quien fur crucificado por
nuestros pecados. (Jn. 3:16)
2.4. EL DIOS TRINITARIO
La doctrina de la
Santa Trinidad
Hemos enfatizado que la verdad primaria
de nuestra fe es que Dios existe. Como nos lo revela la Biblia, Dios en Uno y
no muchos ( Deut. 32:39, Jn. 17:3). La segunda verdad básica es la doctrina de
la Santa Trinidad. En otras palabras, Dios es uno respecto a su
esencia (naturaleza), pero tres personas: Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Dios es, como decimos, trinitario. Un Dios existe en tres personas (
hipostasis).
Las tres personas o hipostasis de la
Santa Trinidad son consubstanciales ( de la misma esencia). Tienen la misma
esencia y todos los atributos en común. Ninguna persona de la Santa Trinidad es
inferior a las otras. El Padre es Dios perfecto, el Hijo es Dios perfecto y el
Espíritu Santo es Dios perfecto. También tienen en común voluntad y energía. En
otras palabras, en todas las energías de Dios , participan las tres personas.
La fuente principal de la deidad es el
Padre. Las otras dos personas se originan del Padre.
Específicamente, el Hijo es “engendrado “ del Padre y el Espíritu
Santo “procede” del Padre.
Nosotros confesamos a la Santa Trinidad
en nuestras oraciones y alabanzas. “ Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu
Santo…,” , “ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…,”etc. La
Santa Trinidad es representada con los tres dedos cuando hacemos
sobre nosotros la señal de la santa cruz.
La Santa Trinidad en la Sagrada
Escritura
Cuando Cristo envió a los apóstoles a
predicar el Evangelio, Él dijo: “ Id y haced discípulos en todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo” ( Mt.
28:19). Percibimos aquí, aunque sin embargo Cristo usa la simple forma “en el
nombre”, después de esto El se refiere no a un nombre, sino a tres nombres: “
el del Padre, el del Hijo y el del Espíritu Santo”. Esto revela que Dios es uno
en esencia pero tres en personas ( II Cor. 13:13). Además de lo anterior,
tenemos la revelación de la Santa Trinidad durante el Bautismo de Cristo en el
Río Jordán. El Hijo fue bautizado, el Padre dio
testimonio, y el Espíritu Santo en forma de paloma lo
certificó.
3. LA CREACIÓN
DEL MUNDO
“Creador
del cielo y la tierra, de todo lo visible y lo invisible”
3.1 LA CREACIÓN EN GENERAL
Dios es el Creador del mundo
Dios es el creador del mundo entero. El mundo natural ( el universo), así como del mundo espiritual ( los ángeles), son creaciones de Dios. Esta gran verdad nos es revelada por el primer verso de la Sagrada Escritura: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” ( Gen. 1:1).
Dios creó el universo a partir de la
nada, sin una materia preexistente ( II Mac. 7:28. Él lo creó sólo mediante Su
palabra, con la orden “ Hágase…” ( ver salmo 148:5, 32 / (33):6).
La creación del mundo de acuerdo con la Sagrada Escritura
De acuerdo con la Sagrada Escritura, el mundo fue hecho en seis días. No sabemos exactamente qué significa seis días. Se sugiere que es un gran perodo de tiempo. En el primer día Dios creó la luz. En el segundo día, creó el firmamento ( la atmósfera) el cual separa las aguas de arriba del firmamento (las nubes) y las aguas de debajo del firmamento (ríos, océanos, etc.). En el tercer día, tuvo lugar la separación entre la tierra y el mar, y la tierra brotó y dio fruto. En el cuarto día, aparecieron el sol, la luna y las estrellas. En el quinto día, Dios creó los peces y las aves. Finalmente, en el sexto día, Dios creó a los animales terrestres y al hombre.
Como podemos ver, Dios creó el mundo
gradualmente, comenzado por lo más simple e imperfecto y avanzando a lo más
complejo y perfecto. Finalmente, creó al hombre, la más perfecta de todas Sus
criaturas.
El significado de la creación
¿Cuál es el propósito de la Creación? ¿ Por qué Dios hizo el mundo? Lo hizo por amor. El que ama, desea compartir sus bienes con los demás. Así Dios, Quien es Amor, quería que otras criaturas participasen de Su bendición. El mundo es un desbordamiento del amor de Dios
3.2 LOS ÁNGELES
Los ángeles y su trabajo
De acuerdo con las Santas Escrituras,
la primera creación de Dios son los ángeles. Lo hizo antes de crear el mundo
visible. ( ver Job 38:7, Col. 1:16).
Los ángeles son seres inmateriales e
inmortales. No tienen necesidades de acuerdo con la naturaleza, no están
sujetos a las leyes de la naturaleza y son mucho más potentes que los hombres (
ver salmo 102 (103) :20, II Reyes 19:35, Gén. 19:11).
Los ángeles son también seres
racionales y tienen libre albedrío como el hombre; por eso tirnrn la
posibilidad de permanecer y progresar en bondad, pero también de elegir el mal.
Esto puede observarse con la caída de Lucifer, como mencionaremos más tarde.
Hay nueve órdenes de ángeles: Ángeles,
Arcángeles, Principados, Potestades, Virtudes, Dominaciones, Tronos, Querubines
y Serafines. Conocemos los nombres de tres Arcángeles: Miguel, Gabriel y
Rafael.
El trabajo de los ángeles es doble. En
primer lugar, adoran incesantemente a Dios ( ver visión del profeta Isaías cap.
6). En segundo lugar, ellos llevan a cabo el trabajo concerniente a
la salvación del hombre ( ver Hebreos 1:14), ya sea transmitiendo los mensajes
de Dios al hombre o protegiéndolo de peligros naturales o espirituales.
Cada creyente, desde el día de su
bautismo hasta el final de sus días terrenales, tiene un ángel de la
guarda.
Los ángeles en la Sagrada Escritura.
A lo largo de toda la Sagrada
Escritura, desde el primer Libro, el Génesis, hasta el último, El Apocalipsis
de San Juan, hay muchos casos en los que aparecen los ángeles: La Escalera de
Jacob, la Anunciación de la Theotocos-Madre del Dios, la aparición de unos
ángeles a los pastores en Belén, la aparición a las mujeres portadoras de
mirra, en el Apocalipsis de San Juan; aparecerán también en la Segunda Venida
del Señor, etc.
3.3. LOS DEMONIOS
Los demonios y su caída
Los demonios son espíritus, como son los
ángeles, pero malvados. Sin embargo no fueron creados así por Dios. Al
principio ellos eran ángeles buenos, no conocedores del mal.
Desafortunadamente, ellos hicieron mal uso de su libertad. Su líder, Lucifer,
por orgullo quiso llegar a ser como Dios ( ver Isaías 14:13-14). Tan pronto
como él tuvo este pensamiento, el cayó “ como un relámpago” del cielo y se
convirtió en el Diablo o Satán. Cuando él cayó, otros ángeles fueron arrojados
con él ( ver Luc. 10:18, Apoc 12:4).
Todos estos ángeles cayeron a la oscuridad
del Hades, y de ángeles de luz se convirtieron en “ángeles del abismo”, los
oscuros demonios ( Judas 1:6, II Pedro 2:4, Apoc. 9:1-11)
El trabajo de los demonios y la
liberación de ellos
Los demonios, tras su caída, querían
conducir al hombre a la maldad, por lo que Satán, a través de falsas promesas,
engaño a los primeros en ser creados para que pecasen. Entonces el mal y la
muerte entraron en el mundo. Pero Cristo, a través de Su muerte en la Cruz y Su
Resurrección, abolió la muerte y la autoridad de Satán.
Después de la obra redentora de Cristo,
el poder de los demonios fue significativamente, por no decir completamente,
limitado. Ellos son capaces, por concesión de Dios, de tentar al hombre, pero
no pueden forzar a nadie a realizar el mal. Con la gracia de Dios, un Cristiano
puede vencer al diablo.
4. EL HOMBRE.
La creación del Hombre.
Una vez que Dios lo hubo creado todo,
lo visible y lo invisible, finalmente, en el sexto día, Él creó al hombre. Le
creó de un modo especial. Cogió Dios tierra y formó su cuerpo. Después Dios
sopló en su rostro el “aliento de vida” (Gen. 1:26 y 2:7). Estas dos acciones
muestran que el hombre está hecho de dos elementos: cuerpo y alma.
Dios también creó a la mujer de un modo
específico. Hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras
éste dormía, tomó una de sus costillas, a partir de la cual hizo a Eva. ( ver
Gen. 2:21-22). Esto revela que la mujer es de la misma sustancia y naturaleza
que el hombre. Ella no es una criatura inferior, como muchos antiguos filósofos
establecieron.
El hecho de que Dios tomó una de las
costillas de Adán revela la igualdad entre el hombre y la mujer. La mujer fue
originada de una costilla del lado del corazón, que revela el amor con el cual
el marido debería tener hacia su mujer. Finalmente, Dios hizo sólo una mujer
para el hombre, descartando por lo tanto la poligamia.
El cuerpo del hombre
Aunque el cuerpo humano está hecho del
polvo de la tierra, tiene gran valor. Primeramente, su estatura revela su
origen divino. De todos los animales, solo el hombre camina derecho, para mirar
hacia el cielo, su patria eterna.
El cuerpo es el templo de Dios ( I Cor.
6:19), y no la prisión del alma, como muchos filósofos pensaban. También, es
santificado por los Santos Sacramentos y especialmente por la Divina Comunión.
Y finalmente, un día el cuerpo será resucitado y disfrutará vida eterna junto
con el alma. Consecuentemente, tenemos que preservar nuestros cuerpos puros de
los pecados carnales ( I Cor. 6:18; I Tes. 4:4).
El alma del hombre
La superioridad del hombre en relación
con los demás animales no es debido no tanto a su cuerpo sino a su alma. Pero,
¿ existe un alma? Sí, existe. Esto es testificado por:
A) La Sagrada Escritura. Cristo
dijo: “ No temáis a aquellos que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma”
( Mat. 10:28. Ver también Mat. 26:41, Hechos 7:59, I Cor. 6:20).
B) La fe de toda la humanidad. Desde
los antiguos tiempos hasta el día de hoy, cada religión de todas las naciones,
acepta que hay un alma que vive incluso después de la muerte.
C) Las manifestaciones del alma. El
hombre no se satisface sólo con bienes materiales, como los animales. Tiene sed
de conocer la verdad. Busca a Dios y quiere estar unido con Él. Los animales no
piensan, y durantes siglos viven de la misma manera. El hombre piensa, juzga,
desea, crea y progresa. Aunque es una criatura débil, él somete incluso a los
animales más poderosos; él vence los poderes de la naturaleza.
Pero, ¿qué es el alma? Es "sustancia simple, incorpórea, invisible, lógica ..., y usa como
su instrumento de expresión el cuerpo" ( San Juan Damasceno). El alma
tiene libre albedrío. Puede elegir libremente entre el bien y el mal. A través
del alma, el hombre se comunica y adora a Dios.
El alma se crea y se une con
el cuerpo desde el momento de la concepción. Por esto es por lo que el aborto
es un asesinato. El alma está en todo el cuerpo y se separa de él en el momento
de la muerte.
El “a imagen”
De acuerdo con la Santa Escritura, el
hombre fue creado “a imagen “ y “semejanza” de Dios ( Gen. 1:26)
“A imagen significa que el hombre es
una imagen viviente de Dios. Él tiene por naturaleza atributos divinos. Esto es
un gran honor para el hombre. Estos divinos atributos que Dios dio al hombre,
son principalmente el nus ( intelecto), para pensar y juzgar; libre albedrío,
con el cual tiene la capacidad de elegir entre el bien y el mal; y supremacía
sobre el entorno natural.
Dado que el hombre es la imagen de
Dios, debemos honrar y respetar a cada persona. Cada acción que insulta a un
hombre, insulta al Mismo Dios, Quien le creó a él.
El “a semejanza”
El propósito del hombre es usar los
regalos que le fueron dados por Dios para llegar a ser “a semejanza” de Dios,
esto es, llegar a ser similar a Él: justo, bueno, misericordioso, y en una palabra,
hacerse santo.
Por esto es por lo que La Santa
Escritura nos enseña: “ Sed santos, porque Yo soy Santo” ( I Pedro 1:16, ver
tb. Lev. 20:17). En otras palabras, el propósito del hombre es progresar de ser
“la imagen de Dios”, para conseguir ser “ la semejanza” de Dios. El “a imagen”
es un regalo exclusivo de Dios.
El “a semejanza” es el resultado de la
gracia de Dios en cooperación con el esfuerzo del hombre.
El “a imagen” por lo tanto, se refiere
a la naturaleza del hombre, mientras que el “a semejanza” se refiere al destino
del hombre.
5. LA DIVINA PROVIDENCIA
5.1.DIOS COMO PROTECTOR Y GOBERNADOR DE LA VIDA
El significado de la Divina
Providencia.
Dios es también Todopoderoso. Es llamado así porque Él lo gobierna todo. Una vez que Él creó el mundo, no lo abandonó después. Continúa vigilando el mundo e interesándose por él. Este interés y continuo cuidado de Dios por el mundo se llama Divina Providencia. Sin la Divina Providencia, el universo podría haber quedado ingobernado y podría haber sido destruido.
La Divina Providencia se extiende a
través de toda la creación, desde las cosas más grandes hasta las más pequeñas
( ver Salmo 103 /(104); 144(145): 14-16). Si Dios provee por las cosas más
pequeñas, ¡cuánto más proveerá por el hombre! Recordemos las conmovedoras
palabras del Señor: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,
ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas? ( Mat. 6:26-30).
Cada hombre, si examina su pasado, verá
que muchas veces Dios le ha beneficiado y le ha protegido del peligro. E
incluso en la historia nacional y global vemos a Dios proveer y guiar el curso
del mundo. También, hay veces que la gente nos abandona, pero Dios nunca nos
abandona.
Manifestaciones de la Providencia
Divina
La Divina Providencia es expresada de
dos modos: Dios preserva el mundo, para preservarlo a lo largo del tiempo; y
Dios también gobierna el mundo - en otras palabras lo guía para el propósito
por el que Él lo creó.
Sin embargo, la Divina Providencia es
revelada principalmente en lo que Dios hizo por la salvación del hombre. Dios
no abandonó a su creación tras el pecado de Adán. Él envió a Su Hijo Único,
nuestro Señor Jesucristo, al mundo para salvarnos ( Juan 3:16).
Aunque Dios preserva y gobierna el
mundo, no anula la libre voluntad del hombre. ÉL respeta nuestras decisiones y
nuestras acciones; Él tolera nuestros fallos y continuamente nos da
oportunidades para arrepentirnos. Sin presionarnos, Él nos implanta dentro de nosotros
buenos pensamientos y toma medidas para guiarnos hacia Él, a pesar de nuestros
errores o nuestros errores como nación.
Oración y milagros
Si no hubiese Divina Providencia, el
rezar no tendría sentido. Rezamos porque creemos que Dios provee para el mundo
y especialmente para el hombre, a quien Él sigue en todos los pasos de su vida.
SI nuestra oración es realizada con fe, entonces Dios interviene, poniendo
aparte las leyes naturales, y nos salva. Esta intervención extraordinaria de
Dios es lo que llamamos un milagro. Nuestra vida está llena de milagros.
5.2 ¿ POR QUÉ EXISTE EL MAL EN EL
MUNDO?
Planteamos la siguiente pregunta, sin
embargo: si Dios preserva y cuida el mundo, ¿por qué existe el mal en el mundo?
¿ Por qué debería existir el mal en la naturaleza, como terremotos,
inundaciones, sequías, dolor, enfermedades, etc.? ¿Por qué debería existir el
mal moral, como injusticia, pobreza, crimen, guerras, etc.?
La respuesta a esta pregunta no es
fácil. Generalmente se podría decir lo siguiente: Primeramente, para Dios, el
tema principal no es cuánto tiempo o de qué modo viviremos esta vida; nuestro
propósito es heredar Su Reino Eterno. Después, para Dios, el mayor mal es el
pecado, porque todos los otros males atormentan al hombre temporalmente,
mientras que el pecado puede hacerle sufrir eternamente.
San Basilio el Grande, hablando sobre
el mal natural, nos enseña que Dios lo permite principalmente para limitar el
pecado. Por ejemplo un terremoto u otras catástrofes naturales tienen como su
resultado limitar el pecado a un cierto nivel. En segundo lugar, Él lo permite
para llevarlo a los sentidos del resto de la humanidad. Algunas veces Dios
permite que el mal natural ocurra para probar nuestra fe; en otros casos, para
reconocer nuestra pecaminosidad y así llevarnos al arrepentimiento. Existen
muchos casos en que una enfermedad grave ha llevado al hombre más cerca de Dios
(ver Is.26:16, Prov. 23:14).
Concerniente al mal moral (injusticia,
crímenes, guerras, etc.), Dios no es la causa de ello, sino el mismo hombre.
Dios lo permite porque respeta nuestra libertad. Si Dios previniese al hombre
de hacer el mal, el hombre dejaría de ser libre, el cesaría de ser hombre; el
sería un robot.
6. EL PARAÍSO Y LA CAÍDA DEL PRIMER HOMBRE
6.1. EL PARAÍSO
Cuando Dios creó a los protoplastos (primeros hombres) Adán y Eva, los ubicó en un hermoso Jardín que Él preparó para ellos en la tierra -Paraíso- el cual estaba "al este" (Gén. 2:8) y lo puso en él para que lo labrara y lo guardase (ver Gén. 2:15).
Adán y Eva " estaban denudos... y
no sentían vergüenza" (Gén. 2:25), porque ellos fueron vestidos de gloria divina (San
Juan Crisóstomo).
Camino a Dios
En el Paraíso el hombre vivía en ilimitada alegría y bendición. Él estaba en perfecta armonía consigo mismo, con Dios y con el entorno natural.
La condición del hombre en el paraíso
no era estática. Cada día, el podía progresar y
el podía avanzar, para conseguir su más alto propósito, el "como
semejanza", y perfecta unión con Dios. Esto lo podía conseguir con la
ayuda de Dios pero también con sus propios esfuerzos.
Por esta razón, Dios
dio un mandamiento a Adán y a Eva, el cual ellos deberían mantener para para probar su fe y amor por Él.
Los dos árboles del Paraíso
En el Paraíso son mencionados dos árboles distintos: el "árbol de la vida" y el "árbol del conocimiento del bien y del mal".
El "árbol del conocimiento del bien y del
mal" era uno de los muchos árboles del
Paraíso. Recibió este nombre, porque el que comiese de él podría experimentar
qué es el bien y qué es el mal. El otro árbol era el "árbol de la
vida". El fruto de este árbol era un realo único: transmitir la vida
eterna. El que tomase su fruto podría hacerse inmortal.
6.2. EL PECADO ANCESTRAL (ORIGINAL)
Desafortunadamente, la bendita vida del Paraíso no duró mucho. Adán y Eva fueron engañados por el diablo y desobedecieron los mandamientos de Dios y así pecaron. Esto se convirtió en la razón por la que fueron exiliados del Paraíso, para vivir con trabajo y dolor, y finalmente enfrentarse a la muerte. Examinemos este trágico evento, el pecado Ancestral, como es llamado.
El mandamiento, la tentación y la caída
El mandamiento que Dios les dio a Adán y Eva fue que " de cualquier árbol del huerto podréis comer libremente; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comeréis, porque el día que de él comiereis, ciertamente moriréis" (Gen. 2:16-17).
La tentación y
la caída de la humanidad siguieron. "Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo
a la mujer: ¿Conque Dios
os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la
serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del
fruto del árbol que
está en medio del huerto d¼o Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a
la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de
él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el
mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable
a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su
fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que
estaban desnudos;entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron
delantales." (Gen.3:1-7)
Como podemos ver, quien provocó al hombre pecar fue el diablo, quien odia el bien. Sus medios eran astutos. Él habló con un aparente interés por el hombre. Pero detrás de esto se escondía su odio por el hombre. Él dijo mentiras, calumniando a Dios como celoso. Finalmente, engañó al hombre, porque le prometió que se convertiría en Dios.
El diablo eligió engañar primero a la
mujer, porque ella era más fácil de convencer. La encontró sola, porque de este
modo era más fácil engañarla.Tran pronto como Eva pecó, ella quiso engañar a su
marido para que pecara. Por supuesto, Adán fue responsable; él debería haber
resitido a la proposición de Eva y permanecer fiel al mandamiento de su Creador.
Desafortunadamente, él también quiso ser Dios.
Finalmente, el pecado fue realizado,
que fue la desobediencia y la infidelidad a Dios, Quien los creó y los concedió
tantas bendiciones. Pero el primer hombre mostró obediencia y confianza a una
criatura desconocida, y en esencia quiso satisfacer su propio egoísmo. El
hombre quiso hacerse Dios, pero sólo, sin Dios.
6.3. LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO ANCESTRAL
El "juicio" del Primer Hombre
Instantáneamente, tan pronto como Adán pecó, se dió cuenta de que estaba desnudo, porque había perdido la gracia de Dios y su inocencia. Simultáneamente, sintieron culpabilidad y miedo, por eso se escondieron cuando escucharon la voz de Dios que les llamaba.
Dios les preguntó por qué comieron del
fruto prohibido. Adán respondió: "La mujer que me diste por compañera
me dio del árbol, y yo comí". Y
Eva respondió: "La serpiente me
engañó, y comí." (Gen. 3:12-13). Ambos evitaron sus responsabilidades.
Pero nadie los forzó a pecar. La violación del mandamiento fue puramente de su
libre elección.
Las primeras "buenas noticias"
Dios dijo a la serpiente: " Pondré enemistad entre tí y la mujer, y entre tu simiente y la suya: te quebrantará la cabeza, y tú le quebrantarás el calcañar (talón)" ( Gen. 3:15).
Estas palabras son muy importantes.
Profetizan un futuro conflicto, por el cual se logrará la salvación del
hombre. Dios se refiere a una enemistad que será creada un día entre Satán y la
mujer. Esta mujer es la "Panayía" (la Virgen María). La "simiente"
(descendencia) de la mujer, es Cristo (Gal. 3:16). "Te quebrantará la
cabeza, y tú le quebrantarás el calcañar (talón)" ( Gen. 3:15).
Estas palabras advertían la
completa destrucción de Satán por Cristo. Satanás solo podría
"herir el talón de Cristo", en otras palabras, hacerle daño con una
pequeña herida. Esta es la profecía de la muerte del Señor en la Cruz, que
terminaría al tercer día con Su Resurrección.
Como podemos ver, inmediatamente
después de la caída de Adán y Eva, Dios anuncia la buena noticia de la venida
del Salvador, Quien aplastaría a Satán y salvaría al mundo. Así, esta
promesa, así, esta promesa, que es la primera buena noticia para el
hombre, se llama el "protoevangelio".
Esta primera buena noticia sobrevivió a
lo largo de la historia y se convirtió en leyenda para todas las naciones; es
por eso que la venida del Salvador fue el deseo y la esperanza de todo el
mundo.
El castigo del hombre
Después de la caída, Dios dijo a la mujer: " Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti." (Gen 3:16) La mujer pecó primero, por lo que ella recibió el primer castigo. Ella fue castigada como madre teniendo hijos con dolor. Ella fue castigada como esposa sometiéndose a su esposo, porque lo engañó para que para pecara.
Y a Adán, Dios dijo: "Por
cuanto obedeciste a la voz de tu mujer., y comiste del árbol de que te
mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con
dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te
producirá, y comerás plantas del campo." ( Gen 3:17-18).
Como podemos ver, después de pecar, la naturaleza se rebeló y se volvió hostil
hacia el hombre. Las plantas y los animales se volvieron peligrosos y/o
letales. De soberano se convirtió en esclavo. Consecuentemente tenemos el
"mal natural" del cual hemos hablado.
Dios continúa diciendo: " Con
el sudor de tu rostro comerás el pan" (Gen 3:17-18). A partir de
esto podemos ver que el pan que es producido con trabajo duro y sudor es
bendecido. Cualquiera que sea el fruto de robo o de ganancia fácil,
como de la lotería o del juego, no es bendecido. Por eso Dios anunció que un
día el hombre morirá seguro: "...hasta que vuelvas a la tierra, porque de
ella
fuiste tomado; pues polvo eres, y al
polvo volverás." (Gen 3:18-19). Este es el más serio de todos los
castigos mencionados previamente.
A lo largo de la humanidad, todo el
mundo natural (los animales, las plantas y todas las criaturas de Dios)
seguirían el camino que conduce a la caída y la muerte (ver Rom. 8:19-22).
El exilio del primer hombre del Paraíso
Siguiendo este pecado, Adán y Eva fueron exiliados del Paraíso. Dios "lo sacó del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado." (Gen 3:23)".
¡ Qué trágico momento ! El rey de toda
la creación es destronado. De repente él se encuentra fuera del Paraíso y
exiliado "en tierra de sombra de muerte" (Is.
9:2). Desnudo y privado de cada bien, él es condenado a vivir trabajando
duramente, con lágrimas y sudor, hasta ser llevado a
un frívolo final-la muerte. Estos son los resultados del
pecado.
Las consecuencias espirituales de la Caída
1. Muerte espiritual.
Tan pronto como Adán pecó, inmediatamente murió espiritualmente; su espíritu fue separado de Dios; consecuentemente, se sintió desnudo, culpable, etc. Su muerte biológica (la separación del alma de su cuerpo) vino mucho más tarde.
2. La distorsión del "como imagen".
Con el pecado, la divina imagen que el hombre tenía, se había desfigurado. Específicamente:
a) El nus (el ojo del alma), con el que
él vio y se comunicó con Dios, estaba oscurecido, y se volvió hacia la
adoración de falsos dioses. El hombre ya no podía distinguir entre el mal y el
bien.
b) El corazón del hombre fue corrompido. Perdió la pureza y la inocencia que tenía en el Paraíso, siendo ahora gobernado por pasiones, maldad, deseos obscenos, etc.
c) La voluntad del hombre fue esclavizada por el mal. Aunque antes de la caída él estaba bien dispuesto hacia el bien, ahora estaba esclavizado a la forma de vida inferior: el pecado.
A pesar de todo, el "a imagen" no fue completamente perdido. Dentro del hombre quedaron algunos poderes y habilidades del bien, que impiden que el alma se esclavice completamente al mal. Entre estas dos fuerzas se produce una dura lucha interna (ver Rom. 7:14-24).
Transmisión del pecado Ancestral a la raza humana
El pecado ancestral fue transmitido a la raza humana como una enfermedad hereditaria, porque en la persona de Adán, toda la humanidad pecó (Rom. 5:12). Y como un árbol con la raíz podrida produce fruta podrida, lo mismo sucede con Adán: como raíz de la humanidad, él fue condenado a impartir su naturaleza pecaminosa, decadencia y muerte a todos sus descendientes físicos. Nadie está eximido de esta ley universal, excepto nuestro Señor Jesucristo.
6.4. LA CORRUPCIÓN GRADUAL DE LA NATURALEZA HUMANA.
Idolatría
Cuando el hombre se multiplicó y se esparció por toda la tierra, dejaron de adorar al verdadero Dios y comenzaron a adorar a las fuerzas naturales: el sol, las estrellas, las montañas, los animales, etc.
Incluso adoraron estatuas sin vida (ídolos), que ellos mismos se hicieron ; ¡los adoraron y los veneraron como dioses! A estas falsas deidades, los hombres ofrecían ilimitados sacrificios de animales ,incluso de humanos. La idolatría, de acuerdo con San Gregorio el Teólogo, es la extrema degeneración del hombre lógico.
Corrupción social
Con lo anterior, vino la corrupción social. El hombre se hizo cruel e insociable, como las bestias. El perdió todo el sentido de lo que significa ser humano. Creían que sus esclavos eran objetos. Los compraban y los vendían, y podían hacer lo que quisieran con ellos, incluso matarlos. Las mujeres no tenían derechos. Muchos incluso dudaban si las mujeres eran personas. Además de esto, también había poligamia, que era humillante para las mujeres. Los niños también eran considerados sin valor y no protegidos. Muchos eran ofrecidos en sacrificios a falsos dioses, siendo quemados vivos.
Crueldad, injusticia, y explotación habían llegado al punto de no retorno. El dolor y la desesperación gobernaban en todas partes. La sociedad se había convertido en una especie de infierno. Mucha gente cometía el suicidio. Satobrian, un escritor francés del siglo XVIII, dijo característicamente: " Si Cristo hubiese venido un poco más tarde, habría encontrado sólo el cadáver de la sociedad".
Esta fue, brevemente, la situación
religiosa, moral y social a la cual la humanidad fue conducida después del
Pecado Ancestral.
7. LA REDENCIÓN DEL HOMBRE
7.1. LA OBRA DE LA DIVINA ECONOMÍA ( DISPENSA)
Nadie era capaz de salvar al hombre de la situación anterior. Aquí es cuando se revela la sabiduría infinita y el amor inconcebible de Dios. Dios encontró la manera de curar la situación. Dios envió a Su Hijo al mundo para salvarnos (ver Is. 63:9). Esta obra de Dios para salvar al hombre del pecado es llamada " Economía Divina" o " la obra de redención".
Dios había pensado en esto antes de
todas las edades, porque sabía que Adán y Eva caerían incluso antes de que Él
los creara.
¿Qué ocurrió exactamente? El Hijo y la
Palabra de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, se hizo hombre.
Se convirtió en hombre perfecto y vivió entre nosotros. A través de Sus
enseñanzas, Él nos reveló el verdadero Dios. Por Su crucifixión y muerte, Él
salió victorioso sobre Satanás y abolió el pecado. Con Su Resurrección, abolió
la muerte. Por su ascensión, elevó al hombre al Cielo.
7.2 LA PREPARACIÓN PARA LA SALVACIÓN
Examinemos ahora: ¿cómo preparó Dios a la humanidad para recibir al Salvador y Redentor? El primer rayo de esperanza fue dado por Dios en el Paraíso con "las primeras buenas nuevas" (" el proto-evangelio ") que mencionamos anteriormente.
Más tarde, Dios eligió una
nación, los israelitas, que se convirtieron en el pueblo elegido de
Dios. Los había elegido para convertirse en el "arca" de la verdadera
fe, con el plan final de que de ellos vendría Cristo, el Salvador del mundo.
Dios se aseguró de que esta nación se mantuviera alejada de la idolatría y la
corrupción moral en la que todas las otras naciones estaban esclavizadas. Por
lo tanto, Dios con frecuencia les envió profetas, les dio la Ley del Antiguo
Testamento y les enseñó usando bendiciones y castigos, a fin de mantenerlos cerca
de él.
Además, Dios no abandonó a las otras
naciones, los "gentiles". Dios les dio la ley innata de
conciencia (Romanos 2:15). Él también conservó dentro de ellos dos
sentimientos: la culpa por el pecado y la esperanza de la salvación. Otros
medios que Dios usó para preparar a los gentiles fueron los siguientes:
a) Los filósofos. Fueron personas
inspiradas que enseñaron ideas morales y religiosas más elevadas.
b) Los judíos de la diáspora dispersos
por todo el mundo. A través de ellos, muchos gentiles discernieron al verdadero
Dios.
c) La situación política global. Cuando
vino Cristo, hubo un imperio universal, el Romano; y un idioma internacional,
el Griego; que ayudó a la comunicación y las relaciones entre las naciones. d)
La civilización griega y su filosofía, que Alejandro Magno difundió, que elevó
el nivel espiritual de la gente. Es por esto que muchos consideran a Alejandro
Magno como el precursor de Cristo.
Las profecías, un milagro indiscutible
Los profetas eranmensajeros de Dios y hablaban sobre la venida del Mesías ( Cristo) a los israelitas. Ellos vivieron cientos de años antes de Cristo. Algunos profetizaban sobre el nacimiento de Cristo, otros sobre Su trabajo y sobre Su obra, otros sobre Su Pasión, Su Resurrección, etc. Las profecías son un fenómeno único en la historia. En ninguna otra religión o para cualquier otra persona, tenemos profecías. Según los historiadores, las profecías están connsideradas el primer gran milagro en la historia universal.
La esperanza de todo el mundo
La esperanza por el Salvador no se encontró solo en la nación de Israel. Un Salvador era esperado por todas las naciones. ¡Lo que es maravilloso es que la gente en el oeste esperaba al Salvador del Este, mientras que la gente en el Este esperaba que el Oeste esperara al Salvador del oeste, de tal manera que las esperanzas de todos apuntaban hacia Palestina!
Encontramos expectativas del Salvador
no solo en el Antiguo Testamento, sino también en las escrituras de muchas
otras civilizaciones antiguas.
Hablan de la aparición de un dios que
se convertirá en hombre para liberar a las personas de sus sufrimientos. La
mayoría de las profecías, y las más claras, fueron en la antigua Grecia.
Algunos de ellas existen la tragedia de Esquilos " El mito de prometeo",
así como las obras de Platón: "Apología of Sócrates" y " La
República" (diálogo socrático).
De todos estos maravillosos
modos, Dios preparó al mundo para aceptar al Salvador y al Redentor, y
constantemente renovó esta esperanza. De generación en generación, se
transmitió una voz de esperanza: "¡Él viene!"
Y finalmente, Él vino. Los Cielos se
abrieron y un ángel del Señor anunció las buenas nuevas a los pastores de
Belén, el mensaje que se había esperado a lo largo de los siglos: "Porque
hoy te ha nacido en la ciudad de David [Belén] un Salvador" (Luc. 2:
10-11).
8. NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO
2. "Y en un solo Señor, Jesús Cristo..."
8.1. LA PERSONA DE CRISTO
Introducción al segundo artículo del Santo Credo.
En la segundo artículo del Santo Credo la divinidad de nuestro Señor Jesús Cristo es enfatizada. La divinidad de Cristo es la base sobre la cual la Fe Cristiana se funda, y las bases de la obra redentora de Cristo. Si Cristo no fuese Dios sino una simple creación, no podría haber salvado al mundo. Consecuentemente, nuestra Fe sería en vano.
Testimonios históricos sobre Cristo
Algunos dicen que Cristo nunca existió. Pero eso no es verdad. El hecho de que Cristo realmente existió como un personaje histórico está testificado por muchos historiadores romanos y hebreos. Además, si Cristo nunca hubiese existido, su nacimiento nunca habría dividido la historia entre Antes de Cristo ( A.C.) y Depués de Cristo ( D.C.).
Las fuentes oficiales y auténticas y
los testimonios sobre Cristo son los Libros del Nuevo Testamento y
especialmente los cuatro Evangelios. Estos fueron escritos por los testios
oculares (Apóstoles Mateo y Juan) o por aquellos que le escucharon ( Marcos,
Lucas).
Los autores de los Evangelios, y todos
los apóstoles, no dudaron en sacrificar sus vidas defendiendo la verdad de sus
testimonios, un hecho que certifica que ellos estaban completamente seguros de
todo lo que ellos tetificaban, y consecuentemente sus testimonios son
verdaderos.
La única persona de Cristo
La persona de Jesucristo es única en el mundo de la historia. En su persona las dos naturalezas, divina y humana, estaban unidas. Cristo es Dios y hombre; perfecto Dios y perfecto hombre. Como Dios, el fue nacido del Padre ante de todas las edades. Como hombre, Él nació de la Virgen María hace unos dos mil años.
En la Sagrada Escritura le vemos
aparecer con ambas naturalezas. En algunas situaciones Él actúa como Dios (
realizando milagros, perdonando pecados, conociendo los pensamientos de los
hombres ); en otras situaciones Él actúa como hombre ( tiene hambre, tiene sed,
se cansa, duerme,sufre, muere).
8.2. LA
NATURALEZA DIVINA DE CRISTO
Examinemos una por una las frases del segundo artículo del Símbolo de la Fe o Santo Credo.
"En un Señor". Cristo es el "Señor", en otras palabras Él es el Gobernante de la Creación. Y efectivamente El es el único y solo Señor. Después de Su Resurrección, dijo a sus discípulos: "Toda autoridad me ha sido dada en los cielos y en la tierra" ( Mat.28:18; ver también I Cor.8:6-7;Rom. 14:9; Rev. 19:11, etc.)
"Jesús". La Palabra Jesús es hebrea y "Dios salva", o "Salvador". Es el nombre dado al Salvador en su circuncisión, de acuerdo con la Ley de Dios ( Mat. 1:21).
Cristo es verdaderamente "
Jesús", absolutamente Salvador en todo su significado, porque El salvó al
mundo del pecado (Mat. 1:21; ver también Hechos 4:12).
"Cristo". La palabra Cristo es una palabra griega que significa "el que fue ungido". En el Antiguo Testamento, " Cristo el Señor" fue alguien que, por el mandamiento de Dios, fue ungido con aceite especial para hacerse profeta, sumo sacerdote, o rey. Jesús es "Cristo el Señor" en el absoluto y completo significado". Él fue ungido por Dios con el Espíritu Santo. Con su ungimiento Él recibió los tres grandes oficios o ministerios: el Profético, el de Sumo Sacerdote y el Real.(Is. 61:1;Lc.4:18;ver también Sal.44/(45):7). En hebreo la palabra "Cristo" significa "Mesías" (Jn.4:25).
"el hijo de Dios". Cristo no es meramente un gran santo o profeta. El es el Hijo de Dios. En el Bautismo de Cristo, así como durante la Transfiguración, Dios Padre le llama "mi amado Hijo" (Mat. 3:17; 17:5 ver también Jn. 20:31, también Mat. 26:63-64). Ciertamente, todos los hombres son hijos de Dios y especialmente los fieles. Pero Cristo es por naturaleza Hijo de Dios. Todos somos hijos adoptivos, "hijos por la gracia" ( ver Jn. 1:12; Gal. :4-5).
" El hijo únigénito". Nuestro Señor Jesucristo es el Hijo Único o Unigénito de Dios, según el
Evangelio: "Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito"(Jn. 3:16 ver también
Prov. 8:23-25).
San Cirilio de
Jerusalén nos ensecha, diciendo: "cuando oigas
que Dios engendra, no imagines un nacimiento corporal ... "Dios es
espíritu" y el nacimiento es espiritual".
"Luz de luz". Cristo es "Luz de Luz". En otras palabras, Él es la Luz que es originada por la Luz, el Padre. El Mismo Cristo dice que Él es "la luz del mundo " (Jn. 8:12; ver también 1:9; Heb.1:3)
"Dios Verdadero de Dios Verdadero". Cristo es Dios Verdadero, Quien viene del Dios Verdadero", el Padre (I Jn. 5:20).
La divinidad de Jesucristo,
esta gran doctrina de nuestra fe, está atestiguada en muchos versos del
Nuevo Testamento así como en el Antiguo Testamento, tales como: "...y el
Logos era Dios " (Jn. 1,1). San Tomás confesó que Cristo es su
"Señor y Dios". (Jn. 20:28).
Porque mucho herejes ( como los
Testigos de Jehová) niegan la divinidad de Cristo, citamos unos versos de la
Santa Escritura: Rom.9:5; Col. 2:9; I Tim. 3:16; Tes.2:13; Sal.44/(45):7 (ver
Heb. 1:8). Is.9:6; Bar.3:36-38; Is.35:4-6.
"Engendrado, no creado". El Hijo fue engendrado o del Padre; no fue hecho, como lo fue el mundo material. Por esto es por lo que la frase es suplementada con:
"de la misma esencia que el Padre". Como lo que nace de hombre es hombre, del mismo modo lo que nace de Dios es Dios consubstancialmente, en otras palabras "de la misma esencia" que el Padre quien le engendró a Él.
"por Quien todo fue hecho." Aquí confesamos que la creación de todo el mundo fue hecha a través del Hijo ( Jn. 1:3; ver Col. 1:16).
9. LA DIVINA ENCARNACIÓN
3. " Quien por nosotros los hombres y para nuestra salvación, descendió de los cielos y se encarnó del Espíritu Santo y de María La Virgen y se hizo hombre".
9.1. LA CONCEPCIÓN Y LA ENCARNACIÓN DEL LOGOS DIVINO
El Logos de Dios se encarnó
San Juan el Evangelista dice: "y el Logos se hizo carne, y habitó entre nosotros" (Juan 1:14). En otras palabras, el Hijo y Logos de Dios, la segunda persona de la Santa Trinidad, se hizo hombre y vivió entre nosotros. Este evento es llamado la encarnación del Hijo y Logos de Dios y consiste en la verdad fundamental de la Fe Cristiana. Toda la Deidad descendió a la tierra, pero al mismo tiempo permaneció completamente en el cielo.
¿Cuál fue la razón que hizo a Dios
descender a la Tierra y hacerse hombre? Él vino "por nosotros los
hombres y por nuestra salvación". Él vino a salvar a la
humanidad. Él vino a buscar "la oveja perdida" (ver Lucas
15:3-6)y traerlas de vuelta al redil, el Paraíso.
El evento de la Anunciación
Cuando fue el tiempo apropiado, Dios envió al Arcángel San Gabriel a la Virgen María y anunciándola Su gran decisión: " María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús... y reinará...para siempre, y Su Reino no tendrá fin". ( Lc.1:30-33).
La Virgen, escuchando
estas palabras, respondió: " ¿Cómo puede ser esto, si no he
conocido hombre?" Y Gabriel dijo: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti,
y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra". María entonces dijo: "He
aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se
fue de su presencia." (Lc. 38)
Tras estas palabras el Espíritu Santo descendió sobre ella, el cual la limpió y la liberó del Pecado Original. Después, "el Poder del Altísimo", el Hijo y el Logos de Dios, la cubrió y fue creado por Sí mismo, de la sangre pura de la Virgen María, un perfecto cuerpo humano con una psique lógica (Su naturleza humana). En este cuerpo, el mismo Hijo de Dios entró y se unió a el ( San Juan Damasceno)
Dos naturalezas, una persona
Como podemos ver, en la Persona de Cristo, hay dos naturalezas unidas: la divina y la humana. Cristo es perfecto Dios y perfecto hombre, Dios-Hombre. Las dos naturalezas de Cristo están inseparable e indivisiblemente unidas, y sin embargo, sin ninguna confusión o una de ellas cambiando a la otra.
Aunque Cristo tiene dos naturalezas, Él
no tiene dos personas, sino una, la del Hijo y Logos de Dios, que tenía
antes de Su encarnación. Entonces Cristo tiene dos naturalezas (sustancias)
pero es una persona ( una hipóstasis).
La Encarnación Divina es un gran e
insondable misterio. !Dios se manifestó con carne humana! (I Tim. 3:16). ¿ Cómo
sucedió esto? Lógicamente esto es inexplicable. Sólo a través de la fe
podemos comenzar a acercarnos a la comprensión de esto.
9.2 LA NATURALEZA HUMANA DE CRISTO
Testimonios en la Sagrada Escritura concernientes a la naturaleza humana de Cristo.
En la Sagrada escritura hay muchos testimonios concernientes a la naturaleza humana de Cristo. Vemos a Cristo nacer, crecer, comer, beber, dormir, fatigarse, sudar, sufrir, morir, etc. Todo esto muestra que Él tenía un cuerpo exactamente como un hombre. Por otra parte, Le vemos progresando en conocimiento, simpatizar con los demás, sollozar, sientiendo santa ira, etc. Todo esto prueba que Él es un alma genuina con todas sus expresiones. Consecuentemente, Él es perfecto hombre, con un cuerpo y alma. Otros versos en la Biblia también certifican la naturaleza humana de Cristo, tales como: 1Tim.2:5; 3:16. 1Ped.2:24, y muchos más
La herejía del Monofisismo
Como hay herejes que niegan la naturaleza divina de Cristo, (Arrio, los Testigos de Jehová, y otros), también hay herejes que niegan la naturaleza humana de Cristo. Los Monofisistas solo aceptan la naturaleza divina, por lo que son llamados "monofisistas" ( mono=una, fisi=naturaleza). Tales monofisistas hoy son los Coptos de Egipto y los armenios.
Cristo es sin pecado
Cristo es perfecto hombre similar a nosotros pero sin pecado. Él es absolutamente sin pecado (Heb. 4:15). "...quien no cometió ningún pecado ni se halló engaño en Su boca " (Is. 53:9; ver 1 Ped.2:22 y Jn. 8:46). Tampoco tenía el pecado original que todos los hombres heredan; porque Él no nació siguiendo las leyes naturales, por la unión de hombre y mujer; Él fue nacido " del Espíritu Santo y de la Virgen María."
Cristo es nuestro prototipo (arquetipo)
Cristo como perfecto hombre es el
ejemplo perfecto en la vida que estamos llamados a copiar e imitar (1 Ped.
2:21). Con Cristo como arquetipo, el hombre una vez más se convierte en
hombre, en el sentido completo de la palabra. Cuando está lejos de Cristo, el
hombre se convierte en inhumano.
También, ya que Cristo es real y sin
pecado, no deberíamos dudar de las verdades que nos reveló. Deberíamos estar
seguros de que todo lo que Él prometió se cumplirá (el fin del mundo, su
segunda venida, Paraíso, Infierno, etc.).
Además, ya que El es hombre como
nosotros somos, conoce perfectamente nuestra naturaleza humana y puede
entendernos y ayudarnos en cada debilidad o necesidad (Heb. 2:18)
Los tres nacimientos de Cristo
Cristo es Dios y hombre.
Consecuentemente, Él tuvo dos nacimientos; Él nació como Dios, y Él nació como
hombre.
Como Dios, Él es nacido del Padre "antes
de todos los siglos". Como hombre, él nació de la Virgen María en
un determinado momento en el tiempo ( aproximadamente hace 2000 años). Como
Dios, Él es nacido sólo del Padre, sin una madre, mientras que como hombre, Él
nació sólo de una madre, sin un padre.
Entre estos dos nacimientos, sin
embargo, hay un tercer nacimiento. Es el nacimiento de Cristo dentro del
corazón de cada Cristiano, de lo cual habla San Pablo (ver Gal. 4:19). Los dos
nacimientos de Cristo son grandes y admirables; pero no tienen un significado
esencial en nuestra vida si el tercer nacimiento no tiene lugar. ¿Y cómo
nacerá Dios? nacerá guardando Sus mandamientos, con oración incesante y
participando en la Divina Comunión.
9.3. LA TODA-SANTA THEOTOKOS
"y la Virgen María..."
María, la Siempre-Virgen y Theotokos
(Madre de Dios)
El tercer artículo del Santo Credo se refiere a la Siempre-Virgen María y Theotokos, la persona que desempeñó el papel más importante en el trabajo de la salvación del hombre. "Panayía" (Toda-Santa) se convirtió en la "escalera" por la cual Dios decendió a la tierra. Ella es la única que, de entre todas las mujeres, fue considerada digna de ser la madre del Hijo de Dios. La Siempre-Virgen es la más perfecta y sagrada creación de Dios que el mundo jamás ha visto.
La eterna virginidad de la Theotokos
Otro misterio que está relacionado con la Divina Encarnación es que Cristo nació de una madre virgen. La Virgen María era virgen después del nacimiento -en otras palabras ella es siempre-virgen. Así, dos condiciones contradictorias están presentes en la persona de la Santísima Theotokos: virginidad y maternidad. Ella es simultaneamente una madre y una virgen.
La eterna virginidad de la Theotokos
fue profetizada en el Antiguo Testamento (ver Is.7:14) y es afirmada en el
Nuevo Testamento ( ver Luc.1:34, Mat. 1:18, 1:20 y 1:24-25).
El nacimiento de Cristo el Salvador de
una madre virgen es un gran milagro. Es un misterio inexplicable mediante
leyes naturales, que nosotros tenemos que abordar con fe y piedad, sin dudas,
ya que nada es imposible para Dios.
El lugar de la Siempre-Virgen dentro de la Fe Ortodoxa
La Iglesia Ortodoxa sigue el camino del medio en esta situación también. La Iglesia no adoran a la Virgen María como lo hacen los papistas, casi divinizando a la Madre de Dios; pero tampoco la Iglesia Ortodoxa la desestima como hacen en el Protestantismo, donde la consideran como meramente una mujer normal.
El Cristianismo Ortodoxo, sin diviizar
a la Theotokos, la tiene como la cumbre de todos los seres, mayor y más
santa que los ángeles y que los arcángeles: " Más honorable que los
Querubines y más gloriosa que los Serafines" (himno de la Theotokos). Ella
es el tesoro espiritual de todas las virtudes, por esto el mundo Ortodoxo
entero la honra. Muchas mujeres gloriosas han sido olvidadas, pero la humilde
dama de Nazareth se mantiene viva en los corazones de la gente a través de los
tiempos y es glorificada como ninguna otra persona.
10. CRISTO COMO MAESTRO Y PROFETA
Cristo sana el nus del hombre
Como hemos mencionado, el pecado principalmente hirió el nus (Νοῦς nus o νοερά ενέργεια noerá energía, es el ojo de la psique o alma. Son términos que los usan los Padres con varios significados; no se debe confundir con la diania: mente, intelecto, cerebro. Ver más en léxico en biblioteca) del hombre, por eso Cristo comenzó el trabajo de la redención sanando el nus. El nus es sanado e iluminado con la luz de la verdad, con la luz de Dios.
Enseñanzas de Cristo
Una vez que el Señor fue bautizado en el Río Jordán, Él eligió doce discípulos y comenzó su predicación, viajando a través de Palestina. Durante tres años Él enseñó a la gente, que tenía sed de conocer la verdad. La gente que escuchaba Sus enseñanzas se quedaba asombrada. Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas y los fariseos. (Mat. 7:28).
Examinemos brevemente el contenido de Sus enseñanzas. En primer lugar, Él reveló que Dios es Espíritu, siendo el amor su principal característica. El habló sobre la psique o alma, sobre la vida después de la muerte, el Juicio Futuro, Paraíso, Infierno, etc.
Cristo nos enseñó que el primer y másimportante mandamiento es amar a Dios con todo nuestro corazón. El segundo mandamiento es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mat. 22:37-40). Él también nos enseñó que el hombre no encuentra la felicidad riqueza, en la gloria o en los placeres materiales. Bienaventurados son los humildes, los mansos, los justos, los misericordiosos, los puros de corazón, los que tienen amor en su corazón (ver Mat. 5:3-10).
Además de ser un maestro, el Señor, era un profeta. Él predijo Su Pasión, Su Resurrección y Su Segunda Venida. Él profetizó la destrucción de Jerusalén, las persecuciones contra los cristianos, la victoria final de la Iglesia, etc.
El Señor confirmaba Sus enseñanzas con milagros. También, Él practicaba lo que enseñaba, razón por la cual Sus enseñanzas impactaban en las almas de las personas.
Las palabras eternas con las que Él hablaba, fueron recordadas por los santos evangelistas y la Iglesia ha preservado inalteradas hasta el día de hoy. Es nuestro deber estudiarlas y practicarlas en nuestra vida diaria ( ver sal. 1:2).
Los resultados de la Enseñanza Cristiana
Otros hombres sabios también han enseñado elocuentemente, pero no fueron capaces de influenciar a una persona para mejor. Solo las enseñanzas de Cristo tienen el poder de transformar almas, de cambiar la moral de las personas y de confortarles. Millones de personas que leen el Evangelio arrepentidos, creen y cambian su modo de vida. Esto muestra que la enseñanza de Cristo tiene origen divino.
La enseñanza de Cristo prevalece a pesar de las persecuciones
La enseñanza de Cristo ha perdurado y prevalecido a pesar de las muchas persecuciones que ha estado sufriendo durante los dos mil años anteriores. Ninguna otra filosofía y ninguna otra religión ha sido perseguida como la fe Cristiana; y ningún otro libro ha sido atacado tanto como la Santa Biblia. A pesar de ello, nadie ha sido capaz de erradicar el Cristianismo. Esto demuestra que Jesús Cristo no es un simple hombre; es también Dios.
11. LA OBRA DE CRISTO COMO SUMO SACERDOTE
4. "Fue crucificado también para nosotros bajo de el poder Poncio Pilato, sufrió y fue sepultado."
11.1. EL SACRIFICIO DE CRISTO Y SUS RESULTADOS
El Sacrificio de Cristo en general
La enseñanza de Cristo, sin embargo, no era suficiente para salvar al hombre. El pecado, el mayor obstáculo entre el hombre y Dios, tenía que ser superado.
El pecado fue completamente abolido con
el Sacrificio de Cristo en la Cruz. La sangre que el Dios-Hombre derramó en el
Golgotá, limpió los pecados de todos los hombres y reconcilió al hombre con
Dios. San Juan el Evangelista, característicamente dice: "y la sangre de Jesucristo su Hijo
nos limpia de todo pecado" ( Ι Juan 1,7).
Las características del sacrificio de Cristo
Después de estar enseñando durante tres años, realizando milagros y dejarnos un perfecto ejemplo de vida santa, Él procedió hacia la Pasión, para ofrecerse a sí mismo como un sacrificio en la Cruz.
El sacrificio de Cristo fue "redentor". En otras palabras, Él fue sacrificado por nosotros para liberarnos de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios. "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida" ( Rom. 5:10. ver Is. 53:4-7).
El Sacrificio del Señor fue también "representativo", porque Él se sacrificó a sí mismo para liberarnos. Él voluntariamenmte tomó sobre sí mismo los pecados de todos los hombres como representantes de toda la humanidad como representante de toda la humanidad; "que si uno murió por todos, luego todos murieron;" (II Cor. 5:14).
Cristo sufrió
voluntariamente. Él quiso ser crucificado, sin que nadie Le obligase. También,
la Pasión del Señor fue la máxima expresión de Su amor hacia el hombre, como
San Juan nos enseña, diciendo: "Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna." (Jn. 3:16. ver Rom.5:8).
El resultado del sacrificio de Cristo
San Juan Crisóstomo enseña que con el sacrificio de Cristo " la tiranía de Satán cayó, la muerte fue eliminada, el pecado fue abolido, la maldición cesó y el Paraíso fue abierto. Los hombres y los ángeles fueron unidos la pared que nos separaba fue derribada, y el Dios de paz reconcilió lo anterior y lo siguiente."
Desde que Cristo se
sacrificó a sí mismo por amor a nosotros y nos dio tantas bendiciones y bienes,
debemos sentirnos infinitamente agradecidos con Él. Deberíamos agradecerle
continuamente con palabras y con hechos, y no decepcionarle con nuestros
pecados. San Pablo enseña que todos los que fueron bautizados, recibieron el
Espiritu Santo y vivieron un modo de vida Cristiano; y si después de esto
volvían a pecar, ellos volverían a
crucificar al Hijo de Dios (Heb. 6:6). Entonces, cada vez que pecamos, volvemos
a crucificar a Cristo.
El sacrificio de Cristo es revivido durante cada Divina Liturgia
Cristo fue crucificado
una vez pero esto válido para "toda la eternidad". Los
cristianos a través de los tiempos lo reviven durante el Misterio de la Divina
Liturgia, el Altar Sagrado se convierte en el Gólgota sobre el cual se ofrece el sacrificio "sin
sangre" del Señor.
11.2. EL DESCENSO DE CRISTO AL HADES
La muerte de Cristo
Una vez que Cristo dijo Sus últimas palabras en la Cruz - el "todo está cumplido"- "Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu" (Jn. 19:30). Con su muerte, Su alma se separó de Su cuerpo, como sucede con todos los hombres. Su cuerpo fue colocado en el sepulcro, mientras que Su alma descendió al Hades.
Pero Cristo no era meramente un hombre; Él también era Dios.Su naturaleza humana estaba inseparablemente unido con Su naturalez divina. Consecuentemente, la divina naturaleza de Cristo continuaba estando unida con su alma que fue al Hades, pero también con Su cuerpo que permaneció en el sepulcro. El resultado de esta unión fue que el cuerpo de Cristo no se deterioró, como sucede con los cuerpos de todos los hombres cuando mueren, sino que se mantuvo completamente incorrupto ( ver Sal.15/(16):9-10).
El descenso redentor de Cristo en el Hades
Cuando la Santa Escritura habla acerca de "Hades", esto implica el lugar donde las almas iban después de la muerte. Era una condición donde la tristeza, el dolor y la soledad prevalecían como resultado de la ausencia de Dios. Nosotros no sabemos donde estaba el Hades.
Las almas de todos los hombres, tanto pecadores como justos, iban al Hades. Cristo debía predicarles a ellos la verdad, como hizo en la tierra. Antes de Cristo, San Juan el Precursor había ido al Hades para prepararles.
Entonces el gran momento, que ellos esperaban durante siglos, llegó. La psique de Cristo, unida a Su divinidad, descendió al oscuro reino del Hades. Él descendió para pelear la gran batalla incluso allí. Y así como Él salió victorioso sobre el diablo en la tierra, también tenía que destruir la principal autoridad del diablo en el Hades, y liberar a las almas que creían en Él.
El Hades no podría tener ninguna autoridad sobre Cristo, porque Su alma era sin pecado, pero también porque Él estaba unido con la deidad. San Nicodemo el Athonita nos enseña diciendo: " Si el alma de Cristo no estuviese unida con la deidad, entonces habría sido retenido por los lazos del Hades, tal como el resto de las lamas de los justos que habían muerto. Pero como Él estaba unido con la deidad, Cristo dio muerte al Hades con el "rayo de su divinidad", y no solo su alma no fue sujeta a la esclavitud, sino que todas las almas que estaban allí retenidas, como en una prisión, fueron liberadas y resucitadas con él" (Eortodromion).
No sabemos cuál fue el contenido de las enseñanzas de Cristo en el Hades. Tampoco sabemos quién ni cuántos fueron salvados. Quien aceptó Sus enseñanzas y creyó, fue liberado de los lazos del Hades y siguió a Cristo al Paraíso.
12. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
5. " Y resucitó al tercer día según las Escrituras."
12.1. LA RESURRECIÓN DE CRISTO Y SUS RESULTADOS
El resultado de la resurrección del Señor
Tres días después de la muerte de Cristo, Él resucitó. Esto es, Su alma regresó a Su cuerpo que estaba en el sepulcro y le devolvió la vida. Por supuesto, otras personas muertas han sido resucitadas antes de Cristo ( por ejemplo Lázaro) - la diferencia es que todos ellos volvieron a morir después. Pero Cristo no muere, Él vive para siempre (Rom.6:9).
La Resurrección de Cristo constituye la etapa más importante del trabajo de la Divina Economía ( Dispensa). Con su Resurrección, Cristo conquistó la muerte, el gran mal causado por el pecado. La resurrección de Cristo también demuestra que Él es Dios, y que el Padre Celestial aceptó Su Sacrificio.
La resurrección de la muerte
La Resurrección de Cristo es un evento que salva el mundo, ya que también asegura nuestra resurrección. Con otras palabras, el Señor no ascendió sólo Él, sino que también resucitó a toda la raza humana (ver I Cor.15:21-22). Quien crea en Cristo y se convierta en miembro de Su Iglesia, participando de Su Cuerpo y de Su Sangre, será ascendido como Cristo fue ascendido. Los logos inspirados por Dios de la Santa Escritura nos lo aseguran. ( ver Rom. 6:3-8. Jn.6:54).
En consecuencia, la muerte ya no es una condición permanente sino temporal. La muerte es un "gran sueño",como San Cosme Etolós dice. Por esta razón, para referirnos a la muerte utilizamos el término "dormir" y el lugar donde se entierra a los muertos, es decir el cementerio, se denomina "dormitorio" ( del griego, "κοιμητηριο", [kimitirio], litelarmente dormitorio).
La importancia de la Resurrección de Cristo
El evento de la Resurreción comprende las bases de nuestra fe y la fundación de la Iglesia. Por esto el mensaje de la Resurreción es el mayor tema de la predicación de los Apóstoles (ver I Cor.15:3-4). Como el Apóstol Pablo enfatiza, si Cristo no hubiese resucitado, entonces nuestra Fe sería en vano (ver I Cor.15:17). Si Cristo no Resucitó, tampoco los muertos resucitarán, y así la lucha que atraviesa cualquier cristiano no tendría sentido.
Entonces, por lo tanto, la Resurrección
del Señor es la base de todo el Cristianismo, es lógico que posteriormente
sería dudado y perseguido más que cualquier otra verdad o Fe. Es por eso
que presentaremos algunos testimonios referentes a la Resurrección de Cristo a
continuación.
12.2. TESTIMONIOS SOBRE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO.
El sepulcro vacío testifica la Resurrección de cristo
El Cuerpo de Cristo no se encontraba en el Sepulcro en aquel Domingo por la mañana. ¿Qué pasó? ¿Fue robado por los discípulos? Eso era imposible, porque los discípulos, por miedo, se habían encerrado en una casa y no se atrevían a salir ( Jn.20:19).
¿Quizás fue robado por los judíos?
Entonces se lo habían presentado, para probar que los apóstoles estaban
equivocados, que predicaban que él resucitó de entre los muertos. Entonces quñe
paso con el Cuerpo de Cristo? Existe sólo una respuesta: ¡Cristo resucitó de los muertos!
Las once apariciones de Cristo resucitado
Después de Su Reurrección, Cristo no ascendió inmediatamente al Cielo; Él permaneció en la tierra durante cuarenta días, para convencer a Sus discípulos de que Él estaba realmente resucitado (Hech.1:3). Once apariciones estñan registradas en la Santa Escritura: Él se apareció a María Magdalena, a Pedro, a los discípulos sin y luego con Tomás, a más de quinientas personas...y finalmente al apostol Pablo.
El cambio que tuvo lugar en las almas de los discípulos
Cuando Cristo fue capturado, los discípulos atemorizados huyeron para esconderse. Un poco después, sin embargo, vemos un impresionante cambio en su mentalidad. Aquellos que previamente no tenían corage, aquellas tímidas liebres, de repente se volvieron leones, audaces predicadores de la Resurreción (ver Hechos 2:22-24,36; 4:10). Y no solo valientemente predicaron la Resurrección, sino que debido a esto soportaron persecuciones y finalmente la muerte. No es posible que un hombre voluntariamente se sacrifique a sí mismo por algo que él sabe que no es verdad.
La difusión del Evangelio
Otra prueba concerniente a la Resurrección es la expansión o difusión del Evangelio y el triunfo de la Iglesia. La difusión de la cristiandad por doce simples pescadores, quienes lograron en un pequeño período de tiempo cambiar todo un mundo hundido en errores e inmortalidad, es imposible de lograr humanamente. Es un milagro que fue logrado por el Cristo Resucitado.
Además, los apóstoles afrontaron una fuerte oposición de los judíos y también de la Autoridad Romana. Se estima que hay millones de mártires que derramaron su sangre por su Fe. ¿ Cuánta gente luchó contra la Iglesia?¿Cuántas persecuciones fueron proclamadas? ¿Cuántos tiranos, tanto de tiempos antiguos como recientes, no han usado todo tipo de métodos satánicos par destrozar el rebaño de Cristo? ¿Dónde están todos ellos? Ellos desaparecieron y fueron olvidados. ¿Qué pasó con la Iglesia? Ella brilla más que el sol. Los doce corderos de Cristo consiguieron salir victoriosos sobre los lobos. ¿Cómo pasó esto? Solo existe una respuesta: "¡Cristo ha resucitado!".
12.3. PROFECÍAS CONCERNIENTES A LA RESURRECIÓN
En el Santo Credo confesamos: "Y resucitó al tercer día según las Escrituras", esto es, de acuerdo con las profecías del Antiguo Testamento.
El evento de la Resurrección, así como toda la obra de Cristo, habían sido profetizadas en el Antiguo Testamento. Algunas de estas profecías son: Salmo 15/(16):8-10; 29(30):4. Is.63:11.
La profecía más conocida, presagiando la resurrección de Cristo es la del Profeta Jonás. Así como Jonás permaneció en el vientre de la bestia y después salió fuera vivo, del mismo modo Cristo permaneció en el sepulcro durante tres días y después fue resucitado (Mat. 12:40).
13. LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
6. " Y ascendió a los cielos y está sentado a la derecha del Padre"
El evento histórico de la Ascensión
Cuarenta días después de la Resurrección de Cristo, Él llevó a Sus discípulos al Monte de los Olivos. Una vez que les dijo Sus últimas palabras, Él levantó Sus manos y les bendijo (Lc. 24:50). "Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo" (Luc. 24:51). "Fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos". (Hechos 1:9); y mientras miraban, teniendo sus ojos vueltos hacia el cielo, dos ángeles aparecieron con vestimentas blancas y les dijeron: "Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." (Hechos 1:11).
Con la Ascensión de
Cristo, Él se elevó sobre los Ángeles y los Arcángeles "y se
sentó a la diestra de Dios" el Padre ( Mc. 16:19). Él se sentó en
el trono de Dios,participando como hombre, en gloria que Él tenía como Dios.
El significado de la Ascensión
Como podemos ver, hay dos escaleras en la obra redentora de Cristo. La primera es la escalera de su descenso a la tierra y la segunda es la escalera de su ascenso, o mejor dicho, Su regreso al Cielo. Hay, sin embargo, una diferencia básica entre Su descenso y ascenso. Antes de que El descendiese a la tierra, Cristo era solo con Su Naturaleza Divina, sin un cuerpo humano. Pero cuando El ascendio al Cielo, El también tenía su naturaleza humana unida con Su Divinidad. En otras palabras, Cristo descendió como Dios y ascendió como Dios-Hombre.
La Ascensión consiste
en la culminación de la obra redentora del Señor y en el propósito de la
Encarnación Divina, que era sacar al hombre caído de las profundidades, donde
el pecado le había bajado, y subirlo de nuevo al tronode Dios.
Los regalos de la Ascensión
a. El envío del Espíritu Santo
El primer -inmenso- que fue ofrecido con la con la Ascensión del Señor es el Espíritu Santo, Quien vino a establecer la Iglesia y a continuar la obra de Cristo.
b. La obtención de un mediador con el Cielo
La Ascensión nos concedió un eterno mediador con el Padre Celestial: el Dios-Hombre Jesús Cristo (Heb. 4:14). Como el gran y eterno Sumo Sacerdote, reza incesantemente en el celestial Sanctum Sanctorum para todo el mundo.
c. La elevación de la naturaleza humana
Finalmente, con su Ascensión, Cristo levantó la naturaleza humana que estaba inseparablemente unida con Su Divinidad, como hemos mencionado (Ef. 1:20-21). En esta glorificación de la naturaleza humana de Cristo, todo el género humano participa. San Pablo nos enseña diciendo: "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús." (Ef. 2:4-6). " Porque el propósito principal del trabajo de la Economía Divina no era dejarnos en la tierra, sino elevarnos al Cielo " (San Nicodemo el Athonita, Eortodromion. Ver también: Jn. 14:3, 17:24; I Tes. 4:17).
14. LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR
7. " Y volverá en gloria a juzgar a los vivos y a los muertos. Y Su Realeza no tendrá fin"
En general
Tras la Ascensión del Señor, despúes vino el descenso del Espíritu Santo y el establecimiento de la Iglesia. En este punto, entramos en la etapa final de la historia del mundo, la "escatología", como se le llama. Este periodo finalizará con la Segunda Venida del Señor.
De acuerdo con la promesa de Cristo, Él
vendrá de nuevo para juzgar al mundo. Tras la Segunda Venida, entraremos en la
"Edad Futura"; eternidad infinita, la cual tendrá dos condiciones:
vida eterna (Paraíso) or infierno eterno.
Como la Santa Escritura nos revela, en
los últimos días, cuatro grandes eventos tendrán lugar: el fin del mundo, la
Segunda Venida, la resurrección de los muertos, y el Juicio Universal.
Analicémoslos.
14.1. EL FIN DEL MUNDO
Incluso la ciencia testifica que el mundo terminará un día. Degún la moderna cosmología, el sol parará de existir un día -lo mismo que las estrellas en los cielos. Eventualmente, toda la materia se desintegrará y solo quedará un universo frío y oscuro.
Según la Santa Escritura, el sol tiene
un principio y un final. El Rey David el Profeta escribió:
"Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados;" (Sal. 101/(102):25-26; ver también Mat. 24:35).
"Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados;" (Sal. 101/(102):25-26; ver también Mat. 24:35).
La renovación del universo.
La ciencia nos dice que un día el universo regresará a la nada; consecuentemente no tiene ningún propósito existir. Por el contrario, nuestra Fe Cristiana nos llena de esperanza. No permite que el mundo se desvanezca en una fría oscuridad. El universo está siendo llevado a la destrucción, pero no a la extinción. Como se ha mencionado previamente, Cielo y tierra serán transformados (Sal. 101/(102):25-26). Después del final, un nuevo mundo amanecerá, más hermoso, imperecedero y eterno. San Pedro nos enseña diciendo: "Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia." (2 Pedro 3:13; ver también Apoc. 21:1).
14.2. EL PERIODO ANTES DE LA
SEGUNDA VENIDA.
El día es desconocido
Después de esos sorprendentes fenómenos naturales, la Segunda Venida del Señor tendrá lugar. La primer cosa que tenemos que enfatizar es que el día de la Segunda Venida del Señor es desconocido. . El Señor específicamente dice:
"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre." (Mat. 24:36). Cristo no reveló cuándo sería este día, para que estemos siempre listos.
Prestemos atención a esta verdad, para
cada una de las ahora y entonces falsas profecías que anuncian que el final del
mundo está cerca y que especifican las fechas. No debemos creer en ellas.
Las "señales" que precederán la Segunda Venida.
Nuestro Señor nos habló de algunos eventos que tendrían lugar antes de la Segunda Venida. Mencionémoslos.
a. Primero, el Evangelio será predicado por todo el mundo ( Mat. 24:14). Esto no ha ocurrido.
b. El regreso del pueblo israelí a Cristo. San Pablo lo dice claramente ( ver Rom. 11:25-26; 2 Cor. 3:14-16). En el presente, los Judíos niegan que el Mesías hay venido, y ellos están esperándole aparecer como un rey mundial.
c. Gran apostasía y corrupción moral. Después de estas cosas, la humanidad será gobernada por el diablo y sus seguidores; y será llevada a una gran apostasía de Dios. (ver 2 Ti. 3:1-5).
d. Persecuciones. Al mismo tiempo muchas persecuciones serán declaradas contra la Iglesia; las más grandes persecuciones que la Iglesia nunca ha visto (Mat.24:9). Como resultado de esto, la fe de muchos cristianos será debilitada y traicionarán su fe (ver Mat. 24:10, 12-13).
e. La aparición de falsos profetas y del Anticristo. Además, aparecerán muchos falsos profetas quien intentará engañar a aquellos que sobreviven a las persecuciones (Mat.24:3-5,23-24). El último falso profeta será el Anticristo: "Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios." Él luchará contra los santos en la tierra y Dios le permitirá salir victorioso; se convertirá en un gobernante global. Todos los hombres cuyos nombres no estén escritos en el Libro de la Vida le adorarán. (Apoc. 13:5-8).
El reino del Anticristo no durará
mucho. Cuando pase el tiempo establecido por Dios, entonces "el Señor matará con el espíritu de
su boca, y destruirá con el resplandor de su venida" (2 Th. 2:8).
f. Varios signos naturales y otros. Antes de la Segunda Venida del Señor, varias señales tendrán lugar, como guerras, grandes terremotos, hambres, enfermedades,etc. (ver Mat. 24:6-8, 29).
14.3. LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR
Cuando el cuando el mal habrá alcanzado su punto máximo; cuando "la abominación de desolación" (Mat. 24:14) ocupe su trono en el Templo de Dios; cuando parezca que la Iglesia ha sido conquistado de una vez por todas; y hambres, enfermedades, terremotos, inundaciones y el oscurecimiento del sol, de la luna y de las estrellas predecirán el fin del mundo -exactamente en aquel momento, la Santa Cruz, la señal del Hijo del Hombre, brillará como un relámpago en el cielo, y predecirá la venida de nuestro Gran Dios y Salvador Jesús Cristo, y traerá la salvación a los fieles. (Mat.24:30).
La Segunda Venida del Señor se
diferencia de la Primera ( la Encarnación), porque mientras que entonces Él
vino como Salvador del mundo, en la Segunda Venida ÉL vendrá como Juez.
Aunque en la Primera Venida Él vino humildemente, en la Segunda
Venida Él vendrá "con poder y con gloria" (Mat.
24:30). Y otra diferencia: en Su Primera Venida, él vino sin que la gente
se diese cuenta. En Su Segunda Venida, "cada ojo le
verá" (Apoc. 1:7); el mundo entero Le verá. Tal como un relámpago
es visto en todas partes y por todos, así será la Segunda Venida del Señor
(Mat. 24:27). Lo enfatizamos, porque los Testigos de Jehová dicen que Cristo
vino "invisiblemente" en 1914.
14.4. EL JUICIO UNIVERSAL
La Resurrección de los muertos
Lo primero que sucederá tras la gloriosa aparición de Cristo es la resurrección de los muertos. Todos los muertos, desde Adán hasta ese momento, serán levantados. Pero también todos que estén entonces vivos cambiarán; sus cuerpos se harán incorruptos e inmortales, tal como los cuerpos de los muertos resucitados (1 Cor. 15:51-52). Pero nosotros examinaremos este tema cuando estudiemos el artículo 11º del Credo, que dice: "Espero la resurrección de los muertos".
La congregación de toda la raza humana
Después de la resurrección de los muertos, los ángeles harán sonar las trompetas y se reunirá toda la raza humana - todos los trillones de hombres que han vivido en este mundo- para aparecer ante el justo Juez y ser juzgados según sus acciones ( Mat. 24:31; Rom. 14:10).
En aquel día, todas nuestras obras pecaminosas, incluso las más ocultas, aparecerán como en una película, ante los ojos de todos los ángeles y de toda la humanidad - excepto, desdeluego, si los hemos confesado.
El criterio
El criterio con el que el Juicio tendrá lugar, son los mandamientos del Evangelio (Rom. 2:16). De todos los mandamientos, el que usará Cristo principalmente para juzgar al mundo es el mandamiento del amor. Esto es enfatizado en la Biblia en el pasaje concerniente al Juicio Futuro (ver Mat.25:31-46). Al mismo tiempo el Señor dirá a los justos: " Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí." Él dirá lo contrario a los pecadores. Tanto para los justos como para los pecadores, Cristo dice que todas esas buenas obras y simples que fueron hechas a aquellos que tenían necesidad de ellas, es como si se las hubiésemos hecho a Cristo mismo.
Pero, por supuesto, el amor no es
suficiente. Cualquier mandamiento que intencionadamente no cumplamos
, estaremos traspasando toda la Ley (ver Sant. 2:10). El Apóstol Pablo también
lo emfatiza.(1 Cor. 6:9-10).
Memoria del Día del Juicio
el Antiguo Testamento dice: "...recuerda el momento de tu muerte y nunca pecarás" (Sab. Sir. 7:36). El recuerdo del Día del Juicio es un refreno que nos impide pecar. San Basilio el Grande también dice que: "Aquel que continuamente mantiene frente a sus ojos este día y hora en que cada persona se presentará ante el Juez para dar cuentas por todo lo que ha hecho; y el que constantemente contemple que él será llamado a declarar, tampoco pecará en absoluto, o pecará muy poco. Porque el pecado se origina por la ausencia dentro de nosotros del temor de Dios".
15. EL OFICIO REAL DE CRISTO
"...Y su Reino no tendrá fin"
El Oficio Real de Cristo en general
El 7º artículo del Santo Credo finaliza con las palabras "Y su Reino no tendrá fin". En otras palabras, Cristo gobernará para siempre y su Reino existirá por toda la eternidad. (Lc. 1:33).
Estas palabras se refieren al Oficio Real de Cristo, de acuerdo con lo cual Cristo como vencedor del pecado, de la muerte y de Satán, gobernará para siempre. El Oficio Real también fue mostrado por Cristo cuando Él estuvo en la tierra, pero toda Su gloria y autoridad aparecerán en Su Segunda Venida.
El Oficio Real en la Santa Escritura
El Antiguo Testamento hace referencia muchas veces al Oficio Real de Cristo. Los profetas Le revelaron como un Rey que se sentaría en el trono de David (ver Is. 9:7; Sal.2:6, 2:9).Estas palabras de los profetas fueron malentendidas por los Judíos, quienes esperaban al Mesías como un rey terrestre que vendría a restaurar el Reino de Israel gobernaría el mundo entero. Pero el Reino de Cristo no es terrestre, sino celestial. Cristo se lo revela a Poncio Pilato diciéndole: "mi Reino no es de este mundo" (Jn. 18:36).
En el Nuevo Testamento, la gloria y autoridad Real de Cristo fue manifestada muchas veces: en los milagros que Él realizaba, durantre Su entrada triunfal en Jerusalén, en la Cruz donde Él conquistó al ddiablo, durante su descenso al Hades; con Su Resurrección con la cual conquistó la muerte y con su Ascensión donde Él recibió la gloria divina también como hombre. Finalmente, el Oficio Real del Señor resplandecerá en Su Segunda Venida, cuando regresará a la tierra con poder y lleno de gloria, acompañado por multitud de ángeles y arcángeles, y sentado en Su trono de gloria para juzgar al mundo entero como Rey Todopoderoso.
El Reino de Dios será victorioso
Muchos reyes poderosos han aparecido en la tierra a través de los siglos. Ellos confiaron en el poder de la riqueza, el poder del ejército y en el poder de las armas y la violencia. Ninguno de ellos, sin embargo pasaron la prueba del tiempo. Todos ellos desaparecieron. Todos ellos se convirtieron en polvo que se lleva viento ( ver Dan. 2:31-45).
Antes del fin del mundo, muchos otros reyes reinarán. Pero todos ellos también se desvanecerán en algún momento. Sólo un reinado permanecerá eterna e inquebrantablemente: el Reinado de Cristo, Su Iglesia. Continúa existiendo y creciendo desde hace dos mil años, a pesar de las persecuciones ha perdurado. Y la razón es porque está fundado sobre la roca que es Cristo. El diablo, el pecado, la muerte y todas las fuerzas anticristianas un día perecerán bajo el cetro del Reinado de Dios. (1 Cor. 15:25).
16. EL ESPÍRITU SANTO
8. "Y en el Espíritu Santo..."
16.1. LA NATURALEZA
DEL ESPÍRITU SANTO
Macedonio y el II Sínodo Ecuménico
Después de mencionar la persona de nuestro Señor Jesús Cristo, el Santo Credo nos presenta en el 8º artículo la tercera persona de la Santa Trinidad, el Espíritu Santo. La razón para esto fue la herejía de Macedonio I, Patriarca de Constantinopla: él decía que el Espíritu Santono es verdadero Dios sino una creación de Dios. Así en el año 381 d.C. el Segundo Sínodo Ecuménico tuvo lugar en Constantinopla donde fue condenada la enseñanza de Macedonio y declaró que el Espíritu Santo es Verdadero Dios, consubstancial (una sóla esencia) con el Padre y con el Hijo. En adición, el Sínodo agregó los cinco artículos finales de Santo Credo.
El Espíritu Santo es una Persona
Primeramente, debemos enfatizar que el Espíritu Santo no es una fuerza abstracta e impersonal de Dios, como algunos heréticos enseñan, sino que es una persona. Vemos en la Santa Escritura que el Espíritu Santo habla a San Pedro (Hechos 10:19); decide en los Sínodos Apostólicos (Hechos 15:28); y en otras partes, el Espíritu Santo prohíbe (Hechos 16:6), o advierte a los Apóstoles (Hechos 20:23), etc. Todo lo anterior revela que el Espíritu Santo es una persona.
El Espíritu Santo es Verdadero Dios
El Espíritu Santo, sin embargo, no es simplemente una persona, como son los hombres o los ángeles. El Espíritu Santo es mucho más que eso. El Espíritu Santo es perfecto Dios, consubstancial con el Padre y con el Hijo. El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santa Trinidad. Presentamos algunas citas bíblicas relevantes: 1Cor.3:16, 6:19, 2Cor.3:16-17;Hechos 5:3-4.
"Santo", "Señor","Dador de vida"
El Santo Credo atribuye tres características al Espíritu Santo:
a. El Espíritu Santo
es llamado "Santo". A lo largo de casi todo el Nievo Testamento, es caracterizado como
Santo (ver: Lc.1:35; Mat.1:20; Jn.14:26;etc.) Pero solo Dios es santo, en el
significado absoluto de la palabra. (Ver Is.6:3; Jn.17:11;). Por lo tanto,
el Espíritu es Dios
b. El Espíritu Santo es también llamado "Señor": en
otras palabras, El que gobierna. El Espíritu Santo es "Señor", siendo
Omnisciente, "porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (1Cor.2:10). El Espíritu Santo es Todopoderoso, porque "Por la palabra de Jehová
fueron hechos los cielos" (Sal.33:6). El Espíritu Santo es
Omnipresente (Sal.139:7). El Espíritu Santo es fuente de Verdad, ya que es
Él quien ilumina a los profetas (2 Ped. 1:21). Solo Dios tiene todos los
atributos anteriores.
c. El Espíritu Santo es también caracterizado commo "Dador de
Vida", porque el da la vida. Él regenera al hombre a través del Misterio
del Bautismo (Jn. 3:5; Tito 3:5). Perdona los pecados de los hombres (Jn.
20:22-23). El Espíritu Santo nos dará vida en el día de la Resurrección General
de los muertos (Rom. 8:11).
Todos los versos anteriores indisputablemente prueban la divinidad del
Espíritu Santo, y que el Espíritu Santo es "Santo", "Señor"
y "Dador de Vida".
Adoración y glorificación.
Debido a que el Espíritu Santo es Señor, Dador de Vida, consubstancial e
igual con el Padrey con el Hijo, consecuentemente decimos en el Credo: "
Que con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado".
Nosotros tenemos por lo tanto que adorar y glorificar al Espíritu Santo junto
con el Padre y con el Hijo.
16.2. LA PROCEDENCIA DEL ESPÍRITU SANTO
" Que procede del Padre..."
La relación del Espíritu Santo con el Padre y con el Hijo
Como se mencionó en el capítulo dos, la Deidad tiene una y única fuente: el Padre. El Hijo es nacido del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre. Por esta razón en el Santo Credo confesamos: "Y en el Espíritu Santo...que procede del Padre."
Pero ¿cuál es la relación entre el Espíritu Santo y el Hijo? El Espíritu Santob es enviado por el Hijo. Esto no tiene nada que ver con la esencia de las personas sino con sus energías. Estos dos dogmas fundamentales están basados en las palabras de Cristo, que dijo: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre..." (Jn. 15:26). Entonces vemos que el Espíritu Santo procede del Padre y es "enviado" al mundo por el Hijo.
Desafortunadamente,
hubo una herejía con respecto a este importante dogma, que se convirtió en la
razón principal de que una gran parte de la cristiandad occidental, con el Papa
como líder, fuera separada de la Iglesia en el año 1054 d.C. (El Gran Cisma).
Los Papistas (Romano Católicos) sin fundamento añadieron al Credo la
frase " y del Hijo"; en latín, el
"Filioque" - en otras palabras, que el Espíritu procede no sólo del
Padre sino también del Hijo.
Desde
el punto de vista Ortodoxo, el "Filioque" no es una simple opinión
teológica; es la primera herejía concerniente a la Santa Trinidad, porque
introduce una segunda fuente para la Deidad -el Hijo- simultánea y
paralelamente con al Padre
16.3. LA DESCENDENCIA DEL ESPÍRITU
SANTO
Examinemos algunas energías del
Espíritu Santo en la Santa Escritura. El Espíritu Santo aparece ya desde las
primeras líneas del libro del Génesis, crear el mundo con el Padre y con el
Hijo (ver Gén. 1:1-2). Después vemos al Espíritu Santo realizando milagros (ver
Gen. 41:38; Jueces 14:6) e inspirando a los profetas. Este es el "...y
que habló por los profetas", como mencionamos
en el Credo.
En el
Nuevo Testamento el Espíritu Santo se manifiesta más veces. El Espíritu Santo
participa en el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios (Lc. 1:35). En el
Río Jordán durante el bautismo de Cristo, descendió el Espíritu Santo "en
forma de una paloma" y afirmó las palabras del Padre (Mat.3:17).
Con el Espíritu Santo, el Padre ungió a al Hijo como humano, para cumplir
Su obra de redención (Is. 61:1-2).
Durante la
Transfiguración, el Espíritu Santo apareció como una nube brillante (ver
Mat. 17:5).
Y así llegamos
al día de Pentecostés, donde el Espíritu Santo descendió e iluminó
a los santos Apóstoles. Pentecostés era una antigua fiesta Judía. Cincuenta
días después de su paso por el Mar Rojo, Dios dio los Diez Mandamientos a
Moisés en el Monte Sinaí. Dios eligió el día de este aniversario para enviar el
Espíritu Santo al mundo y establecer el Nuevo Testamento con la humanidad.
San Lucas el
Evangelista describe este día, cincuenta días después de la Resurrección de
Cristo, (diez días después de su Ascensión), cuando se reunieron los Apóstoles,
como sigue: " Y de repente
vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó
toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas
repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron
todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:2-4).
Pero, ¿por qué el Espíritu Santo descendió
como un estruendo como de un viento recio
que soplaba ? porque como el viento arranca los árboles, así
es como el Espíritu Santo sopló como un viento fuerte y desarraigó la
idolatría. El Espíritu Santo también apareció como lenguas de fuego. Esto
revela su Su naturaleza divina, porque "el Señor tu Dios es fuego
que consume" (Deut. 4:24). Además, la lengua sería el instrumento
mediante el cual los Apóstoles, como "bocas del Logos", predicarían
el Evangelio. Y eran de fuego, porque las lenguas de quienes predican el
Evangelio deben estar "en llamas" para quemar el mal: "un
fuego que consume malicia" (San Gregorio el Teólogo).
En el
día de Pentecostés comenzó un nuevo periodo en la historia de la Iglesia. En
este día, fue establecida la iglesia. El Reino de Dios sobre la Tierra, el
Cuerpo de Cristo, la "nueva creación" (2 Cor. 5:17).
16.4. LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA
En General
El Espíritu Santo fundó la Iglesia, y
permanece dentro de ella hasta el fin del mundo, fortaleciendo y
santificando a sus miembros. Examinemos algunas de las energías del Espíritu
Santo dentro de la Iglesia.
El Espíritu
Santo realiza y consagra todos los Misterios (Sacramentos) y los actos de
Santificación. Ilumina a los profetas para predecir el futuro. Descendió sobre
los Apóstoles haciéndoles sabios predicadoers del Evangelio. Iluminó a los
Santos Padres y Maestros de la Iglesia para afrontar las herejías y para
expresar las doctrinas Ortodoxas. El Espíritu Santo realiza milagros y expulsa demonios. Fortalece
a los santos mártires de nuestra Fe, dándoles fuerza para afrontar el cruel
martirio y permanecer fieles hasta la muerte.
El Espíritu Santo
revela los santos de nuestra Iglesia. Los santos son el mayor milagro que la
Iglesia tiene que presentar al mundo, porque a través de la gracia del espíritu
Santo ellos han vencido al diablo y al mundo con sus seducciones y sus
terrores; ellos superan las pasiones humanas y sus debilidades; y ellos se han
convertido en ángeles terrenales, imágenes vivas de Dios. Por esta razón, el
Domingo después de pentecostés celebramos el Domingo de Todos los Santos, donde
honramos a todos los santos, como frutos del Espíritu Santo.
El cuidado
del Espíritu Santo para cada uno de los fieles
Fuimos "sellados" con el Espíritu Santo el día en que fuimos
bautizados y nos convertimos en "templo del Espíritu Santo, el cual está en nosotros, el
cual tenemos de Dios, y que no somos nuestros"? (1 Cor. 6:19). Es el
Espíritu Santo el que nos concede la
garantía interna de que somos hijos de Dios (Gal.4:6). El Espíritu Santo
nos refuerza en nuestra batalla contra el pecado (Rom. 8:26). El Espíritu Santo
es el "Paráclito"(confortador, consolador o ayudador) que nos
consuela y nos da corage y paciencia cada vez que encontramos dolores y
tentaciones en la vida. El Espíritu Santo también nos inspira para rezar (Rom.
8:26), y a adorar al Padre celestial en verdad (Jn. 4:24). Para aquellos que luchan, el Espíritu Santo les
concede grandes bendiciones, "frutos", los cuales son: amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gál.5:22). Finalmente, es
el Espíritu Santo quien resucitará a los cuerpos sin vidaen el día de la
Resurrección General (Rom. 8:11)
Nuestra posición con respecto al Espíritu Santo
Estos y muchos mas son los regalos y
las bendiciones que el Espíritu Santo concede. Esto es por lo que la Iglesia
honra especialmente al Espíritu Santo. La Iglesia honra cada año
al Espíritu Santo en la fiesta del Lunes después de Pentecostés". La
Iglesia también honra al Espíritu Santo cada día en el servicio de la 3ª
Hora, que está dedicada al Espíritu santo. Al Espíritu Santo dirigimos la
oración: "Rey celestial, Consolador,
Espíritu de verdad...".
Pero ¿ cuál debería ser nuestra posición con respecto al Espíritu Santo? No
deberíamos entristecer al Espíritu Santo (Efe. 4:30), algo que hacemos cada vez
que pecamos. Entristecemos especialmente y expulsamos al Espíritu Santo
cuando cometemos pecados carnales.(ver Gén. 6:3).
Aún más terrible es la
blasfemia contra el Espíritu Santo; en otras palabras atribuir las
energías del Espíritu Santo al diablo. Este es un signo de la
depravación total del hombre; en realidad es una falta de arrepentimiento.
Respecto al pecado, Cristo dice: "Todo
pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les será perdonada." (Mat.
12:31).
El propósito de nuestra vida: la
adquisición del Espíritu Santo.
Un gran santo ruso, San Serafín Sarov,
enfatizó que el propósito de nuestra vida es la adquisición del Espíritu
Santo. Todo lo demás que hacemos - oraciones, ayunos, obras de caridad, guardar
los mandamiento de Dios, etc. - no son nada más que los medios para adquirir el
Espíritu Santo. Porque, como el apostol Pablo mencionaba: "Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." (Rom. 8:14).
17. LA IGLESIA
9. "En una Iglesia Santa, Católica y Apostólica ..."
17.1. EL SIGNIFICADO, LA FUNDACIÓN, EL PROPÓSITO Y LA OBRA
El
significado de la Iglesia
El 9º artículo del Santo Credo hace
referencia a la Iglesia. La palabra griega Iglesia, ("Εκκλησία", [Eklisía]), significa reunión o congegración. De acuerdo con la
Fe Ortodoxa Cristiana, Iglesia son todos aquellos que son
bautizados en el nombre de la Santa Trinidad, creen correctamente en todas las
verdades reveladas por Dios, reconocen a Jesús Cristo como a su Dios y
Salvador, se nutren de la palabra de Dios, son santificados por los Santos
Sacramentos o Misterios, alaban a Dios de manera ortodoxa, luchar por guardar
Sus mandamientos, y son guiados por el santo clero: obispos y sacerdotes que
son canónicamente ordenados.
El Fundador
de la Iglesia
El fundador y líder de la Iglesia es
nuestro Señor Jesús Cristo (ver Mat. 16:18). Podríamos decir, sin embargo, que
la Santa Trinidad al completo formó parte en la creación de la Iglesia, así
como en la creación del mundo.
Consecuentemente,
la Iglesia no es una creación humana, sino una Institución Divina.
La fundación de
la Iglesia
La Iglesia tiene sus orígenes antes de
la encarnación de Jesús Cristo. (Ef. 2:19-20). Pero si Cristo no hubiese
derramado Su preciosa sangre sobre la Cruz, la Iglesia no habría sentido en su
completo sentido.
Y así como Eva fue
creada del costado de Adán mientras él dormía, del mismo modo la Iglesia fue
creada de la costilla de Cristo, con Su muerte. El agua y la sangre que salió
de su costado cuando los soldados perforaron a Cristo en la Cruz, se refieren a
los dos fundamentales Misterios: el del Santo Bautismo y el de la Santa
Comunión, sobre los cuales la Iglesia está fundada.
Pero el establecimiento
oficial de la Iglesia tuvo lugar en el día de Pentecostés, como hemos
mencionado. Este día es considerado como el "cumpleaños" de la
Iglesia. Así como el Espíritu Santo creó el cuerpo humano de Cristo de la pura
sangre de la Theotokos en el día de la Anunciación, del mismo modo el
Espíritu Santo creó el cuerpo espiritual de Cristo, la Iglesia, en el día de
Pentecostés.
La completa
revelación de la Iglesia tendrá lugar en el día de la Segunda Venida del Señor,
cuando la gentre de Dios logrará la completa unión y comunión con el Dios
Trinitario.
El propósito de
la Iglesia
El propósito de la Iglesia es utilizar
la obra de Cristo como redención y continuación hasta el fin del mundo. Es
decir, lo que Cristo habría hecho si Él hubiese quedado en la tierra, ahora lo
hace la Iglesia. Por esto es por lo que San Agustino dice que "La
Iglesia es Cristo prolongado a través de los tiempos".
Consecuentemente, el
propósito de la Iglesia es la salvación del hombre conduciéndolo hacia
Dios.
Los medios que
usa la Iglesia
La Iglesia, como continuadora de la obra de redención de Cristo, trabaja del mismo modo que Cristo trabajó mientras Él estaba en la tierra, y usa los mismos medios que Él usó para salvar al hombre.
a. El primer medio que la Iglesia usa es la enseñanza: predicando la palabra de Dios; porque para porque para que alguien crea y se salve primero tiene que escuchar el Evangelio (Rom. 10:17). Este es el trabajo de enseñanza de la Iglesia.
b. El segundo medio es la Gracia Divina, que es transmitida a través de los Santos Misterios. Este el el trabajo de santificación de la Iglesia. Y si a través de las enseñanzas los fieles son iluminados, a través de los Santos Sacramentos o Misterios son santificados.
c. El tercer medio
es la obra pastoral de los fieles, así llamada, es igual
de importante que los otros dos medios. El buen pastor (el obispo y el
sacerdote), les consolará con dolor, fortalecerá la fe de aquellos que
están obstaculizados, correrá a encontrar a aquellos que están engañados, etc.
La obra pastoral de
la Iglesia también incluye la obra social: filantropía, la
creación de establecimientos comunitarios (residencias para la tercera
edad, orfanatos, hospitales,) etc.
Como podemos ver, la Iglesia
continúa el triple trabajo de Cristo: el profético, el de Gran Sacerdote y el
real.
17.2 NATURALEZA Y ORDEN DE LA IGLESIA.
Naturaleza de la Iglesia
Así como Jesús Cristo tiene dos naturalezas, también las tiene la Iglesia: la divina y la humana. La naturaleza divina de la Iglesia, mística e invisible, es Cristo, el Espíritu Santo y la Gracia Divina que santifica al creyente. La naturaleza humana de la Iglesia, la parte visible, son sus miembros, todo lo que vemos y escuchamos: el templo, los santos iconos, los libros santos, etc.
Cada Santo Sacramento o servicio contiene a la vez el elemento visible y el invisible. Por ejemplo, en el bautismo los elementos visibles son el agua, el aceite, etc.; el elemento invisible es el Espíritu Santo que santifica el el agua y el aceite.
La Iglesia Militante y la Iglesia Triunfante
Los miembros de la Iglesia, ante todo, son los fieles que viven en la tierra. Ellos comprenden una parte de la Iglesia, que es conocida como "Iglesia Militante". Ellos son los soldados de cristo aquí en la tierra que "pelean la buena batalla de la fe" (1 Tim. 6:12). La segunda parte de la Iglesia consiste en todos aquellos que se han ido de esta vida. Ellos conforman la Iglesia Triunfante. Son lo fieles victoriosos que han encontrado el Reino de Dios.
Hay una relación cercana entre las dos partes de la Iglesia. Los ángeles y los santos en el Cielo interceden ante Dios continuamente para sus hermanos que luchan en la tierra. Al mismo tiempo, la Iglesia Militante, que se encuentra en la tierra, honra a los santos con Iglesias en su nombre, días festivos, iconos y la ofrenda de la Divina Eucaristía "en su honor y con memoración".
Y para nuestros
hermanos y padres que han dormido en el Señor, la Iglesia realiza servicios en
su memoria pidiendo a Dios dar descanso a sus almas.
El clero y el laicado.
Así como en el ejército hay soldados y oficiales, del mismo modo en la Iglesia hay clérigos y laicos. La clerecía es un orden específico de gente que ha recibido el regalo del sacerdocio. Hay tres grados de sacerdocio: el diácono, el presbítero (sacerdote) y el obispo.
El clero continúa la obra de Cristo y mantiene Sus tres oficios: el profético, mediante el cual el clero enseña a la gente. El de gran sacerdote, mediante el cual él bendice y santifica a la gente. Y el oficio real, mediante el cual ellos gobiernan y pastorean (cuidan) a la gente.
El laicado recibe las bendiciones del clero que ellos deberían honrar, respetar y obedecer. Además el laicado participa en la vida de la Iglesia y asiste al clero en su trabajo.
El sistema de gobierno
de la Iglesia
El sistema de gobierno de la
Iglesia es jerárquico. El clero son conductores espirituales de los laicos. En
cada provincia el obispo sostiene la autoridad pastoral y administrativa.
El sistema de gobierno de la Iglesia es hierocrático. El objetivo del clero es servir, no ser servido por los fieles (Mat. 20:28). El perfecto ejemplo del buen pastor es dado por Cristo, que lavó los pies de Sus discípulos.
Los Sínodos
Ecuménicos
La autoridad suprema espiritual y administrativa en la Iglesia Ortodoxa es el Sínodo Ecuménico. Todos los obispos de la Iglesia forman parte y tratan grandes temas concernientes a los dogmas, la vida y la administración de la Iglesia. Las decisiones de los Sínodos Ecuménicos se consideran inspiradas por Dios e infalibles, ya que el Espíritu Santo ilumina y guía a los obispos participantes. Las decisiones de los Sínodos Ecuménicos son se dividen en "apartados" y "cánones". Los apartados son las decisiones que se relacionan con los dogmas de la fe y los cánones regulan asuntos concernientes a la vida, la administración y el orden eclesiástico de la Iglesia.
Como hemos mencionado anteriormente, la Iglesia consiste no sólo en el clero, sino también en el laicado, la gente. Consecuentemente, el fiel contribuye en las decisiones de los Sínodos, y muchas veces forman o descalifican las decisiones de los Sínodos, como ha ocurrido en diferentes momentos de la historia de nuestra Iglesia.
17.3. LOS ATRIBUTOS DE LA IGLESIA
La Iglesia es UNA
El primer elemento que caracteriza la Iglesia es su unidad, en otras palabras que la iglesia es Una y solo Una. Dado que Cristo que es la Cabeza de la Iglesia es Uno, la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo es también una. Las diversas iglesias locales que reconocemos,como la Iglesia de Grecia, Rusia, Rumanía y así sucesivamente, no son distintos cuerpos, sino que son distintos miembros de un cuerpo. Esta división tuvo lugar por razones administrativas.
Cuando
decimos "una", queremos decir que dentro de la
Iglesia hay unidad en tres cosas básicas: en los Dogmas (la Fe), en la moral
(hábitos) y en el culto.
La Iglesia es SANTA
La segunda característica de la Iglesia es su santidad. La Iglesia es santa, porque su cabeza, Cristo, es Santo. Y como la cabeza es santa, el cuerpo al cual está unido, se hace santo.
La Iglesia también es santa, su propósito es santo. Y su propósito es la santificación de sus miembros. La Iglesia nunca ha parado, y nunca parará, de crear y producir santos, sean conocidos o desconocidos.
La Iglesia es CATÓLICA
La tercera característica de la Iglesia es que es católica. Cuando decimos que la Iglesia es católica, queremos decir que su propósito y misión es su difusión por todo el mundo, predicar el Evangelio de Cristo a todas las naciones (ver Hechos 1:8). Esta obra misionaria es continuada por la Iglesia hasta el día de hoy.
Además, la Iglesia es llamada Católica refiriéndose a su forma, porque contiene la verdad absoluta. También, la Iglesia manifiesta una uniformidad en todo; en todo el mundo sus miembros tienen la misma Fe Ortodoxa, el mismo modo de vida, la misma adoración y la misma administración eclesiástica.
Finalmente, debemos enfatizar que solo la Iglesia Ortodoxa es católica, porque solo la Iglesia Ortodoxa defiende los elementos universales de la Iglesia. La iglesia occidental (papista) erróneamente es llamada "católica" y erróneamente "iglesia", porque no preserva los elementos universales de la Iglesia, ya que ha caído en muchas falsas enseñanzas y doctrinas.
La Iglesia es APOSTÓLICA
La cuarta característica de la Iglesia es que es apostólica. La Iglesia es apostólica, porque fue establecida " sobre los fundamentos de los apóstoles" (Ef. 2:20). También contiene y preserva puras e inmaculadas las enseñanzas de los apóstoles.
Además, la Iglesia es apostólica, porque enlaza con los apóstoles a través de la sucesión apostólica ininterrumpida. En otras palabras, los obispos de nuestra Iglesia son sucesores de los apóstoles. Los apóstoles ordenaron obispos, y estos obispos ordenaron otros obispos y así sucesivamente, hasta que llegamos a los obispos de hoy. Este enlace está comprobado históricamente y preservado en los catálogos históricos de obispos en cada Iglesia local.
Los heréticos no tienen sucesión apostólica. Su historia comienza en el momento en que aparecieron sus líderes, mientras que la auténtica Iglesia tiene su comienzo en los santos apóstoles. Los heréticos son plantas que no han sido plantadas por Dios el Padre (ver Mat. 15:13).
17.4 ¿CUÁL ES LA AUTÉNTICA IGLESIA?
Una cuestión
En el Credo, confesamos que creemos en "una, santa, católica y apostólica Iglesia". ¿ Cuál, sin embargo, es esta Iglesia? En estos tiempos el mundo Cristianoestá en un estado de confusión. Una miriada de comunidades cristianas y confesiones, con grandes diferencias entre ellas, se llaman a sí mismas "iglesias". Escuchamos sobre la "Iglesia Católica", la "Iglesia Anglicana", los "Luteranos", etc. ¿Cuál de todas estas contiene la verdad? ¿Cuál es la una verdadera Iglesia de Cristo, el arca de la salvación? Esta cuestión importante necesita ser examinada con cuidado, porque nuestra salvación depende de la respuesta.
La Ortodoxia mantiene la Verdad sin cambios
Si alguien estudia
todas estas denominaciones, encontrará que la Ortodoxia y sólo la
Ortodoxia se ha mantenido fiel a la Verdad que Cristo y los apóstoles nos
pasaron. Sólo la Ortodoxia sostiene los dogmas y las decisiones de los Sínodos
Ecuménicos inalteradas, y ha permanecido firme en la Fe que la Iglesia tenía
hasta el cisma. Y desde entonces ni ha añadido ni ha substraído ni la más mínima
cosa de su Fe. Por otro lado, como veremos a continuación, todas las demás
denominaciones cambiaron la veracidad de la Fe.
En adición, la
Iglesia Ortodoxa tiene sucesión apostólica. esto es, su clero consiste en la
continuación de una cadena ininterrumpida que tiene su comienzo en los
apóstoles. Veamos, sin embargo, las otras denominaciones Cristianas.
Los Católicos Romanos (El Papado)
Reflejo en la Historia (Retrospección Histórica)
Es sabido por la historia eclesiástica que hasta el siglo XI todo el mundo cristiano estaba unido. En el 1054 d.C. tuvo lugar el Gran Cisma. Una gran parte del mundo occidental cristiano, con su líder como el papa de Roma, se separó de la Iglesia Oriental y constituyó la llamada "Iglesia Romana Católica", o más correctamente, la iglesia Latina o Papista.
Las razones para el Cisma son: a) teológica (la adición del Filioque al Credo), b) eclesiástica (la primacía del papa y su pretencioso deseo de controlar a toda la Iglesia) y c) política (Occdidente [los Francos] querían mostrar que ellos podían crear su propio imperio).
Tras el Cisma, los Latinos se alejaron aún más de la tradición eclesiástica y se desviaron hacia una serie de errores teológicos y eclesiásticos
Las creencias erróneas de los Latinos
Veamos algunas de las creencias erróneas de los Latinos.
a) El Filioque. esto
fue discutido en el capítulo 16.2
b) La primacía
y la infabilidad del papa. Ellos sostienen la creencia de que el papa,
como sucesor del apóstol Pedro, es el representante de Cristo en la tierra, y
la cabeza visible de la iglesia. Sin embargo, el apóstol Pedro, además de
fundar la iglesia en Roma - y no es cierto que el hiciera eso-
, fundó iglesias en otros lugares también.
En el siglo 13, la teoría de que el papa es infalible fue formulada. Esto es, cuando él se sienta en su trono y él habla sobre asuntos de fe, todo lo que el papa dice es considerado infalible y le beneficia a la iglesia aceptarlo. Se considera que está por encima incluso de los Sínodos Ecuménicos. Pero en la historia de la Iglesia, muchos papas fueron heréticos y condenados por los Sínodos, por lo que no son iinfalibles. SoloDios es infalible.
c) Las creadas energías de Dios y la creada gracia. Los papistas no aceptan que las energías de Dios son increadas. Para ellos, las energías divinas tales como la Gracia Divina, son creadas. Esta enseñanza tiene devastadoras consecuencias en la vida de un Cristiano, porque si la Gracia Divina es creada, el hombre no puede alcanzar la santidad y la glorificación (del griego "Θέωσις", [Zéosis], es la participación, conexión, comunión y unión de la energía increada Jaris (gracia) con el hombre, permitiéndonos con ello tomar parte en la vida y la doxa- gloria luz increada de Dios en relación con Sus energías increadas).
d)
Otra creencia errónea es la enseñanza concerniente a los méritos de los santos. Según su
enseñanza, los santos en su tiempo de vida realizaron más buenas acciones
de lo que se requería para ser salvados. Sus acciones buenas extras pueden ser
usadas por el papa asignándoselas a otros que no tienen buenas obras.
Esta
teoría está completamente en desacuerdo con la Sagrada Escritura. Todos
somos salvados por la gracia y la misericordia de Dios. Ningún santo
realizó o pudo haber realizado más de lo requerido para su salvación. (ver
Filip. 3:12).
e) Los Latinos
también enseñan que entre Paraíso e Infierno existe un estado intermedio
llamado Purgatorio. Dicen que las almas de aquellos que se mueren
sin haber tenido tiempo de confesarse, aunque lo deseaban; o aquellos que
no cumplieron la penitencia que su padre espiritual les puso, van al
Purgatorio. Allí ellos son atormentados durante una cierta cantidad de tiempo y
después de eso van al Paraíso. La cantidad de tiempo que ellos están en el
purgatorio puede ser reducido si el papa les concede las llamadas
"indulgencias", las cuales los parientes de la persona muerta
pueden comprar.
Sin embargo este
estado intermedio no es mencionado en ninguna parte en el Evangelio. Sólo
existe Cielo e Infierno (Mat. 25:46, etc.)
f) En 1854 los
Latinos introdujeron el "dogma" de la Inmaculada
Concepción de la Madre de Dios, el cual dice que la Virgen
María nació son el Pecado Original. En 1950 ellos añadieron el
"dogma" concerniente a la Ascensión de la Madre de
Dios, donde ellos afirman que la Virgen María fue ascendida al cielo sin
primero conocer la muerte. Estas dos creencias son falsas.
g) Innovaciones
a los sacramentos. Desde el s. XIV la "Iglesia Católica"
abolió la triple inmersión en el agua que ocurre en el bautismo, y lo reemplazó
por la aspersión.
Para el Sacramento de Sagrada Comunión ellos usan pan sin levadura. Desde el s.XII en adelante, ellos dar de comulgar a los laicos usando solo el "cuerpo" (obleas) y no la "sangre" de Cristo, a pesar del mandamiento de Cristo "Bebed de él, todos vosotros ..." (Mat. 26:27).
Los otros Sacramentos han sido también alterados, así como las normas del ayuno, etc.
La condenación de los Latinos
La Iglesia latina
ha sido condenada en diferentes ocasiones por varios Sínodos. El tercer y
cuarto Sínodos Ecuménicos ( en 431 d.C. y 451 d.C.) condenaron como un
hereje, a quienquiera que cambiase el Símbolo de la Fe ( el Credo). Los Latinos
lo cambiaron cuando añadieron el Filioque. El Sínodo en el cual San Fotio el
grande convocó en 897-880 condenó la herejíadel Filioque. El Sínodo convocado
por Gregorio Palamás en 1351 condenó la herejía de la "creada
gracia". En años posteriores los patriarcas del Este condenaron repetidamente
al Papado en los Sínodos que tuvieron lugar en Constantinopla ( 1722, 1727,
1755, 1838, 1848, 1895).
Protestantismo
En general
En 1571 d.C. el movimiento protestante
estalló como una reacción negativa al papa haciendo innovaciones usando su
supremacía; las riquezas obtenidas de sus "indulgencias"; y su
degeneración de la ética, entre otras cosas. El movimiento rápidamente
predominó, y una gran parte de Europa se separó de los Latinos.
Pero
desafortunadamente, a pesar de que el Protestantismo comenzó como una
protesta justa contra los Latinos, al final se encontró en el extremo opuesto.
Procedió con innovaciones que lo alejaron aún más de la verdad.
Las creencias erróneas de los Protestantes
El primer error de los Protestantes es que ellos descartan la Santa Tradición. Ellos solo guardan las Sagradas Escrituras, las cuales cada persona interpreta como lo desee. Como resultado de esto, están continuamente fragmentados y crean muchas "iglesias" diferentes. Hoy los aproximadamente trescientos millones de protestantes que existen en el mundo, están divididos en cientos de grupos, que contienen enormes diferencias dogmáticas entre ellos. Examinemos algunas de sus creencias erróneas.
Para comenzar, insisten demasiado en la predicación de la palabra de Dios y subestiman o incluso descartan por completo los Santos Sacramentos.
Ellos descartan la Confesión, enseñando que es suficiente con confesar nuestros pecados durante la oración y serán perdonados. El Mismo Señor, sin embargo, nombró a los santos apóstoles para perdonar los pecados (ver Juan 20:22-23) y ellos transmitieron su gracia a sus sucesores, los obispos y los sacerdotes.
Concerniente al Sacramento de la Santa Comunión, durante el cual comulgamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo, de acuerdo con el mandamiento explícito del Señor: "Tomad, comed; este es Mi Cuerpo...Bebed de él, todos vosotros. Porque esta es Mi sangre..." (Mat. 26:26-28) los protestantes consideran que es un simple rito durante el cual nosotros recordamos el sacrificio de Cristo, y que la Santa Comunión no es realmente el Cuerpo y la Sangre de Cristo sino pan y vino que simplemente simbolizan el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
La mayoría de las denominaciones protestantes han abolido completamente el sacerdocio. En lugar de sacerdotes ellos tienen pastores, que son en su mayoría predicadores de la palabra divina. sabemos, sin embargo, que en el Antiguo Testamento, Dios Mismo nombró sacerdotes y obispos para entregar las ofrendas y sacrificios en nombre de la gente ( ver Ex. 29:4-10; Lev. 8:1-36). En el Nuevo Testamento los primerops obispos fueron los santos apóstoles quienes después transmitieron la gracia del sacerdocio a otros. En la iglesia Apostólica nos encontramos con los tres rangos de sacerdocio ( ver Filip. 1:1; Hechos 20:17-18; Tit. 1:5; Apoc. 2:3 y otros).
Los protestantes sostienen que no son necesarias las buenas obras para nuestra salvación. El hombre, dicen, es salvado sólo por la gracia de Dios. Es suficiente con creer sólamente en el sacrificio de Cristo. Por supuesto que la gracia es esencial para nuestra salvación, pero no es suficiente. También necesitamos buenas obras porque "la fe sin obras está muerta" (Sant. 2:26).
Tanto Cristo como los santos apóstoles enfatizan la importancia de las buenas obras ( ver Mat. 7:21; 16:27; Rom. 2:6; I Cor. 13:2, Sant. 2:14; Apoc. 22:12).
En contraste con los Latinos, quienes veneran en exceso a la Virgen María, los protestantes no la honran en absoluto. Algunos de ellos niegan su eterna virginidad y afirman que ella dió a luz a otro niño aparte de a Cristo. Sin embargo esto no es así. La Virgen María es "llena de Gracia" y "bendita entre las mujeres" (Lc. 1:28), ya que ella fue considerada digna de dar a luz al Dios-Hombre Cristo. Ella dio a luz sin conocer hombre, "del Espíritu Santo", como el ángel reveló a José (Mat. 1:20). La Madre de dios no tuvo ningún otro hijo. Los apodados "hermanos" de Cristo (Mat. 13:55-56) fueron los hijos de José con su primera mujer.
Los protestantes no honran a los santos, ni tienen días festivos en su nombre. Ellos no rezan a los santos, rezan sólo a Cristo. La Santa Escritura, sin embargo, se refiere a muchas situaciones donde gente santa como Abraham, Moisés, los profetas, los apóstoles y más, rezaban por otros y sus oraciones eran escuchadas (ver Gen. 20:7; Num. 11:1-3; Hechos 9:36-42; Sant. 5:16; Apoc. 5:8 y más). Por lo tanto, podemos pedir por la intercesión de los santos.
Además de estos errores, los protestantes rechazan el uso de los iconos, ellos no creen que el Agua Bendita ( Agiasmós en griego) tiene gracia, ellos niegaan los beneficios que los servicios memoriales ofrecen por el reposo de las almas y mucho más. Finalmente, ellos tienen una muy extraña teoría concerniente a la "Iglesia Invisible" la cual, según ellos dicen, consiste en los miembros santos de todas las "iglesias" visibles.
Conclusiones
Como hemos mencionado, hoy hay cientos de denominaciones protestantes. Algunas de ellas, como la Anglicana, ordenan mujeres sacerdotisas y realizan "bodas" homosexuales. Es obvio que todas estas denominaciones no tienen ninguna relación con la Fe y la ética que Cristo, los santos Apóstoles y los Santos Padres nos transmitieron.
Tras este breve análisis, llegamos a la conclusión de que la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia que Cristo instituyó, como el Santo Credo menciona, es nuestra Iglesia Ortodoxa; la Iglesia que todavía cree hoy, lo que creía hace veinte siglos. Esto es también confesado por muchos de los heterodoxos que se han hecho miembros del Cuerpo de Cristo a través del bautismo dentro de la Iglesia Ortodoxa.
18. LOS MEDIOS DE
SANTIFICACIÓN
DE LA IGLESIA
10. "Reconozco un solo bautismo para el perdón de los pecados."
18. EN GENERAL, CONCERNIENTE A LOS MEDIOS DE SANTIFICACIÓN
Los medios de santificación de la Iglesia
El 10º artículo del Santo Credo se
refiere al Santo Bautismo, mediante el cual el hombre se convierte en miembro
de la Iglesia. Esto nos proporciona una razón para hablar sobre los medios de
santificación que utiliza la Iglesia.
San Juan el
Evangelista menciona que "la gracia y la verdad vinieron [al mundo] por medio de
Jesucristo".(Jn 1:17). Estas palabras revelan los dos medios que Cristo
usa para la salvación del mundo: Gracia y verdad. La Iglesia utiliza estos dos
medios para la obra de santificación. La verdad es difundida predicando la
palabra divina, mientras que la gracia se concede a través de los Santos
Sacramentos.
Ambos son igualmente necesarios para la salvacióndel hombre. Con la
predicación, el alma es iluminada, y a través de los Santos Misterios es
santificada. El Evangelio y el santo cáliz son dos medios mediante los cuales
la Iglesia ofrece salvación al fiel.
La Gracia Divina y su importancia
En el capítulo 10 hicimos referencia a la impotancia y al poder de la palabra de Dios, donde mencionamos el trabajo profético de Cristo. Examinemos el segundo medio de santificación: la Gracia Divina. La Iglesia no es sólo la predicación de la Verdad; es también el tesoro de la Divina Gracia. Y así como sin lluvia, las semillas plantadas en la tierra no pueden brotar, del mismo modo sin la Gracia Divina, la semilla de la verdad no puede crecer ni dar fruto.
Pero, ¿qué es la Gracia Divina? Es la energía santificadora de Dios que se origina de la Cruz de Cristo. Con la Gracia Divina la salvación del mundo se actualiza dentro de la Iglesia. La Gracia Divina es un regalo de Dios que es ofrecido a todos los hombres (1 Tim. 2:4). Sin embargo, nadie está obligado a aceptarlo.
18.2 LOS SANTOS MISTERIOS / SACRAMENTOS DE LA IGLESIA
Los Santos Sacramentos
La Gracia Divina es transmitida al
hombre de muchos y diversos modos, pero principalmente es transmitida por los
Santos Sacramentos de la Iglesia. ¿ Y cuáles son los Santos Sacramentos?
Los Santos Sacramentos son ceremonias sagradas que Cristo
mismo o los apóstoles instituyeron, y en los cuales la Gracia Divina es
transmitida al fiel de un modo sobrenatural.
Cuales son los Santos Sacramentos
Hay siete Santos Sacramentos
1. Santo Bautismo, el cual renueva al hombre, y le hace miembro de la Iglesia y heredero heredero de la bendición eterna.
2.
Crismación. Se realiza junto con el Santo Bautismo y otorga los dones del
Espíritu Santo a la persona que está siendo bautizada.
3. Santa Eucaristía/ Santa Comunión, que alimenta al fiel con el Cuerpo y la Sangre de Cristo y le otorga la vida eterna.
4. Arrepentimiento y Confesión, que otorga perdón de los pecados.
5.
Matrimonio, que bendice y santifica la unión del hombre y de la mujer.
6. Sacerdocio, que designa a los pastores espirituales de la Iglesia (diáconos, presbíteeros y obispos).
7. Santa Unción, que cura a los enfermos.
Bautismo, Crismación, Santa Comunión y Confesión son
Sacramentos obligatorios. Matrimonio, Sacerdocio y Santa
Unción son opcionales. Santa Comunión, Confesión y Matrimonio son
repetibles (Matrimonio hasta tres veces). Bautismo, Crismación y Sacerdocio no
son repetibles.
Como podemos ver, la salvación del hombre es imposible sin la Gracian de los Santos Misterios. Buenas obras no son suficientes. Es esencial para nosotros estar santificándonos continuamente por los Santos Misterios de la Iglesia. Alguna gente que en su ignorancia dice que "no es necesario ir a la Iglesia, es necesario ser una buena persona y Dios te llevará al Paraíso", debería tomar note de esto. Esto es una gran decepción y una trampa del diablo. Además de nuestras buenas acciones, la Gracia Divina que es otorgada através de los Santos Misterios de la Iglesia es totalmente necesaria.
¿Cómo deberíamos aprovechar los Santos Sacramentos?
Aunque los Santos Sacramentos actúan independientemente de la condición moral del sacerdote que los celebra, sus resultados dependen de la condición espiritual de los fieles que participan en ellos. Para que la Divina Gracia sea efectiva sobre alguien, el debe de estar correctamente preparado para recibirla.
El
Apóstol Pablo nos enseña, concerniente a la Sagrada Comunión, que quien
participe del Cuerpo y de la Sangre del Señor indignamente, tre la condenación
sobre sí mismo (ver 1 Cor. 11:29). Los Santos Sacramentos no otorgan la Gracia
Divina de modo mágico.
18.3. EL SACRAMENTO DEL SANTO BAUTISMO
El Sacramento del Santo Bautismo en general
El Bautismo es la puerta mediante la cual el hombre entra en la Iglesia y oficialmente se convierte en miembro y heredero de las promesas eternas. Es el comienzo y la fuente de todos los Santos Misterios, porque quien es bautizado inmediatamente recibe el derecho a participar en todos los demás Misterios o Sacramentos.
La fundación del bautismo cristiano
El Santo Bautismo es un Sacramento instituído por Dios. Fue fundado y entregado a nosotros por el Mismo Cristo. Concerniente a la importancia del Bautismo, Cristo reveló a Su discípulo Nicódimo que "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios." (Jn. 3:3-5).
También, un poco antes de la Ascensión de Cristo a los Cielos, Él explícitamente ordenó a Sus discípulos: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mat. 28:19). Los Apóstoles hicieron esto, y la Iglesia también continúa haciéndolo hasta el día de hoy.
Los regalos del Espíritu Santo
A. El perdón de los pecados. San Pablo nos enseña
que durante el bautismo el hombre participa en la muerte y resurrección de
Cristo; él muere al pecado y es elevado junto con Cristo (Rom. 6:3-5).
Durante el bautismo, el "antiguo hombre", el hombre
del pecado, es muerto. (Rom. 6:6, Efe. 4:22; Col. 3:9). El agua santificada de
la pila bautismal nos limpia el Pecado Original y de todos los pecados
personales de quien se bautiza. El bautismo es el baño espiritual que limpia el
alma y la deja "más
blanca que la nieve". (Sal.
50/(51):9).
B. Renacimiento
y regeneración. De acuerdo con las palabras del Señor a Nicodemo que
mencionamos anteriormente (Jn. 3:3-5), en el bautismo un nacimiento
sobrenatural tiene lugar. Esta regeneración inicia al hombre en una nueva vida.
Con el Bautismo, el hombre recupera el hombre recupera la belleza anterior
que tenía antes del Pecado Original. La imagen de Dios que estaba manchada por
causa del pecado es limpiada, y el alma brilla con gloria divina.
Bautismo
de Infantes y Bautismo de Necesidad
En la
antigua Iglesia, el bautismo era realizado a una edad madura y después de una
serie de lecciones, con suficiente catecismo. Después, la Iglesia estableció
el bautismo infantil, por dos razones. En primer lugar, para
que el niño pueda recibir la Santa Comunión y las bendiciones de la Iglesia
desde la infancia; y segundo, para que no se vaya de este mundo sin estar
bautizado si muriese a una temprana edad.
Sin
embargo, el bautismo infantil fue establecido por la Iglesia con la
presuposición de que los padres fuesen Cristianos conscientes y devotos. En
adición, una persona responsable debería ser oficialmente responsable del
aprendizaje del niño sobre su fe. Esta persona es conocida como el padrino.
En el
caso en que una vida infantil esté en peligro antes de ser bautizado, entonces
el bautismo aéreo puede ser realizado por un Cristiano
Ortodoxo del siguiente modo: Él eleva al infante tres veces en el aire
diciendo: "El siervo de Dios (nombre) es bautizado en el
nombre del Padre (1ª elevación) y del Hijo ( 2ª elevación) y del Espíritu Santo
(3ª elevación). Amén". El infante entonces es considerado
bautizado.
Confesión, el Segundo
Bautismo
El Bautismo no es repetible. Así como
un nacimiento natural sólo tiene lugar una vez, del mismo modo el bautismo, que
es nacimiento espiritual, es realizado sólo una vez.
Pero
qué pasa si alguien peca después del bautismo? La Iglesia, siguiendo las
enseñanzas y el ejemplo del Señor, nombró un segundo bautismo: el Misterio
del Arrepentimiento y Confesión ( del griego "Μετάνοια", Metania: introspección y reconocimiento,
arrepentimiento y confesión). El Cristiano puede acercarse a este Sacramento
cada vez que él peque, y una vez que él se ha confesado sus pecados con
arrepentimiento, él recibe el perdón de los pecados.
19. LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS.
11. " Espero la Resurrección de los muertos..."
19.1. LA MUERTE
El significado de la muerte
El 11º artículo del Símbolo de la Fe
(el Credo) dice: "Espero
la Resurrección de los muertos." Antes
de profundizar en este importante tema sobre la resurrección de los
muertos, trataremos sobre el acontecimiento que la precede: la muerte.
La muerte es la separación del alma del cuerpo, lo cual tiene como resultado la muerte y el deterioro del cuerpo. La muerte es algo que a todos pasará sin excepción. Pero aunque la muerte es el evento más seguro, la hora de la muerte es lo más incierto en nuestra vida. Y la razón por la cual Dios nos lo ha ocultado, es para que estemos atentos y siempre preparados para nuestra salida.
¿Por qué la muerte?
El hombre no fue creado por Dios para morir, sino para vivir eternamente. Después, el pecado entró en su vida como consecuencia del pecado. Por lo tanto, la muerte es una situación innatural. Por esto es por lo que toda persona teme la muerte.
Pero la filntropía de Dios está detrás de la muerte. Él consintió que existiese la muerte "para que el mal no fuese eterno" (San Gregorio el Teólogo).
La hora de la muerte y la salida de las almas
Y llegamos a la hora de la muerte. San Juan Crisóstomo enseña que "en ese momento, el alma no quiere salir del cuerpo y se mueve más adentro y está asustada y terrificada" ( II Homilía Sobre el Hombre Rico y Lázaro). La muerte es especialmente aterradora para los pecadores (Sal. 33/(34):22). Por el contrario, la muerte del justo es tranquila, pacífica y calmada.
Después de la salida del cuerpo, todas las almas son atacadas por espíritus malignos que demandan que las almas les sean entregadas a ellos. En este espantoso momento, el alma es examinada intensivamente por sus actos por los demonios, y se produce una dura lucha entre los ángeles y los demonios en cuanto a quién tomará el alma. Los demonios acusan a las almas de sus pecados, mientras que los ángeles presentan sus buenas obras realizadas (dar limosna, ayunar, orar, etc.). Los espíritus malignos se llaman telonios (demonios-custodios).
La enseñanza sobre la existencia de los telonios está respaldada por las palabras que Cristo habló un poco antes de su Pasión: "No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí" (Jn. 14:30). Es decir, el no encontrará nada en mí que le pertenezca.
La existencia de los telonios es también aceptada por muchos de los Padres de la Iglesia.
Si al final se descubrió que el alma había vivido "piadosamente y de una manera agradable a Dios", los ángeles la reciben y "entra en esa alegría inefable" de la vida eterna. Pero, si se descubre que el alma ha vivido "descuidadamente y pródigamente", entonces los ángeles buenos la abandonan con profundo lamento y "es recibida por esos demonios oscuros para que puedan arrojarla con mucha malevolencia a las prisiones del Hades" (San Cirilo de Alejandría, "Sobre el Éxodo del Alma y Sobre la Segunda Venida" pág. 77, 1073C-1076D).
19.2. VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
La significativa parábola del "Hombre Rico y Lázaro" nos ofrece mucha información sobre la vida de las almas en el otro mundo (ver Lc. 16:22-31). Esta parábola nos da información sobre los siguientes temas:
1. ¿Cómo y dónde son las almas transferidas después de la muerte?
Las almas de los justos son llevadas "por los ángeles" "al seno de Abraham", en otras palabras al Paraíso. Por el contrario, las almas de los pecadores que no se han arrepentido son llevadas por los demonios "al lugar de los tormentos", en otras palabras, al Hades.
2. ¿ Cómo viven las almas en la otra vida?
La condición en que se encuentran las almas después de la muerte, y permanecen allí hasta la Seguna Venida, es llamado el "Estadio Medio". Es un estado de anticipación y el alma experimenta una muestra o anticipo de lo que disfrutará en su totalidad después de la Segunda Venida. Las almas de los justos son felices y disfrutan, mientras que las almas de los pecadores son tormentadas y sufren.
3. Es imposible pasar de una condición a otra.
El alma de una persona justa no puede ir al Hades, ni tampoco el alma de una persona condenada puede ir al Paraíso. Porque como Abraham dice, entre las dos condiciones hay "un gran abismo".
4. Las almas se reconocen.
El hombre rico reconoció a Lázaro; él también reconoció a Abraham, que vivió muchos siglos atrás. Consecuentemente, las almas se reconocen, y de hecho, en un grado mayor que previamente.
5. Las almas recuerdan y rezan por nosotros.
Vemos que el hombre rico recordaba a sus hermanos y estaba preocupado por ellos. Consecuentemente, nuestros amigos y parientes que han partido piensan en nosotros y rezan por nosotros. En particular, los santos rezan e interceden por nosotros, y por encima de todo la Siempre-Virgen María, la Madre de Dios.
Reencarnación
De acuerdo con esta teoría, tras la muerte las almas ¡vuelven a entrar en otros cuerpos humanos o incluso en animales! La Iglesia rechaza la teoría de la reencarnación, considerándola un engaño del diablo. San Pablo nos enseña que un hombre muere I"una vez" (Heb. 9:27) y luego sigue el juicio. Además, si un alma pasase por muchos cuerpos, cuando la Resurrección General tenga lugar, a cuál de todos los cuerpos regresará? Entonces, ¿qué pasará con el resto de cuerpos? ¿Con qué alma será levantado? Esta teoría de la reencarnacón es compatible con muchas razas antiguas y filósofos como Platón. Hoy es una enseñanza del Budismo, del Hinduísmo, de la Teosofía y del Espiritismo.
Comunicación con las almas (Mediums)
Otro engaño del diablo es el mediumismo. El mediumismo es la cominucación con el mundo de los espíritus malignos la cual se logra a través de personas que se llaman mediums. El el médium supuestamente recurre a los familiares de la persona muerta. Además, los parientes mismos supuestamente pueden ver a sus seres queridos y hablar con ellos.
La Fe Cristiana no acepta este fenómeno, porque inmediatamente después de la muerte el alma va al "estado medio" y no regresan a la tierra. La voz de los fallecidos o la imagen que aparece es claramente una obra de Satán. Los demonios pueden imitar perfectamente la voz de nuestros seres queridos o tomar su imagen. Los mediums son innegablemente instrumentos del diablo.
19.3. SERVICIOS MEMORIALES
Oraciones por los difuntos. Servicios memoriales.
Así como las almas de los que han dormido oran por nosotros, del mismo modo nosotros oramos también por ellos. Desde los primeros años Cristianos, la Iglesia estableció oraciones especiales para las almas que han partido.
También estableció los Servicios Memoriales, que son realizados en días específicos.
La Iglesia celebra los Servicios Memoriales en los siguientes días: Al tercer día de la muerte en honor a Cristo que ascendió al tercer día, y a quienes rezamos para interceder por el descanso de sus almas; y en el cuadragésimo día por la Ascensión del Salvador que tuvo lugar cuarenta días después de la Resurrección. Después de esto, tenemos los Servicios Conmemorativos realizados tres meses, seis meses y nueve meses después de la muerte, y finalmente, los Servicios Conmemorativos anuales.
La Iglesia también estableció el Día de los difuntos dos veces al año, el Sábado antes del Domingo de Abstinencia de carne y el Sábado antes de Pentecostés, para rezar por todos los que se han ido de esta vida sin funerales o servicios memoriales (como aquellos que se perdieron en el mar, en el desierto, en la guerra, etc.) y nos invita a rezar por su reposo.
En el servicio memorial, se ofrece koliva, que es grano principalmente de trigo cocido, en ocasiones junto con otros cereales. La koliova contiene un simbolismo didáctico. Así como el trigo cae en la tierra, se deteriora y se descompone, y luego brota una nueva planta, del mismo modo, cuando una persona muere, su cuerpo es enterrado en la tierra, se deteriora y se descompone, pero un día resucitará, más bello, y adquirirá una nueva vida, imperecedera y eterna.
Los benficios de los Servicios Memoriales.
¿Reciben las almas beneficio de los servicios memoriales? Tras la muerte las lams no pueden cambiar la condición en que se encuentran. Sin embargo, los servicios memoriales las ofrecen una especie de confort. En la Sagrada Escritura vemos que las oraciones son ofrecidas por aquellos que han dormido, para que encuentren misericordia en el Día del Juicio (ver Mc. 12:40-43; Tim. 1:18). Incluso los Santos Padres de la Iglesia nos enseñan que las almas reciben beneficio a través de nuestras oraciones, los Servicios Memoriales, y especialmente cuando son conmemorados durante la Divina Liturgia. Cuánto las almas son beneficiadas y ayudadas, sin embargo, no lo sabemos.
También, las almas reciben gran beneficio de la limosna que ofrecemos en su nombre. Todo esto que hacemos por las almas de nuestros seres queridos, también nos beneficia a nosotros personalmente, porque son acciones de amor y Dios las bendice. También refuerzan nuestra fe en la vida futura y mantienen encendida la esperanza de que nos encontremos de nuevo.
19.4. LA RESURRECIÓN DE LOS MUERTOS
La fundación de la Iglesia
Examinemos el importante dogma concerniente a la resurrección de los muertos. Esta gran verdad es proclamada en el artículo 11º del Santo Credo, que establece: "Espero la Resurrección de los muertos". En otras palabras, espero, con deseo y anhelo, la resurrección de los muertos. Esta creencia de la resurrección de los muertos, junto con la creencia de la Resurrección de Cristo, consiste en la base fundamental de la Iglesia y en el tema central de las enseñanzas de los Apóstoles.
El Apóstol Pablo desarrolla este gran tema en capítulo 15 de su Primera Epístola a los Corintios, diciendo entre otras cosas que "si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó." (1 Cor. 15:13). Y si Cristo no resucitó, entonces nuestra fe es inútil y vacía, y los que hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, somos los más desdichados y lamentables de todos los hombres.
Pero, "¡no!" continúa el apóstol Pablo: Cristo resucitó de los muertos y con Su Resurrección Él se convirtió en "las primicias de los que han dormido" (1 Cor. 15:14-20), es decir, el primero de entre los muertos que ascendió y continúa viviendo (Rom. 6:9).
La fundación de la Iglesia
Examinemos el importante dogma concerniente a la resurrección de los muertos. Esta gran verdad es proclamada en el artículo 11º del Santo Credo, que establece: "Espero la Resurrección de los muertos". En otras palabras, espero, con deseo y anhelo, la resurrección de los muertos. Esta creencia de la resurrección de los muertos, junto con la creencia de la Resurrección de Cristo, consiste en la base fundamental de la Iglesia y en el tema central de las enseñanzas de los Apóstoles.
El Apóstol Pablo desarrolla este gran tema en capítulo 15 de su Primera Epístola a los Corintios, diciendo entre otras cosas que "si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó." (1 Cor. 15:13). Y si Cristo no resucitó, entonces nuestra fe es inútil y vacía, y los que hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, somos los más desdichados y lamentables de todos los hombres.
Pero, "¡no!" continúa el apóstol Pablo: Cristo resucitó de los muertos y con Su Resurrección Él se convirtió en "las primicias de los que han dormido" (1 Cor. 15:14-20), es decir, el primero de entre los muertos que ascendió y continúa viviendo (Rom. 6:9).
La Resurrección de Cristo será seguida por la Resurreción General. Ya que Cristo, que es la cabeza, resucitó, Su cuerpo, que es la Iglesia (es decir todos los fieles) , también serán resucitados.
El significado de la Resurrección de los muertos
¿Qué queremos decir cuando decimos la resurrección de los muertos? De acuerdo con la revelación divina: a) el cuerpo que ha sido sepultado en la tierra y se ha disuelto, será recreado. En otras palabras los elementos materiales del cuerpo se reunirán y crearán un cuerpo una vez más. b) El alma, que fue separada del cuerpo por la muerte, regresará y será de nuevo unida a él. c) El cuerpo cobrará vida y resucitará incorrupto e inmortal para vivir eternamente.
Objeciones
Esta gran verdad concerniente a la resurrección de lo muertos es muy difícil ser aceptada por una persona, porque es contraria a la lógica humana y a la experiencia. ¿Cómo es posible para el cuerpo que se deteriora en la tierra y se disuelve, resucitar? Respondemos:
1. El evento de la resurrección de los muertos no será un acto de poder humano. Será una realización del Dios Todopoderoso. Para Dios, nada es imposible. (Luc. 1:37). Así como Dios creó el Universo con su todopoderoso logos, y de hecho sin materia preexistente, así es como ahora Él resucitará los cuerpos muertos.
1. El evento de la resurrección de los muertos no será un acto de poder humano. Será una realización del Dios Todopoderoso. Para Dios, nada es imposible. (Luc. 1:37). Así como Dios creó el Universo con su todopoderoso logos, y de hecho sin materia preexistente, así es como ahora Él resucitará los cuerpos muertos.
2. La justicia de dios lo demanda. "Porque vemos a muchos justos ser tratados injustamente, así como a muchos pecadores y gente injusta prosperar con riquezas y lujos. Ha de haber una resurrección, porque Dios es justo y Él recompensa a los que diligentemente Le buscan" (Hebreos 11:6)...y dado que el alma realiza el bien y el mal junto con el cuerpo, juntos recibirán también tanto las recompensas como los castigos ". (San Juan Damasceno, Sobre la Resurrección 27[100], p.144 [en griego]).
3. El alma ha sido santificada por el bautismo, ha sido nutrida con la Santa Comunión y se ha convertido en "el templo de Dios" (1 Cor. 3:16). "¿Cómo, por lo tanto, puede el cuerpo ceder a la mortalidad y no compartir en la vida, ya que se nutre del Cuerpo y la Sangre del Señor? (San Irineo, Migne 7, 1028-29 [en griego]).
Testimonios de la Santa Escritura
La realidad de la resurrección de los muertos no es una invención humana. El Mismo Dios nos lo ha revelado a nosotros en la Santa Escritura.
1. Testimonios del Antiguo Testamento.
El profeta Isaías proclamó que: "Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán." (Is. 26:19). También se hace referencia en el libro de II Macabeos, donde uno de los siete heroicos hermanos dijo al tirano que le estaba torturando: " De Dios recibí estos miembros, pero por sus leyes los desprecio, y de él espero recobrarlos." (2 Macabeos 7:11). Pero el texto más característico concerniente a la resurrección de los muertos es la profecía de Ezequiel. Es una visión que vio el profeta, en la que él se vió a sí mismo en una llanura que estaba llena de huesos humanos. Por mandamiento de Dios les profetizó, y los huesos se juntaron, se cubrieron de carne y finalmente volvieron a la vida. (Ezeq. 37:1-14).
2. Testimonios del Nuevo Testamento
a. El primero y principal testimonio es del Mismo Cristo, que nos aseuró diciendo: "porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación." ( Jn. 5:28-29).
b. El segundo es del Apóstol Pablo, que no dice: "Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él." I Tes. 4:14).
c. El Apóstol Pablo también habla extensamente sobre la resurrección de los muertos en el capítulo 15 de su primera epístola a los Corintios.
Y una prueba más. La Santa Escritura está repleta de profecías. La mayoría de ellas se han cumplido al pie de la letra. Esto nos garantiza que las profecías que se refieren a la resurrección de los muertos, también se cumplirán.
Testimonios de la naturaleza.
Aparte de la Santa Escritura, Dios permitió que este gran misterio de la resurrección sea manifestado con ejemplos en la naturaleza. Aparte del ejemplo de la semilla de trigo que ya hemos mencionado, San Cirilo de Jerusalén añade: "Ahora es invierno. Los árboles están como muertos. ¿Dónde están las hojas de la higuera o las hojas del viñedo? En primavera sin embargo, los árboles volverán a vivir, serán vestidos de nuevo con sus hojas, como si resucitasen de sus tumbas. Porque Dios conoce tu incredulidad, por esta razón cada año Él repite la resurrección mediante estos fenómenos naturales, para que creas que si esto ocurre a cosas que no tienen un alma, también tendrá lugar entre las creaciones lógicas que tienen un alma" (Catequesis XVIII, 6-7 [en griego]).
¿ Cómo tendrá lugar la Resurrección de los muertos ?
Examinemos cómo el Apóstol Pablo describe la Resurrección de los muertos. En la primera epístola a los Tesalonicenses, él escribe: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:16-17).
Y en otra parte: "Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad." (1 Cor. 52,53).
Aparte de la Santa Escritura, Dios permitió que este gran misterio de la resurrección sea manifestado con ejemplos en la naturaleza. Aparte del ejemplo de la semilla de trigo que ya hemos mencionado, San Cirilo de Jerusalén añade: "Ahora es invierno. Los árboles están como muertos. ¿Dónde están las hojas de la higuera o las hojas del viñedo? En primavera sin embargo, los árboles volverán a vivir, serán vestidos de nuevo con sus hojas, como si resucitasen de sus tumbas. Porque Dios conoce tu incredulidad, por esta razón cada año Él repite la resurrección mediante estos fenómenos naturales, para que creas que si esto ocurre a cosas que no tienen un alma, también tendrá lugar entre las creaciones lógicas que tienen un alma" (Catequesis XVIII, 6-7 [en griego]).
¿ Cómo tendrá lugar la Resurrección de los muertos ?
Examinemos cómo el Apóstol Pablo describe la Resurrección de los muertos. En la primera epístola a los Tesalonicenses, él escribe: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:16-17).
Y en otra parte: "Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad." (1 Cor. 52,53).
Aquí también vemos que la Resurrección de los muertos tendrá lugar en la Segunda Venida del Señor. Y mientras los muertos serán levantados "incorruptibles", los cuerpos de aquellos que entonces estén vivos cambiarán, convirtiéndose también en incorruptibles e inmortales, como los de los que han sido resucitados.
¿Cómo serán los cuerpos resucitados?
Por lo que podemos concluir de los textos sagrados, la resurrección de los cuerpos será como ellos son ahora, pero tendrán propiedades diferentes. Ellos serán incorruptibles e inmortales. No tendrán las necesidades las necesidades físicas que tienen ahora. No tendrán hambre ni sed, ni sentirán dolor; no se pondrán enfermos, ni se reproducirán. (ver Mat. 22:30).
Todos los cuerpos serán resucitados. Pero como San Cirilo observa, no todos serán lo mismo. Los justos recibirán un cuerpo "celestial" (1 Cor. 15:40), de modo que puedan acompañar a los ángeles. Serán gloriosos y brillantes, como lo era el Cuerpo de Cristo después de su Resurrección (ver Filip. 3:20-21). Por el contrario, aunque los cuerpos de los pecadores también serán resucitados ( ya que la resurrección es un regalo común a la naturaleza del hombre), ellos serán oscuros y feos. Ellos serán también incorruptibles e inmortales; sin embargo, no disfrutarán de la bendición eterna, sino que sufrirán castigos y tormentos eternos.
La creencia en la Resurrección de los muertos
San Cirilo de Jerusalén dice que esta creencia y esperanza en la resurrección de los muertos es la "raíz de todas las buenas obras". Aquel que crea que su cuerpo será resucitado, tiene cuidado de preservarlo puro e incorrupto. Y como una prenda del alma, no lo manchará con pecados carnales y otras inmundicias. ( Catequesis XVIII).
Por el contrario, quien no cree en la resurrección de los muertos y en las consecuencias, se revolcará en el barro del pecado, sin ninguna restricción. San Pablo enseña que "si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos." (ver 1Cor.15:32).
20. LA VIDA FUTURA POR VENIR
12. " Y la vida del mundo futuro."
Después de la resurrección de los muertos y del Juicio Universal, continuará "la vida del mundo futuro". La primera característica de la vida futura es que es eterna (Lc. 1:33); no tendrá fin. Además será inalterable. Después del juicio final, la condición del hombre no será posible cambiarla. Finalmente, la vida eterna será en dos formas, es decir, habrá dos formas o condiciones completamente distintas de eternidad. Para los justos habrá gloria eterna y bienaventuranza -Paraíso- , mientras que para los impíos y los no arrepentidos habrá condenación eterna y tormento: Infierno.
20.1. INFIERNO.
¿Existe el Infierno?
Mucha gente mantiene que el Infierno no existe. Dicen que es imposible para el Dios del amor haber preparado un Infierno, dentro del cual Él arrojará Sus creaciones para que sean torturadas, y además para la eternidad. ¿Qué respuesta podemos dar a esto?
1. Para comenzar, el concepto de Infierno y Paraíso no es una invención humana. Cielo e Infierno son verdades que el Mismo Cristo nos reveló. Sus palabras son muy claras. Después de la Segunda Venida, existirán dos condiciones: "el Reino" -Paraíso- que Dios ha preparado para los justos, y el "fuego eterno" -Infierno- que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles, y donde se encontrarán los pecadores (Mat. 25:34 y 41). Consecuentemente, cualquiera dude de la existencia del Infierno presenta a Dios "como a un mentiroso" (San Juan Crisóstomo).
2. La opinión de que Dios en su bondad no puede, por ejemplo, castigar al hombre, no es nada más que una trampa malvada del diablo. " El diablo sabe que el temor al Infierno es un lazo que retiene al alma y la reprime del mal. Él por lo tanto intenta de todos los modos ocultárnoslo, para arrojarnos más facilmente al abismo" (San Juan Crisóstomo).
Además, como podemos ver en la historia, Dios no sólo amenaza, sino que también lleva a cabo sus amenazas cuando no existe arrepentimiento. Recordemos el Gran Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, etc. "Si toda esta gente fue castigada, ¿por qué deberíamos nosotros estar excluídos? ¿Podría esto no ser lógico, cuando nosotros hemos cometido tantos pecados mortales? El asunto es sencillo. No somos castigados ahora, porque el castigo futuro nos espera" (San Juan Crisóstomo).
3. La existencia del Infierno y del Paraíso es requerida por la justicia de Dios. "Cuando ves robos, injusticias, asesinatos, etc. que no son castigados, lo quieras o no, has de aceptar la existencia del Infierno, porque Dios no es injusto y no discrimina. Dios sería injusto si Él dejase a tantos pecadores sin castigo y a tantos injustos ser tortutados". (San Juan Crisóstomo).
¿Qué es el Infierno?
Pero, ¿qué es el Infierno? Es algo que no puede ser descrito con palabras. Nuestro Señor, para describir el Infierno, usa las más horribles palabras de este mundo. Él llama al Infierno "fuego eterno" (Mat. 18:8), "el horno de fuego, y allí será el llorar y el crujir de dientes" (Mat. 13:42), "las tinieblas de afuera" (Mat. 25:30), y también "donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (Mc. 9:44).
Éstas, desdeluego, son sólo imágenes y descripciones. La realidad será mucho más aterradora. "Las palabras no pueden describir el horror del Infierno. LLoraremos, pero nadie nos mostrará simpatía. Gemiremos, pero nadie nos oirá. Nos quejaremos, pero nadie nos prestará ninguna atención. Miraremos a nuestro alrededor en agonía, pero no encontraremos consuelo desde ninguna parte. ¡ Oh, qué miseria, qué miseria la de las almas que se encontrarán en esta condición!" ( San Juab Crisóstomo, Themata Zoës, Vol. I, p. 71 [en griego]).
Todos estos sufrimierntos atormentarán no sólo al cuerpo del hombre, sino también a su alma, para la cual será mucho más doloroso.
a. El primer y principal tormento será la ausencia de la presencia de Dios. El alma será aislada de Dios para siempre y perderá toda comunicación con Él. No hay nada más terrible que esto. Por último, el Infierno es la ausencia de Dios, mientras que el Paraíso es la presencia de Dios.
b. El tener una conciencia culpable es el segundo tormento del alma. Los pecados serán presentados constantemente ante el alma y la culpa la torturará, pero sin ningún resultado.
c. El tercer tormento que el alma sufrirá es la indescriptible vergüenza que el pecador sentirá. Todas sus obras serán reveladas todos las verán. San Basilio el Grande dice que esta vergüenza que el alma experimentará será todavía mayor y más espantosa que la oscuridad y el fuego eterno.
d. Finalmente, el pecador estará constantemente junto a los malvados y horribles demonios, quienes estarán orgullosos de haber conseguido conquistarle y arrojarle en su reino oscuro para sufrie eternamente junto a ellos.
" Eterno "
Independientemente de lo terrificadoras que sean estas imágenes, hay algo más terrible aún, lo cual destruye toda esperanza. El Infierno será para la eternidad. Nunca terminará; nunca. Allí, la muerte será inmortal.Si el Infierno terminas en un millón de años - como afrima el dicho- independientemente de lo terrible que fuese, podría tener un final. Pero el Infierno - independientemente de lo terrible que sería, -¡ay !- ¡ no tendrá fin! Esto es lo más terrible de todo.
¿ Por qué eterno?
Una pregunta que a menudo se plantea es: ¿Por qué Dios, por unos pocos años de pecado, castiga a una persona por toda su existencia? ¿Cómo puede Dios amar a la humanidad (filantropía) de un modo acorde con que Él pueda ver a Su creación sufrir eternamente? ¿Cómo puede ser esto comparado con la justicia de Dios? ¿Es justo que por unos pocos años de pecado el hombre deba ser condenado para toda la eternidad? ¿Qué respuesta deberíamos dar a esto?
A. En primer lugar, nadie puede dudar que Dios ama a la humanidad. Cualquiera que haya pecado y se haya arrepentido sinceramente, ha encontrado la puerta del Paraíso abierta. Y si cada pecador se arrepintiese, todos podrían entrar al Paraíso, porque Dios "desea que todos los hombres se salven" (1 Tim. 2:4).
El Infierno no fue creado para el hombre; fue para "el demonio y sus ángeles" (Mat. 25:41), porque los demonios son pecadores impenitentes, es decir, que no se pueden arrepentir. El alma de la persona que voluntariamente persiste en pecar, se endurece. Esta condición es permanente e incurable. Consecuentemente, el pecador impenitente imita a los demonios, que permanecen indiferentes ante el amor de Dios. El amor de Dios no puede remediar esta condición de endurecimiento a no ser que Él anule la libertad del hombre. Pero Dios siempre respeta el libre albedrío del hombre. El no quiere salvarnos por la fuerza o compulsión. Al final, el mismo hombre elige el Infierno cuando él se rinde al pecado, lo que hace que su naturaleza sea como la de los demonios.
En esta condición, aunque Dios le pusiese en el Paraíso, sería imposible para él estar allí; no sería capaz de soportarlo. Así lo aconseja San Pablo: "antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado." (Heb. 3:13).
B. Concerniente a la segunda parte de la cuestión, de por qué la vida de un pecador durante algunos años debería ser castigado con el Infierno eterno y cómo puede ser esto comparado con la Justicia de Dios, respondemos como sigue:
a. En primer lugar, algo similar sucede en términos humanos. Un crimen, por ejemplo un asesinato, es cometido en un momento. Pero el asesino es condenado a cadena perpetua, o es ejecutado.
b. El pecado es temporal, pero el Dios cuyas leyes violamos es infinito y eterno. Y el que se atreve a pecar no menosprecia las leyes humanas, sino las leyes del eterno y todopoderoso legislador.
c. Dios castiga eternamente un pecado temporal, porque no considera el hecho tanto como la intención del hombre. No podemos decir que el que muere sin arrepentirse ha dejado de pecar. Si viviera eternalmente en la tierra, pecaría eternamente. "La persona que persiste en pecar hasta su último respiro y no se arrepiente, continuará pecando eternamente, si la muerte no termina su vida. Por esto es por lo que él recibe el castigo eterno por el justo juicio de Dios ". (San Macario de Patmos, Evang. Salpinx p. 317 [en griego]).
d. La justicia de Dios es manifestada incluso en el Infierno, porque allí hay varios niveles de castigo. Nadie será castigado en el mismo grado. Esto es confirmado por las palabras de Cristo: "Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá." (Luc. 12:47-48). Esto muestra en el grado del castigo (ver Mat. 10:15; 11:21-24).
20.2. PARAÍSO.
Indescriptible belleza
Examinemos ahora el Paraíso. Desde el principio debemos señalar que el Paraíso que tomaremos no es el Jardín del Edén donde Dios primero colocó a Adán y Eva. Ese Paraíso era uno terrenal. El Paraíso en el que los justos vivirán después de la Segunda Venida será celestial y eterno.
No hay palabras para describir la belleza y la bendición del Paraíso. San Pablo, quien en su tiempo de vida tuvo el honor de ir al Paraíso, dice que: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman." (1 Cor. 2:9).
Imágenes del Paraíso
La Santa Escritura, así como proporciona imágenes concernientes al Infierno, también proporciona imágenes para darnos una idea sobre el Paraíso. Pero estas imágenes, así como las del Infierno, son también muy pobres descripciones de su realidad. La primera imagen es su nombre, Paraíso, lo cual significa un jardín con árboles exquisitos, con agua corriente, pájaros cantando, etc. El Paraíso es también descrito como "una gran Cena" (Luc. 14:16)preparado por el Padre celestial; es comparado con "unas Bodas reales" (Mat. 22:2-14), y más.
La imagen más majestuosa del Paraíso es la descrita en el Libro del Apocálipsis de San Juan. Es la Ciudad Celestial que Dios ha preparado como lugar de la vivienda para Sus hijos; un lugar de alegría eterna (ver Apoc. 21:10). San Juan dice: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido (Jesús Cristo). Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios." (Apoc.21:1-3). Entonces, esto es el Paraíso: la morada de Dios junto con el hombre.
12. " Y la vida del mundo futuro."
Después de la resurrección de los muertos y del Juicio Universal, continuará "la vida del mundo futuro". La primera característica de la vida futura es que es eterna (Lc. 1:33); no tendrá fin. Además será inalterable. Después del juicio final, la condición del hombre no será posible cambiarla. Finalmente, la vida eterna será en dos formas, es decir, habrá dos formas o condiciones completamente distintas de eternidad. Para los justos habrá gloria eterna y bienaventuranza -Paraíso- , mientras que para los impíos y los no arrepentidos habrá condenación eterna y tormento: Infierno.
20.1. INFIERNO.
¿Existe el Infierno?
Mucha gente mantiene que el Infierno no existe. Dicen que es imposible para el Dios del amor haber preparado un Infierno, dentro del cual Él arrojará Sus creaciones para que sean torturadas, y además para la eternidad. ¿Qué respuesta podemos dar a esto?
1. Para comenzar, el concepto de Infierno y Paraíso no es una invención humana. Cielo e Infierno son verdades que el Mismo Cristo nos reveló. Sus palabras son muy claras. Después de la Segunda Venida, existirán dos condiciones: "el Reino" -Paraíso- que Dios ha preparado para los justos, y el "fuego eterno" -Infierno- que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles, y donde se encontrarán los pecadores (Mat. 25:34 y 41). Consecuentemente, cualquiera dude de la existencia del Infierno presenta a Dios "como a un mentiroso" (San Juan Crisóstomo).
2. La opinión de que Dios en su bondad no puede, por ejemplo, castigar al hombre, no es nada más que una trampa malvada del diablo. " El diablo sabe que el temor al Infierno es un lazo que retiene al alma y la reprime del mal. Él por lo tanto intenta de todos los modos ocultárnoslo, para arrojarnos más facilmente al abismo" (San Juan Crisóstomo).
Además, como podemos ver en la historia, Dios no sólo amenaza, sino que también lleva a cabo sus amenazas cuando no existe arrepentimiento. Recordemos el Gran Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, etc. "Si toda esta gente fue castigada, ¿por qué deberíamos nosotros estar excluídos? ¿Podría esto no ser lógico, cuando nosotros hemos cometido tantos pecados mortales? El asunto es sencillo. No somos castigados ahora, porque el castigo futuro nos espera" (San Juan Crisóstomo).
3. La existencia del Infierno y del Paraíso es requerida por la justicia de Dios. "Cuando ves robos, injusticias, asesinatos, etc. que no son castigados, lo quieras o no, has de aceptar la existencia del Infierno, porque Dios no es injusto y no discrimina. Dios sería injusto si Él dejase a tantos pecadores sin castigo y a tantos injustos ser tortutados". (San Juan Crisóstomo).
¿Qué es el Infierno?
Pero, ¿qué es el Infierno? Es algo que no puede ser descrito con palabras. Nuestro Señor, para describir el Infierno, usa las más horribles palabras de este mundo. Él llama al Infierno "fuego eterno" (Mat. 18:8), "el horno de fuego, y allí será el llorar y el crujir de dientes" (Mat. 13:42), "las tinieblas de afuera" (Mat. 25:30), y también "donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga" (Mc. 9:44).
Éstas, desdeluego, son sólo imágenes y descripciones. La realidad será mucho más aterradora. "Las palabras no pueden describir el horror del Infierno. LLoraremos, pero nadie nos mostrará simpatía. Gemiremos, pero nadie nos oirá. Nos quejaremos, pero nadie nos prestará ninguna atención. Miraremos a nuestro alrededor en agonía, pero no encontraremos consuelo desde ninguna parte. ¡ Oh, qué miseria, qué miseria la de las almas que se encontrarán en esta condición!" ( San Juab Crisóstomo, Themata Zoës, Vol. I, p. 71 [en griego]).
Todos estos sufrimierntos atormentarán no sólo al cuerpo del hombre, sino también a su alma, para la cual será mucho más doloroso.
a. El primer y principal tormento será la ausencia de la presencia de Dios. El alma será aislada de Dios para siempre y perderá toda comunicación con Él. No hay nada más terrible que esto. Por último, el Infierno es la ausencia de Dios, mientras que el Paraíso es la presencia de Dios.
b. El tener una conciencia culpable es el segundo tormento del alma. Los pecados serán presentados constantemente ante el alma y la culpa la torturará, pero sin ningún resultado.
c. El tercer tormento que el alma sufrirá es la indescriptible vergüenza que el pecador sentirá. Todas sus obras serán reveladas todos las verán. San Basilio el Grande dice que esta vergüenza que el alma experimentará será todavía mayor y más espantosa que la oscuridad y el fuego eterno.
d. Finalmente, el pecador estará constantemente junto a los malvados y horribles demonios, quienes estarán orgullosos de haber conseguido conquistarle y arrojarle en su reino oscuro para sufrie eternamente junto a ellos.
" Eterno "
Independientemente de lo terrificadoras que sean estas imágenes, hay algo más terrible aún, lo cual destruye toda esperanza. El Infierno será para la eternidad. Nunca terminará; nunca. Allí, la muerte será inmortal.Si el Infierno terminas en un millón de años - como afrima el dicho- independientemente de lo terrible que fuese, podría tener un final. Pero el Infierno - independientemente de lo terrible que sería, -¡ay !- ¡ no tendrá fin! Esto es lo más terrible de todo.
¿ Por qué eterno?
Una pregunta que a menudo se plantea es: ¿Por qué Dios, por unos pocos años de pecado, castiga a una persona por toda su existencia? ¿Cómo puede Dios amar a la humanidad (filantropía) de un modo acorde con que Él pueda ver a Su creación sufrir eternamente? ¿Cómo puede ser esto comparado con la justicia de Dios? ¿Es justo que por unos pocos años de pecado el hombre deba ser condenado para toda la eternidad? ¿Qué respuesta deberíamos dar a esto?
A. En primer lugar, nadie puede dudar que Dios ama a la humanidad. Cualquiera que haya pecado y se haya arrepentido sinceramente, ha encontrado la puerta del Paraíso abierta. Y si cada pecador se arrepintiese, todos podrían entrar al Paraíso, porque Dios "desea que todos los hombres se salven" (1 Tim. 2:4).
El Infierno no fue creado para el hombre; fue para "el demonio y sus ángeles" (Mat. 25:41), porque los demonios son pecadores impenitentes, es decir, que no se pueden arrepentir. El alma de la persona que voluntariamente persiste en pecar, se endurece. Esta condición es permanente e incurable. Consecuentemente, el pecador impenitente imita a los demonios, que permanecen indiferentes ante el amor de Dios. El amor de Dios no puede remediar esta condición de endurecimiento a no ser que Él anule la libertad del hombre. Pero Dios siempre respeta el libre albedrío del hombre. El no quiere salvarnos por la fuerza o compulsión. Al final, el mismo hombre elige el Infierno cuando él se rinde al pecado, lo que hace que su naturaleza sea como la de los demonios.
En esta condición, aunque Dios le pusiese en el Paraíso, sería imposible para él estar allí; no sería capaz de soportarlo. Así lo aconseja San Pablo: "antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado." (Heb. 3:13).
B. Concerniente a la segunda parte de la cuestión, de por qué la vida de un pecador durante algunos años debería ser castigado con el Infierno eterno y cómo puede ser esto comparado con la Justicia de Dios, respondemos como sigue:
a. En primer lugar, algo similar sucede en términos humanos. Un crimen, por ejemplo un asesinato, es cometido en un momento. Pero el asesino es condenado a cadena perpetua, o es ejecutado.
b. El pecado es temporal, pero el Dios cuyas leyes violamos es infinito y eterno. Y el que se atreve a pecar no menosprecia las leyes humanas, sino las leyes del eterno y todopoderoso legislador.
c. Dios castiga eternamente un pecado temporal, porque no considera el hecho tanto como la intención del hombre. No podemos decir que el que muere sin arrepentirse ha dejado de pecar. Si viviera eternalmente en la tierra, pecaría eternamente. "La persona que persiste en pecar hasta su último respiro y no se arrepiente, continuará pecando eternamente, si la muerte no termina su vida. Por esto es por lo que él recibe el castigo eterno por el justo juicio de Dios ". (San Macario de Patmos, Evang. Salpinx p. 317 [en griego]).
d. La justicia de Dios es manifestada incluso en el Infierno, porque allí hay varios niveles de castigo. Nadie será castigado en el mismo grado. Esto es confirmado por las palabras de Cristo: "Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá." (Luc. 12:47-48). Esto muestra en el grado del castigo (ver Mat. 10:15; 11:21-24).
20.2. PARAÍSO.
Indescriptible belleza
Examinemos ahora el Paraíso. Desde el principio debemos señalar que el Paraíso que tomaremos no es el Jardín del Edén donde Dios primero colocó a Adán y Eva. Ese Paraíso era uno terrenal. El Paraíso en el que los justos vivirán después de la Segunda Venida será celestial y eterno.
No hay palabras para describir la belleza y la bendición del Paraíso. San Pablo, quien en su tiempo de vida tuvo el honor de ir al Paraíso, dice que: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman." (1 Cor. 2:9).
Imágenes del Paraíso
La Santa Escritura, así como proporciona imágenes concernientes al Infierno, también proporciona imágenes para darnos una idea sobre el Paraíso. Pero estas imágenes, así como las del Infierno, son también muy pobres descripciones de su realidad. La primera imagen es su nombre, Paraíso, lo cual significa un jardín con árboles exquisitos, con agua corriente, pájaros cantando, etc. El Paraíso es también descrito como "una gran Cena" (Luc. 14:16)preparado por el Padre celestial; es comparado con "unas Bodas reales" (Mat. 22:2-14), y más.
La imagen más majestuosa del Paraíso es la descrita en el Libro del Apocálipsis de San Juan. Es la Ciudad Celestial que Dios ha preparado como lugar de la vivienda para Sus hijos; un lugar de alegría eterna (ver Apoc. 21:10). San Juan dice: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido (Jesús Cristo). Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios." (Apoc.21:1-3). Entonces, esto es el Paraíso: la morada de Dios junto con el hombre.
Después, San Juan describe el Paraíso utilizando un simbolismo. En su visión, esta ciudad estaba construída de oro puro y cristal, y piedras preciosas y perlas. Estaba completamente iluminada por la gloria de Dios. Pero no tenía templo. ¿Por qué? Porque el templo era el Mismo Dios. No existía ni un sol ni una luna para iluminarlo, porque la gloria de Dios la iluminaba. Del Trono de Dios fluía el "Río de la Vida". En el Paraíso, el nuevo Árbol de la Vida existió.
En esta ciudad reinará la alegría. El Evangelista nos asegura, que Dios "Enjugará toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte,ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron." (Apoc. 21:4).
Quien quiera vivir allí, mirará el rostro de Dios con gozo y reinará con Él duran te los siglos de los siglos.
¿ ¿Y quiénes son esos benditos que vivirán allí eternamente? Ningún pecador o persona impura, ni quien ama la falsedad y el mal, sino solo todos los que son fieles al Cordero, es decir Cristo, y están escritos en el Libro de la Vida.
No habrá maldad natural o moral. Progreso continuo.
Veamos ahora cómo será la vida del justo en el Reino de los Cielos. En primer lugar, en el Paraíso el diablo no existirá para escandalizarnos y hacernos caer en la tentación. Ni el mal natural ni el moral existirán. "Aquí en la tierra existe el gran peligro de caer en el pecado. Ahí, tal peligro no existe. No hay dolor o enfermedad...pero en la tierra de los vivos donde nadie morirá por el pecado, sino que vivirán la verdadera vida, la vida en Cristo" (San Basilio el Grande, sobre Sal.114/(115); EPE 5, 412-414 [en griego]).
En el Paraíso no habrá estancamiento. El hombre progresará continuamente y ascenderá a más altos y santos niveles espirituales. Su conocimiento y experiencia de Dios crecerá continuamente.
El hombre disfrutará cada vez más de los dones divinos y cuanto más reciba, más querrá; nunca sentirá que es suficiente.
La finalización de la deificación: la visión de Dios
El propósito más elevado para el cual el hombre ha sido creado, es para llegar a ser "a semejanza" de Dios, será realizado en el reino de Dios - el hombre llegará a ser como Dios. Allí, los fieles se convertirán en "participantes de la naturaleza divina", como lo menciona el apóstol Pedro (2 Ped. 1:4). "Esta será la vida futura por venir", dice San Simeón de Tesalónica; "Dios estará con nosotros lo veremos y nos comunicaremos con Él" (Sobre la Divina Liturgia, P.G.155, 258AB [en griego]).
San Juan el Evangelista y Teólogo menciona el siguiente punto significativo: "Cuando Cristo sea revelado [en Su Segunda Venida], seremos como Él, porque lo veremos y nos comunicaremos con Él tal como es" (1 Jn. 3:2). La visión de Dios hará al hombre parecerse a Dios. Esta será la fuente de indescriptible gozo y bendición que los justos sentirán en el Paraíso.
Para comprender el gozo que se sentirá al ver a Dios, recordemos el evento de la Transfiguración de Cristo. El Señor se transfiguró en el Monte Tabor -Él brillaba como el sol. Todo su cuerpo brillaba con gloria divina. Esta visión causó tal gozo a Sus Discípulos, que Pedro dijo a Cristo: "Señor, bien es que nos quedemos aquí: si quieres, hagamos aquí tres tiendas...[para quedarnos aquí para siempre]" (Mat. 17:1-4). Y lo que ellos vieron sólo era una una pequeña parte de Su gloria.
Los justos brillarán como el sol
Los justos no sólo verán su gloria, sino que la recibirán y la reflejarán. Cristo nos aseguró que " los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre " (Mat. 13:43.
Aquí hemos de anotar que cuanto más puro y santo sea uno, tanto más brillará e irradiará la luz de la gloria divina. Es decir, en el Paraíso, también habrá varios niveles o grados, al igual que en el Infierno más él brillará e irradiará la luz de la gloria divina. Es decir, en el Paraíso, también habrá varios niveles o grados, al igual que en el Infierno (ver 1Cor.15:41).
Conocimiento de Dios
Aparte de la visión de Dios y aparte de la iluminación que los justos recibirán y radiarán, experimentarán algo más profundo. Ellos progresarán continuamente en el conocimiento de Dios, en el conocimiento de la Santa Trinidad. Este conocimiento no es teórico o superficial sino profundo y empírico. Cristo en Su oración dijo que la vida eterna es conocer al Verdadero Dios y Jesús Cristo (ver Jn 17:3). Pero, hemos de enfatizar una cosa más, que cuando nosotros hablamos de la visión de Dios, el conocimiento de Dios, etc.,no nos referimos a la Esencia de Dios sino a Sus Energías (ver capítulo 2:2).
El continuo aumento del conocimiento de Dios aumentará el amor del fiel hacia Cristo, que es la razón para su salvación. Entonces ellos entenderán el profundo significado de la obra redentora de Cristo. Entonces ellos comprenderán la Encarnación, ellos entenderán mejor el misterio del Sacrificio en la Cruz y todas las demás obras de la divina Economía.
Comunicación entre los justos
Aparte de la comunicación que los justos tendrán con Dios, ellos también se comunicarán entre ellos. Todos los que sean dignos - y esperamos que todos nosotros seamos dignos- del reino de Dios, vivirán en máxima unidad. No habrá resentimientos o malentendimientos, diferencias de opinión o egoísmo; y ni siquiera una sombra de malicia, envidia, rencor o egotismo. Entendimiento perfecto, amor y hermandad reinará.
No habrá maldad natural o moral. Progreso continuo.
Veamos ahora cómo será la vida del justo en el Reino de los Cielos. En primer lugar, en el Paraíso el diablo no existirá para escandalizarnos y hacernos caer en la tentación. Ni el mal natural ni el moral existirán. "Aquí en la tierra existe el gran peligro de caer en el pecado. Ahí, tal peligro no existe. No hay dolor o enfermedad...pero en la tierra de los vivos donde nadie morirá por el pecado, sino que vivirán la verdadera vida, la vida en Cristo" (San Basilio el Grande, sobre Sal.114/(115); EPE 5, 412-414 [en griego]).
En el Paraíso no habrá estancamiento. El hombre progresará continuamente y ascenderá a más altos y santos niveles espirituales. Su conocimiento y experiencia de Dios crecerá continuamente.
El hombre disfrutará cada vez más de los dones divinos y cuanto más reciba, más querrá; nunca sentirá que es suficiente.
La finalización de la deificación: la visión de Dios
El propósito más elevado para el cual el hombre ha sido creado, es para llegar a ser "a semejanza" de Dios, será realizado en el reino de Dios - el hombre llegará a ser como Dios. Allí, los fieles se convertirán en "participantes de la naturaleza divina", como lo menciona el apóstol Pedro (2 Ped. 1:4). "Esta será la vida futura por venir", dice San Simeón de Tesalónica; "Dios estará con nosotros lo veremos y nos comunicaremos con Él" (Sobre la Divina Liturgia, P.G.155, 258AB [en griego]).
San Juan el Evangelista y Teólogo menciona el siguiente punto significativo: "Cuando Cristo sea revelado [en Su Segunda Venida], seremos como Él, porque lo veremos y nos comunicaremos con Él tal como es" (1 Jn. 3:2). La visión de Dios hará al hombre parecerse a Dios. Esta será la fuente de indescriptible gozo y bendición que los justos sentirán en el Paraíso.
Para comprender el gozo que se sentirá al ver a Dios, recordemos el evento de la Transfiguración de Cristo. El Señor se transfiguró en el Monte Tabor -Él brillaba como el sol. Todo su cuerpo brillaba con gloria divina. Esta visión causó tal gozo a Sus Discípulos, que Pedro dijo a Cristo: "Señor, bien es que nos quedemos aquí: si quieres, hagamos aquí tres tiendas...[para quedarnos aquí para siempre]" (Mat. 17:1-4). Y lo que ellos vieron sólo era una una pequeña parte de Su gloria.
Los justos brillarán como el sol
Los justos no sólo verán su gloria, sino que la recibirán y la reflejarán. Cristo nos aseguró que " los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre " (Mat. 13:43.
Aquí hemos de anotar que cuanto más puro y santo sea uno, tanto más brillará e irradiará la luz de la gloria divina. Es decir, en el Paraíso, también habrá varios niveles o grados, al igual que en el Infierno más él brillará e irradiará la luz de la gloria divina. Es decir, en el Paraíso, también habrá varios niveles o grados, al igual que en el Infierno (ver 1Cor.15:41).
Conocimiento de Dios
Aparte de la visión de Dios y aparte de la iluminación que los justos recibirán y radiarán, experimentarán algo más profundo. Ellos progresarán continuamente en el conocimiento de Dios, en el conocimiento de la Santa Trinidad. Este conocimiento no es teórico o superficial sino profundo y empírico. Cristo en Su oración dijo que la vida eterna es conocer al Verdadero Dios y Jesús Cristo (ver Jn 17:3). Pero, hemos de enfatizar una cosa más, que cuando nosotros hablamos de la visión de Dios, el conocimiento de Dios, etc.,no nos referimos a la Esencia de Dios sino a Sus Energías (ver capítulo 2:2).
El continuo aumento del conocimiento de Dios aumentará el amor del fiel hacia Cristo, que es la razón para su salvación. Entonces ellos entenderán el profundo significado de la obra redentora de Cristo. Entonces ellos comprenderán la Encarnación, ellos entenderán mejor el misterio del Sacrificio en la Cruz y todas las demás obras de la divina Economía.
Comunicación entre los justos
Aparte de la comunicación que los justos tendrán con Dios, ellos también se comunicarán entre ellos. Todos los que sean dignos - y esperamos que todos nosotros seamos dignos- del reino de Dios, vivirán en máxima unidad. No habrá resentimientos o malentendimientos, diferencias de opinión o egoísmo; y ni siquiera una sombra de malicia, envidia, rencor o egotismo. Entendimiento perfecto, amor y hermandad reinará.
Después, el deseo y la solicitud del Señor de "que todos sean uno" (Jn. 17:21) se cumplirá al máximo grado. El amor y la unidad que reina entre las personas de la Santa Trinidad, existirá entre los fieles. La visión de las otras almas incrementará el gozo y la felicidad de los justos.
Allí, cada uno de nosotros se encontrará con nuestros padres, hermanos, hijos, amigos y parientes. Veremos una vez más a todos aquellos a quienes amamos, jóvenes y hermosos. La muerte no nos separará más de ellos.
Y si no vemos a alguno de nuestros amados en el Paraíso, lo que significa que estarán en el Infierno, ¿no sentiremos pena por ellos? no sabemos cómo Dios proveerá, en esta situación se sugiere que Dios los borrará de nuestra memoria para que no nos lamentemos por su pérdida por la eternidad. O tal vez la exultación que sintamos, dominará y eliminará la tristeza.
Finalmente, en el Paraíso encontraremos y reconoceremos a los santos. Veremos a nuestros antepasados Adán y Eva, Abraham, Moisés y a todos los justos del Antiguo Testamento. Veremos a San Juan Bautista, a los Santos Apóstoles, a los Santos Padres, a los mártires y todos los demás santos, conocidos y desconocidos. Sobre todo, veremos a la Toda-Santa Madre de Dios, nuestra dulce Panagía, quien tanto ayuda con sus intercesiones y oraciones a la salvación de nosotros pecadores.
Vida presente y futura
Intentamos dar una descripción débil de lo que es el paraíso. Nuestro conocimiento del mundo metafísico es muy pequeño. Tan grande como la diferencia entre el conocimiento de un niño y el de un adulto, tanto es la diferencia entre el conocimiento que ahora tenemos sobre la vida venidera futura, lo que tendremos entonces, con la gracia de Dios (ver 1Cor. 13:9-11).
El Paraíso es el propósito de nuestra vida. Dios nos creó para vivir en el Paraíso. Y para hacernos herederos de Su Reino, Él ni siquiera escatimó ofrecer a Su Hijo unigénito, Quien ofreció como un sacrificio en la Cruz para asegurarnos de Sus bendiciones eternas.
El infierno es un gran mal ... nos aterrorizamos al escuchar los tormentos indescriptibles que los condenados sufrirán; y lo peor es que es eterno. Pero por muy extraño que pueda parecer, una desventura mucho mayor que la de encontrarse en el Infierno, es ser privado del Paraíso, ser negado de todas las bendiciones que Dios ha preparado para nosotros.
Entonces, ¿qué es esta vida actual? Es como un sueño, una sombra, un vapor que se desvanece (ver Sant.4:14). Sin embargo, esta vida corta y temporal, que es una gota de agua comparada con el océano de la eternidad, tiene un valor infinito. Porque la adquisición de la vida eterna depende de cómo usemos el poco tiempo que tenemos en nuestras manos, antes de que el telón caiga en el escenario de nuestra vida. Como pueden entender, todos tenemos una gran responsabilidad en hacer un buen uso de nuestra corta vida terrenal; algo muy pequeño, que, sin embargo, tiene un valor infinito.
Cerramos con las palabras del apóstol Pablo, que se dirige a los fieles de todos los tiempos, y que resume toda la enseñanza moral y dogmática de nuestra Iglesia:
" Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras." (Tito, 2:11-14).
A Él sea la gloria y el poder para siempre. Amén.